Literatura y teatro en España


Modernismo y Generación del 98 en España

En España, el Modernismo y la Generación del 98 son dos movimientos simultáneos que surgen a finales del siglo XIX y tienen el mismo origen: insatisfacción ante la literatura de la época y búsqueda de un lenguaje nuevo. En España, el sentimiento de desencanto surgido tras el desastre colonial del 98 dará lugar a la reacción de la llamada Generación del 98. El Modernismo surgido en Hispanoamérica en torno a 1880 buscaba la belleza absoluta y la perfección formal. El rechazo de la realidad cotidiana se traduce en dos alternativas en un modernismo externo y un modernismo intimista. Como características destacan la huida del prosaísmo y reivindicación de la belleza, evasión en el espacio y tiempo, renovación en el lenguaje literario, efectos plásticos, recuperación de estrofas clásicas, cultivaron el verso libre. Los metros preferidos fueron el Alejandrino, eneasílabo. El Modernismo en España fue más intimista e introspectivo y careció de la exuberancia y exotismo de Hispanoamérica. Destacan Antonio Machado, Juan Ramón Jimenez Arias Tristes. En la prosa sobresale Valle-Inclán con Sonatas, Rubén Darío Azul y Prosas Profanas.

La Generación del 98

La Generación del 98 toma su nombre en referencia a la fecha de la pérdida de las últimas colonias españolas. Los rasgos definitorios son la rebeldía frente a las políticas de la restauración, la reivindicación de la figura de Larra y el intento de redescubrir aspectos olvidados de la cultura española. Características comunes: distanciamiento de la generación realista y entronque con el irracionalismo y subjetivismo europeos. Revindican el concepto de intrahistoria, estilo sobrio con un lenguaje preciso, sencillo natural y antirretórico. Subjetivismo. Los autores más destacados son los siguientes: – Valle- Inclán: sus primeras obras narrativas están dentro de la estética modernista Sonatas. El ciclo novelesco El Ruedo Ibérico es una caricatura esperpéntica de la España de Isabel II. – Miguel de Unamuno: recoge sus temas centrales la preocupación por España de la que ofrece una visión desolada y conflictos entre razón y fe en sus novelas. Niebla, San Manuel Bueno mártir y la Tía Tula. – Pio Baroja: en la novela cabe todo reflexiones filosóficas confesiones políticas críticas sociales. Los protagonistas reflejan las preocupaciones filosóficas y suelen verse abocados al fracaso, destaca anillos la falta de voluntad. Su estilo es breve, claro y preciso. Sus novelas más destacadas: Camino de la perfección, El árbol de la ciencia y La Busca. – En sus ensayos Azorín atiende al tema de España punto en su narrativa propone tramas argumentales mínimas prioriza la descripción de ambientes y tiene un estilo minucioso. La voluntad y Antonio Azorín, Don Juan. – Antonio Machado es el gran poeta de la generación punto su producción pasa por una etapa modernista con soledades, Campos de Castilla pertenece a su etapa noventayochista. Arremete contra la España sumida en la miseria tras el desastre del 98. Y ofrece la esperanza de una nueva España. Machado homenajea a los literarios y pensadores de los que se considera discípulo como Unamuno o Valle Inclán.

Novecentismo y Vanguardias

El Novecentismo recibe diferentes denominaciones: generación del 14, de los intelectuales… Coexistirá en el tiempo con las literaturas de Vanguardia de los años 20 y con la Generación del 27. Se trata de un movimiento artístico y literario impulsado por un grupo de pensadores que se habían formado dentro de la órbita de la Institución libre de Enseñanza. Dieron A conocer muchas de sus ideas y creaciones en la revista España fue fundada por Ortega en 1915. Proclaman la deshumanización de la obra de arte y el intelectualismo va a favorecer la penetración y consolidación de las vanguardias europeas en España. Las características de la literatura novecentista: el europeísmo: analizan los problemas de España desde la perspectiva europea. Se ensalza la ciudad y lo urbano frente a lo rural, arte puro preocupación por la forma preocupación por el lenguaje y la literatura se destina a una minoría selecta. Los tres géneros novecentistas son el ensayo la novela y la poesía: ENSAYO: el ensayo fue uno de los géneros preferidos. Ensayistas destacados: Eugenio D´Ors, Gregorio Marañón, Manuel Azaña, Ortega y Gasset. Su obra ensayística gira en torno a dos temas principales España y el arte de los que surgen obras como España invertebrada y La deshumanización del arte. NOVELA: la renovación novecentista de la novela se produce con las obras de Ramón Pérez de Ayala que introduce fórmulas nuevas. Introduce en la novela de la época ironía y el humor así por ejemplo A.M.D.G. POESÍA: la poesía novecentista está representada por Juan Ramón Jiménez qué tradicionalmente se le ha venido considerando como el máximo representante de la poesía novecentista. Su ideal es el de crear belleza absoluta. En sus poemas observamos 3 conceptos fundamentales que dotan de cohesión a su poesía belleza inteligencia y eternidad. Entre los poemarios que escribió durante su período novecentista destacan Eternidades.

Generación del 27

Los años 20 y 30 del pasado S XX suponen un momento de esplendor en el ámbito cultural en nuestro país que se verá frenado por la Guerra Civil. Durante estos años destaca la Generación del 27 un sólido e influyente grupo poético que realiza una síntesis entre la poesía popular y las vanguardias. Los creadores más relevantes de la Generación del 27 fueron: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Alberti, Cernuda. La fecha de 1927 hace referencia a la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Los poetas del 27 conciben la poesía como un arte capaz de interpretar y renovar la realidad buscan siempre la perfección formal y mantienen un denominador común del grupo que es la tendencia al equilibrio. Que se observa en diferentes aspectos: poesía pura y sentimiento, conjugación de tradición y renovación, variedad de las estructuras métricas y en las formas populares y cultas. En cuanto a la evolución de los distintos poetas que conforman la Generación del 27 podemos decir que por lo general evolucionan desde una poesía pura vital idealista a una poesía social y comprometida sobre todo a partir de la llegada de la República. Durante la guerra civil esta vertiente se acentúa. Tras la misma y el asesinato de Lorca en agosto 1936 la mayoría marchan al exilio. PEDRO SALINAS: los 3 elementos básicos de su creación son la autenticidad la belleza y el ingenio sus dos obras maestras, La voz de ti debida y Razón de amor, lo consagran como el gran poeta de amor de su Generación. JORGE GUILLÉN: es el máximo representante de la poesía pura, por su obra canticos después evoluciona hacia posturas poéticas más comprometidas. GERARDO DIEGO: su obra presenta dos direcciones la poesía de vanguardia y la poesía clásica y tradicional. Paralelamente compone su poemario versos humanos de corte tradicional. DÁMASO ALONSO: su producción crítica eclipsa en numerosas etapas de su vida a la poética se centra en el cultivo de la poesía pura como Poemas puros poemillas de ciudad. Hijos de la ira está en la línea de poesía desarraigada de posguerra. VICENTE ALEIXANDRE: para él la poesía es comunicación su primera etapa manifiesta una profunda huella surrealista con imágenes oníricas y tendencia al verso libre Espadas como labios en su segunda etapa destaca Historia del corazón FEDERICO GARCÍA LORCA: su personalidad y su obra lo sitúan en la cabeza del grupo. Lo popular y lo culto van hermanados en su obra. Sus primeros libros suponen una fusión de lo tradicional con La Vanguardia el Romancero Gitano es un tema folclórico andaluz que se funde con elementos oníricos y surrealistas. Más adelante compone poeta en Nueva York poemario vinculada al surrealismo. Los sonetos del amor oscuro son las últimas obras del granadino RAFAEL ALBERTI: su poesía está caracterizada por una variedad de temas tonos y estilos. Se inicia en la estética neopopularista con Marinero de tierra. Le siguen una etapa gongorina encarnada en Cal y Canto y otra surrealista Sobre Los Ángeles. Finalmente, con el estallido de la guerra civil gira hacia un periodo comprometido. LUIS CERNUDA: ciudad se caracteriza por una gran sensibilidad exacerbada y su desacuerdo con El Mundo y su rebeldía. su centro temático es el deseo y la realidad. Destacan sus obras Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido y la realidad y el deseo. Su poesía del exilio cuyo tema principal es el recuerdo de la patria.

Novela española de 1939 a 1974

El ambiente de desorientación de los años cuarenta es acusado en la novela, cuya pobreza queda en condicionada por la censura. La nota común es la ausencia de innovaciones formales. La tendencia más importante es la novela existencial marcada por temas como la soledad, frustración, muerte, presencia de personajes marginales y desarraigados. El arranque de este tipo de novelas se produce en 1942 con Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte; Carmen Laforet con Nada (1945) y Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada (1947). Otras tendencias son la novela de evasión con Zunzunegui (¡Ay…estos hijos!, 1943). A mediados de los 50, la novela de los cincuenta arranca con La Colmena de Cela; se basa en ofrecer testimonio de la sociedad, el personaje colectivo, la visión o perspectivismo y la reducción espacio-temporal. En esta generación se publican El fulgor y la sangre de Ignacio Aldecoa. Estas obras sientan las bases de la novela social, a la que se sumarán autores de la generación anterior como Delibes, con obras como El camino. Los temas eran la injusticia, desigualdad y el estancamiento de la sociedad con propósito crítico. Aparte de las obras mencionadas, cabe destacar dentro de una obra más objetiva obras como: El Jarama de Sánchez Ferlosio.

Novela española de 1975 hasta la actualidad

El fin de la dictadura y la llegada de la democracia abren un nuevo periodo en la literatura. La desaparición de la censura y el acercamiento a Europa son hechos relevantes de esta nueva etapa. En los primeros años de la democracia se cultivarán todas las tendencias narrativas posibles. Contribuye la coexistencia de distintas promociones: la del 36, del 50, de los 60, los 80 y la generación X (90). La mezcla de estas generaciones narrativas, el auge de los premios literarios y el boom editorial dificultan la tarea de establecer tendencias unificadoras. A continuación, analizamos los autores y obras establecidos por la crítica actual. encontramos la meta novela, ejemplo de la literatura dentro de la literatura. Se cuenta una historia y los problemas planteados en su escritura. Destaca El desorden de tu nombre de Millás. Las Novelas líricas aspiran a ser textos creativos autónomos, acercándose al poema lírico. Destaca La lluvia amarilla De Julio Llamazares. La novela histórica desarrollada desde distintos puntos de vista imaginarios. Destaca el Capitán Alatriste de Arturo Pérez Reverte. La novela de intriga, basada en los esquemas de la novela negra. Destaca La verdad sobre el caso Savolta, de Mendoza. A partir de los 90, la generación X publica obras sometidas a criterios comerciales. destacan autores como: Juan Bonilla, Antonio Orejudo y Javier Cercas. se mueven de un tema a otro con fluidez parodiando la realidad de manera personal e irónica. La novela neorrealista centra su interés temático en la conducta de los jóvenes adolescentes. escribían una literatura comprometida con lo cotidiano, sus experiencias personales. hubo una campaña contra la generación x originada por la falta de originalidad imitadores de escritores extranjeros, pobreza en el lenguaje, coloquialismos… Recientemente, en cuanto a la narrativa, existe una nueva generación marcados por internet denominados la Generación Nocilla. surge ya que Nocilla Dream, de Agustín Fernández Mayo a finales del 2016. sus rasgos son la combinación de géneros, su transgresión, el uso del blog como medio de difusión… La novela española del siglo 21 sigue unos parámetros de absoluta libertad creadora. los temas son existenciales originados por la soledad intimidad erotismo amor muerte y crisis económica como las obras de Sara Mesa o los problemas relacionados con los estratos sociales en obras como las de Juan Tallón. no podemos concluir este tema sin dedicar unas palabras a la gran escritora Almudena Grandes, fallecida en 2021. perteneciente a la generación del 90. destaca su saga: Episodios de una guerra interminable.

Teatro de 1939 hasta la actualidad

. La Guerra Civil significó para el teatro español una ruptura importante. Los grandes renovadores del 98 y el 27 murieron o tuvieron que exiliarse. Durante el franquismo, se impuso una censura que dificultaba una visión crítica de la realidad. Predominó el teatro comercial y el público burgués. Los representantes de este tipo de teatro son Joaquín Calvo Sotelo (La visita que no tocó el timbre) y en los 50, Alfonso Paso (Usted puede ser un asesino). Continúa la renovación del teatro cómico iniciada por Miguel Mihura (Tres sombreros). Los estrenos de Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo y de Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre abren el camino hacia un teatro distinto, de temas existenciales y sociales abordados con actitud crítica desde una estética realista. Destaca Lauro Olmo (La camisa). Aparece el teatro social, un teatro de protesta y denuncia. Las corrientes dramáticas en las que se inscribe son el realismo y expresionismo. En los años 70, continua la ruptura entre el teatro comercial y teatro renovador. En el primero, destaca Jaime Salom. En el teatro renovador, en los años 60 y 70 se desarrolla una corriente de teatro experimental. El enfoque realista es sustituido por otros de tipo simbólico en busca del espectáculo total. Entre los grupos de autores más originados del siglo XX, destaca Francisco Nieva (Pelo de tormenta) y Fernando Arrabal (Pic-nic). Estos autores apenas estuvieron presentes en carteleras comerciales. A esta renovación contribuyeron los grupos de teatro independiente. Destaca el grupo de Los Goliardos, Tábano y La Cuadra.

Durante la Transición no se produjo el auge que auguraba la supresión de la censura. A partir de la creación del INAEM en 1978, ayudó a fortalecer el sector y promovió el estreno de obras teatrales con grandes montajes denominados “operación rescate”. Los autores jóvenes optaron por trabajar en salas alternativas. Es un teatro independiente acogiéndose a “teatros estables”. El teatro de la democracia tiene una pluralidad de temas estilos y formas; en los 90, ya están presentes en autores procedentes de grupos independientes como José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro) o José Sanchis Sinisterra (¡Ay, Carmela!), que sirven de modelo a la “Generación Bradomín”. Autores de esta generación son Paloma Pedrero (Invierno de luna alegre) y Juan Mayorga (Cartas de amor a Stalin). Otros característicos del teatro y los 80 y los 90 fue la falta de compromiso político, pero no se abandona la crítica social; se representan problemas cotidianos típicos de protagonistas jóvenes y se da entrada lo onírico, inconsciente e irracional a la intertextualidad, a procedimientos metateatrales y al humor. 

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