Los arabes antes de mahoma


 ISLAM (Ilustración de religión monoteísta)

Concepción de Dios

? Monoteísmo. Dios único: Alah. Perfecto. Clemente. Misericordioso. Se le atribuyen todas las perfecciones en grado sumo. Noventa y nueve epítetos expresan esta perfección (“Primero y Último”, “Poderoso”, “Protector”, “Perdonador”, “Inmutable”, etc.). El nº cien carece de expresión específica, pues alude a la incapacidad de la inteligencia humana para conocer la esencia de Alah. Se insiste de este modo en su absoluta trascendencia. El monoteísmo del Islam excluye la posibilidad de una trinidad de Personas (como en el cristianismo). Jesucristo, según la doctrina islámica, es un enviado de Dios, pero no Dios (“No hay dios, sino un Dios único…El Mesías, hijo de María, no es más que un enviado; antes que él han vivido otros enviados”, Corán, 5, 75).

? Creador de todas las cosas. “Todo lo que no es Alah es su creatura”. Por influjo de la teología cristiana se le conceden a A. operaciones ad intra o realizadas en “el interior” de él mismo: actos de amor, ira, etc. y ad extra, que se resumen en la creación y en la providencia. Las criaturas de Alah se dividen en espirituales (ángeles, demonios, “genios” ­– éstos, seres intermedios entre los ángeles y los hombres, somático-espirituales; se dividen en buenos o malos, según se hayan convertido o no al islamismo) y corporales (todas las restantes).

? Función remunerativa.

? Se revela a la humanidad desde sus comienzos y establece sucesivas alianzas. Confía su mensaje definitivo a los hombres a través del profeta Mahoma.

Consecuencias

Antropológicas

? El hombre es creado por Alah. La más perfecta entre las creaturas corporales, destinada por Alá al paraíso o al infierno. Un relato de la creación de Adán, hecho del barro, “de la arcilla moldeable”, señala que Alah obliga a los ángeles a postrarse ante él, orden que no acata uno de ellos (Iblis), por considerarse superior a los hombres, pues ha sido creado del fuego. Alah maldice entonces a Satanás y lo expulsa del paraíso.

? Parece como si el hombre careciera de libertad y estuviese sometido al fatalismo conforme a la predestinación de Alah (doctrina determinista). Sin embargo, Mahoma insiste en la necesidad de las buenas obras, que no tienen por sí fuerza salvífica, pero propician a Alah. La mayoría islámica no admite la libertad humana, o si lo hace, es muy rebajada. Mahoma, en el Corán, habla a favor o en contra de la libertad humana. Puede exaltar el libre albedrío o inclinarse finalmente por la absoluta omnipotencia divina, hasta el punto de afirmar la predestinación. El el seno del islamismo surgieron escuelas opuestas en este sentido: la de los yabristas, que afirman el determinismo sobre todas las creaturas; y la de los qadaríes, que, al contrario, tratan de armonizar con la libertad humana el decreto absoluto de Alah, predeterminante de los acontecimientos y los seres, y que llega a todas las creaturas, con la única excepción del hombre, si bien su libertad queda limitada en no pocos aspectos.

? Todos necesitados de salvación, sólo posible por la vuelta a Dios con fe absoluta y el “sometimiento” a la voluntad de Alah. Islam significa “sometimiento” o “sumisión” y musulmán o muslim, “sometido”.  Comprende la sumisión del hombre entero, o sea, de su entendimiento que se somete a los designios insondables de Alah y de la voluntad dispuesta a amar a Alah, a pesar de su incomprensibilidad, y a cumplir sus preceptos.

? Igualdad de todos los creyentes ante Alah y fraternidad de todos los musulmanes. Los lazos de sangre superados por los religiosos.

? Compuesto de cuerpo y alma: promesa de resurrección (castigos y premios vinculados a lo corporal-sensorial).

? En efecto, la predicación primera de Mahoma está centrada en las creencias escatológicas: creencia en el Último Día y en la vida futura (paralela a la del Día de la Resurrección y del Juicio Final). Tras el “interrogatorio de la fosa”, realizado por dos ángeles, anticipo del Juicio Final, que tendrá lugar una vez desaparecidos de la tierra todos los hombres y haberse producido la resurrección de los muertos, Alah juzgará al hombre, solo y desnudo ante su Señor, según sus acciones e intenciones, a fin de darle una justa retribución. El concepto de salvación se expresa también por el término “éxito” o “prosperidad”. Sin embargo, la idea de salvación se expresa mejor con términos como seguridad o protección: en Dios encuentra el género humano la definitiva seguridad.

? La escatología musulmana coincide en muchos aspectos con la cristiana debido al influjo de la Biblia en la vida y doctrina de Mahoma (el influjo cristiano se dio más bien por parte de la heterodoxia nestoriana y monofisita). Establece una salvación y una condenación eternas con simétrica correspondencia de la doble pena (dolor de la separación de Dios y tormentos) y del doble premio (contemplación de Dios y placeres sensibles). En el paraíso se proponen placeres de diverso tipo, en el orden material y sensorial, así como en el caso de los castigos infernales, concebidos con gran plasticidad y en términos de dolores y suplicios corporales (fuego, serpientes, agua hirviente junto a zonas glaciales). Cabe señalar que en el seno del islamismo hay corrientes inclinadas a una lectura y comprensión más bien literal del Corán, mientras que otras se inclinan por interpretaciones de tipo alegórico-simbólico.

Respecto del mal

? Los musulmanes creen en la existencia de ángeles malignos y del demonio.

Respecto de la verdad

? El mensaje de Alah se contiene en dos depósitos: el Corán (palabra escrita) y la sunna o “tradición” oral. Etimológicamente, Quran (Corán) significa “recitación salmodiada” o “declamación”.

? El autor del Corán no es Mahoma sino Alah, pues la predicación del profeta se reducía a decir la Sagrada Escritura, colocada en el cielo junto a Alah, que el Arcángel Gabriel le tradujo a la lengua árabe, usada por él y sus compatriotas. De esa Sagrada Escritura celeste proceden también los libros sagrados judíos y cristianos. Mahoma recibió la revelación definitiva. [Mahoma nació alrededor del 570 d.C., y recibió influjo judeo-cristiano: el profeta aceptó doctrinas judías y cristianas, sobre todo al comienzo de su predicación, pues, según su concepción, la revelación divina no estaba cerrada, sino abierta a posteriores manifestaciones de acuerdo con las necesidades de los tiempos; por eso Alah habría revelado su doctrina a los judíos, más tarde a los cristianos, y por fin a él, Mahoma]. En el Corán también de descubre un trasfondo autóctono, de tradiciones, costumbres y ritos árabes propios del tiempo de Mahoma.

? Respecto de la interpretación del Corán, el islamismo carece de un magisterio infalible y decisivo, a no ser cuando se produce el ichma o acuerdo común de toda la comunidad islámica, que ha intervenido en casos muy esporádicos. Respecto de los demás temas, que son la gran mayoría, se impone el parecer de cada creyente, es decir, el libre examen.

? La ortodoxia exige la fe en Alah, su profeta y el Corán, poner en práctica sus principios fundamentales, la creencia en la vida del más allá y la función remunerativa (premio-castigo) de Alah. Admitido este núcleo central de verdades, nadie puede ser acusado como hereje.

Respecto del obrar moral

? Pautado por El Corán y Mahoma (Escritura y tradición). Prescripciones impuestas por la Ley divina. Sin embargo, Mahoma no pretendió elaborar una completa teología dogmática y moral.

? Adorar a Alah, testimoniarle gratitud, obedecerle y evitar todo lo que no es propio de su divinidad universal constituye la primera obligación de todo hombre, de la cual será individual y personalmente responsable. Éste y otros deberes del hombre para con Alah, de naturaleza religiosa y ritual, y también de carácter civil, son derechos de Dios.

? el Islam es a la vez una religión, una cultura y una concepción de todos los aspectos de la vida social e individual.

? El Derecho musulmán está íntimamente ligado a la religión. El precepto jurídico se considera dictado por Alah directamente, por eso su incumplimiento es a la vez pecado e infracción jurídica y obliga sólo a los creyentes, siendo inmutable, pues Alah lo dictó para siempre.

? La moral islámica impone al creyente cinco preceptos cardinales (“pilares del Islam”).

? Mahoma es el  modelo de los muslimes, que deben procurar reproducir sus rasgos modélicos, las palabras y las acciones del profeta. Se estudiaron pormenorizadamente todas sus palabras, gestos y acciones, una vez recibida la relación escrita u oral de todos los que habían visto y oído a Mahoma. Así surge la sunna (tradición). La tradición responde a la pregunta: “¿Qué y cómo obraría o hablaría el profeta es este caso concreto, no regulado por el Corán?”.

Respecto del culto

? Se exige el sometimiento voluntario y personal a la voluntad de Alah mediante la oración y diversas prácticas rituales. Los buenos serán recompensados en el paraíso y los infieles castigados en el infierno.

? el Islam asocia la fe con las obras.

? El sólo hecho de recitar la fórmula: “No hay otra divinidad que Alah y Mahoma es su profeta o enviado”, dicha con intención, es necesaria y basta para que uno sea contado entre los musulmanes.

? Cinco pilares del Islam: oración cinco veces al día (a solas, o colectivamente, en la mezquita); el azaque o limosna; ayuno (una vez al año, durante el mes de Ramadán, desde el amanecer hasta la noche); peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida (lugar sagrado; ciudad cuna del islamismo; lugar de nacimiento del profeta Mahoma); y obligación de hacer la profesión de fe (que incluye la guerra santa, que no debe comprenderse sólo como guerra para la expansión de la fe islámica, sino también en términos de lucha interior). En general, cualquier acción cultual exige prácticas de purificación.

? El sufismo: tendencia heterodoxa vivencial, una rama del islamismo cuyos seguidores buscan la unión más íntima con Alah, al modo del misticismo cristiano. El proceso de acercamiento a Alah e identificación con él tiene dos etapas: la purificación y la “asemejación” con la deidad. La primera supone el arrepentimiento y conversión; la lucha o “guerra santa mayor” contra apetitos desordenados; soledad, silencio y retiro; temor reverencial de Alah; abstención de todo lo que no interesa para el adelantamiento de la vida interior; deseo de ver a Alah al margen del premio o el castigo. Segunda etapa: estar a solas con Alah en un estado psicológico peculiar, para el cual se requiere la intervención y el favor divinos. En su descripción del paraíso, el islamismo heterodoxo de los sufíes no abunda en imágenes sensoriales o sensuales, sino que en ella predominan las imágenes intelectuales, al estilo de la visión beatífica.

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