Principios Éticos Fundamentales
- Principios éticos básicos: Son normas fundamentales que guían el comportamiento moral, como la beneficencia, autonomía y justicia.
- Principios de beneficencia: Implica promover el bienestar ajeno y actuar para el beneficio de otros.
- El paternalismo: Es la intervención en la libertad de una persona para protegerla, aun sin su consentimiento.
- Principios de autonomía: Respetar la capacidad de una persona para tomar sus propias decisiones.
- Principios de equidad: Implica tratar a las personas de manera justa, reconociendo diferencias y necesidades particulares.
- Justicia como justeza o exactitud: «Justeza» es actuar conforme a lo que es moralmente correcto; «exactitud» se refiere a dar a cada quien lo que le corresponde.
- Justicia como cumplimiento de los contratos: Cumplir con los acuerdos y promesas hechas entre las partes.
- Justicia como equidad: Buscar la distribución justa de beneficios y cargas, reconociendo diferencias para garantizar igualdad real.
- El sujeto personal como fundamento de la eticidad: La ética se basa en la persona como ser autónomo y consciente, cuya dignidad y capacidad de tomar decisiones morales fundamentan las acciones éticas.
- Referenciales objetivos y responsabilidad personal: Aunque existen principios éticos universales, cada individuo es responsable de aplicar esos principios en sus decisiones y acciones.
- Sujeto y gestor del accionar moral: La persona es tanto el sujeto que actúa moralmente como el responsable de las consecuencias de sus actos, guiada por su conciencia y valores.
- Libertad y responsabilidad de la persona humana: La libertad humana implica la capacidad de elegir entre diversas opciones, pero esa libertad conlleva una responsabilidad moral sobre las decisiones tomadas.
- La tarea de la ética personal: Es el esfuerzo continuo por vivir de acuerdo con principios morales y éticos, tomando decisiones que promuevan el bien y la coherencia personal.
- Las opciones fundamentales de la persona: Son elecciones cruciales que dan forma a la identidad y el camino ético de una persona, reflejando sus valores y compromisos más profundos.
- Las virtudes como expresión de coherencia: Las virtudes son hábitos de comportamiento que reflejan la integridad moral y la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.
- Autonomía y heteronomía: La autonomía es la capacidad de actuar según principios propios, mientras que la heteronomía implica seguir reglas o normas impuestas desde fuera, limitando la libertad de elección.
- Norma de la confidencialidad: Obliga a mantener en secreto la información obtenida en un contexto profesional, garantizando la privacidad y confianza del paciente o cliente.
- Historia del secreto profesional: Surge en la antigüedad, especialmente en el ámbito médico y jurídico, como una protección ética y legal para asegurar la confianza entre el profesional y el individuo.
- Circunstancias en las que la obligación puede modificarse: La confidencialidad puede ser quebrantada si hay riesgo inminente de daño grave, como en casos de violencia, abuso o amenazas a la vida.
- La norma de la veracidad: Impone el deber de decir la verdad y evitar engañar a los demás, promoviendo la transparencia y la confianza en las relaciones profesionales y personales.
- Noción y justificación: La noción de una decisión válida se refiere a una elección que es legítima y moralmente correcta, basada en principios éticos sólidos; su justificación proviene de su alineación con el respeto a los derechos y la dignidad de los involucrados.
- Finalidad de posibilitar la decisión válida: Permitir que las decisiones sean tomadas de manera consciente y responsable, garantizando que sean éticas y respeten la autonomía y el bienestar de las personas.
- Condiciones del acuerdo válido: Un acuerdo es válido si se basa en el consentimiento libre y consciente de todas las partes, sin coacciones, engaños o influencias indebidas, y si es justo y equilibrado para todos los involucrados.
- La norma de la fidelidad a las promesas o acuerdos hechos: Exige que las personas cumplan los compromisos adquiridos, ya sea en relaciones personales o profesionales, como principio de coherencia y respeto mutuo.
- Concepto y alcances: La fidelidad implica mantener la palabra dada, cumplir contratos y compromisos, tanto en lo personal como en lo profesional, extendiéndose a las promesas explícitas e implícitas.
- Justificación ética de la fidelidad: Se justifica éticamente como un deber moral de honestidad y confianza, ya que la fidelidad a los compromisos fortalece las relaciones y garantiza la estabilidad y la credibilidad en la sociedad.
- Implicaciones y dilemas éticos: La fidelidad puede entrar en conflicto con otros valores, como la verdad o la justicia, cuando cumplir una promesa podría causar daño o ser injusto para otros, planteando dilemas éticos sobre cuándo y cómo mantener un compromiso.