Realismo social teatro


TEMA 2 EL TEATRO ESPAÑOL EN EL SIGLO XIX

2.1. LA RENOVACIÓN TEATRAL EN EL FIN DE SIGLO

EL TEATRO DE VALLE INCLÁN, ENTRE EL MODERNISMO Y LA VANGUARDIA; EL ESPERPENTO.

A finales del siglo XIX conviven el teatro modernista, de tipo comercial y destinado a una burguesía costumbrista y el nuevo teatro vanguardista, experimental y difícil de representar. El paso de uno a otro lo lleva a cabo Valle-lnclán, de la Generación del 98, y, más tarde García Lorca, de la Generación del 27. El primero inventó el esperpento y el segundo el teatro poético.

VALLE-INCLÁN fue un gallego cosmopolita y un escritor adelantado a su época. Su obra teatral puede dividirse en cinco ciclos: ciclo modernista, con una estética modernista y al que pertenece El marqués de Bradomín. El segundo es el ciclo mítico, en el que se inspira en una Galicia real, su paisaje y sus gentes. Destaca Divinas palabras. El tercero es el ciclo de la farsa, con obras donde contrasta lo sentimental y lo grotesco, donde ya empieza a aparecer la caricatura esperpéntica. El cuarto es el ciclo esperpéntico, donde el esperpento es una forma de ver el mundo, donde se deforma la realidad para encontrar lo que se oculta tras ella.

El esperpento tiene su origen en la situación que se vive en España en este periodo, con desigualdades sociales, corrupción política, crisis económica, lo que lleva a los escritores a denunciar esta situación. El esperpento es una especie de tragedia grotesca donde una serie de personajes innobles y fracasados viven en una sociedad dominada por la miseria, la corrupción y el abuso de poder. Los “héroes” quedan reducidos a caricaturas. El esperpento es pues una manera de ver el mundo. Destacan las obras Luces de Bohemia y la trilogía Martes de carnaval.

Las características del esperpento son:

•La caricatura de personajes de la literatura clásica, la animalización, muñequización o cosificación. Los personajes se convierten en marionetas.

•El contraste entre lo doloroso y lo grotesco.

•El humor negro que utiliza para acabar con todo lo que toca, por medio de la burla, los gestos más absurdos etc.

•El ambiente, donde destaca un paisaje sucio, destartalado de un Madrid hambriento, con escenarios como el corral de una posada, un prostíbulo de mala muerte, tabernas miserables

•El mensaje es profundo y lleno de crítica para dar una lección de moral y siempre con la presencia de la muerte como personaje fundamental.

•Los diálogos son rapidísimos, brillantes y breves. Con contestaciones ingeniosas.

•Las acotaciones tienen un carácter literario y son descripciones para crear ambientes.

El quinto es el ciclo final representado por el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Es el punto de encuentro entre las diferentes propuestas dramáticas que se habían dado hasta ese momento. El retablo es una serie de cuadros que tienen autonomía y que se relacionan por temas.

El teatro de Valle-lnclán ha sido desde el teatro del Siglo de Oro el más importante y revolucionario. Sin en embargo, este teatro tan admirado en nuestros días no tuvo esa importancia en su época.

2.2. EL TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 27 : LORCA

A finales del siglo XIX conviven el teatro modernista, de tipo comercial y destinado a una burguesía costumbrista y el nuevo teatro vanguardista, experimental y difícil de representar. El paso de uno a otro lo lleva a cabo Valle-lnclán, de la Generación del 98, y, más tarde García Lorca, de la Generación del 27. El primero inventó el esperpento y el segundo el teatro poético.

La Generación del 27 escribió principalmente poesía, pero también algunas obras teatrales influidas por Unamuno, Valle-inclán o Azorín. Destacan obras cercanas al esperpento como “El adefesio”, de Alberti; otras de carácter político como “Teatro en la guerra”, de Miguel Hernández, y otras más surrealistas, como “El hombre deshabitado”, de Alberti.

FEDERICO GARCÍA LOCA fue el mayor exponente de la Generación del 27 y uno de los que más influyó en el teatro español del siglo XX. A su teatro se le ha llamado “teatro poético”, porque incluye en él elementos de la poesía, como la repetición de sus símbolos poéticos, la localización en espacios míticos, temas como el mundo femenino, la frustración amorosa y el amor imposible, pero sobre todo por los problemas existenciales y la transcendencia de sus obras.

En sus obras se ve la influencia de autores modernistas y de los clásicos. Por

ejemplo, la división de los argumentos en estampas, el empleo de canciones y poemas donde se funden elementos de la danza, la música, la pintura y la localización en ambientes rurales.

Su obra se divide en cuatro grupos: Las farsas que son obras para representarlas con marionetas o guiñoles y destacan
Los títeres de Cachiporray La zapatera prodigiosa.

Las obras difíciles o imposibles de carácter surrealista y que reflexionan sobre el teatro, la vida y la homosexualidad. Destacan El públicoy Así que pasen cinco años.

Los dramas y tragedias son los de más éxito y destacan Mariana Pineda y Doña Rosita la solteray la trilogía trágica rural de Yerma, Bodas de sangrey La casa de Bernarda Alba.Las dos últimas narran el amor imposible por causas sociales y nos muestran una sociedad rural, supersticiosa y muy preocupada por mantener las costumbres y por “el qué dirán”.

El teatro de Lorca tenía un fin social que era educar un país y cambiar la sensibilidad de un pueblo. El creía que el teatro debía imponerse al público. No era el público quien debía imponer o escoger el teatro. El teatro era uno de los instrumentos para educar al público y debía ser como especie de escuela, no un lugar para “matar el tiempo”.

Lorca también codirigió una compañía de teatro universitario llamada “La Barraca” durante la II República Española, de 1932 a 1936, representando obras del teatro clásico español recorrieron España, sobre todo las zonas rurales, para acercar los clásicos a un público muchas veces analfabeto.

EL TEATRO ESPAÑOL EN EL SIGLO XX

2.3. LA RENOVACIÓN TEATRAL DE POSGUERRA: GÉNEROS Y MODALIDADES. EL TEATRO DE TESTIMONIO SOCIAL. AUTORES EMBLEMÁTICOS (MIGUEL MIHURA, ALFONSO SASTRE)

El teatro también se vio afectado por las consecuencias de la Guerra Civil (1936-1939). Desde el final de la guerra hasta 1949, solo se dio la llamada comedia de salón un teatro sin complicaciones que no criticaba con dureza las costumbres y que se preocupaba por la obra bien hecha. Sus principales autores fueron Benavente, Pemán o Luca de Tena. Durante esos primeros años de posguerra el público iba al teatro para olvidar los problemas y pasar un buen rato, por eso los autores hacían este tipo de teatro. Ante este teatro, unos autores optaron por el humor, teatro humorístico, y otros optaron por la denuncia y la protesta, fue el teatro social.

En el teatro humorístico destacan Jardiel Poncela con obras como Eloísa está debajo de un almendro, Cuatro corazones con freno y marcha atrás, caracterizadas por situaciones inverosímiles y un humor intelectual. También destacan Alfonso Paso y, sobre todo, Miguel Mihura.

MIGUEL MIHURA dramaturgo madrileño que fundó la revista “La codorniz” y renovó el teatro de posguerra. Su obra Tres sombreros de copa, rompió con el teatro cómico anterior. El argumento se centra en la noche anterior a la boda de Dionisio, en la que conoce a Paula, que le descubre otra vida sin ataduras; a lo largo de la noche desfila por su habitación toda una serie de personajes grotescos. Ello provoca en Dionisio un conflicto entre los convencionalismos sociales y el valor de la libertad. Los personajes representan ambos lados de la sociedad, el burgués atado a los convencionalismos y el libre. El estilo se basa en juegos semánticos y la introducción de elementos absurdos. Otras obras de Mihura donde toda el tema de la libertad son Mi adorado don Juan y Ninette y un señor de Murcia.

En el teatro social, el de denuncia, destacan Buero Vallejo y Alfonso Sastre. En

1949 ganó el “Premio Lope de Vega” la obra de Buero Vallejo, Historia de una escalera. La obra era sencilla, contaba la historia de unos pocos vecinos en tres generaciones. Era la historia de unas familias modestas, con sus sueños, sus amores, sus rencores y fracasos. Esta obra impresionó mucho ya que hasta entonces el público veía obras bien hechas pero que solo intentaban entretener y evadir al público de sus problemas. Sin embargo, la obra de Buero Vallejo llevo al escenario la vida como era en ese momento. Era una obra de protesta, de denuncia y realismo.

Otro autor importante fue ALFONSO SASTRE. Este entendía el teatro como una herramienta revolucionaria. En su obra Drama y sociedad, decía que el único sentido del teatro era la denuncia, la lucha y el cambio social. Se basaba en el marxismo literario. Sastre tuvo muchos problemas con la censura sobre todo desde que estreno su obra Escuadra hacia la muerte. En ella criticaba el militarismo y la guerra y tuvo un gran éxito pero después de la tercera representación fue prohibida por la censura. En los años siguientes, escribe dramas que denuncian las injusticias y el poder de la tiranía y que tienen dificultades para ser estrenadas debido a la censura. Pero la obra más recordada por el público es La taberna fantástica que se estreno veinte años después. Trata de las historias y dramas que sufren los personajes esperpénticos que acuden a una taberna de un barrio marginal. Los personajes son navajeros, putas y delincuentes de baja estofa pero con cierta dignidad.


EL TEATRO ESPAÑOL EN EL SIGLO XX

2.4. UN DRAMATURGO ATRAVIESA EL SIGLO: ANTONIO BUERO VALLEJO;

LA CRÍTICA SOCIAL, LA ÉTICA Y EL COMPROMISO CON EL SER HUMANO; LA TÉCNICA DRAMÁTICA, EL SIMBOLISMO; LOS PERSONAJES; LA EVOLUCIÓN (DESDE HISTORIA DE UNA ESCALERA HASTA MISIÓN AL PUEBLO DESIERTO).

En 1949 ganó el Premio Lope de Vega, un dramaturgo desconocido. ANTONIO BUERO VALLEJO. Combatiente republicano, habida pasado su juventud en la cárcel, condenado a muerte, pero había sido finalmente indultado. La obra ganadora era Historia de una escalera, era una obra sencillísima, pero tuvo un gran éxito y supuso un cambio radical en el teatro español.

Cuando se estrenó, el público llevaba diez años acudiendo al teatro para evadirse de la realidad de la posguerra, para olvidar sus problemas y entretenerse. Pero Buero Vallejo no entendía el teatro como una evasión o entretenimiento y en su obra quiso contar la vida como era. Su teatro era realista, serio y de denuncia social.

En todas sus obras hay un tema común, la tragedia del ser humano, y en todas hay dos tipos de personajes, los activos y los contemplativos. Muchos de estos personajes tienen deficiencias físicas o mentales.

Se pueden señalar tres etapas distintas de su teatro:

La época existencia, en la que le interesa el ser humano, sus ilusiones y fracasos. Los escenarios son tradicionales y la técnica lineal. Destacan “Historia de una escalera” “Hoy es fiesta” y “En la ardiente oscuridad».

La época social, en la que denuncia las injusticias a través de dramas históricos. Abandona el realismo y la técnica es más compleja. Destacan “El tragaluz”, “Las Meninas», “Un soñador para el pueblo» y “El sueño de la razón».

La época experimental, su obra es más compleja y aparece el “efecto de inmersión”, que consiste en que el público “oye” o “ve” cosas como las percibe o imagina un personaje. Estas obras tienen más crítica política y destacan “La Fundación”, “La detonación”,“Misión al pueblo desierto»,“Lázaro en el laberinto».

Buero Vallejo fue, sobre todo, un trágico. Defendió que la tragedia tenía una doble función por un lado inquietar y por otro curar.

Las aportaciones de Buero Vallejo al teatro español fueron: la protesta, la denuncia, el realismo y la ética.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *