La Revelación de Dios a Través de la Historia
Dios se ha dado a conocer a lo largo de la historia, a través de las experiencias de muchas personas que, mediante su fe y relación con Él, lo han ido conociendo.
Decimos que Dios es un rey, un juez, un señor, un creador, un padre… pero Dios es inefable. Nuestra experiencia y nuestras palabras siempre se quedan cortas a la hora de hablar de Dios.
A pesar de ser encontrado y buscado por todo el mundo, cuanto decimos de Dios acaba siendo insuficiente.
Jesús Revela el Amor Divino
Jesús nos enseñó cómo es Dios. Jesús es el rostro de Dios. Lo que podemos conocer en plenitud de Dios es aquello que Jesús nos mostró. Jesús nos reveló con su vida, con sus palabras y gestos, cómo es Dios. Con sus curaciones, su perdón, su acogida de marginados y pecadores, sus palabras, su atención a los más necesitados… Jesús nos muestra que Dios es Amor.
No hay nada más que podamos saber de Dios que Jesús no nos haya revelado ya. Jesús nos puede mostrar a Dios en plenitud porque Él es el Verbo que se ha hecho carne, es el Hijo de Dios, es Dios mismo. Dios encarnado, Dios hecho persona humana. Ver a Jesús es ver al Padre.
La Trinidad: Dios en Relación
Jesús nos revela que Dios no vive en soledad. Dios es relación, y una relación personal de amor. A esta relación la llamamos Trinidad.
Los cristianos reconocemos en Dios esta relación. Dios es una comunicación de amor. Dios es a la vez, uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, como expresamos al santiguarnos. Como en una familia, la relación entre sus miembros no puede darse en soledad, en aislamiento, sino siempre en relación de uno con los otros.
Esta imagen de Dios nos diferencia del Judaísmo y el Islam, con los que compartimos la misma herencia de la fe en el Dios de Abraham. La Trinidad es una doctrina original del cristianismo.
El Símbolo de la Fe: Origen del Credo
La palabra griega Symbolon se refiere a un objeto partido: una moneda, un sello… que se utilizaba en contratos para el reconocimiento mutuo.
Cada una de las partes se quedaba con un trozo del Symbolon y cuando volvían a reunirse se juntaban para comprobar la identidad del portador.
El Credo se conocía también con el nombre de Símbolo de la Fe, porque servía como signo de identificación y reconocimiento entre los que compartían la misma fe.
Orígenes y Evolución del Credo
La Experiencia Inicial con Jesús
Durante la vida de Jesús (primeros años del siglo I), los primeros seguidores de Jesús lo conocieron, vieron y escucharon en primera persona.
Su fe en Jesús parte de esta experiencia de encuentro personal con Él durante su propia vida.
La Transmisión Apostólica y los Relatos Evangélicos
Los apóstoles, tras la muerte y resurrección de Jesús, empiezan a transmitir esta fe a las nuevas generaciones de creyentes, muchos de los cuales ya no conocieron a Jesús en vida. Durante el siglo I se escriben los textos del Nuevo Testamento. Los evangelios, en forma de relatos, recogen la experiencia de la fe en Jesús enseñada por los apóstoles de las nuevas comunidades.
La Formulación de la Fe en los Concilios
Hasta el siglo IV, los cristianos se expanden por el Imperio Romano, interactuando con la cultura helenística. Las interpretaciones de los relatos evangélicos no siempre estaban acordes con la fe recogida por la tradición en las comunidades cristianas, dando lugar a falsas ideas acerca de Dios y de quién es Jesús.
Para atajar estos problemas y aclarar qué es lo que la fe de la Iglesia afirma más allá de pareceres o interpretaciones, se buscó expresar las verdades de la fe en un lenguaje más preciso. Se usó un lenguaje racional y filosófico. En los concilios, con esta nueva forma de expresión, la fe de la Iglesia quedó fijada en fórmulas de fe, las cuales se recogieron en el Credo.
Propósito y Funciones del Credo
- Síntesis: Recoge el núcleo de las verdades fundamentales de la fe de la Iglesia.
- Unidad: Une a los creyentes, dándoles una identidad común.
- Interpretación correcta: Ofrece una referencia para la interpretación adecuada de los relatos evangélicos.
- Defensa contra errores: El Credo sirve para combatir herejías e interpretaciones erróneas.
Contenido del Credo: Versiones y Artículos de Fe
Hay dos versiones principales del Credo.
El Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, y desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
Dios Padre: Fuente, Creador y Cuidador
Dios es fuente de vida, origen de todo lo que existe. Se le representa como un Padre que da la vida, la cuida y sostiene a sus hijos constantemente, todo por amor.
Dios Creador
Creador de todo lo visible e invisible, llama a la existencia lo que no es. Como un padre, da la vida y desea el bienestar de sus criaturas.
Dios Cuidador
No solo crea el mundo y a las criaturas, sino que las cuida. Es un Padre que se preocupa, protege y provee a sus criaturas de todo lo que necesitan.
Dios Cercano
No es un Dios lejano. Es una imagen falsa compararlo con un relojero que pone en marcha el mundo y se desentiende de él. Al contrario, al igual que un Padre con sus hijos, Dios se ocupa de ellos y sostiene a todas las criaturas.
El Espíritu Santo: Señor y Dador de Vida
Solemos decir que «tener espíritu», hacer algo «con espíritu» es realizarlo con entusiasmo, con ánimo, con ganas, con fuerzas.
Es la fuerza del amor de Dios.
Cada persona, además de una vida biológica, tiene una vida en Dios. El Espíritu Santo es quien hace crecer esta vida, una vida como hijos de Dios.
El Espíritu Santo: Señor y Dador de Vida
El Espíritu Santo es quien lleva a plenitud la vida que Dios ha dado a cada persona. Los guía, los impulsa y les da fuerzas para unir su vida cada vez más a Dios.
El Espíritu Santo: Paráclito
Jesús prometió a los discípulos que enviaría el Espíritu Santo para que los acompañase. El Espíritu Santo es el Paráclito, el Defensor.
Es el Espíritu Santo el que impulsa a los discípulos a evangelizar, la fuerza que guía a la Iglesia y acompaña a todos los creyentes, uniéndolos cada vez más a Dios.
La Identidad de Jesús: Misterio y Títulos
Tanto para sus seguidores como para sus perseguidores, Jesús era una persona que no dejaba indiferente a nadie. Todos percibían que era muy especial y deseaban conocerlo en profundidad.
Al encontrarse con Él, todos acababan haciéndose preguntas sobre quién era ese hombre y qué significaba para sus vidas.
El misterio de quién es Jesús se debe a que, por la Encarnación, Jesús de Nazaret era también Dios.
Principales Herejías Cristológicas
Esta complejidad llevó a la aparición de imágenes falsas de Jesús en los primeros siglos: las herejías.
Arrianismo
Afirmaba que Jesús era solo un hombre y un gran profeta, muy especial, pero no Dios.
Docetismo
Sostenía que Jesús era solo Dios con apariencia de hombre, pero no era verdaderamente humano.
Títulos y Nombres de Jesús
Responder quién es Jesús es un misterio inagotable.
Son varios los nombres o títulos con los que la Iglesia se ha dirigido a Jesús, intentando responder a la pregunta sobre su identidad.
Jesús
El nombre de Jesús significa «Dios Salva».
Cristo
Nombre griego (Mesías en hebreo), significa «Ungido». Jesús es el Salvador enviado por Dios que Israel esperaba.
Hijo Único de Dios
Muestra la relación especial de intimidad entre Jesús y el Padre, y afirma que Jesús es Dios.
Señor
Adonai es el nombre con el que en el Antiguo Testamento los judíos se dirigen a Yahvé. Al aplicarse a Jesús, se le identifica con la divinidad.