Historia Contemporánea de España: Restauración, II República y Guerra Civil


Práctica 12: Caricatura del Turnismo

La imagen a comentar es una caricatura doble de tipo satírico. El semanario «Pequeñeces», como se indica en la fuente, presenta el clima político de España a finales del siglo XIX. La caricatura ofrece una visión satírica de la España de la Restauración en 1897, con la regente María Cristina de Habsburgo (esposa de Alfonso XII). El objetivo del semanario era criticar o ridiculizar el Pacto de El Pardo de 1885. El Pacto se estableció entre los dos personajes representados en la caricatura: Cánovas del Castillo y Sagasta. Cánovas lideraba el Partido Conservador y Sagasta el Partido Liberal. Ambos partidos buscaban dotar al Régimen de la Restauración de estabilidad política. El pacto concretó la alternancia en el poder, conocida como turnismo. La figura femenina representa a la España trabajadora del siglo XIX, que permanecía al margen del turno de «guisar y comer». Es la criada de los líderes políticos: uno guisa, el otro come y España lava los platos.

Funcionamiento del Sistema Canovista

Cánovas defendía que los partidos debían ser un instrumento al servicio de la monarquía para proporcionar estabilidad política a España a finales del siglo XIX. Para ello, era necesario formar nuevos partidos que sirvieran de muro de contención frente a republicanos y carlistas.

Apoyos del Sistema Canovista:

  • El Rey y las Cortes: Representaban la autoridad y la libertad.
  • Los partidos políticos: Conservador y Liberal.

Los tres fundamentos del sistema canovista son:

  • Bipartidismo

    Existían dos partidos:

    • Partido Conservador (Partido Liberal Conservador)
      • Líder: Antonio Cánovas del Castillo
      • Apoyos: nobleza, burguesía, clero, funcionarios civiles y militares.
    • Partido Liberal (Partido Liberal Fusionista)
      • Líder: Práxedes Mateo Sagasta
      • Apoyos: demócratas, funcionarios y aristocracia terrateniente.
  • El Turnismo

    El sistema funcionaba gracias al turno pacífico de partidos (Acuerdo del Pardo, 1885). Eran dos partidos (Conservador y Liberal) leales a la Corona. Se reconocía el fraude electoral («pucherazo») para consolidar el turnismo en el poder. Aceptaban el capitalismo y la propiedad privada.

  • El Caciquismo

    El liderazgo de los partidos se ejercía desde Madrid; sin embargo, el poder local lo detentaban los caciques, intermediarios entre el poder central y local:

    • Controlaban el poder en zonas rurales y poseían prestigio personal en su área.
    • Encargados de gestionar los votos en esas zonas; si el resultado no era el deseado, utilizaban «métodos» como:
    1. Pucherazo: coacción para el voto y alteración del resultado final en el colegio electoral.
    2. Encasillado: reparto de los distritos electorales asignando un candidato que ni siquiera era de la zona.

Controlaban al pueblo con el apoyo moral de la Iglesia, la censura de prensa y la Ley de Imprenta.

Cronología de Eventos Clave (Finales del Siglo XIX – Principios del XX)

Regeneracionismo

Finales del XIX y principios del XX.

Alfonso XIII

Rey de España desde 1902.

Semana Trágica de Barcelona

2 de agosto de 1909.

CNT (Confederación Nacional del Trabajo)

Fundada en Cataluña en 1910.

Desastre de Annual

Julio de 1921.

Desembarco de Alhucemas

Septiembre de 1925.

Pacto de San Sebastián

Agosto de 1930.

Manuel Azaña

Presidente de la II República en 1931-1933 y 1936.

Alejandro Lerroux

Miembro del Gobierno Provisional en 1931.

Clara Campoamor

Activista feminista que en octubre de 1931 creó la Unión Republicana Femenina.

Sanjurjada

Fallido golpe de Estado en agosto de 1932.

Ley de Reforma Agraria

Septiembre de 1932.

CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas)

Fundada en 1933.

José Antonio Primo de Rivera

Fundador de Falange Española en 1933.

Frente Popular

Coalición de izquierdas y sindicatos formada en enero de 1936.

Comité de No Intervención

Organización creada en Londres en septiembre de 1936.

Brigadas Internacionales

Voluntarios extranjeros que lucharon en el bando republicano de noviembre de 1936 a diciembre de 1938.

Decreto de Unificación

Norma jurídica del 19 de abril de 1937, por la que Franco unificó los partidos políticos.

Bombardeo de Guernica

26 de abril de 1937.

Batalla del Ebro

Julio a noviembre de 1938.

Práctica 13: Constitución de 1876

La Constitución de 1876 fue un texto jurídico fundamental en la historia de España. Se promulgó el 30 de junio de 1876 durante el reinado de Alfonso XII y en el contexto de la Restauración borbónica. Su naturaleza es la de un documento legal que establecía la organización política del país, dirigido a todos los ciudadanos e instituciones del Estado y aplicable a todo el territorio español. Entre sus ideas principales destacaba el establecimiento de una monarquía parlamentaria con un sistema de soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, compuestas por el Senado y el Congreso de los Diputados. Otras ideas clave fueron la unificación jurídica en toda España, estableciendo un único fuero legal para todos los ciudadanos en el ámbito civil y penal, y la permisión de la emisión de ideas y opiniones por distintos medios.

Las características fundamentales de esta Constitución incluían un sistema bicameral con un Senado mixto (designado por la Corona), la potestad legislativa compartida entre el Rey y las Cortes, y una administración centralizada que unificaba el marco legal en todo el país (Arts. 18 y 19). Se reconocían algunos derechos y libertades individuales (Art. 13) y, además, se establecía la religión católica como oficial del Estado (Art. 11). La Constitución se distinguía por su flexibilidad, lo que permitió su vigencia hasta 1923, ya que se podían cambiar las leyes sin modificar la Constitución. Por último, esta Constitución sentó las bases de la Restauración, favoreciendo la alternancia en el poder mediante el sistema de turno pacífico entre los partidos.

Práctica 14: La Constitución de 1931

Nos encontramos ante un texto jurídico y político, concretamente un fragmento de la Constitución Española de 1931, redactada durante la Segunda República. Se trata de una fuente primaria de carácter legal y normativo. El destinatario del texto es el conjunto de la ciudadanía española, así como las instituciones del Estado. Tiene un ámbito geográfico nacional, es decir, se aplica a toda España. Cronológicamente, se sitúa en 1931, momento de grandes transformaciones políticas y sociales tras la proclamación de la Segunda República.

Ideas Principales:

  • España se declara una República democrática organizada bajo principios de libertad y justicia.
  • Se establece un Estado laico, sin religión oficial, y se garantiza la libertad de culto.
  • Se reconoce la autonomía de regiones y municipios dentro del marco territorial del Estado.
  • Se prohíbe cualquier forma de discriminación por motivos de clase, religión, ideología, sexo o riqueza.
  • Se introduce la posibilidad legal del divorcio por mutuo acuerdo.

Ideas Secundarias:

  • La consideración de las confesiones religiosas como asociaciones sin trato de favor.
  • La negativa del Estado a sostener económicamente a la Iglesia y otras instituciones religiosas.
  • La voluntad de construir una República integral que combine unidad y descentralización.

El Bienio Reformista (1931-1933)

El Bienio Reformista (1931-1933) fue una etapa en la que el gobierno republicano-socialista impulsó una serie de reformas profundas con el objetivo de modernizar el país y democratizar sus estructuras sociales y económicas.

Principales Reformas:

  • Reforma agraria: Pretendía redistribuir la tierra para mejorar la situación de los campesinos sin recursos.
  • Reforma militar: Buscaba reducir el poder del ejército, profesionalizarlo y someterlo a la autoridad civil.
  • Reforma educativa: Se promovió una escuela pública, laica y obligatoria, con la construcción de miles de nuevas escuelas.
  • Reforma laboral: Se introdujeron medidas como el salario mínimo, la jornada de ocho horas y mejoras en los derechos sindicales.
  • Reforma religiosa: Se separó la Iglesia del Estado, se secularizó la enseñanza y se limitó el poder de las órdenes religiosas.
  • Reforma autonómica: Se concedió autonomía a regiones como Cataluña, abriendo la puerta a un modelo descentralizado.

Oposición a las Reformas:

  • La Iglesia Católica rechazó las medidas laicistas que afectaban su influencia social y educativa.
  • El ejército mostró resistencia ante la pérdida de privilegios y autoridad.
  • Los grandes propietarios y las élites conservadoras se opusieron especialmente a la reforma agraria.
  • Los partidos de derecha consideraron que las reformas atacaban los valores tradicionales.
  • Los grupos revolucionarios de izquierda (como anarquistas o comunistas) criticaron al gobierno por no ir lo suficientemente lejos en sus reformas.

El Revisionismo Político Inicial del Reinado de Alfonso XIII y las Principales Medidas Adoptadas

A principios del siglo XX, el sistema político de la Restauración en España se mantenía mediante una monarquía liberal basada en la Constitución de 1876, con el pacto entre los partidos Conservador y Liberal. Sin embargo, a finales del siglo XIX, surgió el regeneracionismo, que denunciaba los problemas del sistema y proponía reformas. Cuando Alfonso XIII subió al trono en 1902, las expectativas de reformas regeneradoras aumentaron, especialmente tras la derrota de 1898.

Con la muerte de Cánovas y Sagasta, comenzó el revisionismo político. En el Partido Conservador, Antonio Maura lideró una «revolución desde arriba» entre 1907 y 1909, buscando reformar el sistema liberal-parlamentario. Maura propuso la Ley de Administración Local, que otorgaba mayor autonomía a las corporaciones locales, y creó el Instituto Nacional de Previsión para regular aspectos laborales. También adoptó medidas proteccionistas para la industria y la agricultura, y promovió una ley electoral con voto obligatorio.

Maura no pudo concluir sus reformas debido a su dimisión en octubre de 1909, tras los disturbios de la Semana Trágica en Barcelona, que surgieron en protesta por el envío de tropas a Marruecos y derivaron en violencia anticlerical. El rey retiró su apoyo a Maura tras este evento.

José Canalejas asumió el poder en 1910 y continuó con un programa reformista. Abolió impuestos sobre los consumos y favoreció políticas para acercar el sistema a las clases medias y trabajadoras. Canalejas también promovió reformas sociales y políticas para modernizar España. Sin embargo, su mandato fue interrumpido por su asesinato en 1912.

Este revisionismo político tuvo un impacto importante en la evolución del sistema político español de la época, intentando adaptarlo a los nuevos desafíos sociales y políticos del siglo XX.

La Quiebra del Sistema de la Restauración: La Crisis de 1917

En el verano de 1917, el sistema político de la Restauración en España atravesó su crisis más grave, producto de tres tipos de conflictos: la crisis militar, política y social.

Crisis Militar:

La crisis militar fue provocada por un proyecto de reforma que pretendía reducir el número de oficiales y modernizar el ejército. Los oficiales peninsulares, que no podían ascender por antigüedad, se sentían desfavorecidos frente a los que servían en África. Este malestar llevó a la formación de las Juntas de Defensa, que exigieron cambios en el sistema de ascensos. En junio de 1917, las Juntas presentaron un manifiesto al gobierno, y con el apoyo del rey Alfonso XIII, lograron imponer sus demandas.

Crisis Política:

La crisis política se centró en la Asamblea de Parlamentarios, convocada en Barcelona por Francesc Cambó, líder de la Lliga Regionalista, tras la suspensión de las garantías constitucionales y la censura impuesta por el gobierno de Dato. La Asamblea abogó por la formación de un gobierno provisional y la reforma constitucional para otorgar autonomía a Cataluña. Sin embargo, el escaso apoyo recibido y el rechazo de las Juntas a sus propuestas provocaron su disolución.

Crisis Social:

La crisis social se desencadenó con la huelga general de agosto de 1917. Las principales organizaciones sindicales, UGT y CNT, convocaron esta huelga con el objetivo de derrocar el régimen y establecer una república democrática. La huelga tuvo mayor impacto en las grandes ciudades industriales, como Madrid, Barcelona, el País Vasco y Asturias, donde se produjeron graves incidentes. El ejército reprimió a los obreros con violencia, dejando 71 muertos y 2.000 detenidos. Los líderes sindicales fueron condenados a cadena perpetua, pero al año siguiente fueron elegidos diputados.

Consecuencias de la Crisis de 1917:

La crisis de 1917 evidenció la descomposición del sistema de la Restauración y su incapacidad para reformarse desde dentro. Además, reflejó la creciente radicalización social, exacerbada por las consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial y la influencia de la Revolución Bolchevique en Rusia.

Las Causas que Condujeron a la Proclamación de la II República

En enero de 1930, tras la dimisión de Miguel Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó al general Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno, conocido como la «dictablanda». Por otra parte, los partidos republicanos, nacionalistas catalanes y gallegos, se unieron y firmaron en agosto de 1930 el Pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a derribar la monarquía y formar la futura república. Esto provocó que las masas confiaran cada vez menos en el sistema político y en la monarquía. La convocatoria de elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fue un triunfo republicano en las grandes ciudades que provocó la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación de la República el 14 de abril.

Causas Sociales y Culturales:

En cuanto a las causas sociales, aparecieron nuevos cambios demográficos y sociales que acabaron con el dominio de la población rural. España sufría un enorme atraso cultural, con el 33% de la población analfabeta. Además, el ejército tomó conciencia de que tenía un peso mayor en la sociedad. La Iglesia, por su parte, continuó controlando la educación y en el país, siguió sin aparecer una solución al enfrentamiento entre los nacionalistas y el gobierno central. En España, el malestar social se hizo notar en las calles con la radicalización de los sindicatos obreros. Finalmente, todas estas causas conducirían a la proclamación de la II República en 1931, que culminaría en 1939 a causa del golpe militar que dio inicio a la Guerra Civil Española.

El Contexto Internacional de la Guerra Civil y el Apoyo Exterior Recibido

La Guerra Civil Española tuvo un impacto internacional significativo, ya que se desarrolló en un contexto de tensiones entre democracias y regímenes autoritarios. Desde el inicio, Alemania e Italia apoyaron a Franco con armas y soldados, mientras que Portugal facilitó el tránsito de recursos.

Por su parte, Francia y Gran Bretaña optaron por la neutralidad para evitar una escalada bélica. Impulsaron el Comité de No Intervención (1936), que resultó ineficaz ya que los regímenes siguieron apoyando a los nacionales. La República recibió el apoyo de la URSS y de las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios antifascistas. Sin embargo, la ayuda soviética estuvo condicionada políticamente y se redujo con el tiempo.

En este momento, Hitler envió a la Legión Cóndor (causante del Bombardeo de Guernica), y la colaboración de Portugal permitió el libre paso de armas para el ejército de Franco por su territorio. Además, la Sociedad de Naciones se encontraba en una profunda crisis, fracasando en el intento de impedir la intervención alemana e italiana.

Este conflicto evidenció la incapacidad internacional para frenar la expansión del fascismo y anticipó la Segunda Guerra Mundial, que comenzaría en 1939 y se extendería hasta 1945.

Los Orígenes y la Evolución del Movimiento Obrero Español Durante el Siglo XIX

En España, el movimiento obrero también quedó dividido, en 1871, en dos corrientes, a menudo irreconciliables:

  • La socialista, seguidora de las doctrinas de Marx y predominante en Madrid, Bilbao, Cantabria y Asturias.
  • La anarquista, partidaria de las tesis de Bakunin y mayoritaria en Cataluña, Valencia, Andalucía y Aragón.

Tras el fin de la I República en 1874, en la que el movimiento obrero tuvo un especial florecimiento, el presidente Serrano prohibió las asociaciones obreras, que tampoco tuvieron muchas posibilidades de actuación durante los primeros años de la Restauración, ya que el derecho de asociación, reunión y manifestación estaban limitados. A partir de 1881, con el gobierno de Sagasta, hubo una mayor permisividad y las asociaciones obreras comenzaron a reorganizarse, hasta su legalización en 1887.

En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dentro de la corriente marxista. Concebido como un partido de masas, perseguía la conquista del poder político por la clase obrera para abolir la propiedad privada y la sociedad de clases. No obstante, durante este periodo no tuvo mayor incidencia en la vida política.

En 1888 se creó en Barcelona el sindicato socialista Unión General de Trabajadores (UGT), con especial arraigo entre los mineros y los obreros de la siderurgia de Vizcaya y Asturias. Una de sus principales iniciativas fue la celebración, a partir de 1890, de la fiesta del 1 de Mayo, celebración que sirvió de aglutinante del movimiento obrero.

Por su parte, el anarquismo se reorganizó en 1881, con la fundación de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE, hasta 1888), con especial incidencia entre los obreros de la industria textil en Barcelona y entre los jornaleros andaluces. El movimiento anarquista sufrió una división entre los partidarios de la acción directa y violenta (como el asesinato de Cánovas) y quienes defendían la acción sindical, a través de la huelga general y de reivindicaciones relacionadas con la jornada laboral y las condiciones de vida del proletariado. Las acciones violentas de los más radicales perjudicaron a todo el anarquismo, que sufrió durante este periodo una brutal represión.

La publicación, en 1891, de la encíclica papal Rerum Novarum, por León XIII, supuso el reforzamiento de los Círculos Obreros Católicos, surgidos en los años 60. La Iglesia española constituyó en Madrid el Consejo Nacional que agrupaba a las asociaciones de inspiración católica, pero sin interés reivindicativo alguno. Se trataba más bien de un sindicalismo apolítico e interclasista, lo que impidió su aceptación mayoritaria por la clase obrera.

Las Consecuencias para España de la Crisis del 98 en los Ámbitos Económico, Político e Ideológico

En 1895 estallaron insurrecciones en Cuba y Filipinas. Entonces EE. UU. intervino proporcionando ayuda a los rebeldes, usando como excusa el intento fallido de comprar Cuba a España y la voladura del barco Maine. La Guerra Hispano-Estadounidense fue fácilmente ganada por EE. UU., y en diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, en el que España cedía a EE. UU.: Puerto Rico y Filipinas. Cuba alcanzó la independencia bajo la protección de EE. UU. La desmoralización del país provocó una serie de consecuencias para España.

Consecuencias Económicas:

  • La subida de los precios de los alimentos en 1898 sí que llegaría a medio plazo.
  • Pérdida de los ingresos procedentes de las colonias, del mercado privilegiado que estas suponían para los productos españoles y ciertas mercancías que, como el azúcar, el cacao o el café, deberían comprarse en el futuro a precios internacionales.
  • La deuda pública se duplicó, subió la inflación y se devaluó la peseta.
  • Fue positiva la repatriación de capitales, sobre todo hacia el norte de España, que fueron el punto de partida de la creación de sociedades mercantiles y de importantes entidades bancarias.

Consecuencias Políticas:

En cuanto a las consecuencias políticas, el impacto sobre el sistema político resultó inevitable, puesto que la derrota se vio como la incapacidad de los distintos gobiernos para evitar la guerra y, una vez iniciada, lograr la victoria.

  • El desgaste afectó a los dos partidos dinásticos, pero especialmente al Liberal y a Sagasta, a quien le tocó la misión de afrontar la derrota. Sin embargo, no hubo grandes cambios: el gobierno se mantuvo en el poder y se acallaron las escasas críticas y protestas promovidas por los partidos ajenos al turno y los intelectuales.
  • Esto también significó el final de la carrera de la primera generación de dirigentes políticos de la Restauración, que debió ceder el terreno a nuevos líderes, como Francisco Silvela y Antonio Maura en el Partido Conservador, o Eugenio Montero Ríos y José Canalejas entre los liberales.

Desprestigio Militar:

  • El problema del desprestigio militar, quizás la consecuencia más grave, derivada de la contundencia de la derrota.
  • Pese a la capacidad demostrada por algunos generales y al valor de las tropas, era evidente que el Ejército no había estado preparado para un conflicto como el ocurrido.
  • Así, con el daño a la imagen del Ejército y la desmoralización de este, que atribuía responsabilidades a los políticos, resurgiría el problema militar en España.

Consecuencias Ideológicas:

Desde el punto de vista ideológico, la desmoralización por el fracaso colonial avivó una crisis de la conciencia nacional, comenzando a configurarse una corriente transformadora de la vida pública, que permitiese regenerar el país, tanto desde dentro del sistema (Maura) como desde fuera (Joaquín Costa); es el conocido como Regeneracionismo. Este movimiento nació en defensa de España, buscando mejorar la cultura, la situación del campo y la democratización de la vida política. Este sentimiento pesimista y regenerador se materializó también en el mundo intelectual, en la llamada Generación del 98.

La Evolución de la Dictadura de Primo de Rivera, Desde el Directorio Militar al Directorio Civil

La dictadura de Primo de Rivera fue un régimen con un vago programa regeneracionista inspirado en el modelo intervencionista y corporativista de los regímenes autoritarios en auge en la Europa de entreguerras. En septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, acaudilló un pronunciamiento militar contra el gobierno constitucional, sin hallar prácticamente oposición. Primo presentó la dictadura como algo transitorio, «hasta que se extirpasen los males del país». El rey Alfonso XIII le llamó para formar un nuevo gobierno y le concedió el cargo de presidente y de ministro único (Directorio Militar).

El Directorio Militar (1923-1925):

El Directorio Militar proclamó el Estado de Guerra durante dos años, suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, prohibió las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos. Impuso el orden público con duras medidas represivas contra la CNT y el PCE. También se reprimió cualquier manifestación de nacionalismo, lo que conllevaría una radicalización del nacionalismo catalán hacia posturas separatistas. Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas de «vocales asociados» elegidos por los mayores contribuyentes, estrechamente vinculados al sistema caciquil. Su reforma de la administración, que proclamaba acabar con el sistema caciquil, lo que hizo fue acentuarlo aún más. Sí tuvo Primo de Rivera éxito en la guerra marroquí cuando en 1925, España y Francia acordaron una ofensiva militar conjunta. El desembarco de las tropas españolas en Alhucemas alcanzó sus objetivos iniciales y un año después quedó sometido todo el protectorado.

El Directorio Civil (1925-1930):

En esta segunda fase de la dictadura, Primo sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil con clara intención de permanecer en el poder, y afirmó su voluntad de construir un régimen inspirado en las dictaduras autoritarias de la Europa de entreguerras, especialmente la Italia fascista de Mussolini. Impulsó desde el poder la formación de un gran partido de derechas, la «Unión Patriótica» (1924). Carente de un programa y una ideología definida, fue solo un instrumento de propaganda gubernamental para asegurar el apoyo popular al régimen. En 1926 anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por representantes del Estado, de la administración y de la Unión Patriótica, y encargada de elaborar una nueva «constitución». Sin embargo, además de estar bajo control del gobierno, sus funciones eran meramente consultivas. La dictadura se benefició de la coyuntura expansiva internacional de los años veinte. Su política económica se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico. Los objetivos fueron impulsar la industria nacional mediante unos elevados aranceles proteccionistas y la concesión de ayudas a las grandes empresas. También se crearon grandes monopolios estatales como CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos) y Telefónica. El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados de esta etapa. La escasa conflictividad social del periodo se explica en parte por la represión, pero también gracias al desarrollo de una amplia política social y de una legislación laboral, basada en la intervención y mediación por parte del Estado y en la integración de las organizaciones obreras moderadas y reformistas.

El Final de la Dictadura:

A partir de 1926, la dictadura empezó a perder apoyos y arreciaron las críticas y la oposición. Así, encontramos el pronunciamiento militar conocido como «sanjuanada», protagonizado por militares descontentos; también el alejamiento de muchos de los militares con el régimen, a partir sobre todo de la aprobación de una norma general que suprimía los ascensos por estricta antigüedad. Por otra parte, fue en aumento el ascenso de los partidos republicanos y la oposición al régimen de intelectuales y periodistas, que se enfrentaron al dictador, a pesar de la rígida censura. Primo de Rivera, falto de apoyos, incluso del grueso de los militares y del rey, cuya imagen había quedado ligada al régimen dictatorial, presentó su dimisión en enero de 1930. Aparece la «Dictablanda» del general Berenguer.

Los Cambios Demográficos y Sociales de España Durante el Primer Tercio del Siglo XX

Panorama General de la Economía:

El primer tercio del siglo XX fue una etapa de crecimiento económico en España, pero en el marco de una política fuertemente proteccionista. El poder político sufrió la presión de los industriales del algodón catalanes, los siderúrgicos vascos y los cerealistas castellanos, para que se evitaran las importaciones y se reservara el mercado nacional a sus productos. Y lo consiguieron, como reflejan los sucesivos aranceles que se fueron imponiendo. La economía española se convirtió así en una de las más cerradas y protegidas de Europa, lo que, en opinión de algunos historiadores de la economía, fue fundamental para su desarrollo económico; aunque otros sostienen que tal proteccionismo solo sirvió para perpetuar sectores sin ventajas económicas e impedir el despegue de los sectores verdaderamente rentables, inhabilitándolos para competir con la producción exterior. La producción agrícola creció entre 1900 y 1931 un 55%; sin embargo, la productividad en el mismo período estuvo entre el 30 y el 40% por debajo de la media de los países europeos más avanzados. Los cereales, y más concretamente el trigo, seguían ocupando la mayor parte de la superficie cultivada, con uno de los rendimientos más bajos de Europa.

La Modernización Demográfica y Social:

Con la excepción de Cataluña, que había iniciado la transición a un régimen demográfico moderno en el siglo XIX, en el resto de España esa transición no comenzó hasta el primer tercio del siglo XX; pero además con una peculiaridad respecto a Europa: no hubo primero un descenso de mortalidad al que siguiera tiempo después el descenso de la natalidad, sino que ambas disminuyeron de forma casi simultánea y en paralelo, por lo que no se produjo ninguna fase de aceleración del crecimiento demográfico. Las mejoras en alimentación, vestido y vivienda, así como las actuaciones sanitarias, explican la disminución de la mortalidad, cuyas causas tradicionales (crisis de subsistencia, epidemias y enfermedades endémicas) desaparecieron o disminuyeron de forma considerable. La única epidemia de importancia registrada en este período, y la última de la historia, fue la conocida como gripe española de 1918-1919, que provocó la muerte de un elevado, aunque impreciso, número de personas (con probabilidad más de 200.000 en España). Por el contrario, en el campo de las enfermedades endémicas, la viruela, tan letal durante el siglo anterior, fue erradicada. Desde finales del siglo XIX comenzó el descenso de la tasa de mortalidad (del 29% en 1900 al 17% en 1939) y en particular de la mortalidad infantil. En consecuencia, la esperanza de vida pasó de 35 a 50 años en el primer tercio del siglo. Un elemento significativo fue la mejora de las condiciones de vida y de los servicios públicos higiénicos y sanitarios, de limpieza, alcantarillado y agua potable. Estas mejoras atenuaron e incluso acabaron con las enfermedades infectocontagiosas que causaban la mayor parte de las defunciones, sobre todo en la infancia. El descenso de las tasas de natalidad fue más lento y se debió a la modernización de la vida urbana y la incipiente incorporación de la mujer al trabajo no doméstico. También influyó dentro de este proceso la incorporación de medidas anticonceptivas básicas. Otra novedad fue el incremento de la emigración exterior, sobre todo entre 1905 y 1914 (hasta la Primera Guerra Mundial), con destino prioritario a América Latina (Argentina, Cuba y Brasil) y Argelia. El perfil del emigrante era varón, joven, campesino y alfabetizado. En cambio, en la segunda década del siglo predominaron de forma abrumadora las migraciones internas, del campo a las ciudades, que estaban en plena euforia productiva por los efectos de la Primera Guerra Mundial. Una muestra de este éxodo rural la proporciona un dato: en 1930 más de la mitad de la población de Barcelona o Madrid era inmigrante. También varió la distribución de la población por sectores económicos, ya que la creciente demanda de mano de obra industrial provocó un aumento de la población ocupada en el sector secundario, que pasó del 14% (en 1900) al 26% (en 1930), con el consiguiente descenso del sector primario, que disminuyó del 70% al 47% en el mismo intervalo temporal. En definitiva, en el primer tercio del siglo XX la estructura de la sociedad no cambió en comparación con la de finales de la centuria anterior, pero la distribución sectorial experimentó una notable modernización, mediante el trasvase de población del campo a la ciudad, o lo que es lo mismo: de la agricultura a la industria.

La Política del Bienio Radical-Cedista y la Revolución de Octubre de 1934 y sus Consecuencias

Las elecciones de 1933 concluyeron con un vuelco en la composición de las Cortes. Las derechas unidas lograron formar una única candidatura frente a unas izquierdas que se presentaron por separado. En septiembre de 1933, el jefe de gobierno Manuel Azaña comunicó su dimisión. La profunda crisis en la que el Bienio Reformista había caído fue la razón principal. Ante la ausencia de jefe de gobierno, el jefe de Estado de la República, Alcalá Zamora, convocó nuevas elecciones para noviembre de 1933. La victoria fue para los radicales de Lerroux y la CEDA.

El Gobierno Radical-Cedista (1933-1935):

Los resultados de las elecciones generales de noviembre de 1933 cambiaron profundamente el panorama político y parlamentario.

  • El PSOE obtuvo la mitad de los escaños de 1931.
  • El Partido Radical de Lerroux aumentó su representación notablemente.
  • Los triunfadores electorales fueron los partidos de derechas con la CEDA (Confederación Española de las Derechas Autónomas), que se convirtió en el partido mayoritario en las Cortes con 115 escaños.

Consecuencias del Nuevo Mapa Político:

  • Los partidos que habían posibilitado la llegada de la II República ya no constituían la mayoría de la cámara.
  • La inestabilidad de los gobiernos fue constante. De 1933 a 1936 se sucedieron cuatro presidentes que formaron nueve gobiernos radical-cedistas, con una duración media de menos de tres meses.
  • Las Cortes perdieron protagonismo, lo que facilitó que derechas e izquierdas acabaran recurriendo a la violencia.

Medidas del Gobierno Radical-Cedista:

Los primeros gobiernos de este segundo bienio fueron ocupados por los radicales, como Lerroux.

  • Se modificó la política religiosa, propiciando un acercamiento al Vaticano.
  • Se bloqueó gran parte de la reforma agraria, devolviendo a los aristócratas las tierras que habían sido confiscadas anteriormente.
  • Se concedió la amnistía a los militares y monárquicos que habían participado en la sublevación de Sanjurjo en agosto de 1932.
  • Se frenó el programa de construcción de escuelas públicas.
  • Se nombró generales de derechas en puestos de mayor responsabilidad. Por ejemplo, el general Franco fue designado jefe del Estado Mayor, y el general Emilio Mola asumió el mando de las tropas españolas en Marruecos.

Consecuencias de estas Medidas:

  • La Revolución de Asturias de 1934.
  • El final del Bienio.

Causas de la Revolución de Octubre de 1934:

La radicalización del PSOE y la parálisis de las reformas llevó a la proliferación de huelgas y conflictos.

  • La CEDA exigió orden público y pidió su entrada en el gobierno del Radical Lerroux.
  • La entrada de miembros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el gobierno provocó el rechazo de los grupos de izquierdas, que desembocó en la revolución de octubre de 1934.
  • En cuanto se formó el nuevo gobierno, comenzaron huelgas generales en las grandes ciudades para defender la república y las reformas sociales.
  • PSOE y UGT organizaron una huelga general que pretendía derribarlo.

Fracaso del Movimiento:

  • La falta de coordinación en las distintas zonas.
  • La no participación de la CNT.
  • La declaración del estado de guerra por parte del gobierno, excepto en dos regiones donde sí triunfó: Asturias y Cataluña.

Desarrollo de la Revolución:

En Asturias:

El 5 de octubre, aprovechando la convocatoria de huelga general por parte de la UGT, comenzó la revolución. Mineros armados ocuparon las villas de la cuenca minera, tomaron parte de los cuarteles de la Guardia Civil y sustituyeron a los ayuntamientos por comités revolucionarios. En Oviedo se proclamó la República Socialista Asturiana, se formaron patrullas y se atacaron los puestos de la Guardia Civil, estando durante tres días casi toda Asturias en manos de los mineros. Como respuesta, el gobierno envió al Principado a la Legión africanista, con Franco, y a los Regulares que, al cabo de diez días, consiguieron derrotar a los insurrectos. Como resultado, hubo miles de bajas y ejecuciones, que presagiaban la violencia que después estallaría durante la Guerra Civil.

En Cataluña:

En Cataluña, el 6 de octubre, Lluís Companys (presidente de la Generalitat) proclamó el Estado Catalán. El Gobierno respondió con la represión por parte del ejército, que a los pocos días detuvo y encarceló a Companys. La autonomía catalana fue suspendida, hasta que se restableció en febrero de 1936.

Consecuencias de la Revolución de 1934:

  • Las organizaciones obreras sufrieron una dura represión: miles de obreros y dirigentes políticos de izquierdas fueron encarcelados, se cerraron sus periódicos…
  • En Cataluña se disolvió el Parlamento, quedó suspendida la autonomía catalana y el presidente Companys y su gobierno fueron condenados a 30 años de cárcel.
  • La extrema derecha se reafirmó en sus deseos de terminar con la República.
  • Los partidos republicanos de centro-izquierda reclamaron la amnistía y en enero de 1936 firmaron el pacto del Frente Popular.

El balance de muertos, heridos y detenidos fue muy alto: hubo un total de más de 2.000 muertos, y más de 30.000 obreros encarcelados. Se encarceló también a Largo Caballero, e incluso a Manuel Azaña fue igualmente acusado. La revolución resultó un fracaso, pero contribuyó a añadir tensión al escenario político.

Las Causas de la Formación del Frente Popular y las Actuaciones Tras su Triunfo Electoral Hasta el Comienzo de la Guerra. Los Preparativos de la Sublevación Militar

En la primavera de 1935 se formó en España un nuevo gobierno presidido por Lerroux del Partido Radical, que incluía a 5 miembros de la CEDA. El Gobierno Radical-Cedista gobernó con continuas crisis, pues los radicales solo podían gobernar con el apoyo de la CEDA. Hubo continuos cambios de ministros y el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, era cada vez más crítico con el Gobierno por su alejamiento de la Constitución. La crisis definitiva se planteó en octubre de 1935 a causa de la corrupción del Partido Radical de Lerroux. El presidente Alcalá Zamora, entonces, disolvió las Cortes y convocó elecciones en 1936.

Formación del Frente Popular:

En las elecciones se presentaron dos grandes bloques políticos:

  • Frente Popular: agrupaba a los partidos de izquierda (republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas de izquierda), quedando al margen los anarquistas.
  • El programa común era la concesión de una amnistía para los encarcelados en la revolución de 1934, y el retorno a las reformas del bienio reformista de 1931-1933.
  • Los partidos de derechas formaron el Bloque Nacional, aglutinados en torno a la CEDA.

Las Elecciones de 1936:

El Frente Popular obtuvo mayoría parlamentaria: 48% de los votos. Las derechas obtuvieron el 46% de los votos, mientras que los partidos de centro solo un 6%. La victoria fue muy ajustada, reflejando la división de la sociedad española.

Formación de Gobierno:

De acuerdo con lo firmado en el programa del Frente Popular, el nuevo gobierno quedó formado exclusivamente por republicanos, mientras que el resto de los partidos de la coalición les daban apoyo parlamentario. El presidente de la República, Alcalá Zamora, nombró a Azaña como jefe de Gobierno. Pero nada más constituirse las nuevas Cortes, estas tomaron la decisión de destituir a Alcalá Zamora y luego, Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga, presidente de Gobierno.

Reformas del Gobierno del Frente Popular:

El Frente Popular llegó al poder con varios objetivos claros.

  • Las medidas más relevantes de este gobierno fueron:
    • Amnistía para los presos políticos.
    • Admisión por las empresas de los obreros expulsados tras las huelgas de 1934.
    • Reanudación de la reforma agraria.
    • Devolución de la autonomía a Cataluña.

La victoria de la izquierda trajo consigo una gran movilización obrera y aumentó el clima de conflictividad social. Se multiplicaron las huelgas y en el campo los jornaleros, impacientes, ocuparon tierras y se adelantaron al gobierno. El desorden y la violencia fue creciendo conforme los sectores más radicales de la derecha (los falangistas) se enfrentaron en las calles a grupos de izquierdas, creándose un clima de enfrentamiento civil.

Conspiración Militar:

La conspiración militar ya estaba en marcha.

Semana Trágica de Barcelona

Sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades de Cataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura por el que se enviaban tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras. A causa de ello, los sindicatos convocaron una huelga general. El balance de los disturbios en la ciudad de Barcelona supuso un total de 78 muertos, medio millar de heridos y multitud de edificios incendiados. El gobierno de Maura, por medio de su ministro de la Gobernación, ordenó de inmediato una durísima represión, en la que se detuvo a varios millares de personas, muchas de ellas procesadas y sentenciadas con penas de destierro, cadena perpetua y cinco condenas a muerte. Además, se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas. Fue la primera crisis grave en el reinado de Alfonso XIII.

CNT

Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Organización sindical española de tendencia anarcosindicalista, fundada en Cataluña en 1910. En su ideología, pretende la transformación revolucionaria de la sociedad a partir de principios anarquistas como el antiautoritarismo, el anticapitalismo, el antimilitarismo y el federalismo. Desde su llegada a España durante el Sexenio Democrático, las organizaciones anarquistas tuvieron gran influencia en los ambientes industriales de Cataluña y en el campo andaluz, con un mayor arraigo entre los obreros españoles que el socialismo. En 1881 se organizaron a través de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE, hasta 1888), con numerosas estrategias de «propaganda por el hecho», como las atribuidas a «La Mano Negra», o los atentados en el Teatro del Liceo (1893) o los asesinatos de Prim (1870) y Cánovas (1897).

Desastre de Annual

Derrota militar española en Marruecos en julio de 1921, en la que las tropas del general Silvestre fueron aniquiladas por las fuerzas rifeñas comandadas por Abd el-Krim. La campaña militar, con unas arriesgadas maniobras alentadas por el rey y la incursión de unos 130 km hacia el interior del Rif, acabó con una estrepitosa derrota en la que murieron más de 10.000 soldados españoles, y se perdieron las principales posiciones en torno a Melilla. Esta derrota creó un clima de malestar en la opinión pública y provocó una de las más importantes crisis políticas de la monarquía de Alfonso XIII. Se acentuaron las críticas de republicanos y socialistas hacia los militares, los partidos dinásticos y el propio rey, y se puso en marcha una comisión de investigación en el Parlamento que concluyó con la elaboración del «expediente Picasso», en el que se responsabilizaba de la derrota a los altos mandos del ejército y al rey. Finalmente, se produjo el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera.

Desembarco de Alhucemas

Operación militar realizada en septiembre de 1925, durante la dictadura de Primo de Rivera, por la que las tropas españolas (18.000 soldados), capitaneadas por el general Sanjurjo, desembarcaron en la Bahía de Alhucemas con gran éxito, tomándose así la revancha por lo sucedido en 1921. El origen de esta operación estuvo en el ataque, en abril de 1925, de la zona francesa del Protectorado por parte de Abd-el-Krim. Esto abrió las puertas a un efectivo entendimiento franco-español para hacer frente común a los rifeños, explicitado en la «Conferencia de Madrid», en junio de ese año. El éxito del desembarco condujo a la rendición de Abd-el-Krim, a la pacificación de la zona y a la ocupación efectiva de todo el Protectorado (1927), con lo que se restituyó la autoridad española y finalizó la Guerra del Rif. Todo ello potenció, además, la influencia de la oficialidad «africanista» dentro del ejército.

Pacto de San Sebastián

Acuerdos firmados en agosto de 1930 en esta ciudad por representantes de los partidos republicanos y nacionalistas para promover la caída de la Monarquía de Alfonso XIII y el establecimiento de un régimen republicano. Luego se sumaron PSOE y UGT como sindicato de trabajadores. Desde ese momento, todas esas fuerzas de oposición trabajaron por terminar con el sistema de la Restauración. La oportunidad se presentó en abril de 1931, cuando las candidaturas republicano-socialistas ganaron en las principales ciudades en las elecciones municipales convocadas para intentar restaurar el régimen constitucional de 1876 y el rey Alfonso XIII abandonó el país para facilitar el gobierno del país. Ese mismo día, el martes 14 de abril de 1931, se proclamó la II República Española y un comité revolucionario asumió las funciones de Gobierno Provisional.

Manuel Azaña

Político español con gran protagonismo durante la II República Española. Fue fundador del partido «Acción Republicana» y firmó el Pacto de San Sebastián de 1930. Tras la caída de Alfonso XIII y con la proclamación de la II República en 1931, fue nombrado Presidente del Gobierno. Llevó a cabo diversas reformas educativas, económicas, políticas y una reforma agraria. Apoyó un Estado laico. Volvió a ser presidente en 1936 como líder del Frente Popular. Se exilió en febrero de 1939, al terminar la Guerra Civil.

Clara Campoamor

Carmen Campoamor, conocida como Clara Campoamor (Madrid, 12 de febrero de 1888 – Lausana, 30 de abril de 1972), fue una abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer española. Republicana, feminista y de izquierdas. Durante la Segunda República, creó la Unión Republicana Femenina y fue una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, que se incluyó en la Constitución de 1931 y fue ejercido por primera vez en las elecciones de 1933. A causa de la Guerra Civil, tuvo que huir de España y murió exiliada en Suiza.

Sanjurjada

Fallido golpe de Estado que se produjo en la madrugada de agosto de 1932 contra la II República Española. Fue liderado por el general José Sanjurjo (director general de la Guardia Civil), pero supuso un fracaso desde prácticamente el comienzo al tomar parte tan solo una fracción del Ejército español. Los motivos del levantamiento fueron el malestar creado por la cuestión autonómica, la reforma religiosa, la reforma militar y los desórdenes públicos. Aunque el Gobierno pudo sofocarlo, convenció a muchos políticos y militares republicanos de que el peligro de las conspiraciones había pasado y la aceptación de la República era definitiva.

Alejandro Lerroux

Político y periodista español de ideología republicana, un político controvertido, con un discurso obrerista, anticlerical y diametralmente opuesto al incipiente nacionalismo catalán y al anarcosindicalismo. Fue el fundador de la «Unión Republicana». Fue uno de los asistentes al Pacto de San Sebastián de 1930. En las elecciones de 1933 su Partido Radical se convirtió en la segunda fuerza política del país, tras la CEDA, que no obtuvo mayoría absoluta, por lo que Alcalá Zamora le eligió para ejercer la presidencia del Consejo de Ministros en seis ocasiones durante el bienio «radical-cedista». Durante este período se paralizaron muchas de las reformas sociales, económicas y autonómicas iniciadas en el anterior bienio. Con el estallido de la Guerra Civil se exilió en Portugal.

CEDA

Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Organización política española creada en 1933 por José María Gil Robles. Considerada una fuerza política conservadora y católica, creada durante el régimen republicano para proteger los valores de la religión, la familia y la propiedad. Agrupaba amplias capas de las clases medias urbanas y rurales bajo la bandera del catolicismo, que se sintieron atacados con el anticlericalismo mostrado por el régimen republicano y la Constitución de 1931. En las elecciones de 1933 fue el partido más votado y en 1934 accedieron al Gobierno, lo que fue percibido por la izquierda y el movimiento obrero como un intento de Gil Robles de destruir la República por medios legales, y decidieron recurrir a la fuerza para evitarlo, con la Revolución de Octubre.

José Antonio Primo de Rivera

Abogado y político español, primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange Española en 1933. De ideología antiliberal, la futura Falange Española, movimiento político de carácter fascista que intentó imponer un Nuevo Estado de carácter totalitario y corporativo (expresado en la consigna del sindicalismo vertical). Primo de Rivera aspiraba a que la Falange fuese el motor de una insurrección contra la República, y por eso mantuvo contactos con militares, incluso desde la cárcel, para que apoyaran un posible levantamiento, aunque finalmente fueron los propios militares quienes lideraron la organización de un alzamiento. Iniciada la Guerra Civil, fue acusado de conspiración y rebelión militar contra el Gobierno de la República, condenado a muerte y ejecutado el 20 de noviembre de 1936.

Ley de Reforma Agraria

Norma legislativa y proyecto económico y social de mayor magnitud que acometió desde el principio la II República, para terminar con la histórica desigualdad en la distribución de la propiedad de la tierra en España. Fue aprobada en septiembre de 1932 durante el bienio progresista con el objetivo de eliminar el latifundismo y crear una serie de pequeños propietarios que facilitase la modernización de la agricultura y el aprovechamiento de las tierras. La ley establecía la expropiación –sin indemnización– de las tierras de los Grandes de España, y –con indemnización– de las grandes fincas no cultivadas directamente por los propietarios, las tierras deficientemente cultivadas y las no regadas en zona de regadíos. La reforma agraria se paralizó durante el bienio conservador, pues se anularon las expropiaciones realizadas, las mejoras laborales de los campesinos y se recortó el presupuesto, y aunque se intentó reanudar durante el gobierno del Frente Popular, el inicio de la guerra terminó con el proceso.

Frente Popular

Coalición política de partidos de izquierda y sindicatos, constituida en España –a imagen de otros países de Europa y a instancias de la III Internacional– en enero de 1936 con el fin de presentarse a las elecciones de febrero. Estuvo encabezada por Manuel Azaña y formada por los republicanos de centro-izquierda (Izquierda Republicana, Unión Republicana, Esquerra Catalana), los socialistas (PSOE, sus juventudes y su sindicato UGT), los comunistas (PCE y POUM). Por el contrario, los partidos conservadores y de derechas se presentaron desunidos e incluso enfrentados, lo que posibilitó la victoria del Frente Popular en las elecciones, obteniendo la mayoría en Cataluña, las regiones industriales y las zonas latifundistas del sur.

Bombardeo de Guernica

Ataque aéreo realizado sobre esta población vizcaína el 26 de abril de 1937, en el transcurso de la Guerra Civil, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la II República Española. Se encuadró dentro de la denominada «Campaña del Norte» (abril-noviembre de 1937). Se eligió esta localidad por ser el símbolo de los fueros vascos, aunque los lugares históricos (la Casa de Juntas con su archivo histórico y el Árbol de Guernica) no fueron afectados por el bombardeo. También el cercano puente, que se afirmó luego era el objetivo, quedó intacto. El Ejército alemán utilizó los efectos del bombardeo como arma política en la guerra fría que mantenía con Inglaterra, y les interesó que la prensa mundial exagerase los resultados. Así, Guernica habría sido una especie de ensayo de lo que luego serían los bombardeos masivos de la II Guerra Mundial. Símbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo, inspirando a Pablo Picasso su más famoso cuadro, El Guernica, que pintó para el pabellón de España en la Exposición de París de 1937.

Batalla del Ebro

Librada durante la Guerra Civil Española durante los meses de julio a noviembre de 1938, fue la batalla en que más combatientes participaron, la más larga y una de las más sangrientas de toda la guerra. Tuvo lugar en el cauce bajo del valle del Ebro, entre la zona occidental de la provincia de Tarragona y en la zona oriental de la provincia de Zaragoza. Constituyó el enfrentamiento decisivo de la contienda, ya que en ella se decidió el final de la Guerra Civil. Aunque el ejército republicano logró obtener una importante victoria inicial, la victoria final fue para los nacionales.

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