Marx: Perspectivas Filosóficas Clave
Problema del Hombre
Para Marx, el ser humano se define por su capacidad de transformar la naturaleza mediante el trabajo. Es un ser social, que se realiza en comunidad y en la producción de bienes. Sin embargo, bajo el capitalismo, el trabajador sufre alienación: se separa de sí mismo, de su producto, de su actividad y de sus semejantes. Esta alienación lo deshumaniza, convirtiéndolo en una pieza más del engranaje económico.
Problema de Dios
Marx rechaza toda idea religiosa. Considera que Dios es una creación humana fruto de la miseria y de la necesidad. La religión actúa como consuelo para las clases oprimidas, pero también como un mecanismo que las mantiene sometidas: «la religión es el opio del pueblo». Su crítica no es solo teórica, sino también política y social.
Ética
Su concepción ética es materialista: no cree en una moral universal ni en principios absolutos. La moral es una construcción histórica, que refleja los intereses de una clase dominante. Por eso, defiende una ética revolucionaria, al servicio del cambio social. El bien moral es aquello que libera al proletariado de su opresión.
Política
Entiende la historia como una lucha de clases. Su objetivo es la abolición del capitalismo y la instauración de una sociedad comunista sin clases. Propone la revolución del proletariado como medio para transformar las estructuras económicas, políticas y sociales. La política no debe mantenerse neutral, sino ponerse al servicio de la emancipación.
Nietzsche: La Voluntad de Poder y la Transvaloración
Problema del Hombre
El hombre actual es decadente, débil, esclavo de valores ajenos que lo niegan como ser libre y creador. Diferencias entre autores por temas clave Nietzsche afirma que el hombre es voluntad de poder, un impulso que lo empuja a afirmarse y superarse constantemente. Su propuesta es el superhombre (Übermensch): un ser que crea sus propios valores, rompe con las normas impuestas y vive con autenticidad.
Problema de Dios
Declara la famosa frase «Dios ha muerto», no como un hecho religioso, sino como una constatación cultural. El pensamiento moderno ha dejado de creer en verdades absolutas. Esta muerte implica una gran responsabilidad para el ser humano: debe afrontar el vacío que deja la religión y crear sentido por sí mismo, sin apoyarse en dogmas.
Ética
Critica duramente la moral cristiana, a la que llama moral de esclavos: una moral de sumisión, resentimiento y negación de la vida. Frente a ella, defiende una transvaloración de los valores, donde lo bueno no sea lo débil ni lo sumiso, sino lo fuerte, lo afirmativo, lo que potencia la vida. Cada individuo debe crear su propio código moral.
Política
No desarrolla una teoría política sistemática. Considera la política como una forma de lucha por el poder, y desprecia la democracia por su tendencia al igualitarismo y a la mediocridad. El superhombre no busca el poder político convencional, sino el dominio de sí mismo y la creación de un nuevo horizonte de sentido.
Hannah Arendt: La Condición Humana y la Acción Política
Problema del Hombre
Arendt define al ser humano como un ser activo, cuyas capacidades fundamentales se expresan en la vida activa (vita activa). Distingue entre tres tipos de actividad: labor (lo biológico, repetitivo), trabajo (lo útil, lo duradero) y acción (la interacción con otros en el espacio público). Solo mediante la acción el ser humano revela su identidad única y participa en la construcción del mundo común.
Problema de Dios
No aborda explícitamente la cuestión de Dios en su obra principal. Su pensamiento se centra en la condición humana y en los problemas del siglo XX, especialmente los totalitarismos. Aunque no niega la Diferencias entre autores por temas clave religión, su enfoque es político y secular.
Ética
Su reflexión ética se desarrolla especialmente a partir del juicio a Eichmann, donde introduce la idea de la banalidad del mal: personas aparentemente normales pueden cometer atrocidades si dejan de pensar críticamente. Para Arendt, la ética exige responsabilidad individual, pensamiento autónomo y resistencia a obedecer ciegamente.
Política
La política es la esfera donde se manifiesta la libertad humana. Arendt defiende una visión republicana y pluralista de la política: en el diálogo público, en la acción y en la palabra, las personas pueden transformar el mundo. La política es donde aparece lo nuevo, donde nace lo inesperado.
Jürgen Habermas: Racionalidad Comunicativa y Democracia Deliberativa
Problema del Hombre
Habermas entiende al ser humano como un ser que se constituye a través de la comunicación. Su racionalidad no es instrumental ni individual, sino comunicativa: nos desarrollamos en el diálogo con los demás, y es en ese intercambio donde se construyen normas, acuerdos y sentido.
Problema de Dios
Habermas no niega la religión, pero cree que la sociedad moderna debe resolver sus conflictos en términos racionales. Defiende una inclusión crítica de las voces religiosas en el diálogo público, siempre que se traduzcan a un lenguaje comprensible para todos los ciudadanos.
Ética
Propone una ética discursiva: una norma es válida si puede ser aceptada por todos los afectados mediante un diálogo libre, sin coerción. No impone contenidos éticos, sino un procedimiento para discutirlos racionalmente. Es una ética basada en el consenso y el respeto mutuo.
Política
Defiende la democracia deliberativa, donde las decisiones políticas no se imponen por mayoría sin más, Diferencias entre autores por temas clave sino que se argumentan, se discuten y se justifican públicamente. La legitimidad del poder político se basa en el uso público de la razón, no en la fuerza ni en la tradición.
Ortega y Gasset: El Yo, la Circunstancia y la Autenticidad
Problema del Hombre
Ortega define al hombre como «yo soy yo y mi circunstancia», es decir, como un ser que no está acabado, sino que se construye a partir del entorno que le rodea. El ser humano no tiene una esencia fija, sino que se elige constantemente a través de sus decisiones. Cada persona es un proyecto vital único.
Problema de Dios
Aunque Ortega no centra su filosofía en Dios, tampoco lo niega. Cree que la cuestión religiosa pertenece a la dimensión profunda del hombre, pero no la aborda como un problema filosófico central. Su actitud es abierta pero no dogmática.
Ética
Ortega habla de la autenticidad: cada persona debe vivir su vida con fidelidad a sí misma, desarrollando su proyecto vital sin dejarse arrastrar por lo que hacen «los demás». Rechaza la vida mediocre de la masa, que vive sin reflexión, de forma automática.
Política
Ortega critica la democracia de masas, en la que los individuos actúan por inercia, sin cultura ni responsabilidad. Defiende la necesidad de una minoría selecta y preparada que lidere la sociedad. No rechaza la democracia en sí, pero sí el populismo y la mediocridad.