La caída de la monarquía y la proclamación de la II República
Tras la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930, Dámaso Berenguer asumió el gobierno intentando restaurar la normalidad monárquica, pero esto impulsó el republicanismo. En el Pacto de San Sebastián, republicanos, socialistas y nacionalistas acordaron derrocar la monarquía. Un intento revolucionario fracasó, y sus líderes fueron encarcelados.
El almirante Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931, que se interpretaron como un plebiscito sobre la monarquía. Aunque los monárquicos ganaron en zonas rurales, la coalición republicano-socialista triunfó en las grandes ciudades. Esto llevó a la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, con grandes celebraciones populares. El Rey Alfonso XIII, al constatar la falta de apoyo del ejército (incluido el del general Sanjurjo), partió al exilio. Paralelamente, en Cataluña se proclamó la República catalana.
El Gobierno Provisional
El Gobierno Provisional fue formado por el Comité Revolucionario y estuvo liderado por republicanos y socialistas. Estuvo encabezado por Niceto Alcalá Zamora, junto con figuras destacadas como Manuel Azaña, Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto, entre otros.
Objetivos Principales
Sus principales objetivos fueron convocar elecciones a Cortes Constituyentes y aprobar medidas reformistas urgentes.
Primeras Medidas
- Negociación con Macià: Se acordó prometer un Estatuto de Autonomía para Cataluña y formar el gobierno de la Generalitat tras la aprobación de la futura Constitución.
- Conflictos religiosos: La quema de conventos por parte de republicanos exaltados y la respuesta antirrepublicana del Cardenal Segura provocaron una fuerte tensión. El gobierno tardó en actuar, finalmente declaró el Estado de guerra y expulsó al Cardenal, lo que aumentó la hostilidad entre la Iglesia y la República.
- Reformas militares: Impulsadas por Azaña, buscaron modernizar el Ejército. Se redujeron divisiones, se disolvió la Academia Militar de Zaragoza y se eliminaron los ascensos por méritos de guerra obtenidos durante la dictadura. Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza policial leal a la República. Sin embargo, estas reformas encontraron resistencia entre los militares africanistas.
- Reformas laborales: Francisco Largo Caballero impulsó leyes sociales importantes, como el establecimiento del salario mínimo, la implantación de la jornada laboral de ocho horas y la regulación de la contratación colectiva.
- Reforma electoral: Se estableció el sufragio universal (masculino) a partir de los 23 años para las elecciones a Cortes Constituyentes (el femenino se aprobaría posteriormente en la Constitución).
La Constitución de 1931
La Constitución de 1931, aprobada el 9 de diciembre de ese año, fue una norma fundamentalmente democrática y progresista. Definió a España como una república de trabajadores de toda clase, con una marcada orientación izquierdista.
Principales Características
- Reconocimiento de la soberanía popular.
- Establecimiento del sufragio universal pleno (incluyendo el femenino, aprobado tras un intenso debate).
- Definición de España como un Estado integral, compatible con la autonomía de municipios y regiones mediante la creación de Estatutos de Autonomía.
- Supresión del Senado (Cortes unicamerales).
- Elección del Presidente de la República por un periodo de seis años.
- Garantía de la separación de poderes.
- Amplia declaración de derechos y libertades: igualdad ante la ley, libertad de cultos, inviolabilidad del domicilio, libertad de expresión y asociación.
- Proclamación de la separación entre la Iglesia y el Estado (aconfesionalidad), prohibición a las órdenes religiosas de dedicarse a la enseñanza y disolución de la Compañía de Jesús. Este punto generó una gran polémica y provocó la primera gran crisis del gobierno republicano-socialista.