Sociedad como sistema social


MÓDULO 3 SOCIOLOGÍA



1.- EXPLICA LOS CONCEPTOS DE DESIGUALDAD Y DIFERENCIA Y DESARROLLA LA IDEA: “LA DESIGUALDAD SOCIAL ESTÁ ORGANIZADA”.



Cuando hablamos de diferencias nos referimos al hecho de que las sociedades humanas son extremadamente heterogéneas. Toda sociedad se compone de individuos diversos entre sí: la edad, el sexo, la altura, el color de la piel o del pelo son diferencias biológicas entre seres humanos. Esto no tiene como consecuencia necesaria la desigualdad.
Lo mismo puede decirse de diferencias no biológicas, como disponer de determinados conocimientos o tener un título. Las desigualdades implican una jerarquía entre los miembros de un colectivo determinado, es decir, una estructuración de las diferencias que genera una “superioridad” y una “inferioridad” entre los componentes de un grupo social.
El fundamento puede ser muy variado pero, en cualquier caso, es totalmente arbitrario. Tiene sentido para esa sociedad en particular, que ha convertido ciertas diferencias en desigualdades.

2.- SISTEMAS ORGANIZADOS DE DESIGUALDAD SOCIAL



En sociología se distinguen los siguientes sistemas:  El sistema de esclavitud divide a la sociedad en dos grupos, el de los hombres libres y el de los esclavos. Su fundamento es la propiedad de la persona, una propiedad amparada jurídicamente y arropada por prejuicios y estereotipos que justifican la esclavitud. El sistema de castas es propio de la India y persiste aún, con modificaciones, desde hace tres mil años. Su principio básico es la división social en cuatro categorías jerárquicamente dispuestas cada una de las cuales tiene asignado un lugar en la sociedad que va acompañado de rituales, deberes sociales y ocupaciones propios. La pertenencia a la casta es hereditaria y se reproduce por la obligación de contraer matrimonio dentro del grupo.

El sistema estamental, es propio del feudalismo y del Antiguo Régimen. Su fundamento es hereditario. La pertenencia a un estamento está regulada jurídicamente. El sistema estamental está ligado a la propiedad de la tierra y es defendido por el poder militar y religioso. La aristocracia ocupa la cúspide de la pirámide social, mientras que sacerdotes y militares ocupan un escalafón superior. Los siervos están en el escalón más bajo de este sistema jerárquico.  El sistema de clases es propio de las sociedades capitalistas. Las clases, a diferencia de los estamentos o las castas, no están reguladas jurídicamente. Lo propio de la desigualdad de clase es la igualdad jurídica combinada con la desigualdad económica.


3.- ANÁLISIS MARXISTA DE LA SOCIEDAD DE CLASES



En toda sociedad, hay que distinguir entre su estructura económica (llamada infraestructura)
Y su estructura política, cultural, jurídica, etc. (denominada por Marx superestructura)
. La infraestructura es la que determina la superestructura. La consecuencia de la tesis marxista es que es el escenario económico el que determina

la desigualdad social, y, más concretamente, el espacio de la producción. Quien posee los recursos y/o las herramientas necesarios tiene un poder enorme sobre quien carece de ellos: el poder de forzar a quien carece de medios de producción a trabajar para quien los posee y procurarse de este modo lo que necesita.

El poder que ejercen los propietarios sobre los que no lo son toma la forma de explotación, pero también de opresión.
La manipulación y la represión física son formas habituales de opresión. Para Marx, la forma principal de opresión se ejerce a través del Estado, desde el cual las clases dominantes imponen su ideología y las formas políticas que más le convienen.

4.- ANÁLISIS WEBERIANO DE LA SOCIEDAD DE CLASES



Para Weber, son múltiples las esferas de las que puede provenir el poder que origina la desigualdad. La distinción de tres esferas en la distribución del poder es uno de los argumentos clave de enfoque weberiano: La esfera económica tiene como escenario principal al mercado. Aquí la distinción entre mercado de bienes y mercado de trabajo es fundamental. La propiedad es decisiva en el mercado de bienes, ya que influye en las probabilidades de existencia de los individuos, en sus posibilidades de obtener beneficios en este espacio o de verse obligados a vender su fuerza de trabajo.  La esfera social es para Weber la esfera del “honor” o, diríamos hoy, del prestigio. El prestigio es para el autor un factor de diferenciación social fundamental, aunque de índole subjetiva: depende de la consideración de los demás. La esfera política. La política se desarrolla en aquellos escenarios en los que se trata de influir en la acción de los demás para conseguir ciertos objetivos. La acción política puede tener como fin la consecución de un programa o, simplemente, aumentar el poder personal, pero requiere, en cualquier caso, de una organización de algún tipo.


Si nos centramos en el espacio económico, y concretamente en el mercado, a los grupos poseedores de medios de producción hay que añadir los puros propietarios de bienes. A ellos hay que añadir a los grupos sociales que surgen en el mercado de trabajo, como los trabajadores cualificados y no cualificados.

Si nos centramos en la esfera del prestigio es necesario hablar de grupos positiva y negativamente privilegiados por razones étnicas, de sexo, o incluso de clase. Los estamentos feudales, basados en la herencia, serían los prototípicos, pero Weber considera estamentos a ciertos grupos profesionales que reivindican privilegios corporativos e incluso a colectivos marcados por la diferencia étnica. En cuanto a la esfera política, es el lugar de distintos tipos de organizaciones destinadas a influir en el curso de los acontecimientos. Los actores sociales no son en este caso los individuos, sino las asociaciones, dedicadas en buena medida a socializar a sus miembros y a la población acerca de sus objetivos. De acuerdo con esta visión tridimensional del poder y la desigualdad, Weber propone tres conceptos clave para identificar a los protagonistas de cada escenario: clase, estamento y partido. Según Weber, las clases son grupos sociales que tienen en común unas probabilidades de existencia determinadas por la posición ocupada en el mercado. Los estamentos son comunidades cuyos miembros comparten destino en función de que una serie de cualidades sean positiva o negativamente valoradas socialmente. Su característica fundamental es vivir según un estilo de vida determinado, de acuerdo con ciertas convenciones impuestas por la tradición.

Weber utiliza el término partido en un sentido más amplio que el que se maneja habitualmente, pues con él se refiere a cualquier organización destinada al ejercicio del poder.

5.- ANÁLISIS FUNCIONALISTA DE LA SOCIEDAD DE CLASES



Para los funcionalistas, la sociología es ante todo el estudio de los sistemas sociales y de las funciones que desempeñan las instituciones: la contribución que éstas hacen a la continuidad del conjunto social. Consecuentemente con este planteamiento conciben la desigualdad como una necesidad funcional que contribuye a la reproducción del orden social. Quienes exponen con más claridad el argumento son los sociólogos norteamericanos Davies y Moore. Que comienzan su exposición partiendo de dos proposiciones fundamentales: En primer lugar, existe una relación entre desigualdad y orden social; En segundo lugar, la desigualdad es una necesidad universal de toda sociedad. En la medida en que en toda sociedad existen una serie de tareas a desempeñar por sus miembros y no todas son igualmente agradables, vitales o requieren las mismas capacitaciones, debe existir algún estímulo o recompensa que facilite que las tareas más importantes estén desempeñadas por los más capacitados. La desigualdad es vista así como algo funcional, algo que las sociedades necesitan para garantizar su correcto funcionamiento.

6.- LA MOVILIDAD SOCIAL: CONCEPTO Y TIPOS



El estudio científico de la movilidad social es iniciado por el sociólogo ruso Sorokin. Hablamos de movilidad social, pues, cuando se produce un desplazamiento de los individuos entre posiciones sociales.

Existen distintas maneras de experimentar la movilidad, puede distinguirse, por ejemplo, entre movilidad vertical y movilidad horizontal.

En el primer caso se trata de un desplazamiento hacia arriba (movilidad ascendente)
O hacia abajo (movilidad descendente)
En la escala social, es decir, el individuo mejora o empeora su posición social. La movilidad horizontal es un desplazamiento sin alteraciones sustanciales de posiciones sociales, como cuando los jornaleros del campo pasan a ser obreros industriales.

Otra distinción interesante es la que hace referencia a quién experimenta la movilidad.


Cuando el desplazamiento se produce a lo largo de la vida de un individuo o de una generación, se habla de movilidad intrageneracional.
Es el caso de las personas que, por ejemplo, mejoran sus condiciones de vida desde que se incorporaron al empleo.

Cuando los cambios se producen de una generación a otra –típicamente, de padres a hijos— se utiliza el término movilidad intergeneracional.
Por último, merece la pena aclarar los conceptos movilidad estructural y movilidad circulatoria.
Ambos hacen referencia a las condiciones bajo las cuales se produce la movilidad. Se considera que hay movilidad estructural cuando ésta se produce a

consecuencia de cambios profundos que afectan o tienen su base en la estructura de la sociedad. La movilidad circulatoria, por el contrario, se produce en condiciones de relativa estabilidad social.

7.- RECURSOS Y DISPOSITIVOS DE MOVILIDAD SOCIAL



Los recursos o medios de los que dispone cada individuo, o mejor dicho, su familia, son, básicamente de dos tipos:
recursos objetivos (externos al individuo) y recursos subjetivos (capacidades de cada individuo en particular, como la belleza, la inteligencia, la simpatía, etc.). Los recursos objetivos son los de mayor interés para la sociología, puesto que hacen referencia a la distribución social de la riqueza, el poder, etc., que determina en buena medida las oportunidades de los individuos de cara a la movilidad. En sociología se

suele hablar, también, de capital para referirse a estos recursos, puesto que son medios

que se pueden movilizar con el fin de mejorar las posibilidades de movilidad de cada cual.

Es clásica la distinción de tres tipos de capital, siguiendo al sociólogo francés Pierre Bourdieu:


Capital económico, como “bienes muebles o inmuebles, rentas, negocios, etc.” –
Capital social, “en forma de contactos, influencias, redes de amistad, de parentesco, etc.”  –
Capital cultural, como el nivel educativo de los padres, los conocimientos de los que disponen y transmiten, etc.

Existen distintos dispositivos que favorecen la movilidad social. Entre ellos, el matrimonio y el sistema educativo están entre los más utilizados en las sociedades modernas. Pero no en todos los casos la intención o el resultado de las decisiones de los actores sociales dan como resultado la movilidad. En no pocas ocasiones las estrategias de los actores dan como resultado la “inmovilidad”, es decir, la perpetuación de la posición. En tal caso hablamos de reproducción de la posición social. Un aspecto interesante dentro de los procesos de reproducción es el que tiene que ver con la reconversión del lugar social que se ocupa. El término, acuñado por Pierre Bourdieu, hace referencia a las estrategias desarrolladas por los descendientes de las clases intermedias o superiores para aprovechar el capital del que disponen de la manera más provechosa posible, de modo que se garantice la reproducción.



8.- LA MOVILIDAD SOCIAL. (TODO LO INCLUIDO EN EL EPÍGRAFE)



Conceptos básicos


El estudio científico de la movilidad social es iniciado por el sociólogo ruso Sorokin. Hablamos de movilidad social, pues, cuando se produce un desplazamiento de los individuos entre posiciones sociales. Existen distintas maneras de experimentar la movilidad, puede distinguirse, por ejemplo, entre movilidad vertical y movilidad horizontal.
En el primer caso se trata de un desplazamiento hacia arriba (movilidad ascendente)
O hacia abajo (movilidad descendente)
En la escala social, es decir, el individuo mejora o empeora su posición social. La movilidad horizontal es un desplazamiento sin alteraciones sustanciales de posiciones sociales, como cuando los jornaleros del campo pasan a ser obreros industriales. Otra distinción interesante es la que hace referencia a quién experimenta la movilidad. Cuando el desplazamiento se produce a lo largo de la vida de un individuo o de una generación, se habla de movilidad intrageneracional.
Es el caso de las personas que, por ejemplo, mejoran sus condiciones de vida desde que se incorporaron al empleo. Cuando los cambios se producen de una generación a otra –típicamente, de padres a hijos— se utiliza el término movilidad intergeneracional.
Por último, merece la pena aclarar los conceptos movilidad estructural y movilidad


Circulatoria


Ambos hacen referencia a las condiciones bajo las cuales se produce la movilidad. Se considera que hay movilidad estructural cuando ésta se produce a consecuencia de cambios profundos que afectan o tienen su base en la estructura de la sociedad. La movilidad circulatoria, por el contrario, se produce en condiciones de relativa estabilidad social.

Recursos y dispositivos para la movilidad


Los recursos o medios de los que dispone cada individuo –o, mejor dicho, su familia— son, básicamente de dos tipos:
recursos objetivos (externos al individuo) y recursos subjetivos (capacidades de cada individuo en particular, como la belleza, la inteligencia, la simpatía, etc.). Los recursos objetivos son los de mayor interés para la sociología, puesto que hacen referencia a la distribución social de la riqueza, el poder, etc., que determina en buena medida las oportunidades de los individuos de cara a la movilidad. En sociología se suele hablar, también, de capital para referirse a estos recursos, puesto que son medios

que se pueden movilizar con el fin de mejorar las posibilidades de movilidad de cada cual. Es clásica la distinción de tres tipos de capital, siguiendo al sociólogo francés Pierre Bourdieu: –
Capital económico, como “bienes muebles o inmuebles, rentas, negocios, etc.” –
Capital social, “en forma de contactos, influencias, redes de amistad, de parentesco, etc.”


Capital cultural, como el nivel educativo de los padres, los conocimientos de los que disponen y transmiten, etc. Existen distintos dispositivos que favorecen la movilidad social. Entre ellos, el matrimonio y el sistema educativo están entre los más utilizados en las sociedades modernas. Pero no en todos los casos la intención o el resultado de las decisiones de los actores sociales dan como resultado la movilidad. En no pocas ocasiones las estrategias de los actores dan como resultado la “inmovilidad”, es decir, la perpetuación de la posición. En tal caso hablamos de reproducción de la posición social. Un aspecto interesante dentro de los procesos de reproducción es el que tiene que ver con la reconversión del lugar social que se ocupa.


10.- EL CAMBIO SOCIAL: CONCEPTO Y FACTORES



Trataremos de explicar el cambio social, así mismo, cómo y qué se produce. Para ello Guy Rocher hace un comprensivo análisis de estas cuestiones. La primera distinción que hace de referencia es entre:

Evolución


Conjunto de transformaciones sociales durante un largo periodo de tiempo, que marcan una tendencia y necesitan de mucha perspectiva.

Cambio social


Transformaciones observables y verificables en periodos de tiempo más breves; más localizado geográfica y sociológicamente. Y del que se ocupa más la sociología contemporánea. Así pues la definición de cambio social según Rocher indica que es una transformación observable en el tiempo que afecta de manera no efímera ni provisional a la estructura o al funcionamiento de la organización de una colectividad dada y modifica el curso de su historia. Rocher destacaba que desde el punto de vista de la sociología los factores que más se han considerado han sido los siguientes:

El factor demográfico
El factor demográfico es propuesto indirectamente por Durkheim, cuando afirma que es el progreso en la división del trabajo lo que genera una profunda transformación en la sociedad. La ley de gravitación que propone Durkheim podría expresarse así: El crecimiento demográfico provoca un aumento en la división del trabajo y en la densidad moral, lo cual a su vez genera un progreso de la civilización que se plasma en el desarrollo económico, social y cultural.

El factor técnico


La revolución tecnológica no ha dejado de operar y sigue influyendo en nosotros.

Lewis Mumford, utiliza el factor técnico para explicar la evolución en los tipos de sociedad pero advierte que el factor técnico no actúa por sí solo y hay que contextualizarlo en un marco social más amplio. Su influencia depende de la actitud que tenga y la valoración que haga la población de la tecnología. No hay determinismo técnico como no hay determinismo demográfico. La técnica existe en cuanto elemento

de la cultura, está ligada a la ciencia, y el progreso científico depende de los valores, la visión del mundo y la orientación religiosa.

La infraestructura económica
La infraestructura económicano es independiente del mundo cultural. Las fuerzas productivas no constituyen una base puramente material de la organización social y del cambio. Hunden sus raíces en los conocimientos científicos y técnicos adquiridos y en las actitudes psicosociales esenciales a la invención, a la utilización y a la difusión de esos conocimientos.

Las ideas: las formas de pensar


Las ideas ejercen una influencia sobre el cambio social en la medida en que se convierten en valores capaces de suscitar motivación o en la medida en que se integran

en un sistema ideológico propuesto como explicación y como proyecto al conjunto de la colectividad. Max Weber ejemplifica muy bien la influencia de los valores culturales en al cambio social.

El capitalismo moderno y occidental se basa en la organización sistemática del trabajo, la utilización de ciencia y la tecnología y la extensión de los mercados. En suma una extraordinaria racionalidad en las conductas y las estructuras sociales, políticas, económicas y legales. Por eso no se puede explicar la génesis del capitalismo sin analizar las fuentes de esa racionalidad, lo que Weber denomina el espíritu del capitalismo. El propio Weber afirma que la religión no es el único factor que determina la ética económica, que depende también de las condiciones económicas, geográficas y políticas. Es más bien un vínculo entre factores y no ha influido de manera continua en el proceso de desarrollo del sistema capitalista.

Los conflictos


Evidentemente el origen de la sociología del conflicto está en Marx y Engels, que

fueron los que resaltaron el papel histórico de la lucha de clases y de las revoluciones resultantes de la necesaria oposición entre los propietarios de los medios de producción y las masas trabajadoras. Más recientemente el sociólogo Ralf Dahrendorf ha estudiado en profundidad la sociología de las clases sociales y de los conflictos, convirtiéndose en una referencia obligada en la sociología del conflicto actual. Su modelo teórico tenía como finalidad explicar la formación de los grupos en conflicto y dar cuenta de la acción con la que consiguen cambios de estructura. Para ello hace una crítica del  pensamiento de Marx y de quienes se inspiraron en él o lo criticaron y propone una teoría alternativa partiendo de que la fuente estructural del conflicto social está en la distribución desigual de la autoridad en sentido weberiano. El conflicto es el factor estructural de la historicidad de las sociedades, se trata de identificar a los grupos de interés en conflicto y sus intereses latentes y manifiestos.

11.- EL CAPITALISMO INDUSTRIAL


La revolución industrial supuso un nuevo modelo de sociedad resultado de la alteración de un conjunto de condiciones que modificaron el sistema de producción y distribución de la riqueza: 1.- Constante y rápido crecimiento de la población a partir de la década de 1750.  2.- Disminución de la población agrícola y desplazamiento hacia las ciudades. 3.- Desaparición de del sistema medieval de tierras comunales para la explotación individual, y proceso de mayor concentración de las explotaciones agrícolas.  4.- Expansión del comercio.  5.- Sustitución del sistema doméstico de producción por la fábrica. Tal modelo de sociedad industrial se corresponde con un desarrollo capitalista basado en la preeminencia del trabajo que descansa principalmente en tres factores: Primero la racionalidad económica: todos los elementos que forman parte de la acción individual están dirigidos por el cálculo racional, lo cual supone que las decisiones deben estar al servicio de la rentabilidad económica y no de otros valores, costumbres o religiones.  Segundo: La tecnología: la combinación de la maquinaria, fuentes de energía y comunicaciones implican un sistema productivo más eficiente de tecnología, ciencia y trabajo.  Tercero: La empresa: un sistema de organización que emplea trabajo asalariado con el fin de obtener un beneficio, basado en dos grandes fuerzas dinámicas caracterizadas por la competencia entre empresarios y el conflicto capital-trabajo (empresarios-trabajadores).  En esta fase de capitalismo industrial del siglo XIX, los niveles salariales muy bajos, las largas jornadas de trabajo e inexistente tiempo libre, o las duras condiciones de existencia cotidiana suponían un modo de vida y consumo parcial e inestable cercana a la miserabilidad. Tal modelo de desarrollo se reflejaba en la estructura de las clases sociales en las que se observaban diferencias profundas en el modo de vida, pues las clases altas hacían demostración de un consumo ostentoso. Este modelo de acumulación de capital y riquezas implicaba también la reducida presencia de clases intermedias pequeña burguesía, altos funcionarios, etc. Cada clase social mostraba pautas de ocio distintas en cuanto a su funcionamiento y contenido, con tendencia a imitar el ocio de las clases altas pero en un contexto social basado en la desconexión física y cultural entre las clases altas y bajas.


12.- EL CAPITALISMO DE CONSUMO Y EL MODELO FORDISTA



La producción en masa se realizó con una fuerte productividad que permitió fabricar

productos a bajo coste, con lo cual los productos se ponen al alcance de todas las clases sociales.

Las nuevas industrias sentaron las bases del consumo moderno con la introducción de la marca, el envasado y la publicidad.

También la producción en masas viene apoyada e impulsada por la invención de los


grandes almacenes como nueva forma de comercialización y aportación al consumo y

ocio moderno. Al mismo tiempo, la mercadotecnia del gran almacén con el uso de la publicidad, la decoración, el escaparatismo y la arquitectura monumental desculpabilizaron el acto de comprar, e hicieron atractivo y placentero el “ir de compras”.

En las ciudades creció el número de comercios y todas las instalaciones relacionadas con el ocio, para satisfacer las necesidades sociales y psicológicas de las ciudades recientemente aburguesadas.

La era del modelo fordista de organización de la producción es consecuencia de la

necesidad de expansión de la sociedad de consumo de masas, que trajo consigo grandes

transformaciones del capitalismo en los ámbitos de la producción el ocio y el consumo a

partir de la Segunda Guerra Mundial.

Las sociedades occidentales inician un largo período de crecimiento económico

adoptando el modelo fordista de industrialización progresiva que consiste en integrar la

producción masiva y el consumo masivo de bienes de consumo, y en garantizar el

crecimiento del poder adquisitivo de los salarios, así como regular mediante el apoyo del Estado las condiciones laborales y de vida de los ciudadanos.

En la producción industrial y de los servicios se produce un fuerte avance tecnológico de los sistemas productivos caracterizados por la producción en masa de mercancías estandarizadas. Esta situación dio lugar al consumo masivo de bienes perecederos que tuvo como principales referentes los electrodomésticos y el automóvil, y determinó una dinámica estable y generalizada de demanda de bienes de consumo que penetró en los modos de vida de la población.

Como resultado de los conflictos sociales entre empresarios y trabajadores, se dieron los siguientes ingredientes:

Una legislación social referida al salario mínimo que inducía a los empresarios a conceder a los asalariados sueldos anuales correspondientes con el crecimiento de la productividad nacional.

Un sistema desarrollado de seguridad social, que permitía a los asalariados y al conjunto de la población seguir siendo consumidores aunque estuviesen impedidos de ganarse la vida enfermedad, jubilación, paro, etc.

Una moneda de crédito emitida por los bancos privados, que permitirá el acceso a bienes de consumo gracias al pago aplazado.

La expansión del consumo juega un papel motivador y activo en la construcción de la identidad de los individuos, ya que crean un sentido de lo que son a través de lo que consumen.

13.- CAPITALISMO INFORMACIONAL Y EL MODELO POSTFORDISTA



El cambio hacia un modelo productivo postfordista fue debido a la reducción progresiva de la productividad asociada al modelo fordista, y a la saturación de productos estandarizados del mercado frente a nuevas y diversificadas demandas, basadas en la aparición de nuevos consumidores con mayores capacidades de gasto y aspiraciones de distinción. En este nuevo contexto socioeconómico, el nuevo modelo Postfordista se orienta hacia una economía de la variedad y la reactividad en la que no sólo ya cuenta la calidad, sino

también el tiempo, la innovación, y la renovación de los productos como criterios de competitividad de las empresas. Al mismo tiempo, se organiza el modelo en torno a una economía más orientada hacia la demanda, es decir más orientada más ajustada al mercado y próxima al consumidor. El nuevo modelo post-fordista se caracteriza por el desempleo y la flexibilidad en la contratación laboral, y con ello surge una nueva situación más inestable y vulnerable para las clases obrera y media. La década de los ochenta es por tanto una época en que la motivación por la búsqueda del placer tiende a reequilibrar la motivación por la estima social a través de la distinción social, en la que es tan importante ser como tener. Con todo, la teoría sociológica plantea que el concepto de estilo de vida nos actualiza el dilema de la influencia de la estructura social frente a la acción. Estos cambios en los estilos de vida hay que considerarlos como elementos de la postmodernidad, y cuya naturaleza compleja se puede sintetizar en los siguientes

aspectos: La sociedad postmoderna se caracteriza por una estructura social sometida a la fragmentación y cambio, dominada por el reemplazo de los grupos ocupacionales debido a la aparición de nuevas ocupaciones resultantes del cambio tecnológico, y las transformaciones generadas por la organización flexible del trabajo y del sistema productivo. Con la Postmodernidad adquiere centralidad el consumo como proceso social, lo que debilita la idea de que la clase es la ubicación social de los individuos.


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