Chuletas economia


FUNCIÓN DE ESTABILIZACIÓN. La función de estabilización es la respuesta a los problemas de ineficiencia macroeconómica. Estudia las variables de la economía como un todo, es decir: consumo, inversión, ahorro, tipo de interés, tasa de inflación, tasa de desempleo, etc. Cuando interviene la Hacienda Pública en la resolución de este tipo de problemas hablamos de POLÍTICA FISCAL. Recordemos los grandes objetivos de la política macroeconómica. Que la tasa de desempleo se quede reducido a la suma de los dos siguientes tipo de paro: Friccional→ tiempo desde que se pierde un empleo hasta que se encuentra otro. Estacional→ el que necesitan determinadas producciones por tener dicho carácter.

Cualquier otra forma de paro, supone la existencia de recursos desaprovechados, factores productivos ociosos. -Tasa de inflación reducida → la inflación perturba las expectativas de los agentes. Si la inflación se descontrola la economía se ralentiza. -Equilibrio exterior à Si la balanza de pagos está desequilibrada, fundamentalmente si las importaciones (compras en el extranjero), son superiores a las exportaciones y la consecuencia normal tomará la forma de dos efectos: · Debemos pedir prestado en el exterior para cubrir el déficit entre  compras y ventas con el exterior. · Para reequilibrar la balanza de pagos la forma más sencilla es devaluar el tipo de cambio de la moneda nacional. De esta forma se hacen más caras las importaciones y más baratas las exportaciones. · Crecimiento económico à Que lo que busca es favorecer el crecimiento por encima de lo que es capaz la economía privada dejada a su propia fuerza, y esto por dos razones fundamentales: · Primero, por la perspectiva a corto plazo característica de la economía privada → con una tendencia insuperable a maximizar el bienestar presente, los objetivos a corto plazo y desatendiendo el mayor bienestar futuro. Esto se traduce en opciones de inversión poco ambiciosas (en detrimento de aquellas otras más rentables a largo plazo, pero sin rentabilidad en los primeros años), e incluso en un preferencia por el consumo en general en detrimento del ahorro/inversión, lo que reduce el potencial de crecimiento de la economía. · Cuellos de botella o estrangulamientos del proceso productivo en el caso de bienes y servicios imprescindibles para el desarrollo de toda la economía (infraestructuras, comunicaciones) ante los que la iniciativa privada tiene poco incentivo a suministrar por los problemas que estudiábamos en la función de asignación.

EL CICLO ECONÓMICO. LA INTERVENCIÓN PÚBLICA FRENTE A LAS DEPRESIONES

El objetivo básico de la política fiscal sigue siendo la lucha contra las  depresiones económicas y su pernicioso efecto del incremento de la cifra de desempleados. Además resulta que tanto el objetivo de estabilidad de precios, como el de equilibrio de balanza de pagos utilizan básicamente el recurso a la política monetaria más que a la política fiscal. El objetivo de crecimiento ha ocupado con posterioridad el debate político, una vez resuelto (o, al menos encauzado) el problema de las depresiones. Cuando deja de haber factores ociosos, el objetivo macro pasa a ser el de intentar incrementar el volumen de dichos factores, aumentando el volumen de inversión. En la actualidad, dentro de la moderna política fiscal se confunden las políticas anticíclicas (cuyo objetivo es aprovechar al máximo los recursos existentes) con las políticas que favorecen el crecimiento económico, esto es, aquellas que lo que persiguen es incrementar el potencial productivo de una economía, mejorando la dimensión y productividad de los factores. TIPOS DE CICLO ECONÓMICO: Lo primero que  hay que decir es que no hay un solo tipo de comportamiento cíclico en las economías capitalistas, sino que se ha detectado empíricamente momentos cíclicos muy diferentes en sus duraciones y también en las causas que los inducen, que se encuentran entre los dos siguientes extremos: · Onda larga

Dura aproximadamente cincuenta años. Así por ejemplo, la última onda larga completa habría alcanzado entre el final de la 2ª guerra mundial y los primeros años 90, en la que a una fase de expansión espectacular en los 50 y 60 (el milagro alemán, el milagro japonés, el éxito americano, etc.) le siguió una profunda crisis en los 70 y 80 (crisis de oferta, choques petrolíferos). La explicación más sólida se debe a JOSEPH SCHUMPETER  y a sus seguidores. Según estos autores, las fases de expansión son consecuencia de la difusión de innovaciones tecnológicas por todo el sistema productivo; al agotarse el potencial de productividad asociado a dichas innovaciones, la fase de expansión daría paso a la fase de depresión. Así, estaríamos ahora disfrutando de la expansión asociada a la difusión de las tecnologías de la información y comunicación. · Ciclos cortos: Su duración es de más o menos un año y están motivados por el necesario ajuste entre oferta y demanda en las economías mercado, y en el que en principio, no se debe intervenir porque es la forma en el que las empresas adaptan constantemente su producción y sus precios a las necesidades de los consumidores. · CICLOS MEDIOS: Tienen una duración que va desde los tres hasta los quince años. Su explicación no está exenta de controversia, siendo la interpretación keynesiana la más sólida. El argumento de Keynes sobre el ciclo económico es, expresado de manera simplificada, el siguiente:

· Los agentes en la economía privada deciden en función de sus expectativas sobre la marcha de la economía en general y su situación económica particular. Las empresas invertirán si consideran que la demanda de su producto es superior a la oferta que pueden poner en el mercado dada su capacidad presente. Los consumidores por su parte consumirán siempre que tengan confianza en que no va a disminuir su renta disponible en el futuro.Pero sucede que los agentes actúan de manera no coordinada. Los agentes, no sólo tienen en cuenta la situación presente, los precios de intercambio actuales, sino también lo que se espera que suceda en el futuro. Pueden esperar sin comprar o sin vender, a la espera de precios que les beneficien. Con estas premisas no se cumple la ley de Say. Más concretamente:

3.1 Los empresarios en una fase de expansión de la economía tienen magníficas expectativas sobre la demanda, por lo que invierten en nuevos bienes inmuebles y de equipo

3.2 Al sumarse las inversiones de todos los optimistas empresarios, se genera un exceso de oferta que la demanda no puede absorber

3.3 Los empresarios se ven obligados a reducir sus producciones individuales porque no tienen salida en el mercado. En esta situación, prescinden del único factor productivo que tiene carácter variable, despidiendo a los trabajadores (si intentan vender las máquinas, ninguna otra empresa se la compraría ya que está en su misma situación).

3.4 En un entorno de despidos masivos, las expectativas de las familias cambian respecto a la posibilidad de disponer del mismo nivel de renta en el futuro, por lo que reducen el consumo y ahorran.

3.5 El ahorro se canaliza a través del sistema bancario hacia la inversión de las empresas, pero éstas no lo utilizan por muy bajo que  caiga el tipo de interés porque tiene exceso de capacidad productiva.

3.6 El resultado es un depresión económica de la que solo se saldrá cuando oferta y demanda vuelvan a encontrare a un nivel mucho más bajo (cuando la capacidad productiva de las nuevas máquinas decaiga por obsolescencia y porque habrá empresas que, incluso, acabarán cerrando), momento en el que arrancará una nueva fase expansiva del ciclo. El keynesianismo propone: – Consumo e inversión pública, que se traduce en demanda para las empresas, lo que mantiene el empleo y con ello las expectativas de las familias y su propio nivel de consumo.

·Transferencias directas en forma, por ejemplo, de prestaciones por desempleo.

Estas medidas generarán necesariamente déficit público de forma coyuntural que se compensará con el superávit generado en las épocas de expansión. La receta keynesiana funciona siempre que exista capacidad productiva ociosa. Si todos los recursos están aprovechados, estas políticas producirán inflación.

Lo importante aquí es saber qué entendemos por capacidad ociosa. Puede suceder que una elevada tasa de desempleo no implique capacidad ociosa, al ser la mano de obra inadecuada para las necesidades de las empresas (paro estructural)

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