Historia de España: Romanización, Descubrimiento de América, Decretos de Nueva Planta y más


Bases de la Romanización en la Península Ibérica

La romanización de la Península Ibérica fue un proceso complejo de aculturación que implicó la adopción de diversas facetas de la cultura y organización romanas por parte de los pueblos locales. Las bases de este proceso incluyen:

  1. La lengua latina: El latín se convirtió en el idioma predominante, facilitando la unificación lingüística de la península.
  2. Derecho romano: La introducción del derecho romano fue crucial para la estructura social y política, estableciendo leyes y normas comunes.
  3. Religión: El politeísmo romano inicialmente convivió con cultos locales, pero con el tiempo, se promovió el culto al emperador. Posteriormente, el cristianismo se difundió, especialmente después del Edicto de Milán en 313 d.C. y se oficializó bajo Teodosio en 380 d.C.
  4. Colonización: Aunque se permitía a los territorios mantener ciertas costumbres, la cultura romana se adoptó ampliamente, sobre todo entre las élites locales.
  5. Sistemas económicos: Los recursos mineros, agrícolas y pesqueros de la península se explotaron para integrar la economía local en el sistema productivo romano. La utilización de monedas romanas facilitó el comercio y las transacciones económicas.
  6. Cultura, arte y socialización: Las modas y costumbres romanas, incluidos los baños públicos y otras formas de socialización, se adoptaron extensamente.

Estos cambios no se distribuyeron uniformemente; algunas áreas resistieron más la influencia romana y mantuvieron aspectos distintivos de sus culturas locales.

El Descubrimiento de América por Cristóbal Colón

El desarrollo de la navegación, la necesidad de encontrar otra ruta comercial hacia la India, el interés por lograr una expansión territorial y religiosa con fines comerciales y económicos fueron algunos de los antecedentes que llevaron a España a adentrarse en el océano a través de rutas inexploradas con la promesa de obtener grandes ganancias. En 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe entre Colón y los Reyes Católicos, donde los reyes asumieron los gastos de la expedición y acordaron repartirse las ganancias del proyecto y nombrar a Colón almirante de la flota y virrey de las tierras ocupadas, a cambio estas tierras pasarían a integrarse en la Corona de Castilla.

La Unión Dinástica y Religiosa en España

La unión dinástica se refiere a la conexión o asociación entre dos territorios o reinos mediante el matrimonio de monarcas de diferentes dinastías (serie de reyes o soberanos que pertenecen a la misma familia real). Se basa en la herencia de la corona y la continuidad de la familia real, mientras que la unión política implica que cada reino tiene sus instituciones políticas diferentes (sistemas de gobiernos independientes). La unión religiosa en España durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna se caracterizó por la consolidación del cristianismo, específicamente del catolicismo, como la religión dominante en la península ibérica. Este proceso estuvo marcado por la Reconquista (una serie de campañas militares que tenían como objetivo la recuperación de los territorios controlados por los musulmanes). Por ejemplo, con los Reyes Católicos, en Aragón Isabel II es reina consorte y en Castilla es Fernando II de Aragón el rey consorte; ambos se casaron y su nieto Carlos I obtuvo ambos reinos ya unidos.

Los Decretos de Nueva Planta y la Centralización del Poder

Entendemos como Decreto una norma establecida unilateralmente de obligado cumplimiento. Estos sucedieron cuando Felipe V accedió al trono, puso en marcha un proceso de reforma administrativa e institucional del Estado a partir del modelo político implantado por Luis XIV en Francia y que se establecía sobre la base de un poder central sólido que controlaba el territorio con una sola ley para centralizar territorios. La oposición aragonesa a su entronización facilitó la tarea, ya que tras la Guerra de Sucesión estuvo en disposición de promulgar los Decretos de Nueva Planta, por los que quedaron abolidos los fueros. En Valencia y Aragón fueron derogados en 1707, en Mallorca en 1715 y en Cataluña en 1716. Con ello, se aplicaría en la Corona de Aragón el sistema legal, administrativo y fiscal de Castilla. La centralización se tradujo en la instauración de un sistema de contribución única que hizo que todos los reinos pagaran los mismos impuestos; además, se implantó un sistema jurídico organizado en torno a las audiencias y basado en el cuerpo legislativo de Castilla en el que el castellano se convirtió en la lengua de la Administración de Justicia. No obstante, Cataluña y Mallorca conservaron su derecho privado.

El Despotismo Ilustrado en España

El despotismo es el conjunto de actitudes y prácticas del déspota, que es la persona que tiene el máximo poder y abusa de él. A finales del siglo XVII surgió en Inglaterra una corriente de pensamiento basada en la razón que se conoció como Ilustración.

Desarrollada en el siglo XVIII (conocido como el «Siglo de las Luces» porque debía disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad mediante las luces del conocimiento y la razón), acabó poniendo en crisis el sistema político del Antiguo Régimen. Inspiró profundos cambios culturales y sociales, siendo uno de los más drásticos la Revolución francesa. Sus características son:

  • El predominio de la razón para alcanzar la verdad.
  • La defensa de la autonomía del poder político que debía controlar el poder religioso.
  • La concepción de la tolerancia religiosa como manifestación de la libertad y la pluralidad humana.
  • El interés por las actividades productivas.
  • La mejora de las condiciones de vida para lograr la felicidad y la valoración de la educación para difundir la razón.

En el ámbito político, se opone a los postulados del Antiguo Régimen porque defiende la soberanía nacional, la separación de poderes y el reconocimiento de las libertades individuales, basadas en los derechos humanos. El despotismo ilustrado unió el absolutismo monárquico con el espíritu reformista de la Ilustración. Carlos III fue su representante al asumir varias de las premisas de la Ilustración: la preocupación por mejorar la economía del país y el bienestar de sus súbditos para engrandecer el reino, mejorar la organización y la racionalización del Estado y la aceptación del rey como «hombre ideal» ilustrado. Sin embargo, no permitió ningún tipo de cambio político, de acuerdo con su lema de «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

Cartas Otorgadas, Decretos y los Reyes Católicos

Una Carta Otorgada es una norma en la que el rey se autolimita el poder y establece las reformas, procedimiento que se realiza a fin de modificar, mejorar, enmendar, actualizar o innovar algo lento y gradualmente; un ejemplo es el Estatuto de Bayona. Un decreto es una norma establecida unilateralmente de obligado cumplimiento en la que el rey queda por encima de la ley. Un ejemplo es el Decreto. Los Reyes Católicos intentaron afianzar el poder regio (el poder ejercido por la monarquía o el monarca en un sistema político) y para ello implantaron nuevas instituciones como:

  • La Santa Hermandad: organismo con carácter policial, primera policía rural en España.
  • Tribunal de la Inquisición: tuvo gran importancia en la uniformización religiosa, se encargaba de que se practicara la religión ortodoxa.
  • Consejo de Aragón y Castilla: órgano consultivo o deliberativo que se establece para asesorar en temas específicos.
  • Chancillerías: reorganización de la justicia, juzgados donde se impartía la justicia y se imponía el rey.
  • Aumento de impuestos y Contaduría Real de Hacienda: reforzamiento del sistema fiscal.
  • Control de las órdenes militares, mediante el nombramiento del rey Fernando como maestre de ellas.
  • Corregidor en las ciudades: era el alcalde o representante del rey en las villas y ciudades.
  • El Ejército profesional, en sustitución de las tradicionales huestes feudales, eran permanentes y tenían un coste por lo que les interesaban las guerras para obtener beneficios y mantenerlos productivos.

Califato, Emirato y Reinos de Taifas en Al-Ándalus

Un Califato, un Emirato y un Reino de Taifas son tres formas diferentes de organización política y territorial que existieron en la historia de Al-Ándalus, la región de la Península Ibérica bajo dominio musulmán. Un Califato es un gobierno islámico centralizado bajo un califa y es la forma más alta de gobierno en la tradición islámica, controla el poder político, económico, social y religioso. Un Emirato es una entidad gobernada por un emir, que es un líder musulmán con autoridad sobre una región específica, pero no tiene el estatus de un califa, controla el poder político, económico y social. Un Reino de Taifas es una colección de reinos independientes, provincias, en Al-Ándalus después de la caída del Califato de Córdoba con su propio monarca y no tiene una autoridad central fuerte, es decir, cada uno tiene su propio nivel de autoridad y organización política gobernadas por un Walí.

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