Isabel II la organización del régimen liberal



1.1 La regencia de María Cristina y la implantación del liberalismo (183-1840). Etapa de
transición
a) La implantación del liberalismo con la reforma desde arriba: el estatuto real de 1834
.
Isabel II heredó la corona cumplidos tres años actuando su madre María Cristiana como regente hasta
1840. Como se ha dicho, dicha regencia comenzó con concesiones a liberales frente a los absolutistas
partidarios de Carlos.
. El primer gobierno de la regencia estuvo presidido por Fco Cea Bermúdez, representante del
liberalismo moderado y conservador y antiguo ministro de Fernando VII que impulsó reformas
administrativas entre las que destaca la división provincial (1833) de España en 49 provincias en base a
criterios de racionalidad de extensión y aspectos históricos ejecutada por Javier de Burgos.
. Ante la presión de los liberales progresistas, Francisco Martínez de la Rosa, liberal moderado
proveniente del exilio fue nombrado jefe de gobierno (1834) y se ejecutaron otras medidas de mayor
avance: disolución de la jurisdicción gremial y se impulsó la libertad de fabricación y comercio; otra
serie de reformas tuvieron que ver con la relación entre el estado y la iglesia intentando limitar el
poder de ésta (real decreto de supresión de los monasterios que hubieran salido frailes para nutrir a las
tropas carlistas) y también se amnistió a liberales exiliados en París y Londres.
. La presión de los liberales y la negativa carlista a un acuerdo forzó la división de los absolutistas de
modo que un sector giró hacia el carlismo y otro aceptó la colaboración con los liberales moderados
para apoyar una reforma pactada y controlada por la corona. En este contexto, la regente concedíó el
Estatuto Real de 1834, carta otorgada que olvidándose de la Constitución de 1812, establecíó un
sistema bicameral con función exclusivamente consultiva:
– Estamento de próceres. Formado por los Grandes de España y miembros designados con
carácter vitalicio.
– Estamento de procuradores. Elegidos por sufragio universal indirecto y censitario muy
restringido (sólo los podían elegir el 0.5% de la población).
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. La iniciativa legislativa quedaba en manos de la Corona y las Cortes tan sólo tenían funciones
consultivas.
. En términos generales, la situación del país estuvo marcada por el conflicto civil carlista, la falta de
liquidez de la hacienda que impidió que el ejército recibiera suministros y pagas a tiempo y por la
epidemia de cólera morbo de 1834. El rumor en Madrid de que las muertes se debía a que los frailes
habían envenenado el agua hizo que las clases populares reaccionasen con violencia asaltando
conventos y asesinando frailes. La inhibición del gobierno provocó su caída.
b) La ruptura liberal pactada: la desamortización de Mendizábal, la sublevación de los progresistas
en la Granja y la Constitución de 1837.
. Los liberales no consiguieron sacar adelante en el marco del Estatuto Real las reformas pactadas con
la Corona (puesta en marcha de la abolición de señoríos, ampliación milicia nacional, reorganización
ayuntamientos y diputaciones, libertad de prensa…) lo que supuso la ruptura entre el reformismo
absolutista y el liberalismo y al mismo tiempo originó la división entre los liberales (partidarios del
Estatuto Real y los progresistas) base de los dos partidos del posterior sistema isabelino (el partido
liberal moderado y el partido liberal progresista)
.
. Entre 1835-1836 los progresistas radicales con el apoyo de las clases populares urbanas movilizados
por las milicias nacionales y encuadrados en un movimiento de juntas revolucionarios consiguieron que
la regente nombrara un gobierno de progresistas liderado por Juan Álvarez Mendizábal, hombre
práctico que abordó los problemas graves con reformas importantes:
a) Reorganizó la milicia nacional ampliándola.
b) Creó las Diputaciones Provinciales que sustituyeron a las juntas
c) Suprimíó la Mesta
d) Promulgó el decreto de desamortización de bienes eclesiásticos
El objetivo de dicho decreto desamortizador era iniciar una reforma agraria y conseguir dinero para las
arcas del estado, con el fin de sostener la Guerra Civil contra el carlismo y crear una capa social de
propietarios que apoyaran la revolución social. Las tierras eclesiásticas fueron subastadas en 1836 (1/3
de las tierras cultivadas que procedían sobre todo de las órdenes religiosas), pero fueron adquiridas
por quienes dispónían de títulos de deuda pública o de dinero (aristocracia latifundista, burguésía
industrial, burguésía comercial-financiera) en prejuicio claro de los campesinos.
. El intento de reforma del campo español no consiguió los objetivo previstos: la deuda pública del
estado no disminuyó y los campesinos continuaron sin acceder a la propiedad de la tierra. Por el
contrario, aumentó el malestar campesino al ver incrementadas las rentas impuestas por los nuevos
propietarios de las tierras.
. La regente y su entorno terminaron sustituyendo a Mendizábal por otro gobierno más moderado que
frenó el ritmo desamortizador bloqueando así las reformas. Dicho gobierno fue sustituido por otro
moderado presidido por Istúriz.
. Una nueva oleada de revueltas y el motín de La Granja en 1836 donde veraneaba la reina, forzaron la
ruptura definitiva de los liberales con el absolutismo, obligando a la regente a reponer la Constitución
de 1812 y a nombrar un gobierno progresista presidido por José María Calatrava y con Mendizábal de
ministro de Hacienda.
. Los progresistas elaboraron la Constitución de 1837 que supuso un retroceso con respecto a la de
1812. Por lo tanto, la ruptura liberal no trajo en lo político la implantación del liberalismo democrático
y parlamentario de 1812 y tampoco el desmantelamiento del A.R. Dicha constitución de 1837
establecíó los principios del liberalismo doctrinario:
– Reconocía la soberanía nacional en su preámbulo pero en la realidad establecía una soberanía
compartida al atribuir el poder legislativo conjuntamente al rey a las cortes y concedía a la
corona el derecho de veto absoluto de las leyes y el derecho de disolución de las Cortes.
– El poder legislativo quedó constituido por dos cámaras (bicameral): Senado y Congreso. Y el
sistema electoral fue censitario (sólo podían votar los mayores contribuyentes que constituían
el 2% de la población).
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– El ideario progresista se manifestó solamente en aspectos como el carácter electivo de los
ayuntamientos y en la mayor amplitud en el reconocimiento de los derechos individuales.
. En relación con el desmantelamiento del A.R, éste supuso el restablecimiento y la aplicación de la
legislación liberal sobre libertad de comercio e industria y las leyes de desamortización , desvinculación
y abolición de señoríos (aplicación definitiva de la ley de reforma liberal agraria). Dicho programa
legislativo dejó aparte los intereses de los liberales radicales y de las clases populares que habían
apoyado la ruptura liberal ya que el sistema para la abolición de señoríos permitíó a la vieja nobleza
terrateniente hacerse con la propiedad de sus señoríos al no tener que demostrar documentalmente
su condición de señoríos solariegos.
. Posteriormente, finalizada la guerra carlista, los moderados pretendieron hacerse con el poder
rectificando los cambios progresistas. Apoyados por la regente presentaron una ley de ayuntamientos
que impedía la elección de concejales y con ello la participación popular lo que llevó a un
levantamiento popular y juntero en 1840 que forzó la renuncia de María Cristina a la regencia y el
nombramiento del general
Espartero, iniciándose así el trienio esparterista (1840-1843).
1.2 El Carlismo
. El conflicto civil estalló poco después de la muerte de Fernando VII iniciándose lo que para muchos
historiadores fue la primera Guerra Civil de la España contemporánea (la guerra carlista).
Ideología y bases sociales del carlismo
. La defensa de la legitimidad dinástica por parte de Carlos María Isidro (enfrentamiento entre
isabelinos y cristinos) motivó la guerra y fue la razón externa del conflicto civil pero la causa de fondo
fue el mantenimiento del orden absolutista que el proceso de revolución liberal burguesa de Cádiz
ponía en peligro. Por tanto, el enfrentamiento básico fue entre:
– liberales, con todo lo que defendían.
– Carlistas, tradicionalistas, realistas o apostólicos. Apoyados por la aristocracia, parte del clero y
en zonas rurales determinadas por el campesinado y artesanos.
. La ideología carlista fue contrarrevolucionaria y antiliberal. Defendíó el origen divino de la monarquía
y por tanto, la soberanía absoluta del monarca, único responsable ante Dios.
La religión debía ser la base del orden político-social y la tradición el fundamento de la legitimidad.
De todos estos supuestos se derivaba la negación de la libertad de conciencia, de expresión y la uníón
del trono y el altar. Su lema fue Dios, patria y rey y uno de los puntos centrales de su programa la
defensa de los fueros1 frente al centralismo y uniformidad propugnaba por ilustrados y liberales.
. La base social de apoyo al carlismo fue heterogénea:
– campesinado. Pequeños propietarios y arrendatarios afectados por el liberalismo económico y
el aumento de la presión fiscal.
– Nobleza. Especialmente la pequeña nobleza que estaba vinculada a los poderes locales y los
privilegios forales.
– Clero. Parte del alto clero estuvo con el régimen isabelino pero una gran parte del clero regular
y parroquial afectado por la desamortización, fue partidario de Carlos.
– Clases urbanas. Especialmente artesanos y menestrales descontentos con el desmantelamiento
del sistema gremial.
Desarrollo bélico del conflicto civil
. El factor foral fue clave y determinó el foco principal del carlismo y el escenario de la sublevación (País
Vasco y Navarra). Focos secundarios (Cataluña, Aragón y Castellón) y terciarios (Valencia y las dos
Castillas).
. El ejército carlista no formó una tropa unificada sino que fue la suma de tres ejércitos: el de País
Vasco/Navarra, liderado por Tomás Zumalacárregui; el de Maestrazgo, liderado por Ramón Cabrera y el
1 Fueros: Leyes locales surgidas en la Edad Media. En Cataluña, Aragón y Valencia fueron abolidos por Felipe V tras la guerra
de sucesión española pero en el País Vasco y Navarra permanecieron al ser zonas que permanecieron fieles al Borbón Felipe
V. El liberalismo pretendíó siempre establecer una constitución única para todo el territorio por lo cual quiso abolir el
derecho foral.
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de Cataluña. Como complemento había partidas de guerrilleros carlistas que practicaban la estrategia
de guerrillas (destaca el Cura Merino).
. Duró la guerra entre 1833-1839 y se divide clásicamente en tres etapas:
– Primera etapa (1833-1835). Desde la proclamación de Carlos hasta la derrota del general
carlista Zumalacárregui en Bilbao tras ocupar las zonas rurales del País Vasco. Controló Navarra
y País Vasco. Se opuso a la decisión de Carlos de asediar Bilbao pero aceptó la orden.
– Segunda etapa (1835-1837). Fracasa la expedición militar del pretendiente al tomar Madrid y el
intento carlista de extenderse por España a través de expediciones militares. Espartero libera
Bilbao de los carlistas. Murió en el cerco a Bilbao con 35 años.
– Tercera etapa (1837-1839). En esta etapa se produce la división interna entre los carlistas
(partidarios de pacto con moderados y quienes postulan continuar la guerra). Se repliegan tras
el Ebro.
– Final de la guerra. Acontece con la firma por el general Maroto y Espartero en 1839 del
Convenio de Vergara. Espartero se compromete a proponer a las cortes el mantenimiento de
fueros y la integración de oficiales y jefes carlistas en el ejército. En 1840 Espartero acaba con
reducto carlista del general Cabrera en el Maestrazgo.
. A pesar de todo, el carlismo no se extinguíó a lo largo de todo el Siglo XIX. Entre 1846-1849 aconteció
la Segunda Guerra Carlista circunscrita a Cataluña y entre 1872-1876 se produjo la Tercera Guerra
Carlista.
1.3 La regencia del General Espartero (1840-1843). El trienio esparterista
. El militar popular Espartero fue muy aclamado pero pronto perdíó apoyos por su estilo militar de
gobierno (crítica de los progresistas) y por sus reformas progresistas (moderados exiliados preparaban
pronunciamiento para sustituirlo por María Cristiana).
. Puso en práctica política libre-cambista que supuso apertura aduanas a los productos extranjeros a
cambio de apoyo financiero del exterior. Dicha medida motivó la oposición de la burguésía catalana
que vio la medida perjudicial para la industria algodonera (insurrección barcelonesa).
. La represión ejecutada por Espartero contra el levantamiento de la ciudad de Barcelona (1842)
aumentó su descrédito y alentó un pronunciamiento del militar moderado Ramón María de Narváez,
que llegó al gobierno.
2. El reinado de Isabel II: la construcción de las bases del Estado Liberal y la crisis del
moderantismo(1843-1868).
2.0. Introducción
. La hija de Fernando VII accedíó a reina en 1843 al adelantar los liberales su mayoría de edad con trece
años y sus 25 años de gobierno estuvieron caracterizados por la ambigüedad, la inestabilidad, las
tensiones y conflictos de variada naturaleza (escándalos de vida privada en la Corte, inestabilidad
gubernamental por las tensiones entre moderados y progresistas, agitaciones sociales etc). A pesar de
ello, se afianzó el sistema liberal burgués en España y se consolidó una nueva estructura estatal
especialmente de manos del partido moderado que fue el que reinó más tiempo hasta la llega de la
revolución de 1868 que destrónó la reina y acabó con el sistema isabelino por varias razones (apoyo
real al moderantismo dejando al margen a los liberales, corrupción económica y desprestigio
monárquico por escándalos de Corte).
2.1 Teoría y práctica del sistema político isabelino: el papel de la Corona y los partidos
políticos.
a) La intervención política de la Corona a favor de los moderados
. Frente al liberalismo constitucional de 1812, las constituciones isabelinas, especialmente la de 1845
establecíó una monarquía constitucional inspirada en el liberalismo doctrinario (papel de la Corona
clave al compartir soberanía con Cortes, participación política exclusiva de propietarios etc).
. Teóricamente, el modelo político isabelino establecía un equilibrio de poderes entre la Corona y el
poder legislativo(Cortes):
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– El gobierno debía tener la confianza de la reina pero el gobierno debía tener también la
confianza del parlamento. Así, el papel político de la reina era ser árbitro moderador del
sistema limitándose a sancionar la mayoría parlamentaria.
– Además, el papel de la reina era cumplir con la función simbólica de representar al Estado.
. En la práctica, dicho reinado no respondíó a ambos criterios formales teóricos:
– En cuanto a su intervención política, utilizó los poderes constitucionales para favorecer en el
poder a los liberales moderados. Esto tuvo dos consecuencias claves: la corrupción electoral
amparada en una red de caciques que controlaban los distritos electorales para favorecer
mayorías parlamentarias afines al moderantismo y los pronunciamientos militares del ejército
como un medio funcional de cambio político del sistema a través de los líderes militares.
– En relación a la función de representación simbólica del Estado, la reina convirtió su vida
privada en asunto público ya que su vida personal no se correspondíó con las pautas de la moral
burguesa exigida a las mujeres. Además, su influencia personal, hizo que se mezclase la política
con negocios, concesiones estatales, camarillas privadas de amigos creándose así ambiente
corrupto y de continuos escándalos.
b) Los partidos políticos en el sistema Isabelino
. Los partidos predominantes fueron el partido moderado y el partido liberal (ambos liberales
doctrinarios) pero surgieron otros como el Partido demócrata y la Uníón Liberal. Dichas formaciones
políticas no eran propiamente tales (partidos de masas) sino grupos minoritarios de notables (partidos
de notables) con escasa base electoral y un claro carácter oligárquico de sus bases sociales. Dispónían
de miembros de apoyo en el escalafón administrativo del estado para controlar las elecciones y de
periódicos que difundían y apoyaban sus ideas.
. La caracterización de dichos partidos:
a) Partido liberal moderado (liberalismo doctrinario).
. Seguidores del liberalismo doctrinario francés que defendía la soberanía compartida entre Corona y
Cortes; Corona ejercía derecho de veto y disolver Cortes. Aplicaban sufragio censitario restringido,
derechos individuales poco amplios, estado centralizado y mantenimiento de orden público como clave
para la prosperidad social y económica.
. Base social, clases medias (negociantes, grandes comerciantes, terratenientes provenientes de
nobleza titulada etc). Esto es, la aristocracia terrateniente y la burguésía comercial, mercantilfinanciera
beneficiada por la desamortización aunque también altos miembros del ejército. Dicho
partido obtuvo siempre el apoyo de la reina.
. Dentro de dicho partido había facciones enfrentadas entre si:
– Sector centrista. Mayoritario. Liderado por Narváez y con ministros asturianos como Pedro José
Pidal y Alejandro Mon.
– Sector derechista. Más reaccionario. Liderado por el marqués de Viluma (viluministas).
Partidarios de la reconciliación con los carlistas y con la iglesia.
– Sector izquierdista (puritanos). Ala más avanzada del partido y partidarios de la alianza con
progresistas y la aceptación del texto constitucional de 1837.
. Este partido liberal moderado, especialmente su sector más reaccionario, fue el que ejercíó más
influencia sobre la reina Isabel II y su entorno real, monopolizó el poder y forzó siempre la exclusión del
poder de los progresistas. La constitución de 1845 fue la expresión más acabada de su ideario político.
A este sector correspondíó el peso de la construcción del estado liberal en España.
b) Partido Liberal progresista
. Defendíó una mayor apertura política pero dentro del sistema de inspiración liberal doctrinario.
Influidos por el Krausismo alemán2, defendieron la soberanía nacional, un sufragio censitario más
amplio, la milicia nacional y mayor ampliación y reconocimiento de derechos individuales. Limitaron las
2 Krausismo: sistema filosófico alemán creado por F. Krause e introducido en España por Julián Sanz del Río. Intento de
organizar la sociedad española según los principios del Racionalismo y el liberalismo. Para el krausismo tuvo un importante
papel la educación como vía para resolver los conflictos sociales y la reforma de la sociedad.
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atribuciones de la monarquía aunque le reconocieron su facultad de disolver las cortes, nombramiento
y destitución de gobiernos, veto absoluto de leyes etc).
. Su base social fue la pequeña burguésía, comerciantes, artesanos, funcionarios, profesiones liberales
y militares de baja graduación. Ejercieron oposición a través de sede parlamentaria, prensa y a través
del pronunciamiento militar.
. Su líder fue el general Espartero y estuvieron en el poder en períodos cortos
(1835/37;1840/1843;1854/1856).
. Su ala izquierda era de tendencia demócrata-republicano terminó escindíéndose formando el Partido
Demócrata.
c) Partido Demócrata
. Se creó en 1849 por un grupo de diputados liberales progresistas del ala izquierdista del partido. Su
programa fue una versión radical del progresismo basado en los ejes de la democracia y la reforma
social: verdadera soberanía nacional como soberanía popular con sufragio universal masculino, libertad
religiosa, juicios por jurados, abolición de legislación foral, intervención del estado en la enseñanza,
defensa de la enseñanza primaria gratuita, reforma fiscal progresiva que gravase en función de la
riqueza y recaudase en menor medida de impuestos indirectos etc.
. Sus bases sociales fueron la pequeña burguésía y las clases urbanas populares y en su seno
aparecieron sectores republicanos e incluso socialistas.
d) La Uníón Liberal
. Se fundó en 1854 y su líder fue el militar Leopoldo O^Donnell. Aglutinó a sectores del partido liberal
moderado y progresista proponiéndose armonizar la libertad y el orden público con la reforma política
pero en la práctica fue moderado y con apoyo de importantes mandos del ejército (Prim, Serrano,
Topete…).
. En definitiva, a pesar de la diversificación de las opciones políticas, la alternancia política no funciónó
debido al fraude electoral con lo que la única vía de la alternancia fue el pronunciamiento militar para
el acceso al poder de los progresistas.
2.2 La década moderada (1844-1854).
. Presidíó el gobierno el general Narváez estableciendo un régimen autoritario que frenó a las clases
populares y permitíó a las clases burguesas seguir enriquecíéndose poniendo orden en la dinámica
revolucionaria con apoyo de la reina y de sectores del ejército.
. Desarrolló el estado liberal español en su versión moderada eliminando los aspectos del ideario
progresista.
. Aprobaron la Constitución de 1845 , expresión del liberalismo doctrinario y un conjunto de reformas
socio-económicas que pusieron las bases del capitalismo liberal español.
La Constitución de 1845
. Estuvo vigente durante todo el periodo de dominio moderado (1845-1868) y se fundamentó en los
siguientes principios:
– Reconocimiento explícito de la soberanía compartida de las Cortes y el rey, expresada en un
poder legislativo compartido entre la Corona y el poder legislativo: iniciativa legislativa y
derecho absoluto de veto a leyes.
– La Corona podía disolver y convocar a las cortes establecíéndose el régimen de doble confianza:
gobierno debía contar con apoyo conjunto de la reina y de las cortes.
– Poder legislativo bicameral (Congreso y Senado). El senado era la cámara de representación de
las altas jerarquías de la iglesia, nobleza y ejército. El Congreso, cámara elegida por sufragio
censitario restringido a 1% población (elevación nivel de renta tanto para candidatos como para
los electores).
Medidas de construcción del estado liberal moderado
. Los moderados iniciaron la reorganización administrativa del estado liberal y emprendieron reformas
claves:
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a) La reorganización territorial del estado. Diseñaron un estado centralista y jerarquizado. La división
provincial de Javier de Burgos siguió vigente pero los poderes locales y provinciales (ayuntamientos y
diputaciones) fueron vaciadas de contenido democrático al restringir sus poderes y perder su condición
de representación de ciudadanos al ser sus miembros nombrados por las autoridades centrales
(gobernadores civiles en provincias y alcaldes nombrados directamente por el rey). Por Realismo
político quedaron inalterables los ayuntamientos forales y las Juntas generales Vascas y Navarras.
b) El principio de orden defendido por los moderados se exprésó en el desarrollo de un sistema de
poder estatal que comprendía acciones intervensionistas en orden público, ejército, escuela,
administración civil y justicia:
– La milicia nacional fue sustituida por la guardia civil en 1844 para defender orden y propiedad.
El nuevo cuerpo actuó especialmente en el ámbito rural donde emergía el bandolerismo.
– Se creó un ejército permanente a través del sistema de quintas que permitía la redención
(librarse pagando una cantidad a un sustituto).
– Reorganización de un sistema de instrucción pública que garantizó la enseñanza obligatoria y
establecíó un sistema de enseñanza jerarquizado (Plan Pidal de 1845 y Ley Moyano de 1857):
enseñanza primaria elemental, secundaria o media y universitaria que reprodujo la división
clasista social y la exclusión de las mujeres de los últimos niveles de enseñanza.
– Establecimiento del Concordato de 18513 con la Iglesia que renovó su influencia social:
sanciónó las ventas de bienes desamortizables, paralizó el proceso desamortizador y a cambio
el estado pagó a la iglesia gastos de culto y clero y admitíó el control de la iglesia sobre los
contenidos de las enseñanzas.
– Independencia de la administración de la política a través de la regulación de la administración
de Justicia e institucionalización de cuerpos de funcionarios del Estado (1852). La ley de
funcionarios permitíó crear una burocracia estatal moderna en base al concurso de méritos y
establecíó criterios para el ascenso (antigüedad y méritos).
– Elaboración de un nuevo Código Penal (1848) vigente hasta 1996.
c) Reforma fiscal del Estado. Con la finalizar de costear los gastos del nuevo estado lo que exigía acabar
con el déficit de la hacienda pública reforzando su capacidad recaudatoria. Se destaca la Ley de
Reforma fiscal de Alejandro Mon y Ramón de Santillán (1845) que intentó racionalizar los numerosos
impuestos del A.R. Reformando el sistema tributario:
– división entre impuestos directos (gravan la riqueza y los ingresos) e impuestos indirectos
(gravan el consumo de algunos artículos de primera necesidad como alimentos, bebidas,
combustible…). Estos últimos pesaron como una losa sobre las clases populares que provocó
motines de protesta. No se logró arreglar el déficit fiscal.
– Plan para asegurar el cobro de impuestos y un sistema de contabilidad que cobrara con rigor
impuestos.
. El control del poder por los sectores más autoritarios del partido moderado tuvo su expresión en 1852
con la subida al gobierno de Juan Bravo Murillo (1851-1853):
– Importante política de obras públicas que se aplicó incluso en territorios coloniales (mejora de
caminos y mejora de infraestructuras que hicieran posible el desarrollo industrial).
– Aprobación de la ley de ferrocarriles (1851) para corregir la desorganización de las concesiones
otorgadas hasta entonces. Se establecíó según un modelo radial que tuvo como centro Madrid.
– Promulgación de una Ley de Puertos para mejorar las comunicaciones marítimas así como
obras hidráulicas (canal de Castilla, canalización del Ebro y del Lozoya).
3 Concordato: Acuerdo entre el Papa y un gobierno laico acerca de las condiciones y derechos de la iglesia católica en
España. Por parte del Estado: reconocíó la religión católica, prohibíó ejercer otro culto, derecho de la iglesia a intervenir en la
enseñanza, censura de publicaciones. Por parte de la iglesia: aceptó la desamortización y levantó la condena a gobernantes y
compradores.
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– Trató de someter el Parlamento al gobierno, se generalizó la corrupción económica lo que
terminó produciendo descontento social y originó tras un pronunciamiento militar y un
movimiento juntero el fin de la década moderada y el desarrollo de un periodo breve
progresista (el bienio progresista).
2.3 El bienio progresista (1854-1856)
. Dado que el sistema electoral censitario y manipulado no les daba la oportunidad de gobernar a los
progresistas, utilizaron de nuevo el pronunciamiento militar. Después de la sublevación frustrada
moderada dirigida por los generales Dulce, O^Donnell y Ros de Olano en Vicálvaro en el 1854
(Vicalvarada), posteriormente, triunfó la sublevación con el Manifiesto de Manzanares (apoyo entre
moderados y progresistas y que recogía propuestas de ellos como la restauración milicia nacional,
descentralización de poderes locales y ampliación del sufragio). Los levantamientos populares en varias
ciudades forzó a una coalición de moderados, progresistas y un sector moderado del partido
demócrata que obligó a la reina a recurrir a Espartero para presidirlo (presidente del consejo de
ministros) junto con O^Donnell como ministro de guerra.
. El gobierno disolvíó los levantamientos y ejecutó orientación moderada lo que llevó a las protestas de
los progresistas, la inestabilidad política en un contexto de conflictos sociales y crisis económicas. La
crisis económica afectó especialmente a los obreros textiles de Barcelona que protagonizaron la
primera huelga general del movimiento obrero en España (1855).
. La labor del nuevo gobierno progresista consistíó en la adopción de las siguientes medidas:
a) Trató de poner en práctica el programa liberal en su versión progresista recuperando legislación
anterior: ley electoral más amplia, libertad de imprenta, democratización de ayuntamientos y
diputaciones, restablecimiento de la milicia nacional, sustitución de la constitución moderada de 1845
por otra (Constitución de 1856) que no llegó a promulgarse (non nata) y que proclamaba: soberanía
nacional, ampliaba derechos individuales.
b) Aprobación de nueva Ley municipal que ampliaba el censo de electores y acabó con la intervención
del gobierno central en la designación de alcaldes.
c) Avanzar en la creación de un marco legislativo que completase la liberalización del mercado de
tierras y capitales para avanzar en el desarrollo del capitalismo. Se hizo a través de la Ley de
Desamortización General del ministro Pascual Madoz (1855) que ponía en venta todos los bienes
eclesiásticos pero también los bienes comunes y de propios de los municipios. Esta ley puso a la venta
el doble de bienes que la Ley de Mendizábal. Agravó la situación de ayuntamientos y agricultores ya
que los ayuntamientos obténían sus ingresos del alquiler de los bienes del municipio y los pastos y
bosques eran buenos complementos para los agricultores.
d) Nueva Ley de Ferrocarriles (1855). Favorecíó la creación de una amplia red de vías férreas. Muchas
empresas de capital extranjero (francés, especialmente) construyeron tramos de red y a la vez daban
salida a los productos industriales. Obtuvieron grandes beneficios. Además la especulación con los
terrenos posibilitó un gran y rápido enriquecimiento de empresas extranjeras constructoras y de
propietarios de las parcelas.
2.4 La vuelta de los moderados (1856-1868).
a) El gobierno del moderado Narváez (1856-1858)
. En el verano de 1856, O`Donnell abolíó la milicia nacional y volvíó a proclamar la constitución de 1845
al tiempo que apartó del poder al general Espartero pero tres meses después la reina lo cambió por
Narváez. El contexto de la iniciativa de O`Donnell estuvo caracterizado por:
– Huelga general en Barcelona (1855). Huelga general del proletariado español por la constante
inflación. Una de las reivindicaciones de las clases populares seguía siendo la desaparición del
impuesto sobre los bienes de consumo.
– Epidemia de cólera.
– Inestabilidad política debida a los sucesivos cambios de gobierno a causa de la difícil
convivencia entre moderados y progresistas.
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– Revueltas populares en Madrid (1856). Se produjeron violentas revueltas estudiantiles para
protestar por la expulsión de Emilio Castelar (republicano) desde su cátedra universitaria contra
la reina y gobierno. Fue reprimida violentamente y fue un factor clave en la destitución de
Narváez.
– Estallido de crisis económica (1856-1857) junto con revueltas campesinas en Andalucía que
provocaron la caída de Narváez y la formación de gobierno en 1858 por parte de O`Donnell de
nuevo.
b) El gobierno de la Uníón Liberal de O`Donnell (1858-1863).
. El partido de la Uníón Liberal había sido fundado por O`Donnell en 1856 y estaba formado por
sectores de la izquierda del partido moderado (puritanos) y sectores de la derecha del partido
progresista. Era una reformulación del moderantismo y su objetivo era estabilizar el régimen liberal
frente a la actitud del sector reaccionario y de los sectores revolucionarios representados por los
republicanos-demócratas.
. Los Unionistas tuvieron el poder de manera continuada durante una larga etapa (1858-1868), etapa
que coincidíó con un gran desarrollo del capitalismo español favorecido por la coyuntura internacional
(extensión del ferrocarril, de tierras cultivadas, de instituciones financieras, de la industria textil
catalana etc) y por la consecuencia de leyes como la desamortización de Madoz, implantación de
legislación sobre propiedad del suelo y subsuelo (Ley Hipotecaria de 1856 y Ley de Minas de 1856),
desarrollo del ferrocarril y de las infraestructuras en general así como del mercado interno.
. En el ámbito de la política interior se realizó una labor en consonancia con el ideario moderado:
reinstauración de la Constitución de 1845, supresión de la desamortización eclesiástica, negativa a
aprobar la ley de prensa, se intentó dar una imagen aparente de honestidad política (revisión de
errores de listas electorales, procesos contra políticos acusados de corrupción aunque dichas reformas
fracasaron y el ministro Posada Herrera siguió maquillando el sistema).
. También tuvo que enfrentarse a una nueva intentona carlista (1860) cuando Carlos VI hijo de Carlos
María Isidro desembarcó en Tarragona con la intención de iniciar una nueva Guerra Civil pero tal
intento fracasó.
. En el ámbito de la política exterior se emprendieron una serie de aventuras militares que parecieron
hacer renacer el viejo espíritu colonial:
– Inicio de guerras de prestigio que contentaron al ejército y el ambiente de euforia pero fueron
aventuras tan solo.
– Se intentó reafirmar la presencia de España en las relaciones internacionales emprendiendo
una expedición a la Cochinchina (Vietnam) para defender a unos misioneros y hubo una
intervención en Marruecos (1859-1860) que acabó con la derrota de las tropas del sultán Wad-
Ras y la conquista de Tetuán.
– Se organizó una expedición a México dirigida por el general Prim con el apoyo de Francia y Gran
Bretaña para reclamar el pago de la deuda.
– Intervención en Santo Domingo que fue anexionado a España durante cuatro años (1861-1865).
– Envío de una escuadrilla a Chile y Perú (1863-1866) para hacer demostración de fuerza ante
unas repúblicas con las que las relaciones de España eran tensas.
. Finalmente, los últimos problemas internos acabaron con el moderantismo y el sistema isabelino:
– Tensiones carlistas y revueltas sociales.
– Revueltas campesinas protagonizadas por los jornaleros sin tierra en Loja (Granada) y Utrera y
el Arahal (Sevilla) como consecuencia del proceso desamortizador.
– Inestabilidad política entre 1863-1868 sucedíéndose variados gobiernos en períodos cortos a la
vez que se radicalizaban las posturas progresistas.
– Muerte de O`Donnell y Narváez que simbolizaron el agotamiento del modelo político moderado
y facilitó el surgimiento de una nueva generación de políticos. En 1866 se reunieron en Ostende
(Bélgica) progresistas y demócratas para preparar una coalición contra la monarquía de Isabel
II.
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– Corrupción y vida privada escandalosa de la reina Isabel así como escándalos y mofas en torno a
personales como Sor Patrocinio (monja milagrera) y el padre Fulgencio (confesor personal de la
reina).
– Crisis financiera y de subsistencias desencadenada en 1866 que creó el clima apropiado para la
crisis final de la monarquía isabelina.
3. El sexenio democrático (1868-1874)
3.0Introducción
. En Septiembre de 1868 un nuevo pronunciamiento militar (Serrano, Topete, Prim, Dulce) en Cádiz y
que rápidamente se extendíó, destrónó a Isabel II del trono refugiada en Francia y dio origen al
comienzo de un proceso revolucionario conocido como revolución de 1868 (1868-1869 (La Gloriosa).
Con su triunfo se desarrolla la etapa del Sexenio democrático que ensayó dos fórmulas democráticas
con el apoyo de la burguésía y de gran parte del pueblo: la monarquía de Amadeo I de Saboyá (1871-
1873) y la Primera República Española (1873). Dicho régimen democrático terminó con el golpe de
estado de Pavía (1874) y la instauración de una república autoritaria dirigida por el general Serrano
(1874) a la que puso fin otro Golpe de Estado que reinstauró la monarquía borbónica y un nuevo
régimen liberal (la Restauración).
3.1 La revolución de 1868 (La Gloriosa).
a) Pronunciamiento, gobierno provisional y Constitución de 1869
. La dirección de la sublevación la llevó a cabo el líder progresista general Prim pero el
pronunciamiento militar lo inició el general Topete desde Cádiz. El movimiento de juntas
revolucionarias se extendíó por todo el país y con el apoyo del ejército, progresistas, republicanos y
demócratas triunfó. Formó gobierno provisional el general Serrano integrado por unionistas y
progresistas y demócratas moderados (cimbrios) convocando elecciones para 1869. Los protagonistas
fueron Prim, Sagasta y Ruiz Zorrilla. A la muerte de Prim, los progresistas se escindieron en dos
partidos: radicales de Ruiz Zorrilla que se aproximaron a los republicanos y progresistas moderados de
P. Mateo Sagasta que se aproximaron a los moderados. La ideología republicana emergente terminaría
formando el partido republicano federal liderado por Pi y Margall.
. El gobierno provisional paraliza las juntas y las reformas frustrando aspiraciones populares que serán
recogidas y revindicadas por los republicanos durante el sexenio.
. Las elecciones las ganaron el sector aliado de progresistas, unionistas y moderados sacando los
republicanos un número significativo de diputados. Las Cortes salidas de las elecciones tomaron las
primeras medidas para sofocar el inicio de la guerra de la independencia de Cuba (1868-1878) y aprobó
la Constitución de 1869.
. Dicha constitución estuvo en línea de la de 1812 y representó el primer código democrático
reconociendo los principios fundamentales de la democracia: libertad de enseñanza y de culto, sufragio
universal masculino, amplio catálogo de derechos individuales, abolición de la pena de muerte y de la
esclavitud, reconocimiento de la libertad de asociación que posibilitó la fundación de la Sección
Española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), establecimiento de la soberanía popular
y un sistema parlamentario con el control por parte del poder legislativo del poder ejecutivo. La forma
de gobierno fue la monarquía constitucional con un sistema bicameral pero en la que el rey reina
pero no gobierna. El poder judicial se definía como independiente cumpliendo así la doctrina de la
división de poderes.
. Aprobada la constitución, Serrano fue nombrado regente en ausencia de un rey y Prim jefe de
gobierno. El objetivo de ambos fue abordar los problemas más urgentes: buscar candidatos para el
trono, solucionar la insurrección cubana, problemas de orden público asociados a sublevaciones
republicanas motivadas por la falta de solución a la cuestión social y por la defensa por parte del
gobierno de un sistema monárquico.
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3.2 La monarquía constitucional de Amadeo I
. Excluidos los bombones por las Cortes, había que buscar un rey, cuestión que se convirtió en un
asunto internacional. Esta cuestión retrasó la provisionalidad de gobierno, Serrano fue nombrado
regente y Prim, jefe de gobierno. Crecíó también la oposición de carlistas y republicanos.
. El candidato idóneo fue el hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia, Amadeo de Saboyá dado que cumplía
todos los requisitos exigidos (casa real de tradición liberal, católico, su elección no inquietaba a Francia
ni a Portugal). Las Cortes le nombraron rey en 1870. Prim, su principal valedor, fue asesinado el mismo
día de la llegada del rey pero antes implantó un programa de liberalismo económico a través de La ley
de Bases Arancelarias, Ley de Bases de la Minería, establecimiento de la peseta) y se enfrentó a
problemas graves:
– El crecimiento de la oposición republicana federal en las cortes y las sublevaciones republicanas
en Cataluña y Andalucía que demandaban un programa radical de reformas sociales y la
organización de un estado federal.
– El recrudecimiento del conflicto independentista cubano que fue atenuado con problemas de
supresión de la esclavitud, la ciudadanía española plena.
– La aparición de las primeras partidas carlistas en el País Vasco y Cataluña que culminarían en
una nueva guerra carlista.
. El rey, Amadeo de Saboyá se mostró dispuesto desde un principio a cumplir con el papel de rey
constitucional pero la división entre las fuerzas políticas y la gran oposición social hizo inviable la
estabilidad política. En el gobierno se sucedieron los progresistas de Práxedes Sagasta, los radicales de
Zorrilla y los viejos unionistas liderados por Serrano. Partidos de escasa base social electoral, con
elecciones fraudulentas y una abstención del 50% de población.
. En este contexto, los republicanos, los carlistas y los partidarios de una restauración borbónica en la
figura de Alfonso (hijo de Isabel II) ganaron adeptos. En 1872 el pretendiente de los carlistas (Carlos VII)
entró en España y produjo un nuevo levantamiento en las provincias vascas y Navarra pero aunque
fueron derrotados hubo partidas carlistas funcionando por Cataluña, Maestrazgo, P. Vasco y Navarra.
. El 11 de Febrero de 1873, Amadeo I decepcionado por el curso de los acontecimientos abdicó y ese
mismo día las Cortes proclamaron la República por 285 votos frente a 32 votos.
3.3 La Primera República Española (1873-1874).
. Duró el nuevo régimen 11 meses de vida e intentó consolidar el sistema democrático iniciado en 1868
sin éxito debido a los grandes problemas: la guerra carlista, la insurrección independentista cubana y el
cantonalismo. Pero los problemas principales fueron la falta de auténticos republicanos en la clase
política y el poco apoyo popular a los mismos y, por otra parte, el hecho de que la proclamación de la
república había sido forzado por el hecho de la renuncia de Amadeo I y no por un sentimiento
republicano anidado en el pueblo y división interna de los republicanos unitarios y federalistas ya que
la república despertaba expectativas diferentes para los diversos sectores:
– Federalistas moderados. Partidarios de aplicar el problema republicano progresivamente y con
concesiones a conservadores.
– Radicales o intransigentes. Reclamaban una acción política rápida utilizando si fuese preciso la
subversión.
a) La república federal4 y el cantonalismo
. Primeramente fue elegido presidente Estanislao Figueras, republicano no federalista y en las
siguientes elecciones los federalistas sacaron la mayoría y salíó nombrado Pi i Margall presidente.
. Las Cortes elaboraron la nueva Constitución de 1873 que recogía la estructura federal del Estado
(organizaba el territorio español en 17 estados federales incluido Cuba con el objetivo de resolver los
problemas coloniales), reconocía una amplia gama de derechos individuales, , establecía la separación
4 Federalismo: forma de organización del estado basada en la uníón voluntaria de Estados, naciones u otras entidades bajo
una misma constitución política. Surgíó en el XIX ligado a un pensamiento de izquierda (republicano, socialista, anarquista)
como oposición a la tendencia centralista y uniformizadora del liberalismo.
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entre iglesia/estado, la división de poderes, el sufragio universal masculino. Era escrupulosamente
democrática con excepción del voto de la mujer.
. El intento de imponer desde arriba la nueva estructura federal fracasó y el cantonalismo se
extendíó por el país (unidades políticas inferiores a partir de los cuales se forma la federación española)
sumándose estudiantes, políticos, intelectuales, campesinos etc. Alcoy y Cartagena fueron las primeras
ciudades cantonales y posteriormente se proclamaron otros municipios. En muchos ámbitos, dicho
federalismo fue utilizado por las clases populares para conseguir sus reivindicaciones revolucionarias a
través de levantamientos etc que produjeron el caos.
b) La república unitaria y la crisis del republicanismo
. La situación caótica del país produjo la dimisión del federalista Pi y Margall que fue sustituido por
Nícolás Salmerón, federalista moderado (unitario). Contó con el apoyo militar para frenar el fenómeno
cantonalista.
. Fue sustituido por Emilio Castelar quién declaró el federalismo fuera de la ley, suspendíó durante tres
meses las cortes y reforzó el poder militar que luchaba contra el cantón de Cartagena y los carlistas
(habían establecido un estado con capital en estella y dominaban núcleos importantes en Cataluña y
aparecieron otros núcleos en Murcia, Extremadura y ambas Castillas.
. Ambos dirigentes políticos terminaron poniéndose en manos de generales alfonsinos conservadores y
poco afines al republicanismo lo que terminó encauzando el final del régimen hacia la restauración
monárquica.
. En 1874 se reabrieron las Cortes y el gobierno de Castelar fue derrotado aprovechando los militares
para hacer un Golpe de Estado a través del general Manuel Pavía que puso fin al régimen republicano.
. El general Serrano presidíó un nuevo gobierno provisional cuyo objetivo fue controlar a los carlistas,
restablecer el orden público y continuar con la guerra de Cuba pero el general Arsenio Campos se
sublevó en Sagunto en 1874 y Alfonso XII fue proclamado rey.
. El general Serrano se exilió y Antonio Canovas del Castillo que había estado preparando durante
tiempo el regreso de la monarquía fue nombrado presidente del Ministerio de Regencia mientras
llegaba el nuevo rey al país.
3. Los inicios del régimen liberal en Galicia
La organización implantada por el régimen liberal hizo desaparecer formalmente el reino de Galicia en
1833 y sus instituciones (Juntas del Reino, Diputación General de Galicia). Galicia quedó dividida en
cuatro provincias; en municipios que superaban los núcleos parroquiales y en cuatro diputaciones. En
este contexto político surgieron los primeros intentos de afirmación de la identidad gallega
denunciándose una vez más el atraso histórico de Galicia y se reclaman soluciones políticas. En este
contexto, surgen los provincialistas que tratan de darle una solución digna a los problemas gallegos.
Entre 1833 y 1868 se consolidó el liberalismo gallego confrontándose con el carlismo. A partir del
pronunciamiento de 1868 emergíó el republicanismo que junto con el provincialismo fueron
consolidando el régimen liberal aunque éste siempre estuvo acosado por la hidalguía y el clero.
3.1 Los pronunciamientos en Galicia
Entre 1833 y 1868 los liberales progresistas recurrieron a las armas (pronunciamientos) para cambiar
de partido en el poder. El pronunciamiento más destacable fue el levantamiento de 1846 que tuvo sus
comienzos en Lugo y estuvo dirigido por el comandante Solís contra el gobierno de Narváez. Se unieron
al pronunciamiento las ciudades de Santiago, Pontevedra y Vigo mientras que se resistieron Orense, A
Coruña y Ferrol, donde los militares permanecieron fieles al gobierno. Entre los sectores sociales, la
burguésía, artesanos, provincialistas e intelectuales de la universidad compostelana apoyaron el
levantamiento. Los rebeldes constituyeron en Santiago una Junta Superior de Gobierno de Galicia
presidida por Rodríguez Terrazo orientada a dirigir el gobierno gallego y a fomentar el progreso
económico de Galicia. Se crearon dos cuerpos de ejército que sometieron a toda Galicia. La falta de
apoyo fuera de Galicia y la imposibilidad de contar con A Coruña facilitaron la represión del gobierno.
Finalmente, Solís fue derrotado en Cacheiras (Santiago), los rebeldes reducidos y Solís fusilado en
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Carral (mártires de Carral). El levantamiento de 1846 sirvió a los provincialistas para manifestar
abiertamente sus ideas.
3.2 El provincialismo
El provincialismo está considerado como la primera generación del galleguismo y fue un movimiento
político que surgíó en torno a 1840 en el momento de consolidación del Estado Liberal. Integrado por
un grupo de intelectuales progresistas que descubrieron la singularidad de Galicia y sus
carácterísticas diferenciadoras (lengua, costumbres, historia, etc).
El concepto de provincialismo procede de la reivindicación de la unidad de Galicia como Antiguo
Reino o Provincia, en clara oposición al modelo político-administrativo centralista y uniformador
implantado por los liberales en 1833. Para los provincialistas, la singularidad exige disponer de
instituciones que favorezcan un desarrollo autónomo. Demandaban el reconocimiento de Galicia como
una única entidad, sin divisiones; reclamaban autonomía respecto del poder central y la instauración
de un régimen progresista. Constataron en sus análisis el atraso socio-económico de Galicia
(agricultura poco desarrollada, malas comunicaciones, etc) y culparon de estos problemas al
centralismo y a una legislación que no se preocupaba por Galicia.
Las ideas provincialistas se difundieron a través de la prensa, como El Porvenir, dirigido por Antolín
Faraldo.
La política represiva de Narváez solo permitíó manifestaciones galleguistas de carácter cultural por lo
que el provincialismo se dirigíó hacia la faceta cultural. Fruto de ello fue el nacimiento del
Rexurdimento, con una fuerte actividad literaria orientada a potenciar la cultura gallega.
3. El Republicanismo
El pronunciamiento de 1868 (La revolución de la Gloriosa) contó con el apoyo de Galicia sublevándose
en Ferrol la Marina con apoyo popular. Esta sublevación trajo consigo el pensamiento republicano,
siendo la tendencia federal la más seguida en Galicia.
En 1868, tras la expulsión de Isabel II, comenzó a organizarse el Partido republicano federal de formado
por intelectuales, profesiones liberales y sectores de clase media. El federalismo rápidamente amplió
su base social a los obreros, a los campesinos y a los galleguistas. El Partido Democrático Federal en
Galicia defendía la república federal como única forma de gobierno y reivindicaba una Galicia
independiente pero parte integrante de España.
En 1873 los federalistas gallegos rompieron con los organismos centrales del partido y constituyeron
un partido republicano federal estrictamente gallego, el Partido Federal de Galicia. La ruptura se debíó
a la alianza del Directorio central con los carlistas, a las nulas soluciones dada por el Directorio a los
problemas gallegos y por la condena de Pi i Margalll a la insurrección republicana de Ferrol (1872).
En las elecciones de 1877, el partido abordaba la autonomía cantonal para Galicia, la redención de los
foros, reformas sociales, la problemática del ferrocarril gallego ect. Los federalistas obtuvieron 37 de
los 45 diputados de Galicia y los diputados republicanos consiguieron en el gobierno la promulgación
de una ley de redención de foros (vigente hasta 1874) y la agilización del ferrocarril con el remate de la
primera línea de ferrocarril gallego (Santiago-Carril).


tropas carlistas) y también se amnistió a liberales exiliados en París y Londres.
. La presión de los liberales y la negativa carlista a un acuerdo forzó la división de los absolutistas de
modo que un sector giró hacia el carlismo y otro aceptó la colaboración con los liberales moderados
para apoyar una reforma pactada y controlada por la corona. En este contexto, la regente concedíó el
Estatuto Real de 1834, carta otorgada que olvidándose de la Constitución de 1812, establecíó un
sistema bicameral con función exclusivamente consultiva:
– Estamento de próceres. Formado por los Grandes de España y miembros designados con
carácter vitalicio.
– Estamento de procuradores. Elegidos por sufragio universal indirecto y censitario muy
restringido (sólo los podían elegir el 0.5% de la población).
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. La iniciativa legislativa quedaba en manos de la Corona y las Cortes tan sólo tenían funciones
consultivas.
. En términos generales, la situación del país estuvo marcada por el conflicto civil carlista, la falta de
liquidez de la hacienda que impidió que el ejército recibiera suministros y pagas a tiempo y por la
epidemia de cólera morbo de 1834. El rumor en Madrid de que las muertes se debía a que los frailes
habían envenenado el agua hizo que las clases populares reaccionasen con violencia asaltando
conventos y asesinando frailes. La inhibición del gobierno provocó su caída.


. Entre 1835-1836 los progresistas radicales con el apoyo de las clases populares urbanas movilizados
por las milicias nacionales y encuadrados en un movimiento de juntas revolucionarios consiguieron que
la regente nombrara un gobierno de progresistas liderado por Juan Álvarez Mendizábal, hombre
práctico que abordó los problemas graves con reformas importantes:
a) Reorganizó la milicia nacional ampliándola.
b) Creó las Diputaciones Provinciales que sustituyeron a las juntas
c) Suprimíó la Mesta
d) Promulgó el decreto de desamortización de bienes eclesiásticos
El objetivo de dicho decreto desamortizador era iniciar una reforma agraria y conseguir dinero para las
arcas del estado, con el fin de sostener la Guerra Civil contra el carlismo y crear una capa social de
propietarios que apoyaran la revolución social. Las tierras eclesiásticas fueron subastadas en 1836 (1/3
de las tierras cultivadas que procedían sobre todo de las órdenes religiosas), pero fueron adquiridas
por quienes dispónían de títulos de deuda pública o de dinero (aristocracia latifundista, burguésía
industrial, burguésía comercial-financiera) en prejuicio claro de los campesinos.
. El intento de reforma del campo español no consiguió los objetivo previstos: la deuda pública del


. La regente y su entorno terminaron sustituyendo a Mendizábal por otro gobierno más moderado que
frenó el ritmo desamortizador bloqueando así las reformas. Dicho gobierno fue sustituido por otro
moderado presidido por Istúriz.
. Una nueva oleada de revueltas y el motín de La Granja en 1836 donde veraneaba la reina, forzaron la
ruptura definitiva de los liberales con el absolutismo, obligando a la regente a reponer la Constitución
de 1812 y a nombrar un gobierno progresista presidido por José María Calatrava y con Mendizábal de
ministro de Hacienda.
. Los progresistas elaboraron la Constitución de 1837 que supuso un retroceso con respecto a la de
1812. Por lo tanto, la ruptura liberal no trajo en lo político la implantación del liberalismo democrático
y parlamentario de 1812 y tampoco el desmantelamiento del A.R. Dicha constitución de 1837
establecíó los principios del liberalismo doctrinario:
– Reconocía la soberanía nacional en su preámbulo pero en la realidad establecía una soberanía
compartida al atribuir el poder legislativo conjuntamente al rey a las cortes y concedía a la
corona el derecho de veto absoluto de las leyes y el derecho de disolución de las Cortes.
– El poder legislativo quedó constituido por dos cámaras (bicameral): Senado y Congreso. Y el
sistema electoral fue censitario (sólo podían votar los mayores contribuyentes que constituían
el 2% de la población).

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