El Teatro de Posguerra: Miguel Mihura y el Absurdo
En la posguerra, el teatro se convierte en uno de los principales medios de evasión de la dura realidad española. Tras la Segunda Guerra Mundial, convive un teatro tradicional con la renovación de las formas dramáticas. Dentro de las nuevas vanguardias literarias encontramos el teatro del absurdo, que nace en Francia con Ionesco, al que seguirán obras de Beckett y otros. Características que encontramos también en la obra de Mihura:
- Temas y características: el hombre perdido en un mundo absurdo; la angustia ante el tiempo, la muerte, la soledad…
- Novedad en las formas de expresión dramática: una presentación absurda del absurdo en un doble plano: se presentan situaciones ilógicas, todo ello símbolo del absurdo existencial. Se mezclan lo grotesco y lo trágico, la angustia y el escarnio desesperado contra el mundo.
A ello se añade un lenguaje absurdo: frases sin sentido, reiteraciones penosas, monólogos incoherentes. Este teatro tiende a mostrar el absurdo de la existencia, haciéndolo sentir con procedimientos teatrales. La obra de Mihura Tres sombreros de copa debe considerarse como un precedente del teatro del absurdo. Se trata de un teatro humorístico, un teatro de una comicidad intelectual cercana al absurdo, que debe su existencia al atrevimiento formal y al espíritu lúdico de las vanguardias de posguerra.
Mihura escribió Tres sombreros de copa, pero tardó 20 años en ser representada. Las claves de la obra están en el argumento, ya que se centra en la noche previa al convencional casamiento de Dionisio, la noche en que conoce a Paula. Diálogos y situaciones plantean un humor un tanto absurdo y disparatado, basado en la ruptura con la lógica o con la experiencia, con un trasfondo poético amargo, pero que no cae en el patetismo. Aparecen aquí los dos temas constantes: el choque entre el individuo y las convenciones sociales y las problemáticas relaciones entre hombre y mujer.
Después de la guerra, Mihura suavizó la carga absurda y crítica de su teatro y alcanzó el éxito con comedias que solían basarse en una ligera intriga policiaca. Destacan Melocotón en almíbar y Maribel y la extraña familia.
Ramón J. Sender: Realismo Social y Exilio
Ramón J. Sender intervino activamente en el bando republicano, por lo que se vio obligado a abandonar España en 1939. Es autor de una amplísima obra, siempre atenta a los problemas sociales y existenciales del ser humano y escrita en su mayoría en el exilio mexicano y norteamericano.
Se dio a conocer como novelista a finales de los años 20 y pronto se convirtió en uno de los principales representantes del realismo social.
El tema de España aparece en una breve novela y un relato sobre la Guerra Civil, en la que el cura de un pequeño pueblo aragonés recuerda la vida de un vecino al que él mismo había entregado a la Guardia Civil y que finalmente fue ejecutado.
En esta obra asistimos al examen de conciencia de este sacerdote. El sentimiento de culpa que le persigue se manifiesta en la ceremonia. La novela es, desde el principio, el hilo de reflexiones, inquietudes y arrepentimientos del párroco y los sentimientos que le asaltan, así como la autojustificación que busca para aligerar su carga moral por la responsabilidad en la muerte de Paco. El cura del pueblo simboliza y representa el conjunto de la Iglesia Católica en una dura crítica sobre el papel que esta adoptó durante la preguerra y la Guerra Civil española.
El autor puso en su obra Réquiem por un campesino español la objetividad y esencialidad necesarias para conseguir una obra perfecta y de una sencillez, no por ello menos profunda y estremecedora, a la vez que intensa y conmovedora.
Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español El Mundo.
Debemos mencionar una obra humorística, una mirada crítica a la España de sus tiempos, a través de los ojos de una sorprendida estudiante norteamericana. Refleja a la vez la tradición y la modernidad de un país que se abrió tímidamente al mundo desarrollado.
El estilo de Sender comenzó siendo fuerte y ha ido suavizándose con el transcurso de los años. Se le encuadra dentro del realismo social de la novela de los escritores del exilio. Autor muy conocido por el público anglosajón, se consagró como escritor en España con la concesión del Premio Planeta.
Luis Cernuda: Poesía, Amor y Exilio en la Generación del 27
Un grupo de jóvenes intelectuales, conocidos como la Generación del 27, comenzaron a renovar el panorama literario español. Entre ellos, presentamos a Luis Cernuda, quien se dio a conocer en la Revista de Occidente. Es conocido fundamentalmente por su especial tratamiento del amor. Su obra está marcada por su carácter hipersensible y por su homosexualidad, lo que explica su aislamiento y rebeldía ante la incomprensión de la sociedad de su época.
La realidad que le ha tocado vivir choca con sus sueños y deseos, y de ello nacen los temas de su poesía, como la soledad, la frustración, la infancia eterna y, sobre todo, el amor como experiencia suprema y dolorosa. La insatisfacción vital y la imposibilidad de alcanzar sus sueños son la constante de su obra.
Su estilo evita las rimas marcadas. Utiliza el verso libre combinado con estrofas tradicionales. Además, la rigurosidad de sus inicios evoluciona hacia una poesía más conceptual con la introducción de técnicas y formas surrealistas. Su estilo destaca por la originalidad de símbolos y metáforas y por la profunda sensibilidad.
Bajo el título La realidad y el deseo se ha publicado su obra poética completa, cuyas etapas se relacionan directamente con su biografía:
- Una primera etapa sevillana con raíces clásicas en la línea del Renacimiento español de Garcilaso de la Vega.
- Etapa madrileña: clara influencia surrealista. El autor se enfrenta al mundo con un amor prohibido y no aceptado. Presenta el amor como experiencia dolorosa.
- Por último, la etapa en el exilio, en la que expresa la angustia vital del poeta, así como una profunda desilusión y nostalgia debido a su situación personal.
Cernuda ocupa un lugar especial dentro de la Generación del 27, como contrapunto al vitalismo desbordado de otros. La vida, con sus aspectos positivos y negativos, está presente en su obra, al igual que la belleza. Sus versos responden a un sentimiento amoroso de tristeza; también a su inconformismo, en una época llena de injusticia y de prejuicios sociales.
Federico García Lorca: El Conflicto en La casa de Bernarda Alba
El conflicto que plantea este fragmento, perteneciente a La casa de Bernarda Alba, drama escrito por Federico García Lorca, tiene su raíz en el autoritarismo de Bernarda. Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda impone a sus cinco hijas un luto y un aislamiento tan riguroso que choca con los deseos naturales de estas de gozar la vida y del amor, ya que no conciben un futuro en el que deban pasar los días como si estuvieran en un convento o en un presidio.
Todo ello planteado con un lenguaje cargado de expresiones poéticas, tan propio del autor.