Metodología Integral para la Inserción Sociolaboral


Fase 3: Contacto y Ajuste de Puestos

¿Qué significa que el contacto con la empresa se puede realizar por dos vías: ordinaria y asistida?

En la vía ordinaria, la persona demandante necesita únicamente estimulación y ayuda en la búsqueda de trabajo.

En cambio, en la vía asistida, la intervención profesional es más profunda y se dirige a:

  • La prospección del mercado de trabajo y la motivación del entorno laboral.
  • La intervención en la oferta para favorecer la ocupabilidad de las empresas.
  • Emprender acciones destinadas a contactar con empresas y sensibilizarlas para que se incorporen a programas de inserción.
  • Informar a las empresas sobre las obligaciones normativas y los beneficios fiscales de contratar a personas en estos programas.
  • Fidelizar (crear vínculo) a las empresas implicadas para asegurar su participación continua.

Vía Ordinaria

Se centra en ayudar y contactar con la empresa.

Vía Asistida

Implica un contacto más profundo con la empresa, incluyendo la sensibilización y otras acciones detalladas.

2. Aspectos clave para el análisis del puesto de trabajo

Para un adecuado proceso de inserción, es fundamental analizar los siguientes aspectos del puesto de trabajo (referencia: p.215):

  • En qué consiste la tarea.
  • Cuáles son los pasos que la componen y su secuencia.
  • Cuál es la manera más adecuada de realizarla.
  • Cuánto tiempo se tarda y qué materiales son necesarios.
  • Problemas que pueden surgir (dificultades).
  • Descripción de las habilidades y competencias requeridas.
  • Formación y experiencia necesarias.
  • Habilidades no directamente relacionadas con las tareas del puesto de trabajo (ej. habilidades superiores como transporte, manejo del dinero, etc.).
  • Descripción de las condiciones del puesto de trabajo.
  • Descripción de las condiciones laborales.
  • Condiciones físicas del puesto (infraestructura, mobiliario, accesibilidad como ascensor, rampa, etc.).

3. Tipos de ajuste entre el empleo y la persona

A partir del análisis de las tareas del puesto de trabajo, la EUSE (Entidad de Ubicación y Seguimiento de Empleo) propone tres tipos de ajustes (referencia: p.222):

Puesto de trabajo modelado

Las tareas que realizará la persona usuaria corresponden a tareas de diferentes puestos de trabajo. Por ejemplo, una empresa emplea a una persona para llevar a cabo tareas como realizar fotocopias, procurar material de oficina, mandar faxes, etc.

Este ajuste implica la creación de un nuevo puesto de trabajo adaptado.

Puesto simplificado

En este tipo de ajuste, se eliminan algunas tareas de un empleo regular que la persona usuaria no puede realizar o le resultan difíciles (por ejemplo, transportar objetos pesados, desplazarse por el puesto de trabajo, etc.). Como compensación, la persona usuaria asume otras tareas de sus compañeros y compañeras.

Ejemplo: Si una de las tareas es descargar objetos pesados y la persona tiene problemas de espalda, en lugar de descargar cajas, podría encargarse de organizar camisas sueltas.

Puesto enriquecido

A la descripción de empleo existente se le añaden nuevas tareas acordes con las habilidades de la persona usuaria, con el fin de fomentar su integración en la empresa.

Ejemplo: En un empleo con poco contacto social, se le podría asignar la tarea de recoger y repartir el correo de la empresa para fomentar la interacción con los demás.

Fase 4: Agentes Intervinientes en la Inserción

4. Agentes que intervienen en la Fase IV

De manera directa

  • El preparador laboral: Interviene entrenando a la persona usuaria en las tareas del puesto de trabajo y orientándola en las habilidades sociales necesarias.
  • El apoyo natural: Un empleado del centro de trabajo que, de manera voluntaria y con el consentimiento de la empresa, desempeña un papel de acompañamiento.
  • La persona usuaria.

De manera indirecta

  • La entidad insertora (equipo multidisciplinar).
  • La comunidad/contexto comunitario.
  • Las empresas.
  • La familia, a través de:
    • Escucha activa.
    • Colaboración.
    • Red de apoyo.
    • Gestión de la sobreprotección, expectativas y actitudes.

5. Pasos para el aprendizaje e inserción sociolaboral en el puesto de trabajo

La adquisición de los aprendizajes necesarios para la consolidación en el nuevo puesto de trabajo presenta una secuencia de cinco pasos clave:

1. Presentación y Orientación

Tiene como finalidad la presentación y el primer contacto de la persona usuaria con el entorno laboral, para que conozca de forma genérica la empresa y, en concreto, las tareas que realizará.

2. Aprendizaje de las Tareas y la Cultura de la Empresa

Consiste en el aprendizaje de las tareas específicas del puesto. Además, se profundiza en la integración de la persona entre sus nuevos compañeros y compañeras de trabajo.

Un elemento clave en esta fase es el apoyo natural, una persona (compañero de trabajo) de referencia que cumple la función de acompañamiento y supervisión.

3. Estabilización

En esta etapa, la persona usuaria ya realiza las tareas encomendadas, pero aún no las ejecuta de manera autónoma. A medida que se adquiere el aprendizaje, la intervención del preparador laboral disminuye, mientras que la del apoyo natural aumenta.

4. Retirada Progresiva del Apoyo

A medida que la persona usuaria adquiere autonomía y consolida los aprendizajes, los apoyos se irán retirando progresivamente. Es crucial que esta retirada esté planificada.

5. Seguimiento

En esta fase final, el preparador laboral ya no está presente en la empresa, pero se debe establecer una relación de confianza suficiente para que se comunique cualquier incidencia. Su función principal será supervisar y evaluar periódicamente a la persona usuaria y a la empresa mediante visitas, llamadas telefónicas o tutorías individualizadas.

Fase 5: Evaluación del Programa de Inserción

6. Aspectos a incluir en la evaluación del programa

La evaluación es una herramienta fundamental para valorar el programa de inserción. Se puede evaluar tanto el proceso como los resultados, considerando aspectos como el grado de eficacia y eficiencia. Algunos aspectos clave a incluir son:

Evaluación del proceso y de los resultados de la intervención

  • El grado de consecución de los objetivos planteados.
  • La eficiencia de las diferentes actuaciones y actividades.
  • El papel desarrollado por el/la preparador/a laboral.

Evaluación de la persona usuaria

  • Grado de consecución de las habilidades sociolaborales previstas.
  • Grado de satisfacción obtenido.

Evaluación de la empresa colaboradora

  • Balance de ventajas e inconvenientes de la participación en el proceso desde el punto de vista de la empresa.
  • Valoración por parte de la empresa de la aportación de la persona empleada en cuanto a su rendimiento.
  • Valoración de la colaboración e implicación de la empresa en el proceso, incluyendo a la persona propietaria o responsable, la persona de contacto, los apoyos naturales y los compañeros y compañeras de trabajo.

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