Comentario la reforma agraria



Ley de Bases de la Reforma Agraria. 1932


El texto que se nos propone para comentar se trata de un fragmento de la Ley de Bases para la reforma agraria, una ley que fue aprobada en 9 de septiembre de 1932 por las Cortes durante la República./ Al recibir el texto tal como fue escrito, y al ser dirigido de manera directa, se trata de una fuente histórica (ya que hace referencia a un determinado período histórico) primaria y directa. En cuanto a la naturaleza del texto, es necesario indicar que se trata de un texto jurídico, pues consiste en un conjunto de leyes dirigidas al pueblo español. No obstante, posee un acusado carácter económico-social, ya que el propio título indica, es una ley para llevar a cabo una reforma agraria, una reforma con la que se pretende mejorar la calidad de vida de las personas (jornaleros) que trabajan en el campo, así como modernizar la economía del país. El autor es un colectivo de juristas y políticos de las Cortes que aceptan estas leyes como método legislativo en relación con la economía de España, una economía de la que forma parte también el pueblo español, por lo que queda patente que el destinatario es el conjunto de personas que viven en el territorio español, los españoles. / Para una mejor comprensión del texto, es necesario enmarcarlo dentro de su contexto histórico, la  II República, más concretamente en el Bienio Progresista o Azañista (1931-1933). Este método de gobierno sin monarquía (republicanismo) se implantó en el país debido a la situación crítica a la que se había llegado durante el reinado de Alfonso XIII, una situación que se basaba en dos profundas crisis (la crisis de 1909 y 1917) que hicieron tambalear la Restauración de Cánovas del Castillo. Dichas crisis, económicas e ideológicamente fueron en consecuencia de la pérdida de las colonias americanas en 1898 y de la crisis económica basada en la subida de los precios de los productos españoles por la mayor demanda de los países participantes en la Gran Guerra. A esto hemos de añadir el terrorismo vinculado a los grupos del sindicato anarcosindicalista (CNT), la desaparición de los líderes (Canalejas y Dato) del sistema político que se estaba llevando a cabo en ese momento, y por tanto, la descomposición de dicho sistema político (la sucesión de gobiernos más débiles que no son capaces de resolver los problemas del país ni de dar respuesta a la demandas fuera del turnismo)… y no hemos de olvidar el deterioro de las relaciones entre los jefes militares de Marruecos y el gobierno español, agravadas por el desastre de Annual en 1921. Primo de Rivera intentó dar solución a esta situación instaurando una dictadura que intentará acabar con el problema de marruecos, frenar los movimientos anarquistas y nacionalistas, construir grandes obras públicas… Sin embargo, a pesar de las mejoras que proporcionó a España, este sistema, debido a su pensamiento conservador, dotó a un país de un atraso cultural y social importante, hecho que provocó las críticas de gran parte de la sociedad española y la posterior dimisión del dictador. En ese mismo año cuando se intentó restablecer la normalidad constitucional anterior al golpe de Estado de 1923. Sin embargo, a la sociedad española no le bastaban las buenas intenciones de los gobiernos de Berenguer o Aznar pues reclamaba cambios políticos o acordes con la situación real del país./ es en este contexto cuando el republicanismo experimentó un auge espectacular, estableciendo pactos con los partidos de izquierdas, destacando el Pacto de San Sebastián, por el cual se comprometía a derribar a la monarquía. Para ello, un Comité revolucionario se encargaría de preparar el golpe de Estado, que sería apoyado por una huelga general (apoyo de la población civil) tras la incorporación al pacto de la UGT y CNT. Sin embargo, las sublevaciones militares no tuvieron éxito. Es en esta situación de levada tensión cuando se convocaron elecciones generales, en las cuales triunfó la coalición republicano-socialista en las ciudades (donde no alcanzaba la influencia de los caciques), mientras que en el campo (caciquismo) triunfaron las derechas. Con estos resultados, el Rey, consciente de la situación, decide marcharse al exilio, proclamándose a la misma vez la II República. En un primer momento, se estableció un gobierno provisional, con Alcalá Zamora con presidente, cuyos objetivos fueron llevar a cabo una serie de mediadas (reformas militares, reformas laborales, reforma electoral,…), así como convocar lecciones a Cortes Constituyentes el 28 de junio de 1931, elecciones de las cuales salieron victoriosos los republicanos, teniendo una representación completamente mayoritaria en las Cortes para poder decidir acerca de cómo sería la Constitución de 1931.

Ley de Bases de la Reforma Agraria. 1932


El texto que se nos propone para comentar se trata de un fragmento de la Ley de Bases para la reforma agraria, una ley que fue aprobada en 9 de septiembre de 1932 por las Cortes durante la República./ Al recibir el texto tal como fue escrito, y al ser dirigido de manera directa, se trata de una fuente histórica (ya que hace referencia a un determinado período histórico) primaria y directa. En cuanto a la naturaleza del texto, es necesario indicar que se trata de un texto jurídico, pues consiste en un conjunto de leyes dirigidas al pueblo español. No obstante, posee un acusado carácter económico-social, ya que el propio título indica, es una ley para llevar a cabo una reforma agraria, una reforma con la que se pretende mejorar la calidad de vida de las personas (jornaleros) que trabajan en el campo, así como modernizar la economía del país. El autor es un colectivo de juristas y políticos de las Cortes que aceptan estas leyes como método legislativo en relación con la economía de España, una economía de la que forma parte también el pueblo español, por lo que queda patente que el destinatario es el conjunto de personas que viven en el territorio español, los españoles. / Para una mejor comprensión del texto, es necesario enmarcarlo dentro de su contexto histórico, la  II República, más concretamente en el Bienio Progresista o Azañista (1931-1933). Este método de gobierno sin monarquía (republicanismo) se implantó en el país debido a la situación crítica a la que se había llegado durante el reinado de Alfonso XIII, una situación que se basaba en dos profundas crisis (la crisis de 1909 y 1917) que hicieron tambalear la Restauración de Cánovas del Castillo. Dichas crisis, económicas e ideológicamente fueron en consecuencia de la pérdida de las colonias americanas en 1898 y de la crisis económica basada en la subida de los precios de los productos españoles por la mayor demanda de los países participantes en la Gran Guerra. A esto hemos de añadir el terrorismo vinculado a los grupos del sindicato anarcosindicalista (CNT), la desaparición de los líderes (Canalejas y Dato) del sistema político que se estaba llevando a cabo en ese momento, y por tanto, la descomposición de dicho sistema político (la sucesión de gobiernos más débiles que no son capaces de resolver los problemas del país ni de dar respuesta a la demandas fuera del turnismo)… y no hemos de olvidar el deterioro de las relaciones entre los jefes militares de Marruecos y el gobierno español, agravadas por el desastre de Annual en 1921. Primo de Rivera intentó dar solución a esta situación instaurando una dictadura que intentará acabar con el problema de marruecos, frenar los movimientos anarquistas y nacionalistas, construir grandes obras públicas… Sin embargo, a pesar de las mejoras que proporcionó a España, este sistema, debido a su pensamiento conservador, dotó a un país de un atraso cultural y social importante, hecho que provocó las críticas de gran parte de la sociedad española y la posterior dimisión del dictador. En ese mismo año cuando se intentó restablecer la normalidad constitucional anterior al golpe de Estado de 1923. Sin embargo, a la sociedad española no le bastaban las buenas intenciones de los gobiernos de Berenguer o Aznar pues reclamaba cambios políticos o acordes con la situación real del país./ es en este contexto cuando el republicanismo experimentó un auge espectacular, estableciendo pactos con los partidos de izquierdas, destacando el Pacto de San Sebastián, por el cual se comprometía a derribar a la monarquía. Para ello, un Comité revolucionario se encargaría de preparar el golpe de Estado, que sería apoyado por una huelga general (apoyo de la población civil) tras la incorporación al pacto de la UGT y CNT. Sin embargo, las sublevaciones militares no tuvieron éxito. Es en esta situación de levada tensión cuando se convocaron elecciones generales, en las cuales triunfó la coalición republicano-socialista en las ciudades (donde no alcanzaba la influencia de los caciques), mientras que en el campo (caciquismo) triunfaron las derechas. Con estos resultados, el Rey, consciente de la situación, decide marcharse al exilio, proclamándose a la misma vez la II República. En un primer momento, se estableció un gobierno provisional, con Alcalá Zamora con presidente, cuyos objetivos fueron llevar a cabo una serie de mediadas (reformas militares, reformas laborales, reforma electoral,…), así como convocar lecciones a Cortes Constituyentes el 28 de junio de 1931, elecciones de las cuales salieron victoriosos los republicanos, teniendo una representación completamente mayoritaria en las Cortes para poder decidir acerca de cómo sería la Constitución de 1931.

Ley de Bases de la Reforma Agraria. 1932


El texto que se nos propone para comentar se trata de un fragmento de la Ley de Bases para la reforma agraria, una ley que fue aprobada en 9 de septiembre de 1932 por las Cortes durante la República./ Al recibir el texto tal como fue escrito, y al ser dirigido de manera directa, se trata de una fuente histórica (ya que hace referencia a un determinado período histórico) primaria y directa. En cuanto a la naturaleza del texto, es necesario indicar que se trata de un texto jurídico, pues consiste en un conjunto de leyes dirigidas al pueblo español. No obstante, posee un acusado carácter económico-social, ya que el propio título indica, es una ley para llevar a cabo una reforma agraria, una reforma con la que se pretende mejorar la calidad de vida de las personas (jornaleros) que trabajan en el campo, así como modernizar la economía del país. El autor es un colectivo de juristas y políticos de las Cortes que aceptan estas leyes como método legislativo en relación con la economía de España, una economía de la que forma parte también el pueblo español, por lo que queda patente que el destinatario es el conjunto de personas que viven en el territorio español, los españoles. / Para una mejor comprensión del texto, es necesario enmarcarlo dentro de su contexto histórico, la  II República, más concretamente en el Bienio Progresista o Azañista (1931-1933). Este método de gobierno sin monarquía (republicanismo) se implantó en el país debido a la situación crítica a la que se había llegado durante el reinado de Alfonso XIII, una situación que se basaba en dos profundas crisis (la crisis de 1909 y 1917) que hicieron tambalear la Restauración de Cánovas del Castillo. Dichas crisis, económicas e ideológicamente fueron en consecuencia de la pérdida de las colonias americanas en 1898 y de la crisis económica basada en la subida de los precios de los productos españoles por la mayor demanda de los países participantes en la Gran Guerra. A esto hemos de añadir el terrorismo vinculado a los grupos del sindicato anarcosindicalista (CNT), la desaparición de los líderes (Canalejas y Dato) del sistema político que se estaba llevando a cabo en ese momento, y por tanto, la descomposición de dicho sistema político (la sucesión de gobiernos más débiles que no son capaces de resolver los problemas del país ni de dar respuesta a la demandas fuera del turnismo)… y no hemos de olvidar el deterioro de las relaciones entre los jefes militares de Marruecos y el gobierno español, agravadas por el desastre de Annual en 1921. Primo de Rivera intentó dar solución a esta situación instaurando una dictadura que intentará acabar con el problema de marruecos, frenar los movimientos anarquistas y nacionalistas, construir grandes obras públicas… Sin embargo, a pesar de las mejoras que proporcionó a España, este sistema, debido a su pensamiento conservador, dotó a un país de un atraso cultural y social importante, hecho que provocó las críticas de gran parte de la sociedad española y la posterior dimisión del dictador. En ese mismo año cuando se intentó restablecer la normalidad constitucional anterior al golpe de Estado de 1923. Sin embargo, a la sociedad española no le bastaban las buenas intenciones de los gobiernos de Berenguer o Aznar pues reclamaba cambios políticos o acordes con la situación real del país./ es en este contexto cuando el republicanismo experimentó un auge espectacular, estableciendo pactos con los partidos de izquierdas, destacando el Pacto de San Sebastián, por el cual se comprometía a derribar a la monarquía. Para ello, un Comité revolucionario se encargaría de preparar el golpe de Estado, que sería apoyado por una huelga general (apoyo de la población civil) tras la incorporación al pacto de la UGT y CNT. Sin embargo, las sublevaciones militares no tuvieron éxito. Es en esta situación de levada tensión cuando se convocaron elecciones generales, en las cuales triunfó la coalición republicano-socialista en las ciudades (donde no alcanzaba la influencia de los caciques), mientras que en el campo (caciquismo) triunfaron las derechas. Con estos resultados, el Rey, consciente de la situación, decide marcharse al exilio, proclamándose a la misma vez la II República. En un primer momento, se estableció un gobierno provisional, con Alcalá Zamora con presidente, cuyos objetivos fueron llevar a cabo una serie de mediadas (reformas militares, reformas laborales, reforma electoral,…), así como convocar lecciones a Cortes Constituyentes el 28 de junio de 1931, elecciones de las cuales salieron victoriosos los republicanos, teniendo una representación completamente mayoritaria en las Cortes para poder decidir acerca de cómo sería la Constitución de 1931.


 Es así como comenzó el bienio progresista (1931-1933), una etapa de la República en la que el gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña continuó con algunas de las reformas que llevó a cabo, tales como la mejora de la educación (construcción de colegios, aumento del salario de los profesores, programa de formación de profesores), leyes a favor de los obreros y jornaleros (derecho a vacaciones, derecho a huelga, ampliación de prestaciones a ancianos y embarazadas) posibilidad de ofrecer Estatutos de Autonomía a aquellas regiones que se sintiesen más autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia), la separación Iglesia-Estado (matrimonio civil, derecho al divorcio, fin de la actividad docente de la iglesia, secularización de los cementerios, confiscación de los bienes de los jesuitas)… hemos de destacar la Ley de Reforma
Agraria, una ley que surgió en una situación d enfrentamientos entre patronos, que preparaban una asociación de propietarios agrarios para hacer frente a las reformas y tratar d anularlas, y los jornaleros, que se exasperaban aumentando las huelgas y los conflictos con la guardia civil, lo que dio lugar a los trágicos sucesos de Castilblanco (Badajoz) y Arnedo (La Rioja)./ a la hora de realizar un análisis más profundo del texto, es necesario destacar como idea principal que esta reforma agracia, dirigida a la desaparición del latifundio, a la penalización de las propiedades improductivas y a la concesión de estímulo al esfuerzo productivo, tenía como objetivo dar cobertura a la agricultura y, por tanto, a la economía del país. Para llevar a cabo la expropiación de los grandes latifundios y el posterior reparto de tierras entre los campesinos, se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria), que realizaba informes acerca de las tierras que se iban a expropiar y repartir. El texto se divide en dos partes: en la primera parte (líneas 1-7) se hace referencia a que lo dictado en ese documento es aplicable a todos los terrenos del territorio español (“las tierras del Estado…podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen”), siendo ejecutada dicha ley por el IRA. En la segunda parte (líneas (-12) se indican los requisitos que van a condicionar que un terreno sea expropiado y repartido o no. Así pues, vemos claramente que le objetivo de esta ley es aprovechar todas esas tierras que están siendo mal cultivadas (“tierras que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta”) , y poder repartirlas entre los campesinos (“a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital…”). ES necesario indicar que la puesta en práctica de esta sistema resultó lenta, y los resultados fueron reducidos, debido principalmente a los difíciles trámites burocráticos, las dificultades para terminar el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando con la paralización de dicha ley en 1933 con el cambio de signo político. Esto provoco una decepción entre los campesinos sin tierras, lo que dio lugar al aumento de la conflictividad social en el campo, destacando un levantamiento anarquista de una pequeña población de Cádiz, Casas Viejas, que resultó ser un escándalo por la dura represión a la que se vio sometida dicha revuelta. Es importante este hecho porque dio lugar a la dimisión de Azaña, así como la perdida de confianza de la población den los partidos de izquierdas, lo que llevaría a la victoria de las elecciones de los partidos de derechas en 1933 (Bienio negro)./ como conclusión, queda claro que uno de los objetivos del gobierno de Azaña durante el Bienio progresista es poner fina a la cuestión de la tierra, un problema crucial heredado desde la Edad Media y agravado tras las desamortizaciones, en un país abrumadoramente rural. El principal problema es que la mayoría de la tierra se concentraba en una pocas manos, por lo que la tierra estaba mal aprovechada. Además, al estar en manos de unos cuantos terratenientes, el resto de los jornaleros tenia que vivir a consta de estas enriquecidas personas, trabajando numerosas horas al día en pésimas condiciones. Así pues, el objetivo de la Ley de Reforma Agraria era expropiarlos grandes latifundios, pudiendo repartirlos entre las comunidades de campesinos. Sin embargo, este objetivo se quiso cumplir en un momento de gran tensión, pues los propietarios preparaban asociaciones para hace frente a las reformas, mientras que los jornaleros, desesperados, se revolvían en huelgas y conflictos que conducía a enfrentamientos con la Guardia Civil. Esto complicó todo el complejo sistema que el gobierno quería llevar a cabo. Además, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones y el largo tiempo que necesitaban los distintos procesos legales hizo que esta ley se pusiera en práctica de manera muy lenta, provocando la decepción de los campesinos, con lo cual aumentó la conflictividad en el campo.

Es así como comenzó el bienio progresista (1931-1933), una etapa de la República en la que el gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña continuó con algunas de las reformas que llevó a cabo, tales como la mejora de la educación (construcción de colegios, aumento del salario de los profesores, programa de formación de profesores), leyes a favor de los obreros y jornaleros (derecho a vacaciones, derecho a huelga, ampliación de prestaciones a ancianos y embarazadas) posibilidad de ofrecer Estatutos de Autonomía a aquellas regiones que se sintiesen más autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia), la separación Iglesia-Estado (matrimonio civil, derecho al divorcio, fin de la actividad docente de la iglesia, secularización de los cementerios, confiscación de los bienes de los jesuitas)… hemos de destacar la Ley de Reforma Agraria, una ley que surgió en una situación d enfrentamientos entre patronos, que preparaban una asociación de propietarios agrarios para hacer frente a las reformas y tratar d anularlas, y los jornaleros, que se exasperaban aumentando las huelgas y los conflictos con la guardia civil, lo que dio lugar a los trágicos sucesos de Castilblanco (Badajoz) y Arnedo (La Rioja)./ a la hora de realizar un análisis más profundo del texto, es necesario destacar como idea principal que esta reforma agracia, dirigida a la desaparición del latifundio, a la penalización de las propiedades improductivas y a la concesión de estímulo al esfuerzo productivo, tenía como objetivo dar cobertura a la agricultura y, por tanto, a la economía del país. Para llevar a cabo la expropiación de los grandes latifundios y el posterior reparto de tierras entre los campesinos, se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria), que realizaba informes acerca de las tierras que se iban a expropiar y repartir. El texto se divide en dos partes: en la primera parte (líneas 1-7) se hace referencia a que lo dictado en ese documento es aplicable a todos los terrenos del territorio español (“las tierras del Estado…podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen”), siendo ejecutada dicha ley por el IRA. En la segunda parte (líneas (-12) se indican los requisitos que van a condicionar que un terreno sea expropiado y repartido o no. Así pues, vemos claramente que le objetivo de esta ley es aprovechar todas esas tierras que están siendo mal cultivadas (“tierras que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta”) , y poder repartirlas entre los campesinos (“a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital…”). ES necesario indicar que la puesta en práctica de esta sistema resultó lenta, y los resultados fueron reducidos, debido principalmente a los difíciles trámites burocráticos, las dificultades para terminar el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando con la paralización de dicha ley en 1933 con el cambio de signo político. Esto provoco una decepción entre los campesinos sin tierras, lo que dio lugar al aumento de la conflictividad social en el campo, destacando un levantamiento anarquista de una pequeña población de Cádiz, Casas Viejas, que resultó ser un escándalo por la dura represión a la que se vio sometida dicha revuelta. Es importante este hecho porque dio lugar a la dimisión de Azaña, así como la perdida de confianza de la población den los partidos de izquierdas, lo que llevaría a la victoria de las elecciones de los partidos de derechas en 1933 (Bienio negro)./ como conclusión, queda claro que uno de los objetivos del gobierno de Azaña durante el Bienio progresista es poner fina a la cuestión de la tierra, un problema crucial heredado desde la Edad Media y agravado tras las desamortizaciones, en un país abrumadoramente rural. El principal problema es que la mayoría de la tierra se concentraba en una pocas manos, por lo que la tierra estaba mal aprovechada. Además, al estar en manos de unos cuantos terratenientes, el resto de los jornaleros tenia que vivir a consta de estas enriquecidas personas, trabajando numerosas horas al día en pésimas condiciones. Así pues, el objetivo de la Ley de Reforma Agraria era expropiarlos grandes latifundios, pudiendo repartirlos entre las comunidades de campesinos. Sin embargo, este objetivo se quiso cumplir en un momento de gran tensión, pues los propietarios preparaban asociaciones para hace frente a las reformas, mientras que los jornaleros, desesperados, se revolvían en huelgas y conflictos que conducía a enfrentamientos con la Guardia Civil. Esto complicó todo el complejo sistema que el gobierno quería llevar a cabo. Además, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones y el largo tiempo que necesitaban los distintos procesos legales hizo que esta ley se pusiera en práctica de manera muy lenta, provocando la decepción de los campesinos, con lo cual aumentó la conflictividad en el campo.

Es así como comenzó el bienio progresista (1931-1933), una etapa de la República en la que el gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña continuó con algunas de las reformas que llevó a cabo, tales como la mejora de la educación (construcción de colegios, aumento del salario de los profesores, programa de formación de profesores), leyes a favor de los obreros y jornaleros (derecho a vacaciones, derecho a huelga, ampliación de prestaciones a ancianos y embarazadas) posibilidad de ofrecer Estatutos de Autonomía a aquellas regiones que se sintiesen más autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia), la separación Iglesia-Estado (matrimonio civil, derecho al divorcio, fin de la actividad docente de la iglesia, secularización de los cementerios, confiscación de los bienes de los jesuitas)… hemos de destacar la Ley de Reforma Agraria, una ley que surgió en una situación d enfrentamientos entre patronos, que preparaban una asociación de propietarios agrarios para hacer frente a las reformas y tratar d anularlas, y los jornaleros, que se exasperaban aumentando las huelgas y los conflictos con la guardia civil, lo que dio lugar a los trágicos sucesos de Castilblanco (Badajoz) y Arnedo (La Rioja)./ a la hora de realizar un análisis más profundo del texto, es necesario destacar como idea principal que esta reforma agracia, dirigida a la desaparición del latifundio, a la penalización de las propiedades improductivas y a la concesión de estímulo al esfuerzo productivo, tenía como objetivo dar cobertura a la agricultura y, por tanto, a la economía del país. Para llevar a cabo la expropiación de los grandes latifundios y el posterior reparto de tierras entre los campesinos, se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria), que realizaba informes acerca de las tierras que se iban a expropiar y repartir. El texto se divide en dos partes: en la primera parte (líneas 1-7) se hace referencia a que lo dictado en ese documento es aplicable a todos los terrenos del territorio español (“las tierras del Estado…podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen”), siendo ejecutada dicha ley por el IRA. En la segunda parte (líneas (-12) se indican los requisitos que van a condicionar que un terreno sea expropiado y repartido o no. Así pues, vemos claramente que le objetivo de esta ley es aprovechar todas esas tierras que están siendo mal cultivadas (“tierras que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta”) , y poder repartirlas entre los campesinos (“a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital…”). ES necesario indicar que la puesta en práctica de esta sistema resultó lenta, y los resultados fueron reducidos, debido principalmente a los difíciles trámites burocráticos, las dificultades para terminar el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando el informe-inventario, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones… terminando con la paralización de dicha ley en 1933 con el cambio de signo político. Esto provoco una decepción entre los campesinos sin tierras, lo que dio lugar al aumento de la conflictividad social en el campo, destacando un levantamiento anarquista de una pequeña población de Cádiz, Casas Viejas, que resultó ser un escándalo por la dura represión a la que se vio sometida dicha revuelta. Es importante este hecho porque dio lugar a la dimisión de Azaña, así como la perdida de confianza de la población den los partidos de izquierdas, lo que llevaría a la victoria de las elecciones de los partidos de derechas en 1933 (Bienio negro)./ como conclusión, queda claro que uno de los objetivos del gobierno de Azaña durante el Bienio progresista es poner fina a la cuestión de la tierra, un problema crucial heredado desde la Edad Media y agravado tras las desamortizaciones, en un país abrumadoramente rural. El principal problema es que la mayoría de la tierra se concentraba en una pocas manos, por lo que la tierra estaba mal aprovechada. Además, al estar en manos de unos cuantos terratenientes, el resto de los jornaleros tenia que vivir a consta de estas enriquecidas personas, trabajando numerosas horas al día en pésimas condiciones. Así pues, el objetivo de la Ley de Reforma Agraria era expropiarlos grandes latifundios, pudiendo repartirlos entre las comunidades de campesinos. Sin embargo, este objetivo se quiso cumplir en un momento de gran tensión, pues los propietarios preparaban asociaciones para hace frente a las reformas, mientras que los jornaleros, desesperados, se revolvían en huelgas y conflictos que conducía a enfrentamientos con la Guardia Civil. Esto complicó todo el complejo sistema que el gobierno quería llevar a cabo. Además, el escaso presupuesto para financiar las explotaciones y el largo tiempo que necesitaban los distintos procesos legales hizo que esta ley se pusiera en práctica de manera muy lenta, provocando la decepción de los campesinos, con lo cual aumentó la conflictividad en el campo.

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