El poeta habla por teléfono con el amor


El teatro español anterior a la Guerra Civil El teatro del primer tercio del siglo, en el que predominaban los locales privados y el público burgués, se reparte en dos frentes diferenciados: el teatro que triunfa y el teatro innovador, relegado a la “lectura” minoritaria.
En el teatro comercial o tendencia conformista:
• Jacinto Benavente fue el que tuvo mayor éxito.
• El teatro cómico incluía música, cantos y baile. Destacan los hermanos Álvarez Quintero, Muñoz Seca y Carlos Amiches.
• En el teatro en verso destacan Marquina, Francisco Villaespesa y los hermanos Machado.
Del teatro que triunfa destaca
Jacinto Benavente, cuyas obras se caracterizan por el conservadurismo, tanto estético como ideológico. Sustituye la acción por la narración y los momentos álgidos ocurren fuera de escena.
Sus obras se clasifican según el lugar donde se desarrollan: interiores burgueses y ciudadanos. Destacan Los intereses creados (inspirada en los personajes de la commedia dell’arte) en la que contrapone, en tono de farsa, materialismo y espiritualismo; Señora Ama y La malquerida, que siguen el modelo del drama rural.
El teatro innovador se centra en la renovación procedente de la innovación de las obras y de la escenografía, la formación de actores, la luminotecnia, la forma del escenario, el decorado y la comprensión del público. Cobra especial importancia el Director de Escena. Se distinguen dos momentos que se diferencian por la actitud de sus protagonistas: Generación del 98, no hicieron nada por conseguir el favor del público y la Generación del 27, intentaron, mediante la creación de grupos teatrales, llevar el teatro a las masas populares para formar así un nuevo público.
Entre los autores del 98 destaca Ramón María del Valle-Inclán, cuya dramaturgia esta presidida por una insaciable voluntad de renovación técnica, formal y temática. Destacan cuatro etapas:
• Inicios: aplica el Modernismo al drama e incorpora personajes con lenguaje y actitudes realistas a los que trata de forma caricaturesca e irónica. El marqués de Bradomín.
• El ciclo mítico: muestra una Galicia arcaica en la que la existencia humana se rige por fuerzas primarias (la lujuria, la soberbia, la crueldad, el despotismo, el pecado, el sacrilegio, la superstición y la magia). Comedias bárbaras (trilogía), Ágüila de blasón, Romance de lobos, Cara de plata y Divinas palabras.
• El ciclo de la farsa: La marquesa Rosalinda. Lo grotesco se presenta unido a lo poético, refinado y hasta cursi.
• El ciclo esperpéntico: tiene sus precedentes en la literatura de Quevedo y en la pintura de Goya. Tiene las siguientes carácterísticas:
– Deformación de la realidad mediante un estilo hiperbólico, degradación de ambientes y personajes.
– Utilización de mitos literarios clásicos, parodiados o deformados.
– Presencia de la muerte.
– Utilización de lo grotesco como forma de expresión.
– Abuso de los contrastes violentos entre lo doloroso y lo grotesco.
– Uso narrativo e impresionista de las acotaciones escénicas.
– Utilización de un código doble: aparente tono de burla y caricatura.
Destaca Luces de bohemia. Cuenta la peregrinación nocturna del poeta
Max Estrella, guiado por su alter ego, por diversos lugares de Madrid hasta verlo morir en el quicio oscuro de su propia casa. Tiene un aire de protesta contra toda una sociedad y burla de la bohemia.
Dentro de la Generación del 27 destaca la figura de Federico García Lorca. La idea central de sus obras es el amor imposible o frustrado, el conflicto entre el deseo y la realidad, el enfrentamiento entre el principio de autoridad y libertad. Destaca del lirismo que impregna todas sus sobras teatrales.
Sus primeras obras están emparentadas con el Romanticismo y el Simbolismo y tienen influencia Modernista. El maleficio de la mariposa.
Las siguientes obras forman un conjunto de cuatro farsas, dos para guiñol y dos para personas. En las farsas guiñolescas los muñecos encarnan pasiones humanas simplificadas. Las segundas, entre las que está La zapatera prodigiosa, tratan el tema de la desigualdad de edad en el matrimonio.
En una tercera etapa, influenciado por el Surrealismo, escribe dos obras que se consideran irrepresentables, son las comedias imposibles: Así que pasen cinco años, El público y Comedia sin título, en la que se funden las audacias formales con la intención de lograr un drama “social”. 
Lo más destacado son sus tragedias: Bodas de sangre, estructura tradicional en la que las fuerzas oscuras e indomables lo dominan y arrastran todo. Yerma, tragedia en la que el problema de la mujer estéril crece desde dentro y La casa de Bernarda Alba, su mejor obra.
Desarrolla la lucha entre el principio de autoridad, encarnado en Bernarda, quien dicta años de luto por la muerte de su marido y el principio de libertad, representado por Adela, su hija menor, quien mantiene relaciones ocultas con Pepe el Romano, prometido de su hermana Angustias. Finaliza en tragedia: Adela se suicida al creer muerto a Pepe después de haberle disparado Bernarda.

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