El arranque de la modernidad poética: de Baudelaire al simbolismo


EL ESPÍRITU VANGUARDISTA:EL Surrealismo


En la segunda mitad del Siglo XIX, la poesía realizada después del Romanticismo no tuvo relación alguna con la orientación realista de la novela. Esta poesía brotó de una actitud de rebeldía contra los valores burgueses y el modo tradicional de concebir la vida, naciendo así la bohemia, el “dandismo” (el artista como genio o elegido) y el “malditismo” (el artista como hombre maldito).

La primera reacción poética contra el sentimentalismo y subjetivismo ROMántico fue el parnasianismo, formado en 1866 con motivo de la publicación de “El Parnaso contemporáneo”, tres antologías escritas por autores como Théophile Gautier, Leconte de Lisle, Teodoro Beauville y Charles Baudelaire. Esta corriente se caracterizó por la búsqueda de la perfección formal, el culto a labelleza y la aspiración a una poesía serenamente clásica y equilibrada.

Como escisión del parnasianismo, al cual acusaban de frialdad, surgíó el simbolismo, movimiento literario y pictórico iniciado en Francia y Bélgica entre 1880 y 1890 y que duró hasta principios del Siglo XX. Entre las carácterísticas de este movimiento destacan: la misión del poeta simbolista es descubrir los significados más ocultos que se esconden más allá de la realidad sensible (es decir, las “correspondencias”); se recurre sobre todo a la musicalidad de las palabras y a la sinestesia; lo esencial del poema es que cree atmósferas anímicas que permitan expresar las emociones y sensaciones más íntimas e irreales; la palabra, más que por su significado, interesa por lo que sugiere y evoca; y uso del verso libre. Hacia finales de siglo se abríó paso en Europa el término “Decadentismo”, que se refiere al trabajo literario de los escritores que se sienten atraídos por lo morboso, lo excitante y lo refinado.

Entre los poetas simbolistas destacaron: Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Paúl Verlain y Arthur Rimbaud.Baudelaire nacíó en París y su vida estuvo marcada por la desdicha y el dandismo. En 1857 publicó su obra fundamental: “Las flores del mal”, que fue entonces condenada por ser inmoral, apareciendo en ella temas como el hastío, la belleza, la muerte, la mujer o la embriaguez. En esta obra aparece: la búsqueda del sentido de la vida, el ansia de evasión, el lenguaje cotidiano, elsolitario anonimato del individuo o el mal como elemento asentado en el corazón humano. Su búsqueda moral y estética de una nueva realidad le llevará a la creación de un discurso poético del paraíso artificial: para combatir el “spleen” (el hastío y el tedio de la vida cotidiana, uno de los principales temas de “Las flores del mal”) propone el “éxtasis de los sentidos” a través de ciertas experiencias, como las drogas o el mal. Otras realizaciones importantes del autor fueron: “La Fanfarlo”, “Los paraísos artificiales”, “Pequeños poemas en prosa” (donde inicia un nuevo género en la poesía contemporánea: el poema en prosa) y “El Salón de 1846”.

Stéphane Mallarmé comenzó a escribir siguiendo la tendencia del arte por el arte. Un proceso de depuración le llevó a una poesía cada vez más sumida en sí misma, y alejada de las sensaciones y los sentimientos. Este es su famoso “hermetismo”, que nace de la búsqueda de la pura esencia y de la belleza absoluta, tarea en la que es un estorbo la significación vulgar de las palabras. Algunos de sus poemas son: “La siesta de un fauno” y “Una tirada de dados”. Respecto a Paúl Verlain, diremos que su vida estuvo marcada por el alcoholismo y la vida bohemia, la ruptura de su matrimonio por sus relaciones con Rimbaud, y la pobreza de sus últimos años. Con este autor comienza a hablarse del “poeta maldito”, aislado, solitario y enfrentado a la sociedad. Lo más carácterístico de su obra es su sentido del ritmo y la musicalidad del verso. Él fue quien creó buena parte de la imaginería del simbolismo de la época, destacando entre sus obras: “Poemas saturnianos”, “Fiestas galantes” y “Romanzas sin palabras”. Finalmente, hablaremos de Arthur Rimbaud, cuya rebeldía y precocidad definieron su carácter. Al no ser su obra sistemática, en ella se pueden encontrar diversas actitudes y temas, destacando tres líneas temáticas: poemas de la felicidad (basada en la evocación gozosa de una vida vagabunda, destacando “Mi bohemia” y “Ofelia”), poesía de la cólera (basada en la denuncia virulenta y provocadora de la miseria moral de la sociedad, sobresaliendo “Los pobres en la iglesia”) y poesía alucinada (basada en la voluntad de conseguir imágenes predecesoras del Surrealismo a través de un lenguaje que supera lo racional, destacando “El barco ebrio” y “Una temporada en el infierno”). Otra obra destacada del autor es “Iluminaciones”, donde alterna el verso libre y la prosa poética.

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