David Hume: Percepciones, Ideas y el Fundamento del Conocimiento


Comentario 1

Hume, en esta parte del texto, se refiere a la intensidad de las percepciones y a que, por tanto, nuestro conocimiento proviene de la experiencia. En el texto se analizan las partes de la experiencia y se critica la posibilidad de tener conocimiento de las experiencias menos intensas.

Hume explica que la mente humana tiene dos tipos de percepciones: las impresiones y las ideas. Las impresiones son esas percepciones más intensas y directas, como cuando vemos, oímos o sentimos algo muy fuerte. Las ideas, en cambio, son las copias más débiles de esas percepciones, como cuando recordamos o pensamos en lo que vivimos. Según Hume, todas las ideas vienen de las impresiones, es decir, no podemos pensar en algo que no hayamos experimentado de alguna forma. También dice que, aunque parece que nuestra mente puede crear cualquier cosa, en realidad solo puede mezclar o cambiar lo que ya conocemos de las impresiones y las ideas que hemos tenido antes. Por lo tanto, nuestra creatividad está limitada a lo que hemos sentido o vivido previamente.

El fragmento del texto pertenece a la Investigación sobre el conocimiento humano, donde analiza las facultades humanas para conocer y los mecanismos psicológicos. Hume dedicó varias obras a este análisis, entre otras, la Investigación y el Tratado sobre la naturaleza humana. El resto de sus obras pondrán en relación las conclusiones del análisis de la teoría del conocimiento con la política y la ética, como en Investigaciones sobre los principios de la moral de 1751.

Comentario 2

Hume, en esta parte del texto, se refiere a la capacidad de la imaginación en el ser humano y a su posible papel como conocimiento, y de cómo los materiales de la imaginación también provienen de la experiencia, siendo que la existencia de Dios no tiene experiencia en sí.

Hume dice que nuestra mente tiene dos tipos de percepciones: las impresiones y las ideas. Las impresiones son las percepciones más fuertes, como cuando sentimos algo, vemos algo o experimentamos emociones intensas. Las ideas, por otro lado, son simplemente copias más débiles de esas impresiones, como cuando pensamos en algo que ya hemos sentido o experimentado. Por ejemplo, si pensamos en un caballo virtuoso, esa idea surge de combinar la virtud (algo que sentimos o pensamos) con la imagen de un caballo, que ya conocemos. Según Hume, todas nuestras ideas, por más complejas que sean, vienen de las impresiones previas que hemos tenido. Incluso ideas abstractas, como la de Dios, son solo una ampliación de algo que conocemos a través de nuestras experiencias.

El fragmento del texto pertenece a la Investigación sobre el conocimiento humano, donde analiza las facultades humanas para conocer y los mecanismos psicológicos. Hume dedicó varias obras a este análisis, entre otras, la Investigación y el Tratado sobre la naturaleza humana. El resto de sus obras pondrán en relación las conclusiones del análisis de la teoría del conocimiento con la política y la ética, como en Investigaciones sobre los principios de la moral de 1751.

Ejercicio 2

El contenido expone las ideas fundamentales del empirismo británico, con un enfoque particular en la filosofía de David Hume. Se parte del principio de que todo conocimiento proviene de la experiencia y se rechaza la posibilidad de ideas innatas. Se distingue entre impresiones, que son las experiencias directas y vívidas percibidas a través de los sentidos, e ideas, que son representaciones más débiles de esas impresiones en la mente.

Se analiza la manera en que la mente humana asocia y organiza estas ideas, basándose en tres principios fundamentales: semejanza, contigüidad (proximidad en el espacio y el tiempo) y causalidad (la creencia de que un evento provoca otro). Sin embargo, se cuestiona la validez de la causalidad como un principio objetivo de la realidad, argumentando que no se puede demostrar racionalmente que un evento cause otro, sino que simplemente es una costumbre de la mente asumirlo tras observar su repetición.

También se presenta una crítica a conceptos filosóficos tradicionales como la sustancia, el yo, la causalidad y Dios. Se sostiene que la idea de una sustancia subyacente en los objetos carece de justificación, ya que solo se perciben cualidades individuales sin evidencia de una entidad que las sustente. En cuanto al yo, se argumenta que no existe como una entidad fija y permanente, sino que es solo una sucesión de percepciones en constante cambio.

La crítica a la causalidad es una de las aportaciones más radicales, ya que se plantea que la mente solo supone relaciones de causa y efecto debido a la costumbre, sin una base lógica o empírica firme. En relación con Dios, se pone en duda la validez de los argumentos metafísicos y teológicos que intentan probar su existencia, ya que se considera que no pueden basarse en la experiencia directa.

Finalmente, se rechaza la metafísica tradicional, ya que se considera que trata cuestiones que van más allá de lo que la experiencia puede confirmar. Se adopta un escepticismo riguroso hacia el conocimiento humano, estableciendo que solo se puede confiar en aquello que proviene de la observación y la experiencia, mientras que todo lo que no pueda verificarse empíricamente debe ser cuestionado o descartado.

Ejercicio 3

David Hume fue un filósofo del siglo XVIII que defendió el empirismo, sosteniendo que todo conocimiento proviene de la experiencia. Para él, la razón no puede generar conocimiento verdadero si no se basa en impresiones sensoriales.

Distingue dos tipos de ideas:

  • Ideas simples: que son copias directas de impresiones sensoriales.
  • Ideas complejas: que resultan de la combinación de ideas simples.

Si una idea no proviene de una impresión, es falsa. Hume rechaza las ideas innatas porque sostiene que la mente al nacer es como un papel en blanco.

En contraste, Descartes defendió el racionalismo, que afirma que la razón es el criterio último del conocimiento. Descartes distingue entre:

  • Ideas adventicias: provenientes de la experiencia.
  • Ideas facticias: creadas por la imaginación.
  • Ideas innatas: presentes en la mente desde el nacimiento (como Dios o el alma).

Hume se opone a esta teoría, pues argumenta que el conocimiento solo puede derivar de la experiencia. Según él, sin una impresión previa, no puede haber ideas.

También cuestiona el concepto de causalidad, afirmando que no podemos demostrar que una causa necesariamente produzca un efecto, sino que solo observamos repeticiones.

Hume niega la existencia del “yo” como sustancia permanente, sosteniendo que solo somos un conjunto de percepciones en constante cambio.

Asimismo, rechaza la existencia de Dios, ya que no tenemos ninguna impresión directa de su existencia.

Para Hume, la razón no es la guía suprema del conocimiento, sino que está subordinada a la experiencia y las pasiones humanas.

Finalmente, su escepticismo lo lleva a rechazar la metafísica y la noción de sustancias, defendiendo un conocimiento basado únicamente en la observación empírica.

Disertación

La teoría de Hume sobre el origen de las ideas se puede relacionar con el impacto de la inteligencia artificial (IA) en nuestra forma de pensar. Según Hume, todas las ideas vienen de experiencias reales, es decir, de cosas que hemos visto, oído o sentido. Pero hoy en día, muchas de nuestras creencias están influenciadas por la tecnología, especialmente por la inteligencia artificial, que filtra la información que recibimos.

Por ejemplo, cuando usamos redes sociales o Google, los algoritmos nos muestran solo lo que creen que nos interesa, basándose en lo que hemos visto antes. Esto hace que vivamos en una especie de burbuja, donde solo nos llegan noticias o ideas que refuerzan lo que ya pensamos, sin darnos otras perspectivas. Hume diría que esto puede ser un problema, porque si nuestras ideas solo se forman a partir de información filtrada, no estamos teniendo experiencias completas de la realidad.

Otro problema es que la inteligencia artificial puede crear imágenes, videos o noticias falsas que parecen reales. Si vemos algo creado por una máquina y lo creemos sin cuestionarlo, ¿de dónde vienen realmente nuestras impresiones? Hume nos enseñaría que debemos asegurarnos de que nuestras ideas se basen en experiencias verdaderas y no en contenidos manipulados.

Su filosofía nos ayuda a darnos cuenta de que no podemos confiar ciegamente en lo que vemos en internet. En un mundo donde la inteligencia artificial cada vez influye más en lo que pensamos, es importante aprender a diferenciar lo real de lo artificial y cuestionar la información antes de creerla.

Conceptos Clave

Percepciones
Alude a una aprehensión directa de una situación objetiva. Sirve tanto para denominar todos los actos de la mente como para denominar todos los contenidos que están presentes en ella.
Fuerza
Para Hume, las percepciones serán más o menos verdaderas dependiendo de la fuerza que tengan en nuestra sensibilidad. Divide, según su fuerza, entre pensamientos o ideas e impresiones.
Libertad ilimitada
Facultad de la voluntad para elegir.
Sentimiento
Significa una vivencia capaz de aprehender los principios del comportamiento moral humano, su justificación y sus fuentes. Se trata, también, de un saber primario e inmediato, a diferencia del saber mediato del entendimiento.

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