El lector de Julio Verne: una novela de aventuras y aprendizaje en la posguerra española


Estructura

Estructura El lector de Julio Verne está dividida en cuatro partes. Las tres primeras, que constituyen el núcleo fundamental de la obra, están bien equilibradas y cada una se subdivide en tres capítulos. Cada una de esas tres partes está marcada con una fecha: 1947, 1948 y 1949, años en los que se van destacando los cumpleaños del protagonista, Nino (aféresis de Antonino), nacido el 14 de enero de 1938, es decir, en plena Guerra Civil Española. Tenemos, pues, a un protagonista que tiene nueve años al comienzo de la narración y once al final de la tercera parte.

La cuarta parte constituye un breve epílogo que nos narra, de forma muy sintética, algunos hechos destacados de la vida adulta de Nino, desde 1960 hasta llegar a la época de la Transición Española en 1977. Esta última parte sirve también para desentrañar varios aspectos fundamentales de la trama.

Punto de vista narrativo

La novela está narrada en primera persona a través de la mirada retrospectiva de Nino, quien evoca desde su presente en la Transición el período denominado Trienio del Terror, en la Sierra Sur de Jaén, entre los años 1947 y 1949. La mirada de Nino nos ofrece una serie de historias que se entrelazan y entrecruzan en la compleja situación de la inmediata posguerra. Estamos, pues, ante un narrador interno protagonista que alterna su voz con la de otros personajes para ofrecernos múltiples perspectivas sobre una misma realidad dominada por el miedo y la crueldad, en una España que parece vivir una guerra civil interminable.

Espacio y tiempo

La novela está ambientada en un pequeño pueblo de Jaén, Fuensanta de Martos, entre 1947 y 1949. Nino, el narrador, vive con su familia en la casa cuartel de la Guardia Civil, cuerpo al que pertenece su padre. La novela narra la historia de Nino y su familia, pero también y sobre todo la de los republicanos que se echaron al monte tras la Guerra Civil y que son perseguidos con saña por el bando vencedor, que busca aniquilar cualquier indicio de resistencia. Así, la Guardia Civil actúa como el principal instrumento represivo en la persecución de los maquis y siembra el terror entre la población. En las montañas se esconde la guerrilla, capitaneada por Tomás Villén Roldán, alias Cencerro. La historia de esos hombres que se echaron al monte se nos presenta con una aureola de romanticismo alimentada por la tradición oral popular. A lo largo de esos tres años, el narrador y protagonista presencia los horrores de la época y es testigo de redadas, allanamientos, torturas y traiciones, como consecuencia de una guerra que enfrentó a padres contra hijos, hermanos contra hermanos y vecinos entre sí.

En el epílogo que constituye la cuarta parte, el escenario se traslada a Granada, donde el protagonista realiza estudios universitarios a partir de 1960, se integra en el partido comunista, ejerce como profesor en la universidad, trabaja en la clandestinidad para derribar la dictadura, es detenido y encarcelado durante dos años y medio, hasta que en julio de 1976 es puesto en libertad gracias a la amnistía por delitos políticos. Esa cuarta parte abarca desde 1960 hasta 1977.

Personajes principales

Nino. Narrador y protagonista, hijo de guardia civil, vive en Fuensanta de Martos junto a sus padres y sus hermanas, Dulce, mayor que él, y Pepa, más pequeña. Su vida transcurre entre el colegio y los juegos con sus amigos, hasta que la llegada al pueblo de Pepe el Portugués va a cambiar las cosas. Pepe se convierte en su guía y representa un modelo al que le gustaría parecerse. Le enseñará a Nino muchas cosas, pero sobre todo que la Guerra Civil todavía no ha terminado ni terminará mientras haya guerrilleros como Cencerro y guardias civiles dispuestos a acabar con ellos.

Pepe el Portugués. Enigmático y con gran ascendiente sobre Nino, es un forastero que acaba de instalarse en el pueblo. Es un hombre solitario y, aunque Nino solo lo descubrirá mucho tiempo después, actúa como enlace con la guerrilla y será un destacado luchador antifranquista en la clandestinidad.

Doña Elena. Mujer republicana de gran cultura a la que la guerra le ha arrebatado casi todo, es de origen asturiano aunque vive en el sur. Además de enseñarle mecanografía y taquigrafía a Nino, le presta libros y orienta sus lecturas. Le regala en su undécimo cumpleaños un ejemplar de La isla del tesoro de Stevenson, lectura iniciática para el muchacho.

Cencerro. Líder de la guerrilla, es un personaje muy popular que existió realmente. Evadido de la cárcel de Alcalá la Real y perseguido por la Guardia Civil durante siete años, logró esquivarla innumerables veces. En el monte, plagado de cortijos y ventas, consiguió establecer una tupida red de enlaces y tras su muerte se convirtió en una leyenda que fue agrandándose durante décadas hasta formar parte de la memoria colectiva de la comarca.

Mujeres de los escapados, víctimas también derrotadas que tienen que sacar adelante a sus familias en condiciones sumamente difíciles, trabajando en la recogida del esparto o dedicándose a la recova, venta ambulante de distintos productos que adquieren en los pueblos y ventas de la comarca.

Miembros de la Guardia Civil, a pesar de aparecer como los agentes de la represión, no son representados de manera maniquea (los malos), sino que la mayor parte alcanzan auténtica singularidad. Alguno de ellos, como el padre del protagonista, republicano convencido, se vio obligado a convertirse en guardia civil por haber quedado aislado en la zona nacional; otros, como el sargento Sanchís, son en realidad comunistas infiltrados. En cualquier caso, aparecen como víctimas de las circunstancias a la par que agentes represores.

Género literario

La novela fusiona dos modelos narrativos. Uno es la novela de aventuras. En la obra abundan los ingredientes habituales de esta narrativa de aventuras: peripecias peligrosas, lealtad, traición, falsedad, villanos, violencia… Hay una trama de acción constante que proporciona suspense y que evita la previsible monotonía de la lucha entre los guardias civiles y la guerrilla al incorporar varios episodios en los que los sucesos toman un giro insólito o tienen un desenlace inesperado.

El otro modelo narrativo pertenece al género denominado novelas de aprendizaje. Su tema fundamental es la evolución física, moral y psicológica de Nino y en esa evolución intervienen dos personajes clave: de un lado, Pepe el Portugués, fundamental en su formación ideológica y psicológica. De otro lado, doña Elena será decisiva en el acceso de Nino al mundo literario de Verne y Stevenson, lo que le servirá al muchacho de válvula de escape y le enseñará a buscar su camino personal en la vida y a contemplar el mundo con mirada propia.

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