Comentario de texto de deseo de fusión espadas como labios Vicente aleixandre


Pedro Salinas


La poesía es para él un modo de conocimiento de realidades profundas, una forma de acceso a la esencia de la realidad. Entre 1923 y 1931 publica Salinas sus primeros libros: Seguro azar. Fábula si o. Se inscriben en la poesía pura, bajo el influjo predominante de J. Ramón Jiménez. En ellos es donde aparecen a veces temas emparentados con el Futurismo: la electricidad, la máquina, el radiador. Pero ya en esos poemas sabe encontrar un sentido profundo, oculto, en los objetos. Tras estos comienzos vienen sus dos obras maestras: La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1 936). Ambas confieren a Salinas su talla de gran poeta del amor. En efecto, pocos lo igualaron en la sutileza con que supo ahondar en el sentimiento amoroso. Una vez más, trasciende las puras anécdotas para encontrar la quintaesencia más gozosa de las relaciones amorosas. Desde una posición claramente antirromántica, el amor es -en vez de sufrimiento- una prodigiosa fuerza que da plenitud a la vida y sentido al mundo. Es enriquecimiento del propio ser y enriquecimiento de la persona amada..

Jorge Guillén

  Guillén pasa por ser el máximo representante de la poesía pura. Pero no se olvide que, frente a una poesía «químicamente pura» (es decir, inhumana, simple), afirmaba Guillen: «Me decido por la poesía compuesta, compleja, por el poema con poesía y otras cosas humanas». Dio a toda su producción literaria un título único, Aire nuestro, que abarca tres ciclos poéticos: Cántico Clamor y Homenaje. Cántico(1928) es una expresión de entusiasmo ante el mundo y ante la vida. El poeta se complace en la contemplación de la belleza de todo lo creado. La obra es, por tanto, un sí a la vida. Clamor en oposición a la anterior, es una obra de gritos de protesta. Así, los poemas de este nuevo ciclo dan testimonio del desorden, la confusión, las injusticias, la miseria, la muerte. Sin embargo, su denuncia no empaña su fe en el hombre y en la vida. Si Cántico y Clamor formaban como un díptico -cara y cruz de la realidad-, en 1967 se añade Homenaje, de contenido muy distinto. Se recogen poemas a diversas figuras de la historia, de las artes y de las letras, de Hornero a los contemporáneos.

Gerardo Diego

  Se distinguen en su obra dos direcciones: la poesía de vanguardia y la poesía clásica o tradicional. En el primer aspecto destaca como representante español del Creacionismo. A este tipo de poesía alude la siguiente frase del autor: «Creer lo que no vimos, dicen que es la Fe; crear lo que nunca veremos, esto es la Poesía». Ejemplos de esta tendencia son las obras Imagen (1922) y Manual de espumas (1924), libros audaces, originalísimos y deslumbrantes; es una poesía de libre imaginación, al margen de toda lógica y de cualquier referencia a la realidad inmediata. Dentro de la línea tradicional, cultivó los más variados temas y en las más variadas formas. A esta vertiente corresponden: El romancero de la novia (1918), con influjo ROMántico y Alondra de verdad (1941), espléndida colección de sonetos. 

Federico García Lorca

  El talante de Lorca nos ofrece un doble rostro: de un lado, su personalidad arrolladora, llena de vitalidad, desbordante de simpatía; de otro lado -más hondo-, un íntimo malestar, un dolor de vivir, un sentimiento de frustración, como anuncio de su trágico destino. Este malestar, esta frustración, laten en toda su obra, junto a manifestaciones de creación bulliciosa, llenas de gracia y hasta juguetonas. Si hubiera que enunciar un tema que unificara, desde lo más profundo, su producción poética y teatral, sería éste: el tema del destino trágico. Su poesía es una poesía de profundas raíces populares. Lo popular y lo culto van también hermanados en su obra: vida y canciones del pueblo vivifican su sabia y exigente creación. Entre sus obras destacan: • Poema del Cante (fondo, el libro de «la Andalucía del llanto», un libro lleno de ayes, de dolor, de muerte. Lorca expresa su dolor de vivir a través del dolor de los cantes «hondos» de Andalucía. • Romancero gitano refleja la comprensión simpática de los perseguidos: del gitano, del negro, del judío… El poeta canta fraternalmente a esa raza marginada y perseguida. Eleva el mundo de los gitanos a la altura de un mito moderno y el significado de este mito es evidente: el tema del destino trágico, seres marcados por la frustración y abocados a la muerte, seres al margen de un mundo convencional. • Poeta en Nueva York, fruto de su estancia en esa ciudad, denuncia el poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina, la injusticia social, la deshumanización. La técnica surrealista, el versículo amplio y la imagen ilógica le sirven para expresar ese mundo ilógico. 

Rafael Alberti

La poesía de Alberti asombra por la gran variedad de temas, tonos y estilos. En efecto, en su producción alternan la poesía pura, el humor, la angustia, la pasión política, etc. Él mismo confesaba en 1931 lo siguiente: «He intentado muchos caminos aprovechándome a veces de aquellas tendencias estéticas con las que simpatizaba. Los poetas que me han ayudado, y a los que sigo guardando una profunda admiración, han sido Gil Vicente, los anónimos del Cancionero Y Romancero españoles, Garcilaso, Góngora, Lope, Bécquer, Baudelaire, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado». Su primera obra. Marinero en tierra, aparece en 1925 y cosecha ya el máximo triunfo (Premio Nacional de Literatura). La inspiración fundamental es’ nostalga de su tierra natal, de sus salinas, de su mar. En su mayor parte, los poemas se inspiran en las formas ligeras de la lírica popular. Los ritmos populares y graciosos continúan en el alba del alhelí (1925-26). El libro siguiente, Cal y canto (1926-27) supone un notable cambio de rumbo hacia lo culto y lo vanguardista. A partir de entonces se produce una crisis; las ideas, las creencias y los sentires del poeta se tambalean. En esas circunstancias compone su obra maestra y uno de los libros claves de su generación: Sobre los ángeles (1927-28). Como en el caso ya estudiado de Lorca, lo primero que se aprecia es una ruptura radical con el lenguaje poético tradicional. La técnica empleada es la surrealista: imágenes totalmente libres, predominio del versículo… El poeta se ve expulsado de un paraíso perdido, errando por un mundo caótico y sin sentido, con el calma vacía y el cuerpo deshabitado. En tomo a él, esos ángeles que simbolizan la crueldad, la tristeza, la desesperanza, la muerte… Dámaso Alonso Dámaso Alonso se ha llamado a sí mismo «poeta a rachas». En efecto, sus momentos de creación intensa se hallan separados por etapas dedicadas a sus otros menesteres (investigador y crítico). Su obra más importante es Hijos de la ira (1944), obra fundamental de la posguerra y que se sitúa en el centro de loque su mismo autor ha llamado poesía desarraigada, tipo de poesía para quienes el mundo es un caos y una angiustia, y la poesía una frenética búsqueda de ordenación y de ancla. Dentro de esta línea, la obra es un inmenso grito de protesta contra la crueldad, el odio, la injusticia, contra toda la podredumbre que el poeta ve en torno; por otra parte, aparecen una serie de angustiadas preguntas a Dios sobre el sentido de la vida, sobre la mísera condición del hombre. Sin embargo, por debajo de todo esto, alienta un desbordado amor a la vida y la ira del poeta deja paso, a veces a intensas ráfagas de ternura.

Vicente Aleixandre

Su vocación poética se despertó con la lectura de Rubén, Machado y Juan Ramón. La influencia de los dos últimos queda manifiesta en su poesía inicial. Luego descubre el Surrealismo, que habrá de marcar buena parte de su producción: hermetismo, imágenes visionarias. En sus últimas obras el lenguaje se va haciendo más sencillo. Parte Aleixandre de una concepción del hombre tremendamente pesimista. El hombre es sólo imperfección, dolor, angustia. A esta etapa pertenecen sus obras: Espadas como labios (1930), La destrucción o el amor (1932-33), donde se encierran algunos de los poemas amorosos más intensos que se han escrito en nuestro tiempo y Sombra del paraíso (1939-43), que es la visión del cosmos en su gloria, antes de la aparición del hombre y, con él, del dolor y la limitación. En una segunda etapa se inscribe Historia del corazón (1945-1953), obra que supone una nueva mirada y una nueva concepción. La novedad radica en que el hombre es mirado ahora positivamente. La palabra clave de esta etapa sería solidaridad, el hombre sigue siendo una criatura que sufre, pero ahora el poeta admira su quehacer valiente y doloroso.

Luis Cernuda

Le caracterizó una personalidad solitaria y dolorida, con una sensibilidad exacerbada, vulnerable. Se sintió un «inadaptado», con «cierta vena protestante y rebelde». El puesto que ocupa dentro de la poesía del momento es muy especial, él mismo decíaque su inconformismo lo ayudó «a escapar a las modas». Sin embargo esto no es del todo aplicable a sus primera etapas. Sí es cierto que emprendíó un camino inconfundible y solitario; rechazó los ritmos musicales, buscando el versículo largo o los versos encabalgados para romper el ritmo, rechazó también la rima y el lenguaje brillante, inclínándose por el tono coloquial. Sus temas dominantes son la soledad, la añoranza de un mundo habitablepara él, el ansia de belleza perfecta y, sobre todo, el amor. Cernuda amparó sus diversos libros bajo el título común La realidad y el deseo, título que expresa el conflicto medular de su vida y de su creación poética. Se incluyen los siguientes títulos:

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *