Factores Clave del Imperialismo Global
La expansión colonial del siglo XIX estuvo impulsada por una compleja interacción de motivos económicos, demográficos, políticos e ideológicos.
Factores Económicos
El principal motor de la expansión colonial fue la búsqueda de beneficios económicos. Los europeos buscaban:
- Materias primas y mano de obra barata: Las colonias suministraban a las metrópolis los recursos necesarios para sus industrias manufactureras.
- Mercados para excedentes: Las colonias se convirtieron en destinos para exportar los excedentes de producción, ampliando así los mercados para los productos europeos.
Factores Demográficos
El gran crecimiento de la población europea generó la necesidad de buscar nuevos territorios. Una parte de esta población emigró a:
- Antiguas colonias ahora independientes, como Estados Unidos, Argentina y Brasil.
- Colonias de poblamiento, como Canadá y Australia (caso británico), o Argelia (caso francés).
Factores Políticos
La expansión imperialista también estuvo influenciada por motivos políticos:
- Estrategia geopolítica: Algunas colonias, aunque carecían de interés económico directo, eran vitales por su ubicación estratégica, permitiendo el dominio de rutas marinas (ejemplos: enclaves británicos en Malta y Adén).
- Prestigio nacional: En un período de auge del nacionalismo, la expansión colonial era vista como un símbolo de poder y orgullo nacional.
Factores Ideológicos y Culturales
Cuestiones de tipo ideológico y cultural también contribuyeron al imperialismo:
- Racismo: La creencia en la superioridad de la raza blanca justificaba el derecho a dominar a otras culturas y pueblos.
- Misión civilizadora: Los europeos se sentían con la obligación de «civilizar» y evangelizar a pueblos que consideraban «atrasados».
- Curiosidad científica: El impulso de las sociedades geográficas y las expediciones para explorar los confines del planeta también jugó un papel.
La Segunda República Española y la Guerra Civil (1931-1939)
La historia de España en la década de 1930 estuvo marcada por profundos cambios políticos y sociales que culminaron en un devastador conflicto armado. A continuación, se detallan los períodos clave de la Segunda República y el desarrollo de la Guerra Civil.
El Bienio Radical-Socialista (1931-1933)
Tras las elecciones municipales del 12 de abril y la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, se inició el primer período republicano. El Pacto de San Sebastián de 1930 ya había delineado la composición del futuro gobierno provisional, con Niceto Alcalá Zamora asumiendo la presidencia de la República y Manuel Azaña la presidencia del Gobierno.
En junio de 1931, un gobierno provisional de republicanos y socialistas convocó elecciones a Cortes Constituyentes, que confirmaron la mayoría de partidos republicanos y de izquierda. La coalición vencedora, integrada por socialistas y radicales (liderados por Alejandro Lerroux), elaboró una nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931. Esta Constitución, por primera vez en España, contempló el sufragio universal femenino, un derecho que las mujeres ejercerían en las elecciones de 1933.
Las reformas propuestas por el gobierno y el anticlericalismo de algunos de sus miembros generaron tensiones. El general José Sanjurjo, contrario a estas ideas, intentó un golpe de Estado en agosto de 1932, conocido como la Sanjurjada. El golpe fracasó, Sanjurjo fue detenido y condenado a muerte, aunque indultado por Alcalá Zamora. Años más tarde, en 1936, Sanjurjo sería uno de los cabecillas del golpe que desencadenaría la Guerra Civil, falleciendo en un accidente de avión ese mismo año.
El gobierno de Manuel Azaña impulsó una serie de reformas clave:
- Reforma militar: Reducción del número de mandos del ejército.
- Reforma educativa: Gran incremento de maestros y escuelas.
- Reforma religiosa: Limitación de las órdenes religiosas en tareas educativas.
- Reforma agraria: Redistribución de la tierra a los campesinos.
La lentitud de estas reformas, especialmente la agraria, provocó descontento. En enero de 1933, en la localidad gaditana de Casas Viejas, se produjo un enfrentamiento entre anarquistas, liderados por «Seisdedos», y la Guardia Civil, resultando en la muerte de dos guardias. Para sofocar la situación, Azaña envió a la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. El incendio de la choza donde se atrincheraban «Seisdedos» y su familia causó la muerte de varios anarquistas. Estos sucesos desacreditaron políticamente a Azaña, al justificar la actuación de las fuerzas de orden público.
El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)
En 1933 se convocaron nuevas elecciones. Los partidos de derechas se unieron en la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), liderada por José María Gil Robles. Las elecciones dieron la victoria a la derecha, que pactó gobierno con el Partido Radical de Alejandro Lerroux. Niceto Alcalá Zamora continuó como presidente de la República, y Lerroux asumió la presidencia del gobierno.
Durante este período, conocido como el «Bienio Negro» o «Bienio Conservador», se paralizaron todas las reformas iniciadas en el bienio anterior. Las posturas políticas se radicalizaron:
- Por la derecha: Surgieron partidos de extrema derecha como Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera.
- Por la izquierda: Los socialistas españoles adoptaron posturas marxistas revolucionarias, influenciados por la línea estalinista soviética.
Estas tensiones sociales y enfrentamientos culminaron en la Huelga General Revolucionaria o Revolución de Asturias de 1934, que resultó en centenares de muertos y una fuerte represión.
El Frente Popular (1936)
Para las elecciones de febrero de 1936, los partidos políticos de izquierda se unieron en una coalición denominada Frente Popular. Esta alianza, que incluía a socialistas y comunistas, ganó las elecciones. Manuel Azaña asumió la presidencia de la República y se propuso retomar las reformas iniciadas en 1932.
Sin embargo, la situación social era cada vez más inestable. El asesinato del líder derechista José Calvo Sotelo en julio de 1936 aceleró los planes de un grupo de militares contrarios a la República para derrocarla. Así, el 18 de julio de 1936, las tropas españolas del Norte de África, dirigidas por el general Francisco Franco, se sublevaron contra el gobierno legal de la República.
Este levantamiento marcó el inicio de un enfrentamiento bélico entre españoles: la Guerra Civil Española. Dos bandos se enfrentaron: los «nacionales» o franquistas, y los republicanos o «rojos». La guerra, que duraría tres años, causaría la muerte de más de 500.000 personas y dejaría cicatrices que perdurarían durante décadas.
La Guerra Civil Española (1936-1939)
La Guerra Civil Española se enmarcó en un contexto internacional de auge de los totalitarismos: el fascismo, el nazismo y el comunismo.
Contexto Internacional y Ayudas Exteriores
La Sociedad de Naciones, debilitada, acordó una política de no intervención en el conflicto español. Sin embargo, esta postura fue ignorada por varias potencias:
- Alemania e Italia intervinieron desde el principio a favor de los sublevados, proporcionando armamento, aviación (como la Legión Cóndor alemana) y tropas.
- La Unión Soviética de Stalin envió asesores y armamento a la República, aunque no hubo tropas soviéticas directas en el conflicto.
- La República también recibió ayuda de voluntarios europeos que, bajo el nombre de Brigadas Internacionales, vinieron a luchar en su defensa.
Bandos Enfrentados
En la contienda bélica española lucharon dos bandos principales:
- El bando nacional: Dirigido por militares profesionales desleales a la República y encabezados por el general Francisco Franco, quien concentró todo el poder civil y militar.
- El bando republicano: Inicialmente mal organizado política y militarmente, no dispuso de un ejército realmente operativo hasta 1937.
Desarrollo de la Guerra y Eventos Clave
El 18 de julio de 1936, el general Franco voló desde Canarias para ponerse al frente de las tropas del norte de Marruecos, Ceuta y Melilla. Con ayuda alemana e italiana, se logró el traslado de las tropas golpistas a la península, una operación conocida como el Paso del Estrecho. La intención era avanzar desde Sevilla, controlada por el general Queipo de Llano, hacia Madrid. Por el Norte, el general Mola controlaba la zona de Navarra.
La ayuda de las potencias fascistas (Italia y Alemania) fue crucial desde el inicio. Los alemanes, por ejemplo, prestaron su aviación para bombardear territorio republicano. Un ejemplo notorio fue el bombardeo de Guernica, llevado a cabo por la Legión Cóndor alemana, cuyo testimonio artístico inmortalizó Pablo Picasso en su cuadro El Guernica.
El ejército republicano, por su parte, resistía en Madrid, Aragón, Cataluña, Levante y el este de Andalucía. La victoria de las tropas franquistas en la Batalla de Teruel (1937) facilitó su avance hacia el Mediterráneo, dejando aislada a Cataluña.
Eventos Clave y el Fin del Conflicto
El año 1937 fue especialmente significativo para Almería. Bajo la dirección del arquitecto almeriense Guillermo Langle, se construyeron los Refugios de la Guerra: galerías subterráneas de 4,5 km de longitud que protegían a más de 30.000 personas de los bombardeos aéreos del bando sublevado.
También en 1937, tras el ataque de las tropas franquistas a Málaga, se produjo la trágica «Desbandá», una huida masiva de civiles por carretera hacia Almería, donde centenares murieron a causa de los ataques y las penurias del camino.
En 1938 tuvo lugar la Batalla del Ebro, una de las más sangrientas de la guerra, que culminó con la victoria de los sublevados y la consiguiente caída de Cataluña. La victoria franquista en el este-sureste peninsular (incluyendo Almería) y la rendición de Madrid pusieron fin a la contienda bélica el 1 de abril de 1939.
Consecuencias de la Guerra Civil
El triunfo del ejército rebelde del general Franco marcó el inicio de un largo período de férrea dictadura que se prolongaría hasta la muerte del dictador en 1975: la Dictadura de Franco (1939-1975).
Las consecuencias de la guerra fueron devastadoras:
- Cientos de miles de muertos directos, heridos, huérfanos y exiliados.
- Un drama económico profundo, con la destrucción de infraestructuras y la paralización de la economía.
- La imposición de una dictadura político-militar.
- Una profunda fractura social que dividió al país durante décadas.