Las Vanguardias Artísticas del Siglo XX: De la Pincelada Impresionista a la Revolución Surrealista


Introducción a las Vanguardias Históricas del Siglo XX

En el siglo XX, en casi todos los países con un cierto grado de desarrollo industrial, se puso de manifiesto un sentido de presente y la necesidad de romper con los estilos del pasado. Se conoce como vanguardias históricas a los estilos artísticos que aparecieron en la primera mitad del siglo. Los movimientos de vanguardia son más una actitud ante el arte que una estética, que abandona la imitación de la naturaleza para centrarse en el lenguaje de las formas y los colores. Los estilos dejan de ser internacionales para ser característicos de grupos de artistas.

El Concepto de Vanguardia en el Arte

El término vanguardia ha sido uno de los más utilizados para describir el desarrollo del arte en el siglo XX. Implica una idea de lucha, de aquellos que se sitúan por delante. La vanguardia artística se manifestó como la acción de un grupo reducido, como una élite que se enfrentaba a una situación más o menos estable y aceptada por la mayoría. Desde un principio, estos serían los aspectos más definitorios de la vanguardia, pero la idea comporta una mayor complejidad.

El concepto de vanguardia en relación con el arte aparece por primera vez en el primer cuarto del siglo XIX. El término se utilizó en el vocabulario político y, antes de la Primera Guerra Mundial, pasó a ser frecuente en la crítica artística, aplicándose concretamente al Cubismo y al Futurismo. También hay una conexión del concepto de vanguardia con el vocabulario político, como el activismo, la voluntad de ruptura, la idea de revolución artística y la aparición de un documento literario como clave en muchos movimientos: «El Manifiesto». Tras la aparición del «Manifiesto Comunista de 1848», surgieron también manifiestos artísticos que, a modo de declaración pública, recogían los propósitos de actuación, en ocasiones con términos y lenguaje contundente, al igual que los documentos políticos. Así como una significativa fe en el progreso, el avance y la transformación de la Humanidad hacia una situación supuestamente mejor, en base al concepto de vanguardia, con una dinámica sucesión de «ismos».

Desarrollo y Causas de los Movimientos de Vanguardia

Empieza así el estereotipo del artista incomprendido, bohemio y comprometido con una serie de valores contrarios a todo ese mundo convulso que provocaba situaciones miserables y desafortunadas. A estos acontecimientos políticos, se debe añadir uno artístico de obligado nombramiento: el comienzo de los llamados Salones de París, unas muestras artísticas anuales de elevado prestigio que contaban con un jurado tradicional y conservador, y de donde fueron rechazados la mayoría de pintores impresionistas. Este fue el primer gran desencuentro entre el mundo artístico y el intelectual de la época, que no había hecho más que empezar.

Principales Movimientos de Vanguardia y sus Características

Impresionismo (1874), Neoimpresionismo (1884) y Postimpresionismo (1910)

Recurre a una pincelada directa, aunque nunca con tanta decisión como lo harían los siguientes autores impresionistas, todos ellos influenciados por Manet. Dado que las condiciones lumínicas de los paisajes requieren una pincelada rápida y directa, esta permite resolver una obra en pocos minutos. En el Neoimpresionismo, la pincelada se hace corta, racional y estudiada. Por su parte, Van Gogh transforma la pincelada impresionista en una con más carga y muy ordenada, dando nuevas soluciones formales y cromáticas. Las pinceladas puntillistas y las líneas ondulantes de sus cuadros son consideradas sublimes por los expertos. El pintor no solo dominaba una técnica innovadora para su tiempo, sino que su pincelada era dramática, rápida y empastada. Se suele recordar a un Van Gogh enfermo de locura, triste, invadido por la soledad, atormentado.

Fauvismo (1905-1907)

Cuestiona el arte como representación de la realidad, abogando por un arte subjetivo que expresa sentimientos por medio del color. El color es la clave, aplicado directamente del tubo en toques rápidos y vigorosos, dando a la obra una sensación de espontaneidad.

Cubismo (1907-1914)

Afirma la bidimensionalidad del lienzo, aunque sugiere cierta profundidad con un particular claroscuro.

Expresionismo (1905-1913)

Originado en Alemania, trata de ofrecer una visión de los sentimientos del artista. Supone el inicio de la pintura abstracta en sentido estricto, ya que se desvincula por fin del referente. Sus grandes influencias fueron autores consagrados como Goya y El Greco, y otros más recientes como el belga James Ensor y el noruego Edvard Munch.

Futurismo (1909-1914)

El primer manifiesto futurista se publica el 20 de febrero de 1909 en el periódico parisino «Le Figaro», escrito por Filippo Marinetti, escritor italiano que, casi con un rigor dogmático, no dudaba en afirmar que «un automóvil rugiente es más bello que la Victoria de Samotracia». El movimiento acaba pronto, entre 1914 y 1916, tras la Primera Guerra Mundial. Algunos de sus componentes radicalizan sus posiciones y se relacionan ideológicamente con el fascismo italiano en las elecciones de 1919. Con el tiempo se produjo un redescubrimiento que ponía de relieve aquellos aspectos que hacían del futurismo un movimiento de vanguardia de extraordinaria resonancia, influyendo en movimientos como el Dadaísmo, el Constructivismo ruso y el Surrealismo, situándolo a largo plazo como un punto de referencia para el arte de los años sesenta.

Dadaísmo (1915-1922)

El movimiento más radical y agresivo, nació en Suiza con la obra de Tristan Tzara. Fue una vanguardia anarquista que se mostró en contra de cualquier norma social, moral o estética. Su objetivo principal era cuestionar unos criterios artísticos fuertemente afianzados y aceptados en la época. El ejemplo máximo es Marcel Duchamp que, a través de los denominados ready-mades (objetos cotidianos presentados como arte bajo firma y fecha), trató de ridiculizar la veneración pasiva y poco crítica del público burgués. Era el nacimiento de lo que hoy denominamos arte conceptual.

Surrealismo (1924-1939)

Existen dos tipos de surrealismo pictórico y dos grandes grupos de pintores surrealistas. Por un lado, los pertenecientes al Surrealismo figurativo, entre los que se encontraban Max Ernst, René Magritte, Dalí y Chagall, quienes exploraron el surrealismo desde un realismo formal; a pesar de sus deformidades y transformaciones, nunca abandonaron la referencia real de los objetos. Por otro lado, el Surrealismo abstracto contaba con artistas como Yves Tanguy, Miró, Klee y Hans Arp.

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