El hecho religioso en la historia y en la estructura del ser humano


  1. Diversas posiciones sobre el sentido de la vida.

Las posiciones sobre el sentido de la vida son:

  • LA VIDA HUMANA CARECE DE SENTIDO: el hombre se concede a sí mismo como pura libertad, como el ser que se realiza en libertad. Libertad absoluta, creadora de su propio destino, cuya última frontera es la muerte.
  • LA VIDA TIENE ÚNICAMENTE UN SENTIDO INMEDIATO: se trata de vivir el propio momento, el día a día, sin otras preocupaciones que lo inmediato.
  • EL SENTIDO DE LA VIDA CONSISTE EN TENER: es una actitud que fomenta una mentalidad “consumista”, según la cual la calidad de la persona viene determinada por lo que posee.
  • EL SENTIDO DE LA VIDA ES UNA EXISTENCIA HONRADA: se basa en cambiar el mundo para bien mediante esfuerzo, sacrificio y honradez.
  • EL SENTIDO DE LA VIDA EN EL MARXISIMO: la vida recibe su sentido de un horizonte de futuro que se define como “sociedad sin clase”, en donde el hombre encontrará por fin la armonía con la naturaleza, con los demás hombres y consigo mismo.
  1. Experiencias de sentido distorsionadas.

Las experiencias de sentido distorsionado son aquellas experiencias religiosas que comunican un sentido falso, es decir, aquellas que se creen correctas y se viven en plenitud.

Hay dos corrientes:

  • EL FATALISMO, que considera lo trascendente como algo totalmente impuesto a la conciencia del sujeto, el cual se siente destinado y obligado.

El fatalismo cree que el sentido total de la vida se les impone como el “sino” o destino.

  • EL FANATISMO, el cual confunde la trascendencia con la propia realidad, de forma que acaban absolutizándose distintas realidades del propio mundo.

Como consecuencia tiene que doctrinas, personas o acontecimientos se identifiquen como absolutos, haciéndose incompatibles con otras doctrinas, personas o acontecimientos.

  1. ¿Qué es lo sagrado?

Lo sagrado es virtud de la religión, que engloba previamente tanto los aspectos subjetivos de la experiencia religiosa, como sus aspectos objetivos. En otras palabras, lo sagrado es la misma realidad natural (que la profana) en cuanto alude a una presencia ontológicamente última.

  1. Las hierofanías.

Las hierofanías son series de realidades de todo orden, presentes en el mundo de las religiones, que realizan la función de presencializar para el ser humando, en el orden mundano, esa Realidad perteneciente a un orden de ser enteramente diferente, que hemos designado con el nombre de Misterio. Es decir, con el conjunto de realidades de todo orden que ponen de manifiesto lo divino y lo sagrado.

Existen diferentes tipos de hierofanías:

  • ESPACIOS Y LUGARES SIMBÓLICOS: lugares en los que se experimenta la irrupción de la divinidad, por la que ésta comparte el espacio de los hombres.
  • EL TIEMPO SAGRADO: todos los momentos del tiempo que marcan especialmente la evolución cíclica de la naturaleza y la marcha de la historia humana sugieren la intervención de fuerzas misteriosas.
  • EL COSMOS SAGRADO:  algunos elementos del cosmos natural y todos sus elementos a lo largo de la historia de las religiones han ofrecido simbología sagrada (los astros, el agua, el fuego, el aire, la tierra, el árbol, los animales…)
  • LA PERSONA HUMANA: la esfera de la vida personal y las actividades humanas se consideran religiosamente como campos de manifestación de la oculta presencia del Misterio.
  1. Cualidades del Misterio.

El Misterio tiene las siguientes cualidades:

  • REAL, está ahí y se impone indiscutiblemente, cuando quiere, con todo el peso de su existencia, irreductible a la conciencia subjetiva religiosa.
  • TRASCENDENTE, lo absolutamente distinto de todo lo conocido y desconocido.
  • ACTIVO, poder dinámico y una fuerza eficaz.
  • VALIOSO, el Misterio es una realidad sumamente valiosa; vale por sí misma y confiere valor a todo lo que existe.
  • INMANENTE, el Misterio es inmanente a todo, haciéndose presente en el fondo subjetivo del hombre mismo.
  • COMPROMETEDOR, respetando la libertad del hombre, solicita su respuesta y promueve su compromiso voluntario.
  • GRATUITO, vale por lo que es, no por lo que procura o promete al hombre.
  • TREMENDO, se presenta con majestad soberana y con poder y actuación eficaz sobre el hombre.
  • PERSONAL, lo importante no es la atribución a la divinidad de las propiedades espirituales, sino la calidad de relación que ésta establece con el Misterio a través de la medición de una imagen cualquiera. Esta relación es interpersonal desde que deja de sentir su presencia en el hombre religioso, actuando sobre él y su entorno.
  • FASCINANTE, el Misterio posee un atractivo irresistible por su gran belleza, bondad suprema, inmaculada santidad y por su inmenso valor que a mí me revaloriza.
  • SILENCIOSO, responde a la inaccesibilidad del Misterio, a su “otreidad”, como fruto de su trascendencia y del respeto que siente por la libertad del hombre, a quien ha hecho responsable de la suerte de este mundo.
  1. Las actitudes religiosas.

Las actitudes religiosas son consecuencia de las cualidades que descubrimos en el Misterio.

Están formadas por el reconocimiento del Misterio y la búsqueda de la propia salvación en él. El primer rasgo responde al carácter trascendente de la realidad que esta actitud tiene como término el Misterio. El segundo, a su condición de realidad que interviene en la vida del hombre afectándole de manera incondicional.

Las actitudes religiosas son las siguientes:

  • ACTITUD DE RECONOCIMIENTO, ante la realidad trascendente del Misterio, que se hace presente cuando quiere, el hombre no tiene otra posibilidad de reacción que el reconocimiento.
  • ACTITUD DE ESTUPOR, la absoluta originalidad que caracteriza al Misterio es el estímulo que justifica esta actitud de admiración ante su presencia. Dios es sólo comparable consigo mismo.
  • ACTITUD DE TEMOR, el estupor del sujeto religioso, que queda atónito ante la presencia del Misterio, revierte inmediatamente sobre sí mismo en forma de temor.
  • ACTITUD DE FASCINACIÓN, el Misterio, por su perfección infinita, aparece a la conciencia religiosa como el Sumo bien y, por tanto, como el fin último.
  • ACTITUD DE SALVACIÓN, trascenderse a sí mismo y unirse al Misterio componen las dos fases correlativas de un mismo movimiento de fascinación, que en casi todas las religiones ha recibido el nombre genérico de “salvación”.
  • ACTITUD SIMBÓLICA, el hombre no se limita a experimentar la presencia benéfica de la realidad trascendente en su vida, sino que además la celebra con todos los medios al alcance de su mano; la palabra, el rito, las artes plásticas, el comportamiento, etc.
  1. Definición de mito, rito, fiesta, instituciones religiosas
  • MITO: relato elaborado por una reflexión impersonal y milenaria a través del cual el hombre busca saber a qué atenerse, integrando para ello todas sus experiencias en un sentido global.
  • RITO: ceremonia religiosa que se celebra con símbolos y signos sensibles: palabras, gestos, cantos, posturas, danzas, vestidos, manejos de objetos…
  • FIESTA: acontecimiento que rompe el ritmo de lo cotidiano y lo habitual, expresando un sí a la vida, en donde aparece lo mejor que hay en cada uno y que tiene sentido en sí misma, en el propio goce que proporciona.
  • INSTITUCIONES RELIGIOSAS: toda estructura organizativa que tiende a satisfacer las exigencias o funciones de carácter religioso mediante un sistema, relativamente estable, de relaciones, valores y funciones.
  1. Síntesis de hinduismo, budismo, judaísmo, cristianismo e Islam.  
  • El hinduismo, que vendría a designar el estilo de vida de los habitantes del valle del Indo, no tiene dogmas y no tiene fundador determinado.

En el hinduismo se investiga el Misterio divino y se expresa mediante mitos. Para ello tratan de hacer lo que se considera justo y de vivir en armonía con el dharma (la ley) de todas las cosas.

Los hinduistas buscan la liberación de las inquietudes mediante la vida ascética, a través de la meditación, o buscando refugio en Dios, con amor y confianza.

Creen en la reencarnación, es decir, que la existencia que cada hombre vive en la tierra ha sido precedida de otras muchas existencias anteriores, y que será guiado por otras muchas reencarnaciones o nuevos nacimientos.

  • En el budismo se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado, pueden alcanzar la perfecta liberación o la suprema iluminación, gracias a sus esfuerzos.

Según Buda, el fundador de esta religión, lo único que interesa de verdad es encontrar el camino para liberarse del “samsara”. Por eso, su doctrina se limita voluntariamente a buscar un camino concreto para la salvación.  Es decir, sólo busca escapar del ciclo constante de renacer y volver a morir.

  • El judaísmo es considerado como la religión en la que sitúa sus cimientos el Cristianismo, ya que existe una vinculación espiritual que está unida a la raza de Abraham.

El judaísmo se trata de una ortopraxis, es decir, de una legislación revelada que compromete al judío piadoso a la observancia de la Ley codificada en la Biblia y en las enseñanzas de los antiguos maestros, una observancia cuyo objetivo es hacer cumplir la justicia de Dios en este mundo.

A diferencia del catolicismo, el judaísmo carece de dogmas. Además, los ritos de las celebraciones litúrgicas vienen fijados por el sábado y las festividades solemnes.

Su libro sagrado es la Biblia, que la distribuyen en tres grandes grupos: Torah, Nebiim y Ketubim.

  • El cristianismo designa a los seguidores y discípulos de Cristo; al conjunto de Iglesias, comunidades, sectas y grupos. El elemento común es la profesión de fe en Jesús, Hijo del único Dios, Señor y Creador. Dios es una única sustancia que se da en 3 personas distintas que actúan siempre juntas pero que se conocen como distintas por su manifestación en la historia de la salvación: el Padre creando, el Hijo salvando y el Espíritu Santo santificando.
  • El islamismo se basa en un absoluto monoteísmo y en la sumisión completa a la voluntad del único Dios por parte de sus fieles, por ello los musulmanes esperan el día del juicio final y aprecian la vida moral, honrando a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.

El conjunto de los creyentes musulmanes recibe el nombre de umma.

Su Dios es Alá, su profeta Mahoma y su libro sagrado el Corán.

EL HECHO RELIGIOSO CRISTIANO Y LA CULTURA

  1. Expresiones de la cultura.

Al hablar de cultura se resaltan en el discurso una serie de expresiones, entre las que se distinguen:

  • LA HISTORIA: todo proceso de un pueblo dentro del cual la cultura se genera, se vive, se desarrolla… Toda cultura, por hecho de serlo, depende de la tradición histórica y está en conexión con ella.
  • LA CIENCIA: cúmulo de conocimientos sistematizados de una sociedad, en los diferentes campos del saber. Toda cultura posee conocimientos científicos, al menos elementales. La ciencia necesita forzosamente de la cultura y entrar a formar parte del ámbito cultural del pueblo.
  • LA TÉCNICA: conjunto de medios que tienden a perfeccionar los sistemas de elaboración de los productos, forzosamente necesita insertarse en la cultura de un pueblo para encontrar su practicidad. Cada cultura necesita desarrollar sus técnicas concretas para utilizar sus recursos.
  • LA FILOSOFÍA: conjunto sistemático de ideas sobre el fundamento y sentido de las cosas y del hombre, y actitud ante la vida, que necesita siempre para expresarse de formas culturales. Detrás de toda cultura subyace un pensamiento filosófico. A su vez, toda sistematización filosófica necesita enraizarse en una cultura.
  • EL ARTE: como creación original, un hacer nuevo y en íntima conexión con la belleza, es la manifestación concreta más expresiva de toda cultura. No hay cultura sin arte y todo arte refleja una visión del mundo plasmada en obras concretas.
  • LA RELIGIÓN: está íntimamente relacionada con la cultura. Necesita para su comprensibilidad de la cultura. Cada cultura, en su intento de relacionarse con Dios y expresar la trascendencia y espiritualidad del hombre, configura la forma religiosa y sus manifestaciones externas.
  1. Inculturación y evangelización de las culturas.

La inculturación es un aspecto de la evangelización y se vincula estrechamente con ella.

Por medio de la inculturación el evangelio se encarna en las culturas, con la consiguiente asunción de valores y formas culturales.

El proceso de inculturación se puede definir como el esfuerzo de la Iglesia por hacer penetrar el mensaje de Cristo en un determinado ambiente socio-cultural, llamándolo a crecer según todos sus valores propios, en cuanto son conciliables con el Evangelio. El término inculturación incluye la idea de crecimiento, de enriquecimiento mutuo de las personas y de los grupos, del hecho del encuentro del Evangelio con un medio social.

La tarea de la inculturación supone esencialmente una doble fidelidad: fidelidad a las culturas particulares y a la universalidad del mensaje evangélico.

Por otro lado, la evangelización de las culturas hace referencia a la tarea de la Iglesia al tomar conciencia de la realidad plural y cambiante de ellas.

Es importante ver cómo el mensaje evangélico puede transformar las dimensiones de la cultura que afectan al pensamiento y a la acción colectiva (comportamientos, criterios de juicio, valores, costumbres…)

En otras palabras, evangelizar las culturas significaría, en buena parte, discernir, criticar e incluso denunciar aquello que, en una cultura, contradice el Evangelio y pone en peligro la dignidad del ser humano. La Iglesia mide con una preocupación evangélica la distancia que se establece entre ellas y las culturas modernas.

EL EVANGELIO Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

  1. Nueva Evangelización.

Para Benedicto XVI la Nueva Evangelización es aquella que debe buscar constantemente los medios y el lenguaje adecuados para proponerlos o volverles a proponer, a los que se han alejado de la fe, de la revelación de Dios y de la fe en Jesucristo. Es decir, es la que ha de asegurar el crecimiento de la fe límpida y profunda.

Las principales razones para la Nueva Evangelización son las transformaciones sociales de las últimas décadas, las cuales tienen causas complejas, que hunden sus raíces en tiempos lejanos, y han modificado profundamente la percepción de nuestro mundo. Esto también ha afectado a la dimensión religiosa de la vida del hombre, como la perdida del sentido de lo sagrado.

En conclusión, la Nueva Evangelización es una acción sobre todo espiritual, es la capacidad de hacer nuestros, en el presente, el coraje y la fuerza de los primeros cristianos, de los primeros misioneros.

  1. Escenarios de la Nueva Evangelización.

Para la Nueva Evangelización el cristianismo deber ser capaz de saber leer y descifrar los diversos escenarios que han surgido en la historia humana para habilitarlos y transformarlos:

  • ESCENARIO CULTURAL: frente a una modernidad que trata de imponer a todos la verdad objetiva y universal desde una razón totalizante y fundamentadora, la postmodernidad, con su pensamiento débil, reclama la validez de los pequeños relatos y las propuestas de sentido parcial.
  • ESCENARIO SOCIAL: las migraciones y sus consecuencias, como la fragmentación de las vidas y la pérdida de unidad cosmovisional.
  • ESCENARIO MEDIÁTICO: las nuevas y expansivas tecnologías de la comunicación están transformando nuestros modelos de comunicación, el trabajo que hacemos y nuestro tiempo libre.
  • ESCENARIO ECONÓMICO: con la consecuencia de la crisis económica debido al olvido de la persona y sus necesidades.
  • ESCENARIO CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO: que arrincona a otras formas de conocimiento de la realidad, sin reconocer los límites de la ciencia.
  • ESCENARIO POLÍTICO: con sus grandes cambios, sus nuevos actores y sus problemas en busca de solución.

LA PERSONA HUMANA

  1. El concepto cristiano de la persona.

El concepto cristiano de persona surgió de dos preguntas que desde un principio apremiaron al pensamiento cristiano como cuestiones centrales: la pregunta “¿Qué es Dios?” y la pregunta “¿Quién es Cristo?”. Para resolver estas dos cuestiones, que surgieron inmediatamente con la reflexión sobre la fe, esta reflexión se sirvió de la palabra prosopon (persona) hasta entonces carente de relevancia filosófica; le dio un nuevo sentido y abrió una nueva dimensión al pensamiento humano.

Por ello, cuando decimos que el hombre es persona nos referimos a que el hombre no es sólo algo, es alguien; no es sólo naturaleza, es persona. La persona es aquel ser que subsiste para relacionarse, si bien sólo puede relacionarse si subsiste. Toda la vida social es expresión de su inconfundible protagonista: la persona humana.

  1. El humanismo posmoderno.

La postmodernidad es una actitud escéptica que refleja el estado de ánimo de las sociedades liberales y capitalistas del final del siglo XX.

Sus características son:

  • DESENCANTO DE LA RAZÓN: la razón no nos alcanza verdades.
  • LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD Y LA HISTORIA DE CADA UNO TIENE SENTIDO: hay vivir el presente y aprovecharlo.
  • PLURALISMO DE VALORES: cada uno puede darse a sí mismo unos valores, ya que nada es verdad ni bien absoluto.
  • LA METAFÍSICA ES UN RESIDUO: ha de ser una hermenéutica del lenguaje para poder entendernos y convivir pacíficamente.
  • LA LIBERACIÓN CARECE DE SENTIDO: no se puede liberar a la Humanidad porque no hay nada que liberar. El hombre es un elemento más de la estructura.
  • SERENIDAD ANTE EL DESENCANTO: la situación de abandono hay que vivirla serenamente y sin drama.

IDENTIDAD DEL ÁREA DE RELIGIÓN Y MORAL CATÓLICA

  1. Legitimidad de la ERE.

Para justificar la ERE vamos a partir de los derechos naturales que forman parte constitutiva del hombre por el hecho de ser persona. Se trata de los derechos positivos que reconocen las organizaciones de índole tanto nacional como internacional.

  • DERECHO NATURAL: este derecho nace de la raíz constitutiva del hombre, de su esencia. La educación religiosa trata de responder a esto fundamentalmente descubriendo el derecho a la enseñanza de la religión como un rasgo esencial dentro del derecho a la educación.

Se trata de un derecho fundamental del hombre que se reconoce al descubrir la dimensión religiosa de la persona. Esta dimensión de la educación debe llevarse a cabo dentro del ámbito escolar, ya que es la escuela la que atiende a los niños y jóvenes en la etapa en la que se configuran los rasgos de la personalidad.

Precisamente, en la formación religiosa los niños y jóvenes encuentran las respuestas a los imperativos de su conciencia. Además, el respeto a este derecho implica la aceptación de quienes eligen su propia religión o incluso de quienes prescinden de ella.

  • DERECHO POSITIVO DE LOS PADRES: los padres tienen la obligación de buscar el bien para sus hijos. Las instituciones internacionales y nacionales reconocen este proceso relativo a los deberes de los padres.
    • La Declaración Universal de Derechos Humanos.
    • El Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales.
    • La Legislación Española.
      • La Constitución Española.
      • La Sentencia del Tribunal Constitucional de 13 de Febrero de 1981.

Según la legislación citada anteriormente, se puede concluir que la ERE es un derecho fundamental de la persona que, por encontrarse en un estado inicial de desarrollo, debe ser asumido por sus padres.

  1. Diferencias entre la ERE y la Catequesis.

La enseñanza ERE es diferente y complementaria a la catequesis. La catequesis promueve la adhesión personal a Cristo y la maduración de la vida cristiana en sus diferentes aspectos. Mientras que la enseñanza escolar de la religión transmite a los alumnos/as los conocimientos sobre la cultura, la identidad del cristianismo y la vida cristiana, y como relacionar esto con los demás saberes.

EL PROFESORADO DE RELIGIÓN CATÓLICA

  1. Identidad del profesor de religión católica

La identidad del profesor de religión viene condicionada por el perfil profesional y por el perfil eclesial.

Dentro del perfil profesional del profesor de religión encontramos las siguientes identidades:

  • EDUCADOR, contribuye y sirve a la formación integral de sus alumnos/as.
  • MAESTRO EN HUMANIDAD, respeta al alumno como ser personal con una dignidad única e irrepetible, potenciando su hambre de verdad y su necesidad de realización plena en el mundo.
  • SEMBRADOR DE FRATERNIDAD, su relación con el alumno ha de ser de gratitud, de respeto a su libertad y a su misterio, al igual que se compromete con sus preocupaciones más vitales y profundas.

Dentro del perfil eclesial del profesor de religión encontramos las siguientes identidades:

  • REALIZADOR UNA ACTIVIDAD ECLESIAL, el profesor actúa en nombre de la Iglesia, a la que los padres, por medio de la escuela, piden el “servicio de la formación religiosa” de sus hijos.
  • ENVIADO POR LA IGLESIA PARA ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA DE LA SALVACIÓN DE JESUCRISTO, con todas sus posibilidades formativas.
  • TESTIGO DE CRISTO EN COMUNIÓN CON SU IGLESIA, ayuda con sus vivencias a que los alumnos entiendan el significado del Evangelio para sus vidas.
  1. Función del profesor de Religión Católica

El profesor de religión debe actuar de facilitador en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sus principales funciones son:

  • PLANIFICAR EL PROCESO: fija los elementos que intervienen en el mismo.
  • DESARROLLAR EL PROCESO: dirige y modela la realidad adaptando cada actividad a la circunstancia real que se da.
  • CONTROLAR EL PROCESO: evalúa y valora el desarrollo del proceso, los conocimientos, los procedimientos y las actitudes.
  • INTERRELACIONAR LA ASIGNATURA CON EL RESTO DE LAS DISCIPLINAS: el profesor de religión ha de incorporar a cualquier ámbito de la cultura el fenómeno religioso.
  • AYUDAR AL ALUMNO/A PARA LA INCORPORACIÓN A UNA SOCIEDAD PLURALISTA: ayuda a evaluar objetivamente las distintas situaciones que pueden encontrarse, fomentando el respeto y la colaboración, todo ello bajo la fe cristiana y sus valores.
  • FACILITAR UNAS RESPUETAS QUE PUEDAN ACLARAR EL SENTIDO ÚLTIMO DE LA VIDA: bajo la opción cristiana, ha de ayudar al alumnado a realizar con éxito el proceso de desarrollo, para conseguir una formación integral que le permita incorporarse a la sociedad de manera activa

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