Evolución de la Literatura Hispanoamericana del Siglo XX: Poesía, Novela y Teatro


Evolución de la Literatura Hispanoamericana del Siglo XX

Durante la primera parte del siglo XX, la **poesía hispanoamericana** se mueve entre dos polos ideológicos y estéticos similares a los europeos: el concepto de poesía como **arte puro** y la defensa de la poesía como **arte comprometido** con los problemas de los pueblos americanos. La poesía después de las vanguardias presenta una mirada menos social, basada en los pequeños acontecimientos personales de la vida cotidiana. Desde 1960, coexisten tendencias poéticas muy variadas, entre las que podemos destacar:

  • Surrealistas: Enrique Molina
  • Poesía comprometida: Mario Benedetti (*La casa y el ladrillo*) y Ernesto Cardenal (*Hora 0*)
  • Poesía experimental: Nicanor Parra (*Poemas y antipoemas*)
  • Poesía existencial: Dulce María Loynaz (*Jardín*)

La Novela en el Siglo XX

En cuanto a la **novela**, durante las tres primeras décadas del XX encontramos el **Realismo tradicional**, que cultiva un tipo de novela de carácter costumbrista, ambientada en el ámbito rural. Toca temas como las desigualdades sociales, las raíces, los problemas de indios y mestizos. Los personajes muestran tipos marginados, humildes y luchadores. Se utilizan las técnicas del narrador omnisciente y la alternancia de registros lingüísticos.

Por un lado, tenemos la **novela regionalista**, donde la protagonista es la naturaleza de proporciones grandiosas, inexplorada y contra la que el hombre lucha. Destacan Rómulo Gallegos (*Doña Bárbara*) y la novela de la revolución mexicana de Mariano Azuela (*Los de abajo*). Por otro lado, tenemos la **novela indigenista**, donde se plantea el tema de la marginación del indio americano. Representante de esta novela es Alcides Arguedas (*Raza de Bronce*).

A partir de los años 40 y durante los 50 encontramos el **realismo mágico**, donde convive lo real con lo imaginario y lo onírico y fantástico sin olvidar a la naturaleza. Se introducen innovaciones formales para mezclar lo real con lo maravilloso. Los personajes son de todo tipo: militares, terratenientes, criados, campesinos. Entre los autores más importantes encontramos a:

  • Jorge Luis Borges: Renueva el tratamiento del cuento en sus obras *El Aleph* o *Ficciones*, donde encontramos elementos fantásticos, reflexiones metafísicas, los conceptos del tiempo y la eternidad.
  • Juan Rulfo: Con su obra maestra *Pedro Páramo*, donde mezcla el mito, la magia, las creencias sobrenaturales, el pasado y el presente.

El Boom de la Novela Hispanoamericana

En los años 60 confluye una generación de novelistas de distintos países que consigue crear una nueva novela que tiene un gran éxito entre los lectores de todo el planeta. Es el llamado **“boom de la novela hispanoamericana”**. Se unen elementos del **realismo mágico** con técnicas vanguardistas. La primera novela que se publica es *La ciudad y los perros* de Vargas Llosa (1962) y *Cien años de soledad* (1967) de García Márquez.

Entre las características de estas novelas se observan:

  • La consolidación de la integración de lo fantástico y lo real.
  • La preferencia por una narrativa intelectual con abundantes reflexiones filosóficas.
  • La profunda experimentación en las técnicas narrativas como los saltos temporales, la multiplicidad de narradores, la ruptura de la línea argumental, la experimentación con la estructura, el uso de un lenguaje plagado de indigenismos, la incorporación de la alegoría y la metáfora como base de la narración.

Entre todos los novelistas destacaremos a:

  • Julio Cortázar (argentino): Llegó a la maestría tanto en sus cuentos como en sus novelas, donde destaca *Rayuela*, cuya estructura en secuencias sueltas permite varias lecturas.
  • Gabriel García Márquez (colombiano): A través de cuyas novelas intenta entender el porqué del destino de sus personajes y encontrar la clave para explicar sus vidas frustradas. Además de *Cien años de soledad*, no se pueden obviar otras obras como *Crónica de una muerte anunciada* o *El amor en los tiempos del cólera*.
  • Mario Vargas Llosa (peruano): Alterna novelas más clásicas (*La guerra del fin del mundo*) con otras experimentales (*Conversaciones en la catedral*).

La narrativa posterior al boom se caracteriza por la diversidad de tendencias como sucede en Europa. Se alejan del experimentalismo y se preocupan más por la realidad social y política, por las dictaduras modernas o por narrar historias más íntimas o personales. En las últimas décadas del siglo XX encontramos autores cercanos a los autores del boom como la chilena Isabel Allende (*La casa de los espíritus*). En la década de los 90 encontramos al chileno Roberto Bolaño que causó gran impacto con *Los detectives salvajes*. En esta época también destaca Augusto Monterroso cuyos cuentos, auténticos microrrelatos, tienden a la máxima condensación. Ya en el siglo XXI se escribe sobre la migración, el narcotráfico, la violencia o la revisión histórica de la identidad de los pueblos.

El Teatro Español Después de la Guerra Civil

En cuanto al **teatro**, tras la guerra está condicionado por la censura, la política empresarial, el público y la crítica. Triunfan los autores de diversión, intrascendentes a los que se denomina **teatro visible**, mientras que el teatro que intentaba responder a los nuevos cánones y que apenas logró mostrarse se le denomina **teatro soterrado**. Tras la guerra destaca el teatro cómico, la comicidad está encomendada al lenguaje que se llena de juegos de palabras, chistes. Ejemplos:

  • Miguel Mihura: *Tres sombreros de copa*
  • Jardiel Poncela: *Eloísa está debajo de un almendro*

En los años 50 surge el teatro realista y social de la mano de Buero Vallejo (*Historia de una escalera*) y de Alfonso Sastre (*Escuadra hacia la muerte*). Es un teatro comprometido donde la realidad LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II española es el tema principal unido a la injusticia, la explotación, la miseria, la angustia del proletariado.

En los 60 surgen los dramaturgos experimentales que defienden un teatro caracterizado por la destrucción del personajes y temas como la injusticia, la pobreza, la soledad, la incomunicación. Claro ejemplo son:

  • Francisco Nieva: *Pelo de tormenta*
  • Francisco Arrabal: *Pic-nic*

En los 70, aparecen los grupos independientes. Unen lo popular y lo experimental y para ello eligen temas vivos, con carga social: Els Joglars o Els Comediants.

En los años posteriores al 75 coexisten diversas tendencias. En general se vuelve a la tradición teatral. Destaca la comedia burguesa renovada que atrae al público y cuya finalidad es el entretenimiento; puede tocar temas sociales, pero sin un compromiso. Destacan autores como:

  • Ana Diosdado: *Los ochenta son nuestros*
  • Alonso Millán
  • Antonio Gala

También tenemos a los que cultivan un realismo renovado. Abordan temas sociales como las drogas, la marginación, los conflictos generacionales y utilizan el humor con intención crítica:

  • José Luis Alonso de Santos: *La estanquera de Vallecas*
  • Sanchís Sinisterra: *¡Ay Carmela!*

En los 90 se muestra una visión negativa de la sociedad a través del uso de temas tan dispares como el fútbol, la música. Juan Mayorga es el principal representante haciendo una reflexión sobre las formas de dominación y abuso de víctimas indefensas (*El chico de la última fila*). En la actualidad Mayorga convive con autores que se consideran herederos de los dramaturgos de los 90 entre los que destaca Alfredo Sanzol (*La Ternura*).

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