Ejemplo de gramatica tradicional


EL LATÍN, LAS LENGUAS VULGARES Y LA ESPECULACIÓN LINGÜÍSTICA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII.//


Practica y especulación en el Renacimiento


Por lo que a lingüística se refiere, el Renacimiento se abre hacia mediados del siglo XV y puede cerrarse hacia mediados del siglo XVII. La razón para establecer un periodo tan amplio estriba en el tipo de trabajo que se lleva a cabo, bastante uniformes en su temática, y en las diferencias con las tareas desarrolladas antes y después de esas dos fechas. Se caracteriza por la confección de gramáticas latinas de corte tradicional, por la eclosión de las gramáticas de las lenguas vulgares. En definitiva, en el Renacimiento se componen gramáticas practicas, tanto del latín como de las lenguas vulgares, a partir de la metodología suministrada por los gramáticos y retóricos latinos (Prisciano y Quintiliano)
.
Los gramáticos del primer Renacimiento optaron por una lengua literaria basada en el usus y no en la causae de los lógicos y trataron de reemplazar las viejas gramáticas dialécticas. Como muestra de este gran impulso renovador, tengamos en cuenta De causis linguae latinae, de Escalígero, sesenta y nueve obras de gramáticas latina, entre ellas las de Nebrija (1480).
Las lenguas vulgares recibieron descripciones gramaticales sobre la base de la metodología utilizada para el latín, lo cual conllevaba otorgarles un prestigio semejante.

La primera gramática renacentista de una lengua románica será la de Nebrija en 1492 (gramática castellana)

Palsgrave escribirá la primera


gramática del francés; Fernando de Oliveira la primera gramática portuguesa.
La mayor parte de estas obras se inscribe dentro de la que podemos calificar como «orientación práctica» en los estudios gramaticales. Se trata de aquella orientación que, en lugar de buscar respuestas a los grandes interrogantes que plantea el lenguaje humano, acomete la descripción de una lengua a base de enumerar sus partes de la oración.
Los objetivos o finalidades que impulsaron a los gramáticos renacentistas no fueron siempre estrictamente los mismos en todas las obras. Ante todo, se tratará de realizar la descripción gramatical de una lengua vulgar con el fin de asimilar en excelencias a aquellas lenguas clasicas que habían sido descritas por medio de una gramática. Se forzará la busqueda de cinco o seis casos y se confeccionarán los paradigmas formales siguiendo muy de cerca las obras de Donato y Prisciano.

Algunos autores renacentistas se preocuparon por el futuro de las lenguas. Sabían que el latín era lengua del pasado y pensaban que empezó a dejar de existir como lengua viva cuando desapareció el poder en Roma. En consecuencia los renacentistas escribirán gramáticas de las lenguas vulgares para prevenir ese futuro en el que ya no existirian como lenguas vivas. De esta forma las futuras generaciones podrían leer los «hechos loables» y estos permanecerían en la memoria de los hombres.
El aprendizaje de la gramática latina se realizaría con menor agobio si se habían hecho estudios gramaticales de y en la propia lengua.
La estructura de las gramáticas del


Renacimiento se ajusta con bastante fidelidad a la disposición de las obras greco-latinas. Comienza por el propio estudio de las letras, de sus combinaciones y pronunciación (ortografía y prosodia); pasan luego al estudio más extenso de las partes de la oración (etimología); desarrollan brevemente los problemas relativos a la construcción (sintaxis) y acaban con un apartado bastante heterogéneo que comprende el tratamiento de las infracciones y tambien el de las figuras poéticas. Por ejemplo, el libro I de la gramática de Nebrija contiene «ortografía»; el libro II contiene «prosodia»; el libro III contiene «etimología»; el libro IV contiene «sintaxis»; y el libro V contiene un manual para el aprendizaje del castellano dirigido a extranjeros.
En gramática como esta tiene interés primordial el capítulo de la «etimología» dedicado al estudio de las partes de la oración.
En estas obras se aíslan las partes de la oración y cada una de ellas es definida por sus características referenciales (el nombre designa cosas, etc.). en el nivel inferior de análisis, a cada elemento de una parte de la oración se le aplican unos determinados accidentes (piedra es común, primitivo, simple, femenino, singular y nominativo) sin variaciones apreciables respecto de la gramática greco-latina.
Los autores que se inscriben dentro de esta corriente teórica o especulativa no pretenden elaborar gramáticas cuyo único y primordial objetivo sea enseñar la lengua latina. Ahora, el acento se desplaza hacia la indagación de los fundamentos de esa lengua y, más en general,


del lenguaje humano.
Se ha producido un cambio de orientación. Ahora se pretende profundizar en un conocimiento que excede con mucho de los propósitos prácticos: se trata de investigar las razones y estructura del latín; de interpretar mejor la obra de Prisciano, de prolongarla y enriquecerla. Y otra parte reprocharon que hubiese hecho una gramática sin bases teóricas.
Ni la Minerva es una obra enteramente original, como a veces se ha pretendido. No obstante, si que podemos considerarlo como un buen exponente de la orientación teórica y como el punto en que se acumulan algunos de los mejores logros de la reflexión lingüística de su tiempo. A su vez, la obra de Brocense tendrá un peso decisivo en dos obras capitales de la gramática racional. La obra se plantea como una indagación de las razones profundas de los usos lingüísticos y se asienta sobre dos principios metodológicos: el uso de los mejores literatos latinos y la razón; no sobre las afirmaciones de dudosas autoridades gramaticales a cuya superficialidad y errores.
La gramática «arte de hablar correctamente» tiene por objetivo el estudio de la oración correcta y, en contra de la cuatripartición tradicional, se articula en dos grandes bloques temáticos: el estudio de las partes de la oración, o «etimología», y el de las construcciones, o «sintaxis». De estos dos grandes bloques de Minerva, es el segundo el que ha suscitado los mayores y más generalizados elogios. Las partes de la oración son tres: nombre, verbo y partículas.
A lo largo de la obra, son muchos los temas


que deberían destacarse, merece especial atención el estudio de la elipsis, se define este fenómeno como la falta de una palabra o de varias en construcción correcta. La conjunción no une casos iguales, como neciamente se enseña, sino oraciones solamente. Y, con mayor explicitud la conjunción no une casos ni otras partes de la oración, como enseñan los ignorantes.
Ante ejemplos es necesario matizar la distinción entre estructura profunda y estructura superficial. El Brocense puede quedar como un buen representante de esa corriente que ha coexistido con la gramática practica y que solo en nuestros días ha podido llegar a desplazar el enfoque estrecho y bastante irrelevante de aquellas gramáticas cuyo objetivo es establecer, pura y simplemente, las partes de la oración para una determinada lengua.

La gramática de Port-Royal


Hemos llegado a un tema que hoy es considerado central en la historia de la lingüística. La lingüística cartesiana de Chomsky, la Grammaire générale et raisonnée de Port-Royal ha sido revalorizada. Este tema tiene un cierto calor como piedra de toque porque quien acomete la tarea de historiar la lingüística difícilmente puede dejar al margen las propias opciones teóricas y el marco de trabajo en que se mueve.
Señala Chomsky que la gramática universal de los filósofos de Port-Royal surge en amplia medida como una reacción contra una actitud estrechamente «descriptiva«, según la cual el único objetivo de la descripción lingüística seria los datos del lenguaje actualizados. Sin


embargo, esta «reacción» no es tan radical como imagina Chomsky porque único de sus autores Lancelot compuso cuatro métodos prácticos para aprender el latín, el griego, le italiano y el castellano. Diríamos que la búsqueda de una gramática universal aparece aquí «en paralelo» y como fundamentación de las gramáticas particulares. Junto a Lancelot, Arnaul hará las aportaciones lógicas y psicológicas.
La originalidad de los gramáticos de Port-Royal estriba en considerar el lenguaje como manifestación de operaciones básicas que realiza la mente humana.
Lancelot declara de hecho de trabajar en las gramáticas de lenguas diversas le ha llevado a indagar sobre las razones de cierto fenómenos lingüísticos comunes a todas ellas.

La gramática es el arte de hablar


Hablar es manifestar los propios pensamientos por medio de unos signos que los hombre han inventado con este fin

En la obra de Port-Royal no hay ni intenciones normatistas, ni tiene peso especifico el recurso a las autoridades literarias.
Lancelot y Arnauld recurrirían a ejemplos de ad hoc en la mayoría de los casos, elaborados por ellos mismo u aptos para ilustrar los fenómenos lingüísticos que estudian. Además, estos autores dan prioridad al lenguaje en las primera y fundamental de sus vertientes: la oral. En segundo lugar hay que destacar que en esta definición de gramática se realiza, ya desde el comienzo de la obra y era la Grammaire el hilo conductor de todo el discurso gramatical.
En opinión de los gramáticos de Port-Royal, los signos de que nos servimos los seres humanos


para expresar nuestro pensamiento tienen dos vertientes: una dimensión «material» y otra «espiritual». La primera la compartimos con algunos animales; y la segunda es propia de los humanos y en su estudio se extenderán los autores. En el ámbito del pensamiento son tres las operaciones básicas: concebir, juzgar y razonar. Concebir es captar y conocer las cosas materiales o inmateriales (ejemplo la tierra y la redondez); juzgar es afirmar de una cosa que concebimos que es de tal manera o no es de tal manera (ejemplo la tierra es redonda); la tercera operación razonar no es sino una extensión de la anterior: de dos juicios se extrae un tercero y esto queda ilustrado con un típico silogismo.
A partir de aquí hablar no será ya simplemente expresar los pensamientos; sino expresar los juicios que hacemos sobre las cosas que concebimos. Esta manifestación se produce por medio de las proposiciones, constituidas por un sujeto y un atributo, que expresan conceptos, unidos ambos por el verbo ser.
Esta distinción entre los conceptos y la señal de la afirmación servirá para articular toda la gramática: las partes de la oración se dividirán en aquellas que expresan conceptos (nombre, pronombres, etc.) y aquellas que marcan la afirmación (verbo, conjunción, etc.). tres son los temas tratados por Lancelot y Arnauld.

En primer lugar, la intención de universalismo a lo largo de la Grammaire. Dado que existen dos clases de ideas (las singulares y las generales). También poseen los nombres el accidente de género.
Ahora bien, Lancelot y Arnauld son conscientes de que no todo son universales lingüísticos.


Por esto se anota que el numero puede presentar variaciones según las lenguas.
El segundo tema que abordamos aquí es la concepción que del verbo tienen los gramáticos de Port

Royal


Existen dos grandes clases de verbos: un grupo constituido por el verbo ser y otro en el que se contienen todos os demás. El primero es el verbo «substantivo» de la tradición especulativa y simplemente expresa la afirmación; los otros engloban la afirmación más el atributo y son llamados verbos «adjetivos».
Según Chomsky, la distinción entre dos niveles de descripción gramatical es una cuestión que surge con particular claridad en la Gramática de Port-Royal;
Y es que para la lingüística cartesiano no es preciso que las estructuras profundas y superficiales sean idénticas. Son dos los lugares decisivos en los que se distinguen estos diferentes niveles de análisis: en el t5ratamiento del genitivo y en el del pronombre relativo.
El genitivo es un caso con el que se marca, en principio y de un modo muy general, la relación de pertenencia.
El segundo de los lugares en que se manifiesta este análisis en dos niveles es el estudio del pronombre llamado «relativo». Existen dos tipos de frases: las frases simples y las frases compuestas. El análisis llega a su mayor grado de explicitud cuando abordan el estudio de la frase. A veces también las marcamos explícitamente y para esto sirve el relativo (ejemplo Dios que es invisible ha creado el mundo que es visible). En palabras de Chomsky, para los gramáticos de Port-Royal una frase


Tiene aspecto mental interno y un aspecto físico externo, como serie de sonidos


Sus análisis superficial en frases puede que no indique las conexiones significantes de la estructura profunda por medio de un signo formal o por la colocación efectiva de las palabras. La estructura profunda se representa en la mente cuando se produce la expresión física.
A partir de estas observaciones podemos llegar a concluir que en la Grammaire no se utiliza la terminología chomskiana, los autores dieron muestras bastante claras de que estaban en condiciones de realizar un análisis profundo y de que podían llegar a alcanzar un nivel de adecuación muy superior al de la gramática tradicional. Tenemos en los gramáticos de Port-Royal un ejemplo de hasta qué punto es preciso postular otros niveles de interpretación.
La obra de Chomsky tuvo mucha fortuna y nos solo en Francia. Las numerosas reediciones y la proliferación de nuevas obras continuadoras de la línea marcada por los señores de Port-Royal son un claro testimonio de su transcendencia

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