Elementos estructurales de una obra dramática



CARACTERÍSTICAS DE EL TEATRO
El texto teatral está constituido por un escrito de carácter literario, preparado para su representación en un escenario. La representación forma parte de la esencia misma del teatro; la obra dramática contiene en potencia la acción teatral.
La diferencia más destacada que ofrece el teatro con respecto a los demás géneros literarios radica en el desdoblamiento que experimentan los dos factores básicos del proceso comunicativo: emisor y receptor.
El emisor es, en primer término, el autor, que crea los diálogos y las líneas básicas de la representación mediante las acotaciones; se dirige al lector-receptor, en una relación de distancia, tanto temporal como espacial
En segundo término, es también el director, que realiza la puesta en escena, recreando sobre la base del texto literario. En sus montajes, el director tiene en cuenta al público-receptor y sus reacciones. El espectador, múltiple y simultáneo, no es obligatoriamente lector; conoce la obra en la fase espectacular que supone la representación.
En tercer término, el emisor también es el actor, que representa con su cuerpo y su voz el texto literario y que se dirige al público, como receptor.
Para que haya teatro tiene que haber CONFLICTO DRAMÁTICO, que es lo característico de la acción y de las fuerzas antagónicas del drama. Hay conflicto cuando a un sujeto que persigue cierto objeto se le opone en su empresa otro sujeto. La naturaleza de los diferentes tipos de conflicto es muy variable; podrían distinguirse los siguientes:

–Rivalidad de dos personajes por razones económicas, amorosas, políticas, etc.
–Conflicto entre dos concepciones del mundo, dos tipos de moral irreconciliable.
–Debate moral entre subjetividad y objetividad, inclinación y deber, pasión y razón.
–Conflicto de intereses entre el individuo y la sociedad.
–Combate moral o metafísico del hombre contra un principio o un deseo que lo sobrepasa (Dios, lo Absurdo, la superación de sí mismo, etc.).

Rasgos formales del género dramático. La disposición para ser representada es el rasgo diferencial más destacado en la obra dramática, que se formaliza en: un discurso principal dialogado de carácter literario, y en un discurso secundario, las acotaciones, de carácter personal, que aporta la información del autor para la representación de la obra.

–El diálogo. El texto dramático utiliza el diálogo como forma de expresión. Se diferencia del diálogo cotidiano y del narrativo por las siguientes peculiaridades:
…se expresa siempre en presente;
…profusión de la deixis personal y espacial;
…desarrollo de la historia vivida por los personajes a través de sus intervenciones dialogadas;
…ausencia de narrador.

El significado de una obra se extraerá del análisis pormenorizado del diálogo. Los monólogos escenificados son representaciones en las que un personaje cuenta su pasado o reflexiona sobre él en voz alta y no vive en el presente escénico.

–Las acotaciones. Constituyen un monólogo del autor con función conativa. Su misión en un texto es orientar para la puesta en escena. Todo lo expresado lingüísticamente por el autor en las acotaciones se refiere a los códigos paralingüísticos y no verbales que exige el montaje de la obra en un escenario. Mediante las acotaciones, el autor envía al director de la posible puesta en escena información complementaria sobre los personajes, el decorado, mobiliario, utilería, iluminación, ruidos, música, etc.

–El signo en el texto dramático. Es en el teatro donde se da una riqueza mayor de signos, tanto verbales como no verbales. Todos adquieren significación en el escenario. El código verbal es el del diálogo y el de las acotaciones; pero, en cuanto la obra se transforma en espectáculo, se multiplican los códigos no verbales, que harán posible la representación; entre éstos, citaremos los siguientes:

Paralingüístico (tono, inflexiones de voz, silencios, etc.), kinésico-proxémico (gestos, movimientos y distancias), Maquillaje (caracterización de los personajes), escenográfico (decorados, mobiliario y utilería –objetos movibles-), iluminación (auxiliar en la creación de ambientes), música y ruidos (como intensificación de la acción dramática).

Los elementos dramáticos. La obra dramática está integrada por los siguientes elementos: –la historia vivida por los personajes; –el personaje; –el tiempo; –el espacio donde transcurre la historia.
–La historia. Es el resultado de una suma de acciones llevadas a cabo por el personaje o los personajes. El espectador las conoce a través del diálogo. Constituyen una información que debe construirse de acuerdo con:
..Una estructura externa (partes, jornadas, actos, cuadros, escenas, según los dictámenes de cada época) que aglutine de forma coherente la trama de la obra acorde con esa segmentación externa.
..Una estructura interna que puede alternar funciones principales y secundarias. El autor las distribuye adecuadamente para conseguir la intensidad dramática que mantenga interesado al espectador.

El acto es concebido como parte de la acción dramática y ligado a la estructura interna: exposición, nudo y desenlace.

–El personaje. Elemento del texto literario y del espectáculo. Va haciéndose en el texto de forma progresiva a través de los diálogos y monólogos, y siempre en relación con los demás personajes. Interesa más como sujeto de acción que como elemento aislado con rasgos personales.
–El tiempo. Tres tipos: –Tiempo de la historia (suma de acciones y situaciones); –tiempo literario (diálogo de los personajes en tiempo presente); –tiempo de la representación (condensación de la historia para adaptarla a la duración del espectáculo).
–El espacio dramático. Dos tipos:

..a.- Los previos a la representación: edificio teatral (cambia según el tiempo y la cultura) y escenario (espacio vacío que se convierte en espacio dramático en el momento de la representación).
..b.- Los espacios creados por la obra teatral: ámbito escénico (escenario preparado mediante decorado, luz, etc., para la representación) y espacio lúdico (el mismo ámbito escénico al que los actores dan vida con sus interpretaciones y juego escénico).

Géneros teatrales.
1. TRAGEDIA. Presenta el conflicto sostenido entre un héroe y la adversidad ante la cual sucumbe. La sublimidad del asunto requiere idealización de ambiente y lenguaje elevado. El desenlace es por lo general doloroso y recibe entonces el nombre de catástrofe.

2. COMEDIA. Juego alegre que busca el regocijo mediante la presentación de conflictos supuestos, situaciones falsas o personajes ridículos. Pero desde muy pronto ha crecido en dignidad hasta convertirse en el reflejo teatral de la vida diaria, con problemas y sinsabores auténticos, aunque la acción se resuelve casi siempre con un desenlace feliz.

3. DRAMA. Esta palabra significa “acción”, en griego. Posee el sentido genérico de “obra teatral”, cualquiera que sea su carácter. Pero, en su acepción más concreta, designa un género determinado que tiene, como la tragedia, un conflicto efectivo y doloroso; pero no lo sitúa en un plano ideal, sino en el mundo de la realidad, con personajes menos grandiosos que los héroes trágicos y más cercanos a la humanidad corriente.

Por los temas tratados, la comedia y el drama pueden ser históricos, religiosos, de costumbres urbanas o rurales, etc. La comedia o drama psicológico concentra la atención en el análisis del alma y reacciones de sus personajes. La tragedia ofrece menor variedad, ya que por su misma índole reclama asuntos prestigiosos, consagrados por la historia, la leyenda o la tradición literaria.

Subgéneros dramáticos menores: 
Teatro breve, normalmente un acto: 

1.-El auto sacramental: en verso. Trata temas religiosos mediante personajes alegóricos. 2.- El sainete de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final. 
3.- El entremés: carácter cómico del Siglo de Oro, se representaba entre dos actos de una obra extensa. 
4.- La farsa

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