Cables de campo radial


PROTECCIONES FRENTE A SOBREINTENSIDADES Y SOBRETENSIONES

El objetivo de proteger a los cables de las sobreintensidades y sobretensiones es evitar que no superen sus máximas temperaturas permisibles y así evitar posibles incendios.

Sobrecargas

Se considera que una instalación o parte de ella está sometida a una sobrecarga cuando, durante un cierto tiempo, es recorrida por una corriente mayor que la normal o asignada, sin que exista ningún tipo de avería o fallo en la instalación. En definitiva, las sobrecargas producen una reducción de la vida útil de los conductores y debemos tener en cuenta que los cables subterráneos no se pueden cambiar de sección, deben diseñarse nuevos tendidos.

Cortocircuitos:


Los cortocircuitos serán analizados como defectos francos. Se definen como contactos entre partes de la instalación a distinto potencial, con impedancia de defecto nula o despreciable. Al considerar la impedancia de defecto nula, los cortocircuitos suelen dar lugar a grandes sobreintensidades, las cuales provocan una elevación de temperatura de los conductores (efecto térmico). Los conductores no podrán superar su máxima temperatura, denominada Tcc.

Las temperaturas de c.C. De los cables más comunes según el aislamiento son:

Polietileno reticulado (XLPE) …… 250 ºC

Etileno propileno (EPR) …………………… 250 ºC

 Papel impregnado …………………. 220ºC

Las causas más frecuentes de los cortocircuitos son:

Defectos en las cargas conectada

Fallos de aislamiento

Para que la red quede protegida a c.C. Debe cumplirse: El poder de corte de los elementos de protección debe ser mayor o igual que la máxima intensidad de c.C. Los conductores deben soportar la máxima intensidad de c.C. Durante la duración de éste. La elección de la sección y calidad de aislamiento de los conductores es muy importante para garantizar una segura calidad de suministro. Por lo que las Cias. Suministradoras optan por emplear cables de secciones altas como 150, 240 y 400 mm2 cubriendo todos los casos.

Las sobretensiones elevadas, originadas por descargas atmosféricas o maniobras en las redes de alta tensión, pueden perforar los aislantes de los cables, devanados de máquinas, etc.

La protección de instalaciones y equipos frente a sobretensiones de tipo transitorio, se realiza mediante limitadores de sobretensiones, también llamados pararrayos o autoválvulas, conectados entre las partes activas del elemento a proteger y tierra.


3.4.- SEÑALIZACIÓN Y Averías

Para la localización de averías, tendremos que disponer de unos equipos que sean capaces de facilitarnos de una forma lo más aproximada posible, el punto donde se ha producido dicha avería. Dicha máquina es el indicado laboratorio de localización de averías

Los métodos de localización de averías consisten en recorrer el trazado de la línea, dotados de detectores especiales (sonómetros) para captar los impulsos de la corriente que hemos inyectado al cable.
Dichos impulsos se captarán en el lugar de la avería que coincidirá con los metros que nos dé la máquina en función de la resistenc del cable desde la cabecera hasta donde esté la avería. Para ello es muy importante disponer de los planos de trazado del cable subterráneo que se guarda con la direcció de obra.

Podemos distinguir, principalmente, dos tipos de averías: • Interrupción de la continuidad de la línea • Deterioros del aislamiento

3.2.- CANALIZACIONES, PERMISOS Y LEGALIZACIONES

La canalización se efectuará en terrenos normalmente de dominio público y por acera. No se admitirá la

canalización bajo la calzada excepto en los cruces de calle o por autorización o exigencia municipal. Los cruces de

 calzadas serán perpendiculares a la acera. La protección de las cables se hará en la acera con un lecho de arena

 de unos 20 cm., encima unas planchas de plástico duro unidas entre si(tipo escalestric) de 20 cm. De ancho. Dichas

planchas sirven para advertir la presencia de cable subterráneo eléctrico ante cualquier posterior apertura de zanja

para la instalación de otros servicio. Encima se rellenará la zanja con tierra limpia de piedras, compactada en capas

 de 20 cm. Antes de la reposición final se colocará una cinta de plástico señalizando también la presencia a la

profundidad reglamentaria de un cable eléctrico subterráneo. La reposición de la zanja se hará con las mismas

piezas de la acera que estamos trabajando.

En calzada, los cables se protegerán con tubos de fibrocemento o termoplástico. El tubo se colocará en un lecho de hormigón y se terminará de cubrir hasta unos 30 cm. O se cubrirá de hormigón hasta la reposición de la zanja que se hará con el material que estaba hecho. Generalmente con asfalto.

3.3.5.- CABLES DE CAMPO RADIAL Y DE CAMPO NO RADIAL

En un cable unipolar las líneas de fuerza del campo electrostático tienen una forma radial, soportando únicamente

 el aislamiento, los esfuerzos eléctricos del mencionado campo establecido entre el conductor y el exterior del

cable. En el cable tripolar las líneas de fuerza ya no siguen trayectorias radiales, debido a que los potenciales

existentes en el espacio entre los conductores y el exterior no son simultáneamente iguales, pudiéndose

descomponer las mencionadas líneas en dos componentes, una perpendicular y otra tangencial a la capa aislante

 considerada. La componente perpendicular ejerce un esfuerzo eléctrico sobre la capa de aislamiento, que

es soportado perfectamente por ésta, por haber sido prevista para resistirlo; pero los esfuerzos debidos a la

 componente tangencial son soportados por la masa de relleno existente entre las almas, que posee una

resistencia a la perforación diez veces menor, por lo que los cables de campo no radial tienen aplicación

solamente hasta tensiones de 15 Kv, cuando el aislamiento es de papel impregnado. En cables con aislamiento

seco, los límites están en 6 y 10 Kv., dependiendo del aislamiento concreto de que se trate. A partir de estas

tensiones los cables deben ser de campo radial.

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