La Constitución de 1978 y los Primeros Gobiernos Democráticos (1978-1982)
En un contexto de crisis económica y riesgo para la democracia debido al terrorismo, se logró un consenso político y económico, reflejado en los Pactos de la Moncloa, que permitió la creación de una Constitución. Las Cortes elegidas democráticamente se convirtieron en Cortes Constituyentes. Ante la constante amenaza del terrorismo que representaba para la democracia, las fuerzas políticas decidieron trabajar en la creación de una nueva Constitución que estableciera un nuevo tipo de Estado. Por primera vez, la redacción de la Constitución fue el resultado de un acuerdo entre los principales partidos políticos, no de la imposición de uno solo.
La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías
La nueva Constitución fue elaborada por siete representantes de los grupos políticos más importantes (PSOE, PCE, AP, José Pedro Pérez, UCD y CiU), excepto el PNV. Esta fue aprobada en sesión conjunta del Congreso y el Senado (octubre de 1978) y ratificada el 6 de diciembre por el pueblo en referéndum. Se trata de un texto largo con 11 títulos y 169 artículos que fue influenciada por las constituciones de 1812 y 1931.
Principios Fundamentales de la Constitución de 1978
- Estado social y democrático de Derecho, aconfesional, con la forma de una Monarquía parlamentaria en la que el rey ha perdido todos sus poderes.
- Declaración de derechos pormenorizada.
- Soberanía nacional.
- Sufragio universal, para mayores de 18 años.
- División de poderes: el poder legislativo (Cortes Generales, compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado), el poder ejecutivo (Gobierno, presidido por el Presidente del Gobierno) y el Poder Judicial (sistema judicial independiente, con un Tribunal Constitucional que garantiza la interpretación y cumplimiento de la Constitución).
El Estado de las Autonomías
La Constitución de 1978 introduce como novedad el reconocimiento de la autonomía política para regiones y nacionalidades históricas, diferenciándose según sus antecedentes históricos, culturales y lingüísticos. Las nacionalidades históricas (Cataluña, País Vasco) accedieron a mayor capacidad de autogobierno de manera más rápida, mientras que las regiones obtuvieron menos competencias y de forma más lenta, aunque Andalucía logró equiparse mediante referéndum.
Cada Comunidad Autónoma elaboró su Estatuto de Autonomía y cuenta con parlamento y gobiernos propios. Además, Navarra y el País Vasco mantienen un régimen de autonomía fiscal basado en derechos forales históricos.
La Segunda Legislatura de UCD (1979-1982)
Gobierno y Crisis de UCD
Tras la promulgación de la Constitución, UCD ganó las elecciones legislativas sin mayoría absoluta, lo que complicó el gobierno de Adolfo Suárez. Las divisiones internas y factores externos agravaron la situación. Entre las principales encontramos:
- Crisis económica: la subida del precio del petróleo en 1979 aumentó el paro, la inflación y la conflictividad laboral.
- Proceso autonómico: generó tensiones en UCD y el gobierno; algunos temían por la unidad nacional.
- Tensión social y terrorismo: el descontento militar y el golpismo, fomentados por la ultraderecha, se convirtieron en una amenaza constante.
Los malos resultados electorales y la moción de censura del PSOE en 1980, aunque fallida, debilitaron aún más a Suárez. Ante la falta de apoyo interno y del rey, Suárez dimitió en enero de 1981, siendo sucedido por Leopoldo Calvo Sotelo.
El Golpe de Estado del 23-F
El 23 de febrero de 1981, durante la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, el teniente coronel Tejero lideró un asalto al Congreso con Guardias Civiles y secuestró al gobierno y a los representantes de la soberanía nacional en el momento de la votación; mientras Milans del Bosch desplegaba tanques en Valencia y Alfonso Armada apoyaba el golpe.
Sin embargo, el rey Juan Carlos I, en un mensaje televisado, desautorizó el golpe y ordenó respetar el orden constitucional. La intervención del monarca, junto con la falta de apoyo militar generalizado, llevó a la rendición de los golpistas y a la restauración de la democracia, consolidando al rey como defensor del sistema democrático.
Gobierno de Calvo Sotelo y el Final de UCD
La presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo estuvo condicionada por la crisis interna de su partido, la situación social deteriorada debido a la crisis económica y las secuelas del intento de Golpe de Estado del 23-F.
Las Leyes fundamentales aprobadas fueron la Ley del Divorcio y la integración de España en la OTAN.
La UCD sufrió una descomposición irreversible entre 1981 y 1982 debido a que Calvo Sotelo se quedó sin apoyo partidario, lo que lo llevó a disolver las Cortes y convocar elecciones legislativas para el 28 de octubre de 1982, con lo que marcó el final de la UCD como fuerza política, dándose la victoria electoral del PSOE.