Atraso agrario y conflictividad campesina


2.1. Los efectos de los cambios institucionales: el nuevo orden agrario


 
A  mediados del siglo XIX, la tierra era un factor de producción fundamental y, por consiguiente, la Reforma Agraria Liberal (RAL)
tuvo una importancia decisiva en la determinación del crecimiento económico. Sin embargo, después de la RAL, la tierra siguió estando desigualmente distribuida. La RAL tuvo por objetivo principal (primordial) conseguir la plena consolidación de la propiedad privada de la tierra a través de diferentes líneas de actuación:
– La disolución del régimen señorial (1837). Confirmó un reparto muy desigual de la tierra en todo el país, pero con unas diferencias de escala considerables: en el norte de España, los campesinos que poseían la tierra en enfiteusis, se convirtieron en propietarios. Los “grandes propietarios” de estas zonas tenían unas propiedades reducidas. En el sur de España (La Mancha, Extremadura y Andalucía) las grandes casas de la nobleza lograron privatizar enormes patrimonios rústicos. Aquí, los grandes propietarios eran realmente grandes.

– Las desamortizaciones afectaron a las tierras de ambos cleros y a las tierras concejiles y comunales.
o La privatización de las tierras de la iglesia (1836) no contribuyó a equilibrar la desigual distribución de la propiedad anterior a la reforma. Los compradores fueron, mayoritariamente, medianos y grandes labradores que dispónían de recursos para aprovechar tal oportunidad. Los que labraban la tierra siguieron haciéndolo pero en peores condiciones.

o La desamortización civil (1855):favorecíó, de nuevo, a los medianos y grandes propietarios, que ampliaron aún más sus posesiones. Esta desamortización afectó negativamente al pequeño campesinado, que se vio privado de los comunales, e implicó un notable retroceso de las masas boscosas.
La R.A.L. Consolidó la distribución de la propiedad agraria, que siguió estando muy polarizada: muchos propietarios para poca tierra, mucha tierra para pocos propietarios. Además, la mayoría de nuevos propietarios terminaron por ceder sus tierras en arrendamiento, y dada la tendencia al alza de los precios agrarios y las rentas, la inversión en mejoras productivas fue prácticamente nula. De ahí el estancamiento de la productividad por empleado y el escaso avance de los rendimientos. El enorme número de campesinos sin tierra mantuvo los salarios bajos, con el desempleo estacional y el consiguiente bajísimo nivel de renta.

2.2. Extensión y especialización


 
Efectos positivos de la reforma agraria: a raíz del incremento de la superficie de tierras cultivables,la producción de alimentos se incremento a lo largo de cuatro décadas(1840-1880).

-la mayor parte del incremento de alimentos era cereal,ya que la siembra de este alimento era muy popular.En la década de 1880,3/4 de lo cultivado eran cereales.Pese a la expansión y difusión de esta semilla,apenas hubo innovaciones igmificativas,ya que el método de cultivo era ancestral(barbecho),lo que la productividad permanecíó estancada.El clima era lo que determinaba la cantidad de cereal producido y, dado que variaba cada año y que las importaciones eran insuficientes para abastecer a toda la población(crisis de subsistencias).

-En ciertos regiones se produjo una cierta diversificación agraria.Uno de los cultivos secundarios era la viticultura(Catuña y la comunidad valenciana).A partir de 1870(destrucción de gran parte de la producción en Francia) cobró una relevancia mayor con las exportaciones masivas a ese país.Pese a ello, la edad de oro duró poco,y la misma epidemia que había destruido la producción francesa,la filoxera,se ocupó de destruir la española.

-otroscultivos:el olivar(Andalucía y cataluña pero que entro en crisis en el último cuarto del siglo) y las naranjas de Valencia,que vieron aumentadas susexportaciones y su productividad debido al uso de técnicas modernas como abonos(coexistencia con horticolas y arrozales).En suma,aunque los cultivos especializados se extendieron, la productividad agraria española apenas tuvo progresos reséñables a finales del Siglo XIX.

Como contrapartida,la ganadería,que usaba tierras comunes para hacer pasta al ganado,se redujó.
 

2.3. Las causas de la pobreza agraria ¿La tierra o los hombres?



A finales del Siglo XIX, los parámetros productivos de la agricultura española se situaban entre los más bajos de la Europa occidental, lo que revela un atraso indudable y el fracaso de las expectativas auspiciadas por la RAL.
Las condiciones agroclimáticas impedían la adopción mimética de los avances agrarios registrados en los países de la Europa Atlántica. Sin embargo, sí existieron otras vías para un mayor aprovechamiento intensivo:
o Aprovechamiento intensivo de las aguas superficiales y subterráneas, con objeto de combatir la aridez.

o Mayor extensión de cultivos especializados de tipo arbustivo y arbóreo (viña, olivos, almendros, avellanas), que ofrecían buenos rendimientos en suelos pobres y con bajos niveles de humedad o Limitar el monocultivo cerealista.
Estas vías fueron seguidas por la agricultura catalana durante el Siglo XVIII: cultivos arbóreos y arbustivos, aprovechamiento de agua, intensa comercialización, arrendamientos de larga duración, etc. Evidentemente, este tipo de agricultura requería un nivel relativamente elevado de inversión y el gran problema de la agricultura española del Siglo XIX fue la escasa inversión que recibíó, tanto de los particulares como del Estado:

 -En cuanto a la inversión pública, el Estado no tenia unos ingresos demasiado grandes Además, y ademas decidíó invertir sus escasos recursos en la construcción ferroviaria, decisión apoyada por los grandes propietarios al abaratarse los costes del transporte y ampliarse las redes de comunicación.

– la falta de inversión privada:
La mayoría de los propietarios alquilaban sus tierras a corto plazo, por lo que no había incentivos para invertir.
“Sin necesidad de realizar inversión alguna, esta agricultura cerealista de bajísima productividad proporcionaba ingresos crecientes a la clase terrateniente, pero condenaba a los campesinos a muy bajos niveles de renta y a un aprovechamiento deficiente de su capacidad de trabajo”.

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