Novela española después de la guerra


TEMA 6: LA NOVELA POSTERIOR A 1939 NOVELA EXISTENCIAL. NOVELA SOCIAL. NOVELA EXPERIMENTAL. CAMILO JOSÉ CELA. Miguel DELlBES

El final de la Guerra Civil llevó al exilio a numerosos narradores en cuyas obras se refleja la evocación nostálgica de España y la huella de la Guerra Civil. Entre estos novelistas destacan Max Aub, con su ciclo novelístico de El laberinto mágico, que aborda el conflicto civil español bajo un enfoque realista; Francisco Ayala, con dos novelas (Muertes de perro y Elfondo del vaso) que suponen una reflexión moral sobre el poder y la violencia; Ramón J. Sender(Réquiem por un campesino español o las novelas autobiográficas que conforman Crónica del alba).

La novela de posguerra (década de 1940)

La narrativa de la posguerra está condicionada por las enormes penurias materiales y las imposiciones del régimen franquista (represión política, implantación de una férrea censura). En este contexto aparecen novelistas vinculados al bando vencedor que practican una literatura triunfalista (Agustín de Foxá, Rafael García Serrano). Pero en general predomina un Realismo de corte convencional. Dentro de él hay algunas obras que manifiestan cierta actitud disconforme con la realidad . Ello se manifiesta en la aparición de ambientes sórdidos y de personajes marcados por cierta angustia existencial. A esta corriente, llamada a veces tremendismo, pertenecen las primeras novelas de Camilo José Cela y de Miguel Delibes, autores que estudiaremos en detalle más adelante. Por otro lado, Nada (1945), de Carmen Laforet, novela ganadora del primer Premio Nadal, inaugura la corriente existencialista. A través de los ojos de una joven se describe el ambiente sórdido y asfixiante de una familia en la Barcelona de posguerra.

La novela social (años 50)

Durante esta década empiezan a aparecer obras que reflejan, a través de una estética realista, la falta de libertad, la desigualdad social y la miseria de la sociedad española (el atraso del mundo rural, la explotación de la clase obrera, el fenómeno de la emigración urbana, los vicios morales de la burguésía). Esto explica el nombre de Realismo social bajo el que se agrupa a unos escritores que habían vivido la Guerra Civil como niños o adolescentes. Ahora bien, en la novela social se pueden distinguir dos tendencias:

A) La novela objetivista, que pretende registrar de forma objetiva los comportamientos

de los personajes. Para ello reduce al máximo la presencia del narrador, utiliza técnicas

cinematográficas y privilegia los diálogos.

B) El Realismo crítico, que comparte la mayoría de los rasgos formales del objetivismo,

pero que hace gala de una intención crítica más explícita, especialmente en sus

personajes, que suelen encarnar los valores y problemas de ciertos estereotipos sociales

(obreros explotados, burgueses frívolos, etc.).

Con independencia de la tendencia a la que se adscriben, algunos de los principales narradores sociales (también conocidos como Generación del so o del medio siglo) son:

-Rafael Sánchez Ferlosio, autor de la novela objetivista más importante, El jarama (1955), que refleja mediante una técnica casi magnetofónica las conversaciones triviales de la jornada dominical de unos jóvenes. Aunque es autor de algunas novelas más, se consagró después casi en exclusiva al ensayo.

-Ignacio Aldecoa. Destaca sobre todo por sus cuentos, que retratan con precisión la vida cotidiana de la gente humilde. También escribíó novelas como Gran Sol.

Carmen Martín Gaite, que retrata la estrechez de la sociedad provinciana en Entre Visillos.

Ana María Matute: cuya intención social no excluye un fuerte componente poético en sus novelas (Pequeño teatro, primera memoria…)

La novela experimental (década de los 60):

EN esta década se produce el agotamiento del Realismo social. Aunque no se renuncie completamente la intención critica, los novelistas abandonan el decálogo estético de la novela social e inician un proceso de renovación vasado en la experimentación formal, inspirada por los narradores hispanoamericanos del boom y por los grandes renovadores de la novela del Siglo XX Sus principales carácterísticas son:

+El argumento pierde importancia, al igual que el espacio, que se difumina.

+Los personajes pierden también sus contornos definidos. Su comportamiento y su conciencia a veces son irracionales o caóticos.

+Ruptura del tiempo lineal con retrospecciones o anticipaciones, reforzada con una estructura laberíntica.

+Empleo de una gran variedad dee técnicas y recursos narrativos: alternancia de puntos de vista y narradores, uso del monologo interior ausencia de divisiones externas, ruptura de las convenciones ortográficas… a ello se suma una gran labor de experimentación lingüística.

Son numerosos los autores que participaron en esta tendencia desde comienzos de la década hasta la época de la transición. Los mas relevantes son:

Luis Martín Santos: Autor de Tiempo de silencio 1961. Esta novela marca el abandono del Realismo de los 50 al emplear técnicas mas compleja.

Juan Marsé: Sus novelas suponen la sitesis del Realismo y las técnicas renovadoras con las que retrata de froma critica el tejido social de su Barcelona natal, desde la alta burguésía hasta los proletarios y marginados.

Juan Benet: Sus novelas son muy influidas por Faulkner, el argumento se difumina a favor del discurso lingüístico.

Gonzalo Torrente Ballester: es en este periodo cuando ofrece sus obras mas ambiciosas. Como la saga/fuga de JB.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *