España en la Prehistoria y la Edad Moderna


1.1 Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre.

El origen de la especie humana se encuentra en África. La Península fue importante en la hominización europea. Destaca el yacimiento de Atapuerca, en Burgos, donde los restos registran varias fases de la evolución humana. El Paleolítico Inferior (1.000.000ac) consta del Homo Antecesor, uno de los homínidos más antiguos de Europa, y el Homo Heidelbergensis. En el Paleolítico Medio (100.000-35.000a.c) está el Homo Neanderthalensis, con tecnología lítica sofisticada y un sentido trascendental de la vida. En el Paleolítico Superior (35.000-8.000ac) está el Hombre de Cromagnon, incluido en los Homo Sapiens, cuyo desarrollo técnico y cultural llevó a la creación del arte rupestre. En el Paleolítico la economía era depredadora, la forma de vida nómada o seminómada, las sociedades igualitarias y la tecnología lítica. En el Neolítico, la economía era productora con la agricultura y la ganadería, la vida sedentaria debido al urbanismo, las sociedades complejas y la tecnología agrícola. El arte rupestre se desarrolló en la prehistoria en cuevas y refugios sobre paredes y techos con pintura, incisiones y grabados. Hay dos tipos. El Cantábrico, en el Paleolitico Superior, cuyas pinturas son polícromas; como las cuevas de Altamira. Y el Levantino, entre el Mesolítico y el Neolítico, caracterizado por su esquematización, dinamismo y sentido narrativo de escenas cotidianas; como en los yacimientos de Cogull en Lérida.

1.2 Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartesos.

Los pueblos prerromanos eran las poblaciones que vivían en la Península Ibérica en el I milenio a.C. Los Íberos, en el mediterraneo, se agrupaban en tribus y ciudades-estado. Su contacto con fenicios y griegos transformaron su economía y cultura con la moneda y la escritura. En su arte destaca la Dama de Elche. El área celta, en el centro, oeste y norte peninsular, estaba menos desarrollada con una agricultura de subsistencia, pero conocían la metalurgia del hierro. Se agrupaban en tribus y castros. Tartesos es el Estado más antiguo de la Península entre los siglos IX y VII a.C en la zona del Guadalquivir. Se han encontrado vestigios arqueológicos como el Tesoro del Carambolo, pero su ubicación exacta no se sabe. Prosperó por la explotación de minerales metálicos y las riquezas agrícolas y ganaderas. Los pueblos colonizadores proceden del Mediterraneo oriental con un avanzado desarrollo cultural. Llegaron a la península por sus riquezas minerales y las relaciones comerciales. Introdujeron avances tecnológicos y culturales; la triada mediterránea (olivo,vid y trigo), mejores técnicas metalúrgicas y el torno alfarero. Los fenicios, actual Líbano, se interesaban por el comercio y fundaron enclaves como Cádiz y Málaga. Los griegos, originarios de Turquía y Marsella, fundaron colonias como Rhode y Ampurias, en Gerona, y Denia, en Alicante. Los cartagineses, de Cartago, fueron los más hostiles. Fundaron Ibiza y Cartagena, y fueron derrotados y sustituidos por los romanos.

1.3 Conquista y romanización de la Península Ibérica. Principales aportaciones romanas en los ámbitos social, económico y cultural.

La conquista se inició durante la Segunda Guerra Púnica (218-201 ac) entre Roma y Cartago. Tras ocupar la zona levantina y del Guadalquivir, el resto fue ocupado tras unas campañas militares. La victoria de Roma sobre Cartago (218-197 ac); los romanos desembarcan en Ampurias y expulsan a los cartagineses ocupando el sur y el levante. Las guerras celtíbero-lusitanas (154-133 ac) acabaron con la conquista del centro y el oeste peninsular tras el asedio de Numancia y la muerte de Viriato. Las guerras cántabro-astures; (29-19 ac) dirigidas por el emperador Augusto para someter a los pueblos del norte. Previamente se habían hecho con Galicia y Baleares. Después de las conquistas militares surgió la romanización, el proceso de imposición de costumbres y culturas romanas. Para ello utilizaron el ejército como vehículo de difusión de la civilización romana, fundaron colonias y nuevas ciudades, impusieron el Latín, el derecho romano y la religión, que acabaría en el cristianismo. Hispania se convirtió en provincia romana en todos los ámbitos, con un sistema económico monetario, esclavista y colonial. Se hicieron calzadas (Vía de la Plata), puentes (Alcántara), acueductos (Segovia), murallas (Tarragona), teatros (Mérida) y anfiteatros. Aportó figuras como los emperadores Trajano y Teodosio

1.4 El reino visigodo: origen y organización política. Los Concilios.

En el siglo V cayó el Imperio Romano. Los visigodos amenazaron a Roma, que pactó con ellos un faedus concediéndoles tierras en la Galia y en Hispania a cambio de que combatieran a los invasores. Crearon su propio reino, el reino de Tolosa, y cuando fueron derrotados por los francos en la batalla de Vouillé crearon en Hispania el reino visigodo de Toledo (509-711). Se impusieron sobre los hispanorromanos hasta que tomaron medidas unificadoras. La unificación territorial, impulsada por el rey Leovigildo. La religiosa por el rey Recaredo, que abrazó el catolicismo. Y la legislativa por el rey Recesvinto, que estableció el Fuero Juzgo. La institución más importante fue la Asamblea de notables donde residía el poder del reino. La monarquía era electiva aunque algunos reyes la convirtieron en hereditaria, como Leovigildo. Destacaban el Aula Regia, asesores del rey y los Officium Palatinum, ocupados de la administración; los Comes, tesoreros; los Duces, delegados del rey en las provincias; los Comites civitatis; jueces de las ciudades. Los Concilios eran asambleas de nobles y alto clero que tomaban decisiones legislativas y políticas. Destacó el Tercer Concilio de Toledo en el 589, donde se convirtieron al catolicismo. Los visigodos adoptaron y continuaron la tradición latina, cristiana e imperial romana sobre una sociedad ruralizada. Destaca el escritor San Isidoro de Sevilla, quien intentó mantener el legado cultural romano.

2.1 Al Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y Califato de Córdoba.

La conquista musulmana se debió a la crisis de la monarquía visigoda y el movimiento de expansión de la fe islámica iniciado por Mahoma. La monarquía visigoda estaba dividida por el rey Roderico y Agila, hijo de Witiza. Los muslmanes controlaban el norte de África desde el 708 y el gobernador Muza, envió una expedición dirigida por Tarik para ocupar Hispania. Vencieron a los visigodos en la batalla de Guadalete (711) e iniciaron la conquista ofreciéndoles una rendición pactada. Hispania se llamó Al Andalus, dirigido por un Emir con capital en Córdoba. Su evolución política tuvo varias etapas. El Emirato dependiente (711-756) dirigido por un emir dependiente del Califa Omeya de Damasco; fracasan conquistando Francia en Poitiers (732). El Emirato Independiente (756-929); el Califa y su familia fueron asesinados, pero Abderraman se refugió en Al Andalus y le nombraron Emir. Abderraman I se independizó del califato dirigido por los Abbasíes. Y el Califato Omeya de Córdoba (929-1031); Abderramán III se proclamó Califa en el 929 dando lugar a la época de mayor esplendor que terminó durante el Califato de Al Hakan II y con las victorias de Almanzor, convertido en dictador durante el Califato de Hixam II.

2.2 Al Andalus: reinos de taifas. Reino Nazarí.

En el 1031 acabaron los califatos con Hixam III, lo que provocó que Al Andalus quedase dividido en reinos de taifa como consecuencia de la tensión social entre árabes, beréberes y eslabones. Algunos reinos como los de Toledo, Zaragoza o Sevilla prosperaron económicamente, pero su debilidad militar fue aprovechada por los reyes cristianos para extender la Reconquista y obligarles a pagar parias. Alfonso VI de Castilla tomó Toledo en 1085. La unificación Almorávide (1090-1145); el temor llevó a los reyes taifa a pedir ayuda a los musulmanes estrictos que habían formado un imperio en Marruecos, dirigido por Yusuf ibn Tahfin, quien llegó a la península en 1086 y derrotó a los cristianos en la batalla de Sagrajas. Los Almorávides unificaron Al Ándalus uniéndola a su imperio. La unificación Almohade (1146-1232); los rivales de los Almorávides llegaron desde el norte de África y establecieron su capital en Sevilla. Vencieron a los cristianos en la batalla de Alarcos (1195), pero fueron derrotados por éstos en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), lo que abrió el valle del Guadalquivir a la conquista castellana. Y el reino Nazarí de Granada (1237-1492), fundado por Mohamed Ben Nazar, del linaje de los ibn Nasr. Comprendía desde Málaga a Almería y su capital era Granada. A finales del siglo XV las disputas entre Muley Hacen y Boabdil permitieron la conquista por los Reyes Católicos.

2.3 Al Ándalus: economía, sociedad y cultura Hubo una revitalización económica.

Las medinas fueron centros económicos estimulantes de la producción artesanal y el comercio; había zocos y alhóndigas, y alcaicerías. Se recuperó el uso de la moneda y se integró Al Andalus a la economía islámica. La agricultura trajo nuevas técnicas hidráulicas; acequias, canales y norias; y nuevos cultivos; arroz o algodón. La artesanía trajo talleres de productos textiles, cerámica, seda y perfumes. El comercio con el norte de África, trajo oro, marfil y esclavos. Convivieron musulmanes, judios y cristianos organizados en criterios religiosos, étnicos y económicos. Los musulmanes, clanes árabes, formaban la jassa; los campesinos eran beréberes norteafricanos y muladíes. Los no musulmanes pagaban impuestos religiosos. Eran los judios, que vivían en aljamas y los cristianos llamados mozárabes, que vivían en los arrabales. Y los esclavos, africanos y europeos, trabajaban en las casas o como mercenarios. La cultura del Al Andalus tuvo su esplendor durante Abderraman III y Al Hakam II. El árabe era la lengua oficial, que aún se ve en la literatura (jarchas). Tuvo autores destacados en filosofía, con Averroes; en Matemáticas se introdujo la numeración arábiga; la medicina, más avanzada que la cristiana, con Al Zabribi y en la literatura, Ibn Hazn con El collar de la paloma. El arte destaca en la arquitectura. La etapa califal (s. VIII-X) trajo la mezquita de Córdoba y el palacio de Medina Azahara; el arte taifa y almohade (s. XI-XIII) la Aljafería, la Giralda y la Torre del oro; y el nazarí (s. XIV-XV), La Alhambra.

2.4 Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de repoblación.

El primer reino cristiano, Astur-leonés, nació con D. Pelayo tras la batalla de Covadonga (722), con capital en Oviedo y en León con Alfonso III. Surgió Castilla independizada por Fernán González (930), con Fernando I (1035). Los núcleos pirenaicos; influencia franca con Carlomagno. El reino de Pamplona-Navarra venció a los francos en Roncesvalles e Iñigo Arista es rey. Aragón en el Pirineo central por los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza; incorporado a Navarra con Sancho III y reino independiente con Ramiro I. Los condados catalanes, de influencia carolingia. Condes importantes: Wilfredo el Velloso y Borrel II, quien los unió e independizó. La Reconquista es el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes por la península en la Edad Media. (S. VIII-X); formación de los reinos cristianos: Navarra reino más importante con Sancho III, El mayor. (S. XI-XIII); crisis del Califato de Córdoba y muerte de Sancho III de Navarra. Se proclaman reyes Fernando I (Castilla) y Ramiro I (Aragón). Aragón conquista Zaragoza por Alfonso I, El Batallador y en Tortosa por Ramon Berenguer IV. Castilla y Aragón firman los tratados de Tudillén (1151) y de Cazola (1179). Castilla se asegura Murcia y Andalucía, y Aragón, Valencia y Mallorca. (S. XIII-XV); batalla de las Navas de Tolosa (1212). Castilla conquista el valle del Guadalquivir y Sevilla con Fernando III, El Santo. Jaime I conquistó Valencia y Mallorca (Aragón). Reino nazarí conquistado por los Reyes Catolicos en 1492. Los modelos de repoblación. Presura (s. IX-X); ocupación de tierras sin dueño reconocido (valle del Duero). Concejil (s. XI); núcleos de población con fueros y cartas de puebla (entre Duero y Tajo). Encomiendas (s. XIII); un comendador por las Órdenes Militares (la Mancha). Repartimientos (segunda mitad del s. XIII); donadío, reparto de los bienes (valle del Guadalquivir).

2.5 Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, Régimen Señorial y Sociedad Estamental.

A comienzos del s. XI los territorios se distribuían en el reino de Navarra, el reino de León y los Condados Catalanes. Muere Sancho III y su reino se reparte entre Fernando I de Castilla y Ramiro I de Aragón. El modelo político era la monarquía feudal, basada en el vasallaje y el régimen señorial. El rey era el primero entre iguales, y actuaba con una concepción patrimonialista. (S. XII) Aragón y Cataluña se un

en formando la corona de Aragón, y (S. XIII) Castilla y León, la Corona de Castilla. El organismo más importante era la Curia Real, por la alta nobleza y el alto clero. A partir del s. XII, se le unieron los representantes de las ciudades en las Cortes Medievales en León, donde estaban representados los tres estamentos. Eran consultivas y aprobaban los subsidios. El Regimen Señorial fue el sistema de propiedad de la monarquía feudal. Los señoríos eran concedidos por el rey a un noble o una institución (monástica o militar). Eran señoríos territoriales; o señoríos jurisdiccionales, donde podían legislar y juzgar. La Sociedad Estamental fue el modelo social del Medievo, con tres estamentos: la nobleza (defensores), el clero (oratores) y el Estado llano (laboratores). La división era rígida y con normas diferentes. La nobleza y el clero no pagaban impuestos. En la España cristiana también hubo judios y mudéjares.

2.6 Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del reino de Navarra al final de la Edad Media.

En la Baja Edad Media (s. XIV-XV), los reinos peninsulares tenían tres instituciones: monarquía, Cortes y municipios. En Castilla se fortaleció la monarquía por una administración cada vez más centralizada por la Curia Regia; las Cortes; la Chancillería, con un Mayordomo; y la Corte, con un Condestable. En la administración territorial destacan las merindades y los adelantamientos; los municipios se organizaban en concejos con un regidor. La Corona de Aragón era la unión de Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca; cada una conservaba sus instituciones y fueros. Los reyes pactaron con las Cortes de cada territorio. En las instituciones destacan la Curia, las Cortes, la Diputación (Aragón) y la Generalitat (Cataluña y Valencia). En cada territorio había un virrey. En Navarra el rey pactaba con las Cortes, la Diputación de los Tres Estados y la Cámara de Comptos. Navarra se incorporó a Castilla en el s. XVI por Fernando el Catolico.


3.1 Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno

En 1469 se casan Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, uniéndose la dinastía Trastámara. El reinado de Enrique IV se caracterizó por la inestabilidad política y las intrigas nobiliarias que auguraban un problema sucesorio. La nobleza apoyó el derecho al trono de su hermana Isabel, heredera tras el acuerdo de los Toros de Guisando (1468). El matrimonio reabrió el problema sucesorio, Enrique cambió su testimonio dejando a su hija Juana ‘’la Beltraneja’’ como heredera. Enrique IV murió en 1474 e Isabel se proclamó reina de Castilla, comenzando una Guerra de Sucesión (1475-1478) contra Juana. En 1478, Isabel era reina de Castilla tras el tratado de Alcaçovas, y en 1479 Fernando heredaba la corona de Aragón. Decidieron gobernar conjuntamente según el acuerdo Concordia de Segovia; cada reino conservó sus instituciones, leyes, moneda y fronteras, no se creó un Estado unificado. El reinado de los Reyes Catolicos es la transición entre el estado medieval y el moderno. Tomaron medidas de una monarquía autoritaria. Limitaron el poder de la nobleza, tomaron el control de las Órdenes militares, establecieron el derecho de Patronato para nombrar a los altos cargos eclesiásticos, crearon la Santa Hermandad (‘’mangas verdes’’), que era una milicia urbana, introdujeron la Santa Inquisición y expulsaron a los judios. La administración del Estado se hizo más eficaz con los Consejos, las Chancillerías y la figura del virrey.


3.2 El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América.

En 1492 hubo una conjunción de acontecimientos: la conquista de Granada y el descubrimiento de América, que marcaron un hito en el reinado de los Reyes Católicos; y el decreto de expulsión de los judios y sometimiento de los musulmanes. La conquista de Granada cumplió dos objetivos; unificó el territorio peninsular bajo la misma monarquía y puso fin a la Reconquista. En la guerra de Granada (1482-1492) los granadinos estaban debilitados por rivalidades internas. El emir Muley Hacén y el Zagal estaban enfrentados con Boabdil, lo que llevó a la rendición de Granada el 2 de enero de 1492 y a la firma de una capitulación entre Boabdil y los Reyes Católicos. A finales del s. XV Europa inicia una época de exploraciones y de expansión por el Atlántico. Cristóbal Colón convenció a los reyes de que era posible llegar a la tierra de las especias y firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, que le autorizaba a llevar a cabo una expedición con tres naves, La Pinta, La Niña y la Santa Maria. Alcanzaron tierra el 12 de octubre de 1492, desembarcando en Guanahaní, las Bahamas. Colón había descubierto América. Los Reyes Católicos consiguieron del Papa Alejandro VI derechos de conquista y evangelización pero las demandas portuguesas obligaron a firmar el tratado de Tordesillas (1494), permitiendo a Portugal controlar la costa africana y la de Brasil, mientras que Castilla se aseguraba el dominio del Caribe y del resto de las tierras.


3.3 El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política interior y conflictos europeos.

Carlos I de Castilla, hijo de Felipe el hermoso y Juana la loca, heredó un imperio que le convirtió en el rey más importante de su época. De María de Borgoña heredó los Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado; de Maximiliano de Habsburgo, los territorios patrimoniales de Tirol y Austria y el derecho a ser emperador alemán; de Fernando el Católico, Aragón con sus territorios en Italia; y de Isabel la Católica, Castilla, Canarias y los territorios americanos. Ascendió al trono con 16 años. Su ambición por convertirse en emperador, coronado en 1519, le llevó a convocar las Cortes castellanas para imponer nuevos impuestos. El nombramiento de flamencos para ocupar cargos políticos en Castilla provocó conflictos. Las Comunidades se iniciaron en 1520, con Padilla, Bravo y Maldonado, que crearon Santa Justa y sustituyeron la autoridad municipal por comunas. Presentaron reclamaciones; el regreso de Carlos a España, la exclusión de los extranjeros de los cargos políticos, la reducción de impuestos, un mayor protagonismo de las Cortes y la limitación y el control en la explotación de la lana. Fueron derrotados en la batalla de Villalar y sus líderes ajusticiados. Las Germanías, en Valencia y Murcia, formadas por la crisis económica y el descontento frente a la nobleza y los moriscos, fue un movimiento antiseñorial. Carlos tuvo problemas con Francia a los que venció en Pavía, ocupando Milán; con el Papa, Saqueo de Roma; con los turcos, defensa de Viena; y con los Luteranos alemanes, tuvo que reconocer la libertad religiosa en la Paz de Augsburgo en 1555.


3.4 La monarquía hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas internos. Guerras y sublevación en Europa.

Felipe II, hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, heredó la monarquía española en 1556. Carlos V divide el imperio entre su hermano Fernando, al que cedió las posesiones austriacas y la corona imperial alemana, y Felipe II, posesiones hispánicas, italianas, Países Bajos y el Franco Condado; se unirían Filipinas y Portugal. Felipe II actuará como rey español con capital en Madrid, en 1561. Su política se inspiró en la Contrarreforma católica. Mantuvo la hegemonía de los Habsburgo en Europa, defendió el catolicismo y su gobierno era absolutista. Llevó a conflictos internos: persecución de las comunidades protestantes españolas; rebelión de los moriscos granadinos; y el caso de Antonio Perez. Y a conflictos externos. Con Francia, derrotada en la batalla de San Quintín en 1557 con la Paz de Cateau-Cambrésis. La rebelión de Países Bajos en Holanda y Flandes, sublevadas contra el rey por su política autoritaria y la libertad religiosa; acabaron dividiéndose en el norte protestante, que acabó independizandose y el sur catolico. Los turcos otomanos amenazaban el Mediterraneo y fueron frenados por la Santa Alianza de Venecia, el Papado, Génova y Felipe II; se enfrentaron en la batalla de Lepanto en 1571, gran victoria cristiana. Con Inglaterra, Isabel I, por el hostigamiento a los galeones españoles de América y la ayuda a los rebeldes de los Países Bajos, que llevó a Felipe II a conquistar Inglaterra en 1588 con la Armada Invencible, gran fracaso. Un éxito fue incorporar la corona de Portugal, consiguiendo la Unión Ibérica. La principal característica de su monarquía era su carácter plurinacional, que complicaba las funciones administrativas y de gobierno, lo que obligaba al rey a mantener un sistema de pactos con cada territorio. Felipe II estableció en Castilla la capital administrativa de su imperio con un Sistema de Consejos. Los virreyes eran los representantes del rey en los territorios fuera de Castilla y los secretarios actuaban en nombre del rey en los Consejos.


3.5 Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y América.

A partir de 1499 la corona española cedió la iniciativa de la conquista a particulares, que financiaban la expedición y reclutaban sus propias tropas. Se puso un sistema de capitulaciones y repartimientos por el que los conquistadores eran recompensados con cargos, tierras y una parte del botín, incluyendo el reparto de indios. Para evitar abusos a los nativos se aprobaron las Leyes de Burgos, 1512, con el sistema de encomienda. El dominio español se inició en las Antillas, que sirvieron de base a la conquista continental con Carlos I. Hubo hazañas relevantes. Nuñez de Balboa recorrió el istmo de Panamá y descubrió el mar del Sur. Conquista del imperio Azteca por Hernán Cortés. Circunnavegación terrestre de Magallanes y Juan Sebastian Elcano, pasando del Atlántico al Pacífico por el estrecho de Magallanes. Conquista del imperio Inca por Francisco Pizarro. Hernando de Soto explora Florida y el río Mississippi. Exploración del Amazonas por Francisco de Orellana. Valdivia conquista Chile. La colonización supuso la explotación económica del territorio con una economía colonial: metales preciosos como el oro, y agricultura como plantaciones. Se intercambiaron cultivos americanos como la patata y el tabaco con productos europeos como el trigo y las ovejas. Se utilizó el trabajo indígena mediante la encomienda y la mita. América provocó la Revolución de los precios. Se produjo un gran mestizaje, pero se estableció una sociedad desigual con un sistema de castas dominada por los españoles peninsulares y los criollos. Se impuso el castellano como lengua y la cultura española.


3.6 Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de los validos. La crisis de 1640.

El s. XVII se caracterizó por problemas políticos. Los últimos Austrias delegaron las funciones de gobierno a validos. Felipe III (1598-1621) inició el valimiento. El valido actuaba como primer ministro. Fue un rasgo permanente de la monarquía española. Felipe III delegó el poder en el Duque de Lerma que generó una etapa de corrupción que provocó su destitución. Fue sustituido por el Duque de Uceda. Lo más destacado de su reinado fue la expulsión de los moriscos en 1609 por el rechazo de la población cristiana hacia ellos; 300.000 abandonaron España en especial Valencia y Aragón , donde realizaban la agricultura y artesanía. Felipe IV (1621-1665) tuvo como valido al Conde-Duque de Olivares. El problema fue el intento de reforma administrativa. La intención de crear un estado moderno centralizado chocó con la oposición. El problema de reforma fue crear un sistema de hacienda nacional y un banco estatal, la unificación jurídica e institucional de la monarquía y la unión de armas para crear un ejército nacional. Las reformas y la Guerra de los Treinta Años dieron origen a una crisis interna en 1640. La rebelión catalana fue consecuencia de la subida de impuestos y los desmanes provocados por los soldados españoles acampados en la frontera con Francia. Pasó en el Corpus de sangre, grupos de segadores iniciaron un motín y asesinaron al virrey Santa Coloma. Exigieron su independencia y se pusieron bajo la protección de Luis XIII. Pactaron con Felipe IV su reintegración a la monarquía. Portugal, por otro lado, salió perjudicado con su incorporación a la monarquía española. Una rebelión proclamó al duque de Braganza como rey. La independencia no fue reconocida hasta 1668.


3.7 La Guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa.

En el siglo XVII España perdió su hegemonía. Felipe III mantuvo una política pacifista con Inglaterra. Felipe IV acabó involucrando a la corona en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). La guerra tenía implicaciones religiosas al enfrentar a los reinos protestantes del centro y norte de Europa contra los Habsburgo austriacos. La entrada de Francia y Holanda del lado de los protestantes convirtió a este conflicto en una lucha por la hegemonía en Europa y acabó implicando a España. Las derrotas españolas en las batallas de Las Dunas y en Rocroi obligaron a firmar la Paz de Westfalia (1648) por lo que se reconocía la independencia de Holanda. El conflicto contra Francia se prolongó hasta finales del s. XVII. Se firmó la Paz de los Pirineos (1659), Francia se anexiona los ducados de Rosellón y Cerdaña. La Paz de Aquisgrán (1668) , que reconoce la independencia portuguesa. Y la Paz de Nimega (1678), España cede a Francia el Franco Condado. Hubo consecuencias. La monarquía española entró en crisis y perdió su hegemonía en Europa. Francia, gobernada por Luis XIV, el ‘’rey sol’’, se convierte en la nueva potencia europea. Y las epidemias y las hambrunas provocaron un descenso demográfico.


3.8 Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias.

El s. XVII fue una etapa de depresión. Las guerras y sus secuelas de hambre y epidemias provocaron una crisis económica y un descenso demográfico. El Estado se endeudó para costear las guerras causando bancarrotas desde el reinado de Felipe II. Hay inflación por alteraciones monetarias y disminuye el valor de la moneda que sustituye la plata por cobre. Cae la producción agraria y ganadera. La industria textil entra en crisis al ser incapaz de competir con la de los Países Bajos. Disminuyen los ingresos del comercio americano porque aumentan la corrupción y el contrabando. Disminuye la población por la expulsión de los moriscos, la escasez de matrimonios y el aumento del clero y la llegada de un nuevo ciclo de epidemias: gripe, viruela y peste. Se mantuvo el modelo estamental con una nobleza fortalecida. Los campesinos soportaron malas cosechas y subidas de precios e impuestos, obligándoles a vender sus tierras y a emigrar. Esto provocó el aumento del bandolerismo y la mendicidad.

3.9 Crisis y decadencia de la monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio.

Carlos II quedó huérfano con cuatro años y su madre Mariana de Austria asumió la regencia hasta que en 1675, con catorce años fue declarado mayor de edad, conocido como el hechizado. Tuvo validos; el jesuita austriaco Nithard y Valenzuela. La inestabilidad política fue aprovechada por Francia para obtener compensaciones territoriales. Carlos II se casó dos veces, pero sin descendencia, por lo que su sucesión generaba un problema. Los candidatos eran el rey de Francia Luis XIV y el emperador austriaco Leopoldo de Habsburgo, emparentados con Carlos II, pero cuya elección rompía el sistema de equilibrios en Europa. Ante el bloqueo de la situación Luis XIV renunció a sus derechos a favor de su nieto Felipe de Anjou y los Habsburgo eligieron al archiduque Carlos de Austria. Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou para evitar la desmembración del imperio español. Al morir en 1700, el archiduque Carlos de Austria , con el apoyo de Inglaterra y Holanda inició una guerra por la sucesión.


4.1 La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia.

Carlos II, sin descendencia, dejó como candidatos al Archiduque Carlos de Habsburgo de Austria y Luis XIV de Francia, quien cede sus derechos a su nieto Felipe de Anjou. Felipe V fue proclamado rey de España en 1701, pero su nombramiento no fue aceptado, lo que originó la Guerra de Sucesión (1702-1714). Felipe V, fue apoyado por Francia y Castilla; el Archiduque reunió una alianza de Austria, Inglaterra, Holanda (Alianza de la Haya), y Aragón. Las fuerzas borbónicas reducen a los seguidores del Archiduque al control de Cataluña. El nombramiento del Archiduque Carlos como Emperador de Austria, influyó para que se firmase la paz en 1714. Las Paces de Utrecht y Rastatt (1713-1714) reconocen a Felipe V rey de España pero el Imperio español se fragmentó. El Archiduque recibía los Paises Bajos españoles, el reino de Nápoles, Cerdeña y el ducado de Milán. Inglaterra mantenía Gibraltar y Menorca y el derecho a comerciar con las colonias españolas en América. Portugal conseguía Uruguay. Y Saboya, la isla de Sicilia. La política exterior giraba sobre un sistema de alianzas con Francia conocidos como Pactos de familia y el deseo de revisar el tratado de Utrecht y de recuperar las posesiones cedidas, una política revisionista. El primer pacto de familia (1733) y la victoria sobre Austria, le obligaron a ceder a los Borbones el reino de Nápoles y Sicilia del que fue nombrado rey, Carlos III. El segundo pacto de familia (1743) recuperó el ducado de Parma para el infante Don Felipe. El tercero (1761), involucró a España en las guerras coloniales de América.


4.2 La nueva monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y alcance de las reformas.

Se inicia la dinastía de los Borbones y comienza una nueva organización del Estado que tiene como referente a la monarquía francesa e impondrá las instituciones castellanas a todo el territorio. Se pone fin al sistema de consejos y pactos, y se impone una etapa de unificación y centralización del poder político y de la administración. Se tomaron medidas. Se promulgan los Decretos de Nueva Planta por los que se suprimían los fueros, solo los mantienen Navarra y País Vasco. El rey ejerce un poder absoluto. Y Castilla se convierte en el eje del Estado y su idioma en el oficial. Se crean ministerios que sustituyen a los antiguos Consejos. El territorio se divide en provincias con la figura del intendente. Se crean Reales Academias de Artes y Ciencias y Sociedades de Amigos del País. Se limitan los privilegios de la Mesta; libertad de circulación de mercancías en el interior de España, control de la Deuda Pública y se realiza el primer Catastro, Catastro de Ensenada. Y se reorganizan los virreinatos e intendencias en América, se crea el virreinato de la Plata.


4.3 La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue económico de Cataluña.

En el siglo XVIII la población española pasó a más de diez millones. La agricultura era la base de la economía pero de muy bajos rendimientos. La mayor parte de las tierras cultivables eran de la nobleza y el clero y estaban infrautilizadas. Durante el reinado de Carlos III se hicieron proyectos de mejora, como la Ley Agraria de Jovellanos, pero sus logros fueron escasos. La producción industrial se vio incentivada por el crecimiento de la población y la política industrial con tres medidas: proteccionismo de la industria española, creación de manufacturas reales como el vidrio, y fomento de la construcción naval. El comercio con América recibió un gran impulso. Cadiz sustituyó a Sevilla como puerto de embarque. Se crearon compañías como la Compañía Guipuzcoana de Caracas. Cataluña experimentó un gran despegue económico. El sistema de enfiteusis permitió a los campesinos tener beneficios y aumentar el consumo lo que estimuló la producción industrial, especialmente la textil. La industria también se vio favorecida por la política proteccionista de la monarquía.


4.4 Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III.

La Ilustración fue un movimiento ideológico en Europa en el s. XVIII, para alcanzar el bienestar y la felicidad de los individuos con avances en el conocimiento y el desarrollo de las artes técnicas. Se conoce como el Siglo de las luces y del culto de la razón. Su principal foco estuvo en Francia. Fue un movimiento minoritario por intelectuales como Campomanes, Jovellanos y Olavide, cuyas ideas se difundieron en tertulias y sociedades como las Sociedades Económicas de Amigos del País. Fue fomentado por la monarquía, no fue un movimiento revolucionario. Impulsaron expediciones científicas y la creación de Academias como de la Lengua y Bellas Artes. Tuvo gran influencia de la iglesia católica con el padre Feijoo, rechaza el ateísmo y compatibiliza nacionalismo y religión. Fue un movimiento de las regiones periféricas; Cataluña, País Vasco y Asturias. Carlos III (1759-1788) fue un rey más representativo del Despotismo Ilustrado tras la muerte de Fernando VI, con ministros como Esquichalde, Floridablanca y Jovellanos, que emprendieron reformas económicas y urbanísticas. No se pondrá en duda el poder absoluto de la monarquía ni la validez del régimen absolutista y de la sociedad estamental. Carlos III representa el ideal del rey filósofo, únicamente el rey sabía lo que le convenía a sus súbditos. La situación política se define con el lema ‘’todo para el pueblo pero sin el pueblo’’.

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