Proyecto de vida cristiano


Tema 7. 1.- la vida en cristo:


fue  en Antioquía, en el siglo I d. C., donde comenzaron a llamar cristianos a los seguidores de Jesús.
Ser cristiano significa vivir en él y por él, con una relación de amistad y amor.
«Quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con él, como una nueva criatura@.  El amor crea un estrecho lazo que lleva que dos personas se entificación. El cristiano que trata de imitar las actitudes profundas de Jesús se va pareciendo cada vez más a él. Esta es la vida cristiana: uno modo de actuar, de vivir y de ser al estilo de Jesús.  ¿Que caracteriza, entonces, esta nueva vida que Jesús propone?: lo que permite esa regeneración y convierte a cristiano en hijo de la luz es el mandamiento del amor: como yo os he amado, amados también unos a otros.  Existen dos tipos de amor: 1.-

Eros:

es  El amor pasional, el deseo de quien busca satisfacer sus impulsos con las cosas y las personas. Es el amor cuyo único protagonista es el amante, pues busca su propio beneficio. 2.-

Ágape:

es  El amor de encuentro en el que prevalece la relación personal. Lo que se ama, el centro, es la persona del otro y lo que se busca en su bien. Es un amor cuyo fruto es la alegría de quien se entrega otra persona. 

El ideal del amor cristiano no consiste en anular el eros sino ordenar y orientar su fuerza desde el ágape.
Desde modo, la persona comprenderá que la felicidad consiste en hacer felices a los que quiere.

2.- la respuesta a la vocación: 2.1 la vida como don y tarea:

muchas  personas no saben por qué ni para que vivir. Donde no hay sentido, objetivo ni esperanza, no hay proyecto de vida. Entonces, nos acomodaremos a lo que nos imponga la rutina, sin decidir quienes queremos ser ni queremos hacer. Dios nos salva de este anonimato, pues en el los seres humanos descubrimos  que nada es fruto del azar, que todo tiene una razón profunda en su amor eterno. Cada vida humana es un don. Descubrir la propia vocación es uno de los retos más apasionantes de la vida.  La vocación de todo ser humano es la santidad. Vocación{-matrimonio,-sacerdocio, -vida consagrada{ -seglar( no son monjes ni monjas pero tienen una consagración especial) -religiosa(monjes, monjas){-activa( tienen comedero sociales, colegios) -contemplativa( clausura ).  la vocación cristiana se funda en la certeza de que la vida no es posesión indiferente, sino que Dios nos la ha regalado para hacer algo valioso con ella. La vida es don y tarea, regalo responsabilidad. Todos los cristianos tenemos una vocación común: estamos llamados a la santidad.

2.2 el  carácter comunitario de la  vocación:

la  llamada a la santidad es personal, pero también comunitario: la vocación cristiana no es un asunto privado, sino que, del mismo modo en que Dios es relación entre las personas de la Trinidad, estamos llamados a la fraternidad con los demás seres humanos. El hombre se desarrolla donde recibiendo en sociedad. La sociedad supone un vínculo de unidad entre las personas. ¿con que fin?  El de fomentar el desarrollo de cada uno de las personas que forman la sociedad. La vocación cristiana tiene siempre una dimensión de servicio. Ese ambiente de servicio debe darse entre las personas sea cual sea su condición. La familia, es el núcleo donde el débil es querido y acogido sin que importe su utilidad.  El cristiano tiene la responsabilidad de ser un ciudadano activo, de transmitir el tesoro que ha recibido y de organizar la sociedad de manera que quien lo desee reciba ese tesoro.

3.-  la entrega al prójimo: la fe vivida:

si  creer en Dios y llama a los cristianos no modifica nuestro modo de ser, significa que la adhesión a la fe no ha calado con plenitud. En la última cena, Jesús y su gesto inaudito que marca es el nuevo estilo de vida: el lavatorio de los pies. En un primer momento, los apóstoles no entendieron porque Jesús actúa como un sirviente.  Pero, al terminar de lavarles los pies, Jesús les dijo el pastor está para servir. En la iglesia, los puestos de poder son lugares de servicio los demás. Pero todo fiel cristiano debe actuar así. La fe mueve a la acción, exige vivir para los demás. El cristiano está llamado darse el prójimo. Los grandes santos de la historia han sido hombres y mujeres entregadas al servicio de los otros, especialmente, de los más pobres. Pero este ideal se debe dar también en nuestro propio ambiente. Ser cristiano no es una  actividad teórica, sino una actitud ante Dios y ante los demás.

4.- bienaventurados los pobres de espíritu: 4.1  la virtud de la pobreza:

en la enseñanza de Jesucristo, la pobreza es una virtud fundamental. El señor no desprecio a los bienes materiales. Es preciso un cierto nivel de bienestar para llevar una vida que esté acorde con el designio de Dios. Jesús nos alerta sobre la necesidad de vivir sobria y templada mente. Olvidando, así, adiós, pues ningún siervo puede servir a dos señores: quien está apegado a la riquezas, difícilmente puede servir a Dios y a los demás. No debemos confundir el ser con el tener. En la sociedad del bienestar, muchas personas creen que los bienes materiales confieren dignidad. Es todo lo contrario a la grandeza de alma. El avaro  no es capaz de ver la grandeza de lo que tiene delante, con lo que sea corta su capacidad de amar.

4.2 la dimensión social de la virtud de la pobreza:

ser  cristianos no nos conduce al aislamiento, si no lo compromiso con el prójimo.  sentimos la obligación de luchar para lograr un mundo más justo. Para ser cristiano no hay que renunciar a los bienes del mundo, sino saber ver en ellos posibilidades de mejora para los demás y para uno mismo. Esto, conlleva una actitud de iniciativa en el ámbito laboral. Además, el cristiano se debe comprometer con las necesidades de los más  desfavorecidos. La generosidad es una virtud compañera de la pobreza. La pobreza va unida a la magnificencia: gastar lo necesario en las cosas que lo merecen. 

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