2. en los primeros versos de la obra, se manifiesta un primer defecto del comendador. ¿cuál?


Como un jazmín del país:Este texto adopta la forma de milonga, un ritmo tradicional del campo rioplatense, que se compone de versos octosílabos en distintas combinaciones estróficas (cuartetos, sextillas, octavas o décimas). Para el presente caso se adopta la cuarteta, con rima asonante en los versos pares, pero en la penúltima estrofa, por repetición de los dos primeros versos, se canta una sextilla (algunos cantantes hacen lo mismo en la tercera estrofa).El texto tiene un carácter épico lírico, en tanto expresa estados afectivos, pero para ello refiere una acción, con dos personajes reconocibles: el muchacho y la moza. El poema está narrado desde una tercera persona, que se manifiesta en la primera y penúltima estrofas, para dar paso a las palabras del muchacho en el resto del texto. No se trata de un narrador omnisciente, en tanto no revela lo que sienten y piensan en su fuero interno los personajes. Esto añade al poema una acertada nota de misterio: no se nos revela por qué la moza deja partir al muchacho, ni tampoco qué sentimiento hay en el silencio con que recibe la noticia de su muerte en nuestra última guerra civil (la de 1904). Pero un sentimiento parece haber, como sugiere la mirada a los ojos. Cuál sea ese sentimiento o sentimientos, debe dilucidarlo el lector del poema u oyente de la canción. Tampoco se nos revela quién sea este testigo que cuenta la historia, porque no es cosa importante. En esta economía de recursos (no gastar tiempo ni texto en decir algo más que lo imprescindible) W.B. continúa por la senda del Romancero. Debe tenerse en cuenta que este autor, de vastísimas lecturas, combina en su poesía lo culto y lo popular, así como también lo tradicional y lo moderno.Este es un poema de amor juvenil (hay un muchacho y una moza) pero la acción se ubica en un contexto histórico que obliga a madurar rápido: la mención de Aparicio (Saravia) nos indica que estamos en 1904, fecha del último alzamiento armado del Partido Nacional contra el gobierno de José Batlle y Ordóñez, en el que Saravia fuera el líder político y militar del Partido Blanco. Ese “yo me voy con Aparicio” viene a significar que el muchacho parte, por sus ideas y por su lealtad al caudillo, rumbo a la guerra que ha estallado o es inminente. Parte rumbo a la guerra, donde hay que matar y se puede morir. Como efectivamente ocurre: Saravia muere el 10 de setiembre de 1904, tras ser herido en la batalla de Masoller (con gran coraje y poco criterio militar, Saravia peleaba en primera fila, con visibles caballo y poncho blancos) y el soldado fallece en la misma acción (“cuando cayó con Saravia”). Benavides refleja bien el compromiso vital que tenían nuestros paisanos con sus caudillos, que eran, más que líderes políticos, referentes para todos los asuntos de la vida y modelos de hombría, a los que había que seguir, más por magnetismo personal que por comprensión de las ideas políticas que levantaban.Como en todo amor (y más si amor de muchacho) hay un inicio en el ver (“desde el comienzo te vi”), una concentración de la atención en la persona amada (la ve en la vigilia pero también en el sueño), y una idealización de esa belleza (“como un jazmín del país”, planta de pequeñas flores blancas de delicado perfume). La forma de estas flores permite enaltecer más a la muchacha amada, pues se parecen a estrellitas, con lo que, de algún modo, al verla como un jazmín del país, la pone por los cielos (se define ese parecido con las estrellas mediante la expresión “pequeña flor constelada”: los agrupamientos de flores en la planta parecen constelaciones de estrellas). El muchacho compara a la moza con algo que le es querido y que, al tratarse de una flor blanca, también podría ser emblema de su compromiso político, una flor guardada en su corazón por amor a la moza y a sus principios.En este poema, Benavides retoma el tópico del amor entre enemigos: “Yo me voy con Aparicio / sé que otra divisa labran /tus manos y llevarán / los varones de esta casa.”. La familia de la moza es colorada (“divisas”, eran las cintas, blanca o colorada, que los hombres llevaban en el sombrero, para indicar su pertenencia partidaria, sobre todo en las guerras civiles, donde de ambos bandos peleaba numerosa tropa irregular no uniformada, y la divisa era el único modo de distinguir amigos de enemigos) y los “varones de (su) casa”, también irán a la guerra, pero en el bando opuesto al de muchacho. Caso de amarlo, la moza se vería en un múltiple conflicto de lealtades: amor contra lealtad política, pero también amor – pasión contra amor de familia. Nótese, de paso, la división de los roles según el género: los hombres van a pelear, las mujeres tejen o bordan las divisas (dos apuntes: 1) W.B. no lo dice, porque es obvio: también esperan angustiadas, cuidan heridos y lloran maridos, hijos o hermanos muertos 2) Hubo no pocas “chinas” que siguieron a sus hombres al combate y, en algún caso, empuñaron la lanza o el fusil).Como en muchos textos sobre el amor entre enemigos, uno de ellos, en este caso el muchacho, ofrece al amor y al otro un sacrificio supremo: renunciar a sus principios y lealtades, por el amor. Debe notarse que se trata de un pecado de amor: por fidelidad al amor se traiciona las ideas y lealtades políticas o patrióticas, así como también que, de aceptarse ese sacrificio, la felicidad de amar queda teñida, al menos en parte, de culpa y vergüenza. Véase el poder del amor: es la única cosa que podría detenerlo.Pero la muchacha lo mira a los ojos y calla, silencio que mantiene al enterarse de su muerte en combate. ¿Será desamor e indiferencia? ¿Será desprecio por el enemigo? ¿Será que la lealtad de buena hija y hermana le impide aceptar el amor que le ofrece el muchacho? ¿O será que lo ama y respeta y no puede aceptarle un sacrificio que lo condenaría a la culpa y la vergüenza? El texto no dice, y es el lector u oyente quien deberá decidirse por uno o varios de estos motivos posibles. Pero la mirada a los ojos no parece indicar desprecio. Este poema de amor y de muerte se concluye con las palabras del muchacho (perfume de la alta noche / pequeña flor constelada / en el patio con aljibe / y en mi corazón guardada”), que acaso, años después, fueran palabras de la muchacha vuelta mujer, al recordar un amor de juventud tan generoso como imposible.


Fuenteovejuna:Acto primero:El comendador va con sus criados a ver al maestre de Calatrava en Almagro. Están en su habitación esperándole porque no sabía que estaban allí.Cuando llega el maestre le dice el comendador que el sucesor de Enrique IV quieren que sea Alonso de Portugal, pero también quiere serlo Fernando de Aragón. Por eso viene a proponerle que tome a Ciudad Real que divide a Andalucía y a Castilla. El maestre acepta y el comendador se marcha a donde vive, Fuente Ovejuna.Allí mientras, en la plaza hablan dos labradoras, Pascuala y Laurencia, sobre el comendador porque a éste le gusta Laurencia y le manda a sus criados para hacer de alcahuetes. Mientras hablan, vienen tres labradores, Mengo, Barrildo y Frondoso, que están discutiendo sobre la existencia del amor porque Mengo lo niega.Mientras todos discuten, entra el comendador con una banda de músicos y sus criados para celebrar la victoria del maestre. Cuando acaban los músicos de tocar, Pascuala y Laurencia se iban a ir cuando el comendador las manda quedarse para contarles la batalla, pero al final no se quedan por culpa de un criado del comendador que se metió con ellas.Dos regidores de Ciudad Real fueron a ver a los reyes para pedirles refuerzos, ya que en la batalla murieron muchos soldados. El rey se los dio porque tenía miedo que Alonso de Portugal les atacara viendo oportunidad. Así que el rey mandó a Don Manrique a buscar las tropas.En Fuente Ovejuna el comendador sigue acosando a Laurencia, e incluso le llega a hacer una proposición pero allí estaba Frondoso para defenderla.

Acto segundo:Están en la plaza de Fuente Ovejuna, Esteban y un regidor hablando cuando llegan Leonelo y Barrildo y se ponen a hablar del campo de la sabiduría y de los estudios, ya que Leonelo era licenciado en derecho. Entonces llegan Juan Rojo y un labrador.Mientras todos hablan llega el Comendador, Ortuño y Flores. Todos están conversando cuando el Comendador pide a Esteban que le junte con su hija. Todos salen a favor de Esteban ya que este no lo podía hacer. El Comendador se enfadó muchísimo y les echó a todos de la plaza, menos a sus criados, con los que se pone a hablar, entre otras cosas, de la venganza que este quiere tomar contra Esteban y contra Frondoso por lo que pasó en el arroyo, y las mujeres del pueblo. De repente viene un soldado para decir al Comendador que en Ciudad Real hay una batalla porque Alonso de Portugal quiere conquistarla y tiene que ir a ayudar al Maestre. El Comendador se debe ir..En el campo de Fuente Ovejuna están Mengo, Laurencia y Pascuala hablando de lo que pasó el otro día a Laurencia con el Comendador y de cómo Frondoso salió a defenderla. Entonces viene Jacinta corriendo porque la persiguen el Comendador y sus criados para llevársela. Al oír esto Pascuala y Laurencia se van, pero Mengo se queda para defenderla pero no lo consigue y se la llevan.Están en casa de Esteban, Laurencia y Frondoso que hablan de lo que pasó aquel día en el campo. Llegan a casa Esteban y el regidor que hablan del Comendador. Tras saber que estaban en casa Frondoso y Laurencia, hablan con ellos sobre si es adecuado que Frondoso se case con Gila. Laurencia opina que hay mucha diferencia de edad, entonces, Esteban le pregunta a su hija si le quiere y ella dice que sí. Así quedan comprometidos y Frondoso se queda muy contento.Al poco tiempo cuando el Comendador llega de Ciudad Real tras haber perdido la batalla, se está celebrando la boda entre Frondoso y Laurencia. Entonces la detiene y se llevan a Laurencia y a Frondoso.

Acto tercero:Escena II:Sienten que la pérdida del honor es de todos y se plantean la venganza
colectiva. Como posibles soluciones, se descarta acogerse a la protección de los
RRCC y abandonar la ciudad; también se plantean matar al Comendador pero a
pesar de invocar la protección divina y de tratarse de un caso de legítima defensa,
los villanos no se sienten plenamente justificados para cometer el tiranicidio.TEMAS:El fondo temático de la obra es muy tratado. Por ejemplo el dramaturgo Cristóbal de Monroy tiene una obra con idéntico título. En la obra se distinguen los siguientes temas: – La rebelión popular – El honor – El amor.La rebelión popular: no es una solución que se plantee desde el principio, los
campesinos apelan primero a la justicia divina y solo ante la constatación de que la
situación en el pueblo no hace sino empeorar, deciden tomarse la justicia por su
mano. La escena en que llega Laurencia desmelenada a la junta de los hombres y los
insulta repetidamente es crucial porque las dudas se disipan y se inicia la rebelión.
Al ser un delito colectivo y no haber confesiones particulares, queda sin castigo
aunque los RRCC lo censuran.
El honor: aparecen dos concepciones contrapuestas, la aristocrática que defiende el
Comendador, y la ascendente, defendida por el pueblo de Fuente Ovejuna. Para la
primera el honor únicamente lo poseen los nobles y se transmite por herencia; según
el Comendador, no se ve empañado por la injusticia, la arbitrariedad y la prepotencia
de sus actos. En cambio para la segunda el honor se adquiere mediante el ejercicio
de la virtud, la dignidad de la persona no es consecuencia de la calidad de su cuna.
Conocemos las afrentas contra el honor de los villanos por la acción y por
referencias en las palabras de algunos personajes. En el primer caso están el intento
de forzar a Laurencia, el azotamiento de Esteban con su propia vara, el azotamiento
de Mengo por los criados al intentar defender a Jacinta y la entrega de ésta a los
soldados. Por referencias conocemos las afrentas a la mujer de Pedro Redondo por
el Comendador y sus criados y las afrentas a todo el pueblo en general.
Según el código no escrito del honor, las afrentas han de lavarse con sangre.
El Comendador no piensa que sus vasallos alberguen esos pensamientos, cree que
les son impropios como cree que sus atropellos no ensucian a Fuente Ovejuna.
El amor: se da en una dimensión teórica y en una dimensión práctica; la teoría la
ponen en el acto 1º Mengo, Barrildo y Laurencia, que defienden la concepción del
amor de Aristóteles, Pitágoras y Platón, respectivamente. En la práctica el amor
aparece referido a lo social como solidaridad entre clases y en el plano individual se
da el amor sensual, el “mal amor” del Comendador y el puro de la relación entre
Laurencia y Frondoso

Yo soy ardiente, yo soy morena:A modo de presentación tres mujeres se describen y se ofrecen al poeta.
La primera es morena, pasional, desenfrenada e irresistible. La segunda es rubia, tierna, sensual y buena amante. Estos dos tipos de mujer son rechazados por el poeta. En cambio, la mujer espiritual, intangible, idealizada, la que no le ama, es la que persigue.

Estructura externa.Se trata de un texto completo escrito en verso.
El poema consta de tres estrofas formadas por cuatro versos decasílabos; por tanto son versos simples de arte mayor. Los versos impares riman en asonancia entre sí; mientras que los pares riman en consonante. No hay ninguna estrofa en la métrica clásica española con esta estructura. Ya sabemos que los poetas románticos emprenden una renovación de los esquemas métricos utilizados hasta entonces y que se propusieron una absoluta libertad creadora al escribir.El acento estrófico recae en sílaba impar; por tanto el ritmo es trocaico.Conviene subrayar que todos los versos se dividen en dos partes, en algunas ocasiones muy marcadas («Yo soy ardiente, yo soy morena»; «Mi frente es pálida; mis trenzas de oro»; «Soy incorpórea, soy intangible»). La división se aprecia particularmente en el último verso de cada estrofa, donde cada parte se atribuye a una voz o personaje diferente.

Estructura interna.El poema se organiza como si se tratara de un diálogo entre una voz masculina, -presente en la última parte de cada estrofa-, y tres  voces femeninas, que se describen a sí mismas con el uso reiterado del pronombre «yo» -una mujer morena, otra rubia y,  la última sin unos rasgos precisos- y que interrogan, acto seguido, a la voz masculina que cierra cada estrofa.

Tema.Modelo de mujer ideal de la que está enamorado el poeta.Incapacidad de encontrar una mujer concreta que colme los anhelos amatorios del poeta.

Intencionalidad y actitud.Es obvio decir que la actitud del poeta es subjetiva. Y hablando de un poeta romántico esta subjetividad es aún mayor. Como género principal de este movimiento, la poesía es una muestra del yo más íntimo del poeta, llegando a un exhibicionismo sentimental del que nunca antes se había visto en poesía.¿Qué persigue Bécquer en este poema? La interpretación ha de continuar con lo expresado en la formulación del tema. Parece reflexionar sobre su incapacidad para enamorarse de una mujer real y quizá próxima. Parece ser que el poeta no se queja de las dificultades para encontrar una mujer que se enamore de él, pues dos mujeres concretas, -las dos se presentan como buenas amantes-, se ofrecen y las rechaza. Y se muestra obsesionado por un modelo de mujer que no existe. ¿Esto cómo puede interpretarse? La primera posibilidad es que la imagen de mujer que se ha formado en su cabeza no se materialice en nadie en concreto. La segunda, que el poeta se haya enamorado de una mujer que le resulta inalcanzable y que, además, lo rechaza.

Tipo de texto.Se trata de un texto literario perteneciente al género lírico. Como ya se ha comentado en otro momento, es un poema que consta de tres estrofas. También se ha dicho el poco respeto que los románticos mostraron por las estructuras métricas anteriores y cómo inventaron otras, llevados por un afán creador que no se impuso límites. En concreto, además, Bécquer, muy influenciado por una lírica muy íntima que venía de Alemania, Heine –también por el poeta inglés Byron-, huyó de la poesía grandilocuente y demasiado retoricista de otros poetas románticos.Por el asunto que trata y la actitud, el poema es el mejor formato para comunicar su mensaje. Y como texto literario encontramos recursos retóricos que son especialmente utilizados en estos mensajes.

Valoración personal.De una manera al mismo tiempo sencilla y también expresiva y muy bella, el poeta ha logrado plasmar sus inquietudes amorosas.Creo que el poema es una muestra de perfección, tanto desde un punto de vista formal, como en cuanto al desarrollo del tema que el poeta quiere comunicar.Estos son algunos de los aspectos de este arte de comunicar poéticamente.En primer lugar, estructurar el conflicto amoroso en forma de diálogo en el que participan tres mujeres, que representan tres modelos diferentes, que hablan con el poeta. Se describen y se ofrecen en el caso de las dos primeras para rechazarlas, y el poeta es a su vez rechazado en el tercer caso. El análisis del mundo amoroso, por su propia naturaleza, abstracto, se concreta de una forma precisa de este modo. Además, la forma de diálogo proporciona dinamismo y brevedad. En tan solo unos versos, Bécquer ha logrado comunicar un sentimiento muy complejo.Pero, además, observamos una correlación magistral entre el acierto del contenido y la forma de comunicarlo, no solo por la perfección métrica –ritmo, organización paralela de los contenidos…- sino por la propia selección de los términos y por su sencillez.La forma de sentir de cada ser humano es particular, especialmente la experiencia amorosa. Sin embargo, se puede afirmar que la mayor parte de los sentimientos de este tipo son muy parecidos y entran a formar parte de los conflictos relacionados con el entendimiento amoroso.No se ha dicho anteriormente, pero sabemos el rechazo que Bécquer sintió por la musa de sus poemas, la elegante cantante de ópera Julia Espín. Parece como si el poeta sufriera por enamorarse de una mujer que no le corresponde. Este desdén que sufrió Bécquer es difícil que haya persona que no lo haya sentido en alguna ocasión. Por eso, se comprende tan bien la desazón emocional que expresa el poeta por no ser correspondido por la persona que ama.Con todo no queda muy claro si el asunto principal es este rechazo. El discurso literario, y más el poético, por esencia es evocador y casi nunca denotativo en cuanto su significado. Si no conociéramos su biografía, la otra interpretación podría ser las dificultades que siente el poeta para encontrar una mujer concreta en la que fijar su amor. Se le presentan los dos modelos de mujer más común, con sus características positivas en los dos casos, y son rechazadas. Es como si el poeta no fuera capaz de enamorarse de una mujer de carne y hueso. Como si la imagen de mujer ideal que se ha formado en su cabeza no fuera capaz de representarla en ninguna amante concreta. Esta dificultad le produce angustia porque es un amor imposible.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *