La Lucha por la Pureza: Consejos para Vivir la Castidad en la Era Digital


¿Cómo Vivir la Castidad?

Por: P. Jürgen Daum

Quien opta por vivir la castidad porque entiende que es lo mejor para él y para la mujer a la que ama, que ese es el camino para crecer y madurar en un amor auténtico, se encuentra ante una gran pregunta: ¿Y cómo vivo la castidad en lo práctico, en lo cotidiano? ¿Qué implica concretamente?

Los Pilares de la Castidad

Para vivir la castidad, lo primero es quererlo con firmeza.

La castidad ciertamente no se alcanza de la noche a la mañana, con solo quererlo y decidirlo. Recuerda que, como en todo lo que requiere entrenamiento, también en el dominio de los propios deseos e impulsos sexuales por medio de la castidad, la repetición de actos virtuosos y la perseverancia son fundamentales.

Perseverar es nunca darse por vencido. Perseverar implica ver la caída no como un fracaso, como la derrota final, sino como una oportunidad para aprender, para ser más inteligente en adelante y no cometer los mismos errores. Como me escribió un joven acongojado:

«He pecado, caí en la tentación, perdí mi castidad, mi segunda oportunidad para volver a amar de verdad… Quiero vivir en paz y amar a la que algún día será mi esposa, ayúdeme, ayude a este pobre pecador que implora redención, paz interior y seguir el camino de Dios».

También una joven me escribió luego de caer:

«Le cuento que caí, me siento avergonzada y triste, pensé seguir en la lucha constante, pero no pude. Me siento mal, no me porté bien, pero no me dejaré vencer por esta caída, así que iré a confesarme para retomar mi lucha».

Se trata de levantarse nuevamente, de pedir perdón, de aprender de los errores, de volver a intentarlo con más humildad y prudencia.

Como aquellos jóvenes que cayeron a pesar de haberse propuesto vivir la castidad, tú también puedes caer en medio de tus luchas.

Medios Proporcionados y la Gracia de Dios

Ahora bien, en nuestra opción por vivir la virtud de la castidad para amar de verdad es fundamental poner medios proporcionados. El automóvil, aunque sirve para movilizarse, no me sirve para cruzar el mar.

Finalmente, lo que parece imposible, con Dios se hace posible. Los cristianos creemos que, además de ser una virtud moral, la castidad «es también un don de Dios, una gracia».

En cuanto tal, hay que pedirla insistentemente a Dios. Él, además, es fuerza para nuestra debilidad. Necesitamos de Él para amar más, para amar verdaderamente y para poder ser cada día más fuertes en nuestro empeño de vivir la castidad.

Comprometerse a vivir la castidad es entrar en una lucha dura.

Dicho esto, pasemos ahora a revisar las distintas situaciones que ponen en riesgo nuestra castidad, todo aquello que hemos de tener en cuenta para ser prudentes y para crecer en la virtud de la pureza. Hay momentos en los que sencillamente debo dejar de hacer cosas con ciertos “amigos” o apartarme de ciertas personas o lugares si es que quiero vivir la castidad, “recuperarme” y fortalecerme en el dominio de mis impulsos sexuales, a fin de orientarlos al amor verdadero.

Estrategias de Prudencia y Dominio de los Sentidos

Cuida tu Mirada: El Peligro de la Pornografía

Los sentidos son como ventanas o puertas por donde entran los mensajes que despiertan la sensualidad, la imaginación, la fantasía, los pensamientos y deseos que finalmente nos llevan a la acción en contra de la castidad. Para vivir la castidad, debes aprender a purificar y cuidar tus sentidos, empezando por la mirada. Si el sexo opuesto no atrajera nuestra atención y el sexo no fuese tan apelante, seguiríamos como en la escuela corriendo detrás de una pelota sin hacer caso de las niñas, o solo nos gustaría ir a la aventura.

Pero la distorsión viene cuando desde pequeños somos bombardeados por imágenes que nos estimulan continuamente, mostrándonos a mujeres hermosas, sensuales, provocativas, con muy poca y apretada ropa o con ninguna.

Es importante que entiendas ahora lo que hace mucho entienden personas que se aprovechan de ese conocimiento para obtener algo de ti. Solo así podrás hacer algo al respecto.

Efectos de la Estimulación Visual

  • En solo tres décimas de segundo la imagen pasa por la retina al cerebro y ocurre un cambio químico.
  • La “desensibilización gradual” reclama imágenes cada vez más fuertes para poder experimentar la misma intensidad de sensaciones de la primera vez.
  • Los deseos por una cada vez mayor estimulación se vuelven cada vez más exigentes y fuertes, y no hay nada que los satisfaga. Sin embargo, se filtra la idea de que “el siguiente nivel te traerá la satisfacción que buscas”.

¿Qué pasa en nuestro cerebro y a nuestro cuerpo cuando vemos una imagen o mujer seductora? Por este motivo la pornografía es catalogada como una DROGA VISUAL.

Tener el centro del placer estimulado suena divertido y ciertamente lo es. Para empeorar la situación, la disminución de la dopamina reduce la capacidad emocional de tomar decisiones, por eso las personas adictas a la pornografía tienen dificultad para resistirse a la misma y ello crea un comportamiento serio a largo plazo (interfiriendo con la vida de pareja porque muchas veces buscan solo la autocomplacencia).

A los cambios químicos se le suman los cambios anatómicos: erecciones y con ello la masturbación. Sin embargo, las frecuentes eyaculaciones en los adictos a la pornografía producen la liberación de dopamina y prolactina y ello exacerba el problema significativamente, puesto que además se produce ansiedad y desesperación cuando cesa la actividad (ver pornografía y/o masturbarse).

Gary Lynch, neurocientífico de la Universidad de California en Irvine, revela en su libro The Brain and Nervous System (El cerebro y el sistema nervioso):

«Cada evento que dura medio segundo, entre cinco a diez minutos ha producido un cambio estructural que en algunos casos es más profundo que los cambios vistos en aquellos que tienen daño cerebral (…). Una pequeña señal, que en tu cabeza es una señal eléctrica de tan solo pocos segundos, puede dejar rastro en tu cerebro y durar por años».

Ahora bien, Internet permite que podamos acceder a todo tipo de material pornográfico con solo hacer un “clic”. Lo único que se logra con la represión es que la próxima vez sea más cuidadoso para evitar ser descubierto: toda droga genera dependencia y adicción, y la pornografía hace lo mismo.

No solo los niños, casi todos los hombres y cada vez más mujeres han descubierto cómo “obtener esta dosis” de químicos con tan solo un “clic”. Has sido condicionado desde pequeño, ¡y salir de eso no es nada fácil!

Un joven me escribió en una ocasión:

«Mi debilidad se muestra a través de la pornografía. Pero sé que si sigo en esta senda llegará el momento en que no seré capaz de dominarme».

Mirar pornografía no es broma, no es un juego, no es algo “divertido”.

¿Y si haces “clic” “solo por esta vez”? Si no me crees, lee este testimonio de un joven de veintitrés años:

«Yo empecé a ver pornografía como a los catorce años más o menos. Deseándolas sexualmente, con mi mirada casi hasta las desnudaba.

»Después de unos años dejé de ver por un tiempo.

»Yo sé lo que es estar atrapado por la pornografía. ¡En esta lucha contra la pornografía verdaderamente te juegas la vida, tu futuro, y el futuro de tu futuro matrimonio, el de quienes serán tus hijos y tu esposa! ».

Considera además que la pornografía ¡es pura fantasía! ¡Así está pensado y diseñado por quienes se benefician de tu adicción!

Ahora bien, a pesar de las evidencias científicas contundentes, hay quienes sostienen en su ignorancia que ver pornografía no hace daño a nadie.

Víctimas de la Industria Porno

La siguiente lista es un recordatorio de la tragedia humana detrás de esta industria:

  • Kristi Lynn se mató en un accidente automovilístico, yendo a 160 km/h.
  • Anastasia Blue se suicidó con una sobredosis de Tylenol en 2008.
  • Eva Lux murió por sobredosis de heroína en 2005.
  • Tylor Summers fue asesinada durante el rodaje de una escena sexual.
  • Karen Dior murió a consecuencia de cirrosis y SIDA.
  • Camila de Castro se suicidó saltando al vacío desde un edificio de 8 pisos.
  • Angela Devi se suicidó por asfixia en 2006.
  • Susan Britton se suicidó.
  • Juliet Jett murió por sobredosis de heroína en 2005.
  • Celia Young se suicidó en 1992.
  • Arcadia Lake murió por sobredosis de drogas en 1990.
  • Karen Lancaume se suicidó por sobredosis de droga en 2005.
  • Alex Jordan se suicidó por ahorcamiento en 1995.
  • Bambi Woods murió por aparente sobredosis de droga en 1986.
  • Lisa de Leeuw murió de SIDA en 1993.
  • Lisa Bridges murió por sobredosis de heroína en 2002.
  • Megan Leigh se suicidó de un disparo en 1990.

En fin, esta triste lista es mucho más larga. Según declaró una exactriz porno que logró liberarse de esa dura esclavitud: «Era como un robot o como una muñeca Barbie de caucho. Me gastaba toda mi paga en drogas». Por más que digas «soy una gota de agua en el océano», o «ellas lo harán aunque yo deje de mirar», tú no puedes evadir tu responsabilidad personal a la hora de contribuir, con tan solo mirar una de esas imágenes, a que la industria pornográfica siga generando ganancias exorbitantes y llevando a la ruina la vida de tantas personas que viven atrapadas en esa industria, por la razón que sea.

«Necesito que leas este libro de principio a fin y luego inclines humildemente tu cabeza ante el Cielo y con lágrimas te lamentes hasta que la única fuerza que te quede sea para dejar de ver pornografía».

Si estás enganchado, ¡lucha por dejar de ver pornografía! ¡No contribuyas a sostener esta “industria” que degrada y destruye tantas vidas!

Finalmente, si estás enganchado, no es imposible salir de esta adicción, aunque te costará mucho. Puedes encontrar ayuda aquí: http://www.teologoresponde.com.ar/adiccion_sexual/La_Trampa_Rota.pdf

¿Qué Escuchas? La Influencia de la Música y el Lenguaje

Innumerables mensajes entran a diario por nuestros oídos. Los escuchamos y asimilamos de una o de otra manera.

Como ya hemos mencionado anteriormente, hoy está de moda un tipo de música urbana llamada “reggaetón”, cuyo contenido en muchos casos incita al sexo libre y a ver a la mujer como un objeto sexual. Un joven comentó: «En las fiestas o discotecas me llevaba a tocar y besar a cualquier chica que se prestaba fácilmente para ello. Solamente veía a la mujer como un objeto y no como una persona digna de respeto».

He aquí otro testimonio de una joven de diecisiete años que hizo la opción por vivir la castidad luego de “tocar fondo”. Comentaba ella desde la perspectiva de quien sin tomar alcohol ve las cosas como son:

«Ayer fui a una fiesta. A mí me daba un poco de vergüenza ajena verlas bailar tipo perreo, mientras que a los chicos que están acostumbrados a tomar hasta emborracharse y usar a las chicas como si nada, les parecía de lo más normal».

Otro gran tema que tiene que ver con lo que escuchas es el de las conversaciones de doble sentido, obscenas o de contenido sexual.

Sobre esto escribía una joven:

«Mi entorno de amigos en la universidad y en el trabajo siempre hacen bromas en doble sentido. Lo que ahora en verdad necesito es purificarme».

Niégate a participar en los diálogos morbosos entre amigos y amigas del colegio, de la universidad, de tu centro de trabajo o en las reuniones sociales. ¡Sé valiente y anda contracorriente!

Muchas jóvenes lamentablemente han adoptado el lenguaje grosero de los hombres. Enséñales a tus amigas que serán tratadas de acuerdo al lenguaje que usen, y que si quieren que las traten con respeto no les conviene hablar con vulgaridad.

En lo que te toca a ti, ¡usa la palabra para edificar! Los “profesionales” que dan las clases de educación sexual les dicen que todo es “normal”, parte de un proceso de crecimiento natural de la juventud, y que lo único que deben hacer es aprender a usar bien los métodos anticonceptivos para disfrutar del sexo sin las consecuencias indeseadas.

Lo que Tocas: La Búsqueda de Experiencias Intensas

En busca de experiencias más intensas, el hombre siempre busca avanzar.

Evita los besos apasionados. Solo quien se domina y se conquista a sí mismo puede hacer madurar y conquistar finalmente el amor verdadero.

Otra cosa: ¡Jamás le pidas a tu enamorada hacer las cosas que son tan comunes en la pornografía!

El Autoerotismo o Masturbación

Se te dice que la masturbación es algo normal y bueno, pues forma parte de una “autoexploración” de tu cuerpo para conocer cómo se comporta. ¿Y para qué? Una joven se preguntaba: «Unos segundos de orgasmo, después del cual me sentiría más sola que antes».

El ejercicio de la masturbación o autoerotismo produce una deformación en la manera como me tomo a mí mismo y como tomo o tomaré a las mujeres: como un objeto para alcanzar mi máxima satisfacción sensual.

Finalmente, en los hombres al menos, la masturbación está muchas veces asociada a la pornografía: el hombre se masturba viendo pornografía, para que la excitación sea mayor, para producirse más placer. No te vas a enfermar ni te vas a volver loco si no te masturbas.

Finalmente, la enseñanza de la Iglesia considera la masturbación como una falta a la castidad:

«Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de “la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero”».

¿Qué Pensamientos te Permites?

Que aparezcan “pensamientos impuros” en la mente es algo normal, más aún en medio de tantas imágenes que vemos a diario. Pero si lo rechazas, si con tranquilidad te dices a ti mismo: «no quiero pensar en esto», entonces no has caído. Entonces habrás ganado una batalla.

La Influencia de la Tecnología y el Entorno

Redes Sociales y Cibersexo

¿Qué ves en Facebook?

Facebook (o cualquier otra red social) es el lugar perfecto para ver a tus amigas y otras chicas posando y modelando. No falta alguna que pone sus fotos en bikini para que la vea todo el mundo y la alaben por su cuerpo.

¿Cómo quieres mirar a tus amigas? No te ayudan a ti y ellas mismas se exponen demasiado.

¿Cómo son tus conversaciones por chat?

Normalmente a las mujeres no les atrae la pornografía tanto como a los hombres. Pero a lo que sí son proclives a volverse “adictas” es a las conversaciones o “chats” afectivos y emocionales, que luego pueden convertirse también en “chats” sexuales y eróticos. Mientras se producen los diálogos eróticos en los que se expresan fantasías sexuales, se filman y se muestran semidesnudos o desnudos, todo frente a la cámara para excitar al interlocutor.

El “cibersexo” puede darse entre conocidos (enamorados) o desconocidos. Una vez que algo se envía a través de la red, deja de ser privado: lo que subes a Internet, ya no lo puedes borrar nunca más, queda para siempre allí.

Lugares a los que Vas

¿A qué fiestas o discotecas vas?

Hacer una opción por vivir la castidad no necesariamente incluye no ir a lugares como las discotecas. Divertirse y bailar no es malo, lo malo es cómo muchos utilizan el baile de una manera insana. Si vas a una discoteca y bailas sanamente, para divertirte y pasar un buen rato con tus amigos y amigas, no tiene nada de malo.

No debemos juzgar y menos condenar a nadie porque decide ir a una discoteca. Como principio básico, no podemos saber lo que sucede en el corazón de cada uno, por más que según nuestros estándares la persona se esté comportando de una manera que no nos parece adecuada. No debemos ser jueces y menos verdugos de quienes no se comporten como nosotros esperaríamos que lo hagan, o como lo hacemos nosotros.

No juzgar no quiere decir que debemos permanecer indiferentes. Decir las cosas en las que objetivamente alguien ha obrado mal no es lo mismo que condenar o juzgar a tu amigo o amiga. Si ves que tu amigo o amiga obra mal, debes decírselo a solas, en un momento oportuno, con todo el cuidado del mundo, sin que se sienta juzgado por ti.

Ahora bien, si quieres cuidar tu castidad, aquí te ofrecemos algunas consideraciones para que tú mismo veas y decidas si te conviene ir o no:

  • Si eres menor de edad, debes contar con el permiso de tus padres. No les mientas y diles a qué lugar quieres ir y con qué amigos y amigas. Si te dan una hora de llegada, es importante que retribuyas su confianza llegando a la hora señalada.
  • Es importante conocer bien el sitio adonde se va, porque no todas las discotecas y fiestas son iguales.
  • No tienes por qué quedarte hasta el final. ¡Déjate cuidar por tus amigos y cuida tú también de ellos!
  • Hay circunstancias o temporadas en las que es mejor que no vayas, por ejemplo, si estás emocionalmente débil o si eres muy frágil ante la presión social.
  • Cuando vayas, mantente firme en tus convicciones y no cedas a ningún tipo de presión. Recuerda que tú debes ser coherente con tus principios en todo momento.
  • Elige bien las canciones que bailas y cuida la forma en que lo haces. Hay canciones que no es adecuado bailar por el contenido que estas tienen, como por ejemplo algunas canciones de reggaetón.
  • Quédate siempre cerca de tus amigos y amigas.
  • Lo mejor es no tomar alcohol y si lo haces toma muy poco. Debes ser consciente de los efectos que tiene el alcohol en ti. No necesitas tomar o estar borracho para divertirte.
  • Cuida especialmente a las amigas con quienes vayas a las fiestas: ¡sé para ellas como un hermano mayor!
  • No entres en el “juego” de los besos. No porque te guste una chica le tienes que estar buscando el beso. Dile que no y punto.
  • Es importante tener el criterio para saber cuándo es momento de retirarse de un lugar. Si en un momento estamos expuestos a que pasen cosas que nos pongan en riesgo o pongan en riesgo a nuestros amigos o amigas, es el momento de retirarnos con ellos.

Lugares a los que no debes ir

Hay lugares a los que, si quieres cuidar tu castidad, no debes ir bajo ninguna circunstancia.

La Relación con tu Enamorada o Novia

Estableciendo Límites Claros

¿Cómo llevas la relación con tu enamorada? Si ya tienes enamorada y no lo hiciste en su momento, quizá sea necesario hablar con ella ahora para poner límites claros.

Me escribía un joven:

«Con mi enamorada, cuando recién empezamos nuestra relación, nos pusimos medios concretos que consistían en evitar situaciones como: estar solos en su casa o la mía, ver películas o conversar con la luz apagada, que ella se siente encima mío».

Quizá esto te pueda parecer muy exagerado o “aburrido”. Para quien quiere vivir la castidad, hasta los besos deben ser castos.

¿Qué pasa si mi enamorada quiere saber si ya he tenido experiencias sexuales?

Si tu enamorada ha tenido relaciones sexuales antes es una pregunta que no corresponde hacer, y es una pregunta que tampoco ella te debe hacer.

¿Hasta dónde puedo llegar con mi enamorada?

Es impresionante ver cómo especialmente en esto aplicamos la “ley del embudo”: angosto para ti, ancho para mí.

Si tú quieres que respeten a tu hermana, y si quieres que respeten a tu(s) futura(s) hija(s), ¿por qué no piensas que esa chica que es tu enamorada o novia, es hermana de alguien, es hija de alguien que espera lo mismo de ti, es decir, que la trates con el máximo respeto?

Algunos argumentan que mientras esté de acuerdo, ¿por qué no avanzar? Por eso, tu deber para con ella es protegerla incluso si ella misma quiere avanzar. Si verdaderamente se aman, el sexo puede esperar para cuando estén casados. Un joven me contó que su novia le dijo: “¿Entonces por qué exiges lo que tú no das?”».

Él mismo, luego de 10 años de vivir la castidad, dijo en una entrevista que le hizo el diario El Comercio en Lima (2012):

«La castidad no es una cuestión fácil».

¿A qué lugares la llevo?

Leamos lo que una joven de veinte años nos comparte desde su experiencia:

«En menos de cinco meses ya jurábamos que nos amábamos, pero grande fue la sorpresa cuando ambos nos dimos cuenta de que no era así. Pues cuando estábamos en su sala… Es triste saber que tan buenos momentos se perdieron por consentir esos “juegos” y centrarnos cada vez más en darnos placer».

Como recomendación concreta, nunca estés a solas con tu enamorada en tu cuarto, o en el suyo, o en la casa.

¿Y si te lo pide tu enamorada o novia?

¿Qué hay del sexo oral?

Este testimonio nos ayuda a entender lo que sucede cuando una mujer cede a tal pedido:

«Llevo tres años con mi enamorado, tengo dieciocho. ¿Cuánto tiempo más pasará para que empiece a pedirme algo más?».

¿Quieres hacer pasar por todo esto a la mujer que amas, “porque todos lo hacen”?

Alcohol y Amistades

¿Qué y cuánto tomas?

Entre hombres siempre hay una ocasión para celebrar con una buena borrachera, y si no hay ocasión, se inventa.

En las fiestas el alcohol propicia “agarres” (abrazos y manoseos), “chapes” (besos) y sexo de ser posible. Una joven relató: «¡Habíamos hablado justo antes de nuestro deseo de vivir la pureza, pero en ese estado besó como a tres chicos y había como un sofá y estaba ella ahí muy ebria, con un chico que estaba perfectamente bien, aprovechándose de su estado!».

Ten en cuenta que el alcohol es un desinhibidor: suelta todos los frenos.

Lo cierto es que «muchos embarazos indeseados provienen de una noche de copas. Cuando la mecha está impregnada con alcohol, siempre resulta muy corta para apagarla a tiempo».

Tú puedes tener un propósito muy firme de guardar tu castidad, pero bajo el efecto del alcohol todo puede cambiar. ¡Sé responsable de ti mismo y de los demás!

Si tus amigos se burlan de ti o te presionan porque no tomas, mantente firme, no cedas, no hagas las cosas tan solo para “no quedar mal”. Hombre no es el que toma mucho, sino el que vive de acuerdo a sus ideales, se domina a sí mismo y tiene la personalidad para resistir a la “presión social”.

¿Quiénes son mis amigos?

Tan sencillo como eso: si quieres vivir la castidad, tienes que saber buscar y elegir a tus amigos y amigas, porque lo quieras o no, ellos influirán sobre ti, para bien o para mal. Escoge amistades que te ayuden a ser una mejor persona, y a quienes tú al mismo tiempo puedas ayudar a ser mejores.

Viajes y Besos en el Noviazgo

¿Viajes con la enamorada?

Se ha vuelto una especie de moda que los enamorados o novios viajen juntos a cualquier lugar de su país o al extranjero, solos los dos, o con otras parejas de enamorados. La respuesta en este caso es variada.

Si vas con amigos, que sea con amigos de verdad, de aquellos que cuidan de ambos. Si tienen algún plan con amigos, averigua siempre quiénes van, a dónde van, cuáles son los planes del viaje, cuál es el objetivo y opta por lo que no represente una ocasión peligrosa para ti y para tu enamorada o novia.

Si se trata de ir solos, la respuesta es ¡NO! La prudencia en este caso aconseja no exponerse porque sí puede pasar de todo.

Tal vez te preguntes a qué me refiero con “no exponerse”.

Recuerda que vivir la castidad va más allá de abstenerse de tener sexo cuando todavía no es el momento, es purificar incluso las intenciones.

Si alguien te dice que es necesario irse de vacaciones con la enamorada o novia para “conocerse mejor”, pues la respuesta es ¡NO!

Vivir la castidad exige una conquista diaria. Habrá momentos en tu vida en los que te costará más, pero para poder conquistarla debes poner los medios humanos necesarios en cada caso, y eso muchas veces requerirá huir de las ocasiones y no exponerse a ellas.

Lo que el resto hace no siempre es lo correcto. Tú edúcate en la virtud y en el momento que se presente la situación sabrás actuar correctamente.

¿Robando besos?

Se ha puesto de moda también “regalar” o “robar” besos, especialmente en las fiestas. Y cuando no, el reto de robarle un beso es mayor:

«Yo tengo un amigo muy amigo del cole y siempre me abraza cuando me ve. Pero él me seguía buscando… quería besarme a toda costa, y me decía: “dame un beso en el cachete”, se lo di y me pidió: “otro, otro, otro” y cuando se lo iba a dar volteó la cara y me dio otro beso en la boca (pico) y yo: “¡Contrólate!” (…) Mis amigas me dicen: “¡vive la vida», «¡no es nada malo!”, “¡eres joven», y cosas así, ¡y a veces me la creo!».

Enséñale a tus amigas que los besos para una mujer digna también son sagrados, que no se pueden estar regalando a cualquiera, por simple “juego y diversión”. La experiencia de esta joven nos ayuda a entender que algo tan “simple” como un beso, que para un hombre puede significar únicamente un placer, para la mujer es “dar algo de sí” y debe también esperar a cambio un compromiso:

«Hace poco fui a una fiesta y todo estaba súper tranquilo. En serio, después de un beso una quiere tener cierto tipo de unión con esa persona, pero en esas condiciones pasa totalmente lo contrario y por lo tanto terminamos dando algo que no le pertenece a nadie más y no es posible recuperar».

¿Y qué hay de los “besos apasionados”?

¿Es correcto besar apasionadamente o no? Y, en caso de ser aceptable, ¿en qué momento hacerlo?

En primer lugar, debes tener muy en claro, como hemos dicho, que hombres y mujeres no somos iguales. Tanto los besos como las caricias (abrazos, tomarse de las manos) son lícitos (permitidos) siempre y cuando sean moderados y que no busquen provocar la excitación de la pareja.

Moderar un beso es muy difícil, por eso es mejor no meterse en terreno peligroso. Los besos apasionados no están bien por las siguientes razones:

  1. Ello no quiere decir que no te puedas contener, pero es más complicado para los hombres que para las mujeres. Por eso es recomendable que no te prolongues en los besos para evitar que se vuelvan apasionados, y que tampoco beses a tu enamorada en zonas que van a despertar su sensualidad.
  2. Un beso prolongado y apasionado puede cruzar fácilmente del plano de ser cariñoso al plano de la excitación.
  3. Es más difícil controlar un beso que se ha subido de tono, ya que muchas veces ese beso no va solo, sino que se acompaña con caricias impropias. Estos fueron pensados para ser vividos solamente por los esposos.

Entonces, ¿cuál es la solución? Al contrario, es allí cuando más se ejercita la castidad: cuando nadie los ve, cuando el cuerpo o la sensualidad quieren imponerse ante la voluntad y compromiso de vivir la pureza y el mutuo respeto en la relación.

¿Cuándo son aceptables los besos y caricias apasionadas? Los besos apasionados antes del matrimonio están fuera de lugar, no te corresponde vivirlos, y la mejor manera de guardar y cuidar tu castidad y la de tu enamorada o novia es evitando ponerse en una situación peligrosa.

Luego de leer esta respuesta, una joven de dieciocho años nos compartía su experiencia y reflexión:

«La verdad es que necesitaba que alguien me aclarase, porque cuando estaba con mi ex enamorado nos besábamos feo, muy apasionadamente. Aquellos besos fueron la “puerta de entrada” para otras cosas más “fuertes” que también me decían muchos que eran “normales” entre enamorados, pero que definitivamente terminaron haciéndome mucho daño y deterioraron la relación con mi ex». Otra joven añadió: «A mí me quedó más claro en ese momento que esa es una clave para no meter la pata yo misma y besarlo mucho, pues sin que sea mi intención, lo puedo complicar a él».

¿Y los besos y “caricias” en partes íntimas?

Una mujer preguntó: «Y si no, ¿qué le digo para hacerle entender?». No es una “fanática exagerada” la mujer que te pide sacar esas “caricias” de la relación. La respuesta de un hombre de verdad debe ser la respuesta que este hombre ofreció a esta mujer:

«Yo tomé la decisión de mantenerme virgen hasta el matrimonio. Él cumplió su palabra».

Cuando uno opta por vivir la castidad está más atento a lo que nos rodea, a lo que hacemos y ciertamente nos damos cuenta de que muchas conductas que podrían parecer “normales” entre pareja (de enamorados o novios) no lo son. De ese modo evitarás todas las tentaciones y luchas interiores que vienen una vez que te encuentras en esa situación complicada, que te “invita incesantemente” a dejar de lado todo propósito y lucha por vivir la castidad.

No dejes de acudir a los sacramentos, Dios da la fuerza pero hay que ir a buscarla. Dios te dará lo que necesites para que sigas firme en esta lucha que es difícil pero no imposible. Esto no significa que te aísles de las otras personas pero sí significa que seas prudente con lo que compartes.

Para Terminar: Un Testimonio de Amor Auténtico

Quiero concluir estas recomendaciones con el valioso testimonio de un hombre de veintiséis años que estoy seguro te alentará en tu propia opción por luchar y vivir un estilo de vida diferente, contracorriente: el de la castidad, el de la pureza de mente, corazón y cuerpo, con el fin de conquistar el amor verdadero:

«Cuando somos pequeños muchos de nosotros estamos expuestos a una formación familiar o social extremadamente “de machos”. Considero que nosotros somos más débiles que las mujeres, ellas definitivamente son más fuertes que nosotros en muchos aspectos, pero muchas veces son tan frágiles ante ese “amor” común y desechable que hoy en día les vende la sociedad y convive en el corazón de los hombres.

»Desde pequeño anhelé una relación como la de mis padres. De igual manera me parecía lógico que si yo esperaba eso de una mujer, yo debería ser ese hombre que siga el ejemplo de San José, hombre justo.

»Cometí infinitos errores desde que era un niño. Luego, en mi adolescencia, cuando creí conocer por primera vez el “amor”, la fregué varias veces y después, aun cuando fui consciente de esas experiencias erróneas, volví a caer. Puedo resumir que gran parte de mi vida tuvo muchos desaciertos de los cuales he aprendido y que en estos últimos años estoy esforzándome por hacer las cosas bien, como Dios quiere.

»Hoy tengo veintiséis años, llevo una relación de casi cinco años con una mujer tres años menor que yo, mujer que me ha enseñado y demostrado que el amor puro y santo ¡sí existe! La lucha contra la tentación no ha sido fácil, fuimos ingenuos muchísimas veces y de esos malos tratos, por los que sentimos que nos habíamos fallado a nosotros mismos, el uno al otro y a Dios, hemos ido aprendiendo y madurando. Podría seguir contando muchas otras experiencias de este tipo, pero el punto al que quiero llegar es que todos estos detalles —que a los ojos del mundo son “anticuados” o “demasiado tradicionales”— eran la garantía para saber con la clase de mujer con la que estaba, y eso fue lo que me enamoró profundamente de ella: ¡tuve que pasar todo eso para encontrar a la mujer que siempre quise! Sencillamente, habría destrozado el amor profundo y verdadero del que ahora podemos disfrutar.

»La clave para seguir en la batalla de la castidad ha sido nuestro sueño de esperar al momento fijado por Dios —el matrimonio— para la entrega total. Así mismo hablamos de la santidad como algo alcanzable. Si uno de los lados no colabora, simplemente ese anhelo se derrumba, pues la tentación está a la orden del día y nosotros debemos ser fuertes para evitarlas, pero fuertes en la gracia. La lucha se hace muy fuerte si ambos —como suelen hacer muchos enamorados hoy en día— se meten en sus cuartos y cierran la puerta tras de sí. ¡Te ahorrarás toda esa lucha si sencillamente no te expones! ¡Solo así podremos ser agentes de transformación en esta sociedad que necesita de cambios urgentes y radicales! Finalmente los invito a seguir confiando, a buscar el verdadero amor y luchar por él, porque hoy puedo dar fe de que ¡sí existe!».

Atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *