Pintura Veneciana del Siglo XVI
La pintura veneciana se desarrolla a comienzos del siglo XVI. En una primera etapa tiene unos rasgos característicos, pero a partir de los años 20 la obra se hace ya manierista. Los grandes maestros serán Giorgione (no manierista), Tiziano (primer momento de características propiamente venecianas, etapa final muy personal, que tiene algún rasgo manierista), Tintoretto y Veronese (manieristas). La atmósfera húmeda de Venecia, brumosa por los canales, esto se proyecta en la obra. Pintura muy rica, suntuosidad, riqueza cromática, tono elegante, festivo. Triunfo de lo emocional, de lo sensorial, sensual y pasional frente a lo intelectual de Roma. Técnica al óleo.
Giorgione
Sus amplios conocimientos le hacían sobresalir con gran maestría tanto en la técnica del fresco como en el empleo tradicional del temple y el óleo sobre tabla, así como el innovador uso del lienzo. Dominaba el dibujo, pero no se sometía en la ejecución final de sus obras al plan inicial trazado, sino que variaba su concepción durante la realización del cuadro. Se pueden advertir dos etapas dentro de la evolución de su estilo:
Etapas de su estilo
En un primer momento se encuentra ligado a la pintura de los maestros del Quattrocento veneciano, aunque se atisbaba el surgir de una poderosa personalidad por su originalidad en el tratamiento del paisaje totalmente invadido de luz. Los temas religiosos pertenecen a este período. Destaca así el Retablo de Castelfranco que culminaría esta fase, revelando ya innovaciones en la disposición de las figuras, sin salirse de la tradicional Sacra conversazione.
La plenitud de su obra aporta libertad de ejecución y riqueza de efectos cromáticos. Arriesga la técnica a cambio de mayor expresividad. Destaca el uso del paisaje no como marco sino como personaje de la obra. Ejemplos de esto lo tenemos en La tempestad o Los tres filósofos.
Tiziano
El conjunto de su obra se caracteriza por el uso del color, vívido y luminoso, con una pincelada suelta y una delicadeza en las modulaciones cromáticas sin precedentes en la Historia del Arte occidental. Los orígenes creativos de Tiziano se encuentran influenciados por su maestro Bellini y por Giorgione. En este periodo inicial, Tiziano ejecutó sus obras con un dibujo más cuidado. Las líneas están mejor trazadas y el dibujo es puro y sobrio, dando mayor empaque a las figuras. El pintor realizaba ya desde un principio bocetos o dibujos preparatorios de manera poco frecuente. Las primeras obras han sido realizadas con una cierta finura y una diligencia increíble, y pueden ser vistas de cerca y de lejos; las últimas, realizadas a golpes, de forma gruesa y con manchas, no se pueden ver de cerca, mientras que de lejos resultan perfectas.
Veronese
Aprendió de los grandes venecianos, Tintoretto y Tiziano. Se le considera creador, junto con Tiziano, de un gusto suntuoso y colorista, que en Venecia se prolongó hasta el siglo XVIII. Prefiere los grandes formatos. Su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico aunque suave colorido. En sus cuadros aparecen columnas, arcos y escalinatas. Su tratamiento del color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos. Su temática es religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando así la alegría de vivir y el esplendor de la república de los dogos. Los trajes son fastuosos y el ambiente, suntuoso. Puebla sus obras de multitud de personajes en grandilocuentes arquitecturas. En cuanto a su técnica, usa un empaste ligero, lo que permite innumerables transparencias. Le interesa la perfección del dibujo.
Tintoretto
Su estilo inicialmente siguió a Tiziano. Evolucionó a partir de 1540, siendo de tendencia manierista más marcada que los otros dos grandes pintores de la escuela veneciana, Tiziano y Veronese. Es un pintor que pinta con pasión, alcanzando en su plenitud su característica audacia, el dinamismo incansable de su composición, su uso dramático de la luz y sus enfáticos efectos de perspectiva, que hacen que parezca un artista barroco adelantado a su tiempo. Cultivó lo mismo el lienzo que el fresco. Los temas tratados fueron sobre todo religiosos, tanto bíblicos como evangélicos. Trata temas religiosos de iconografía insólita, como La muerte de Abel o La piscina probática. Pero, además, realizó numerosos retratos de magistrados, funcionarios y hombres de letras. Influyó en El Greco, quien debió conocer su obra durante su estancia en Venecia.
Escuela Barroca en España
Predominan los temas religiosos porque es el momento de la Contrarreforma. Los pintores españoles reciben la influencia del tenebrismo de Caravaggio en el tratamiento de la luz, aunque luego lo abandonan. Existe una deliberada ausencia de sensualidad en la pintura como consecuencia del periodo histórico que se vive, muy influido por el miedo a la Inquisición. El principal cliente de los pintores es la poderosa Iglesia de la época. (Excepto en el caso de Diego Velázquez y otros pocos pintores de la Corte).