Estratificación Social: Concepto y Dinámica
La estratificación social es un término que se refiere a la desigualdad social. Este concepto, fundamental en la sociología, apareció en la teoría funcionalista y describe el proceso mediante el cual la sociedad sitúa a las personas en distintos niveles o posiciones.
El concepto de estratificación es universal y tiene como común denominador la desigualdad, donde la ordenación social establece los parámetros que rigen las relaciones entre categorías de individuos, considerando algunas como superiores y otras como inferiores. Es un concepto dinámico, ya que cada sociedad desarrolla un modelo de estratificación compatible con sus necesidades y lo modifica para acomodar nuevas realidades.
Por estas razones, al estudiar los diferentes sistemas que las sociedades utilizan o han utilizado para determinar las posiciones relativas, el término «estratificación social» se considera un sinónimo de «clase social» o «estructura de clases». Algunos economistas, sociólogos y políticos decidieron utilizarlo debido a que no posee la connotación marxista que sí tiene el término «clase social».
Clases Sociales: Definición y Evolución
Cuando se habla de «clase social», se hace referencia a grupos de personas con distintos recursos económicos. Las clases sociales son objetivas, representando posiciones dentro del campo productivo. Además, se convierten en una forma de identificación; por ejemplo, un trabajador sabe que pertenece a la clase obrera. También se identifica una identidad colectiva entre las clases sociales, donde cada individuo sabe a qué clase pertenece y lucha por sus intereses.
El concepto de «clase» comenzó a utilizarse en las sociedades modernas a partir de la Industrialización. Marx fue uno de los principales teóricos de las clases sociales, aunque el concepto apareció por primera vez con Adam Smith y Adam Ferguson.
Perspectivas Teóricas sobre la Estratificación Social
La Visión Marxista de las Clases Sociales
Desde el punto de vista marxista, las clases sociales se deben a las relaciones de producción, es decir, a las reglas que organizan colectivamente la producción de una sociedad. Por tanto, no hay nada de natural en la existencia de clases sociales, y es posible cambiar dichas reglas.
Esta teoría no tuvo el éxito esperado, en parte debido al auge de otra teoría en los estudios comparados sobre estructura social: la teoría neoweberiana, de la que John H. Goldthorpe ha sido un gran impulsor.
La Teoría Neoweberiana y los Grupos de Estatus
La teoría neoweberiana parte de la idea del sociólogo Max Weber, quien definía las clases sociales por las oportunidades vitales que se obtienen gracias a los recursos conseguidos en el mercado.
Para Goldthorpe, los ejes en torno a los que se estructuran las clases sociales se relacionan con dos dimensiones básicas inherentes al proceso de trabajo, en lugar de las relaciones antagónicas de producción:
- El eje de la dificultad intrínseca de la tarea realizada, que permite diferenciar entre empleo cualificado y no cualificado.
- La dificultad para controlar el proceso de trabajo.
En los empleos manuales, suele ser más fácil controlar el ritmo, el volumen y la calidad del trabajo. La «clase de servicio» es aquella que presta servicios a los capitalistas y en la que estos deben confiar, ya que es difícil controlar su trabajo.
Los weberianos también hablan de los grupos de estatus, que son aquellos formados por personas que comparten cierto prestigio social en función de sus características étnicas, religiosas o de otro tipo, y que se manifiesta mediante estilos de vida particulares, como formas de vestir, de ocio o hábitos alimentarios.
El Enfoque Funcionalista y el Prestigio Profesional
Además de las perspectivas marxista y weberiana, cabe destacar el planteamiento funcionalista, que mantiene su relevancia empírica. Desde esta teoría, se entiende que las profesiones se jerarquizan según una única dimensión: su prestigio.
El prestigio es la valoración social de una profesión, que depende de varias de sus características, como su relevancia social, el salario, las condiciones de trabajo y la autonomía en las que se ejerce, entre otras.
Existen dos formas de medir este prestigio:
- Preguntar a las personas de una sociedad cómo valoran las distintas profesiones.
- Elaborar un índice a partir de sus principales atributos.
Su prestigio dependerá básicamente de dos atributos:
- El nivel de estudios.
- Los ingresos medios de quienes la desempeñan.
Similitudes y Clasificación de las Clases Sociales
Por otro lado, se pueden encontrar similitudes entre las perspectivas marxista, weberiana y funcionalista. En todas estas clasificaciones, se termina por encontrar a la clase obrera, las clases intermedias y las clases altas.
Una clasificación de las clases sociales entre las dos crisis (1973-2007) podría ser la siguiente:
- Burguesía monopolística.
- Burguesía no monopolística o burguesía media.
- Las clases medias: pequeña burguesía, la “clase de servicio” o la “clase del conocimiento” asalariada; empleados y asalariados de niveles intermedios.
- Clase Obrera.
- Excluidos y sectores marginales.