Novela existencial de los años 40



La novela desde principios del Siglo XX hasta 1939: tendencias [noventayochista, novecentista], autores y obras representativos.


1.La novela de principios de siglo

La narrativa anterior a la Guerra Civil Española presenta una notable variedad y muestra una preocupación por los problemas culturales y políticos del país.


Las pautas que regirán a la narrativa en este periodo estarán presididas por la crisis fin de siglo (visión pesimista de la cultura occidental). Ante la imposibilidad de encontrar significado a la existencia, el mensaje es de frustración y desesperanza.


2. Renovación novelística

A principios de siglo Baroja, Azorín, Unamuno y Valle-Inclán publicarán obras que se alejan de la visión realista del siglo pasado y que representan las inquietudes del hombre contemporáneo. Se alejan del Realismo y su representación mimética, en busca de una expresión profunda de la realidad interior.


Carácterísticas del nuevo modo de entender la creación novelística:


-Pérdida de relieve de la historia: la historia, lo que se cuenta, pierde importancia a favor del discurso, cómo se cuenta. La novela como vehículo de inquietudes extraliterarias (existenciales, religiosas, filosóficas).


-Centralización en la problemática del héroe: La novela se centra en el mundo interior del héroe, presenta al protagonista en su lucha existencial.


-Momentaneidad y fragmentarismo: la narración suele fragmentarse en etapas, con elipsis, vaguedades y saltos temporales.


-Dramatización: gran importancia del diálogo. El narrador se borra y permite que los personajes hablen por sí mismos.


3.Movimientos literarios

3.1 Novela de la generación del 98

Dos circunstancias provocan su aparición: ambiente de crisis política, económica y moral (pérdida de las últimas colonias en Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898) y agotamiento de los temas y formas del siglo

anterior.


Unamuno, Azorín, Pío Baroja y Valle-Inclán proponen una reforma total

de las conductas sociales y morales de los españoles. Defienden el subjetivismo frente a la reproducción de la realidad del siglo pasado.


Temas predominantes en la Generación del 98

-El tema de España: enfocado desde una visión subjetiva e individualista. Un objetivo común: el descubrimiento del alma de España por medio de:

-El paisaje, en especial el de Castilla.

-La historia, pero no la de los

grandes acontecimientos, sino la del hombre anónimo, lo que Unamuno

Llamó la intrahistoria


-La literatura volviendo a los medievales como Berceo, Rojas o Manrique, y los clásicos como Góngora y Cervantes, y Larra.

-El tema existencial: preocupación por el sentido de la vida, problemas de carácter religioso, conflictos psicológicos del ser humano. Distintas actitudes: angustia y obsesión (Unamuno), preocupación por la caducidad de lo terrenal (Azorín), incredulidad religiosa (Baroja).


3.2 Novecentismo o G. Del 14

Enorme variedad de tendencias: intento de superar las fórmulas realistas. Comparten con el 98 el problema de España. Rechazan la visión dramática y subjetiva y adoptan una postura más equilibrada e intelectual.


Algunos escribirán ensayos fundamentales en la evolución del pensamiento en España.

Eugenio D’ors, Gregorio Marañón, Manuel Azaña, Ortega y Gasset, Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala, Ramón Gómez de la Serna y Wenceslao Fernández Flores.


Autores y obras representativos


Unamuno (1864/1936)

Unamuno acuñó el término «nivolas»; Unamuno se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la propia conciencia. Para ello interviene en el relato, dialoga con sus personajes, los convierte en símbolos, interpela al lector…


NOVELAS MÁS IMPORTANTES: En 1914 publica Unamuno la que, sin duda, es su mejor novela: Niebla. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del conocido juego vida-literatura: Augusto

Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción.


Unamuno también se sintió atraído por el tema de la lucha entre hermanos, por la historia bíblica de Caín y Abel. Este motivo fratricida sirve de base a su novela Abel Sánchez (1917). Tras La tía Tula (1921),

Unamuno publica San Manuel Bueno, mártir (1930). En esta obra aparecen todos los motivos que, recurrente e insistentemente,

habían ido apareciendo en sus novelas anteriores: la lucha agónica del individuo en este mundo, el creer y el aparentar creer, la soledad, los problemas de la fe, la vida como sueño… Cuenta la historia de un cura de pueblo que ha perdido la fe, pero que aparenta tenerla para que sus feligreses mantengan intactas sus creencias religiosas.

VALLE INCLÁN (1866/1936)

Dos estilos definen la obra de Valle: Modernismo y esperpento.


Los años iniciales están marcados por la tendencia modernista y

representados por las cuatro Sonatas, subtituladas Memorias del Marqués de Bradomín: Sonata de otoño (1902), Sonata de Estío (1903), Sonata de Primavera (1904) y Sonata de invierno(1905); supuestas memorias del Marqués de Bradomín, una especie de donjuán, «feo, católico y sentimental». De esta primera época también es la trilogía de La guerra carlista (1908/1909), que narran episodios de la última guerra carlista de España.


Entre las obras marcadas por el esperpento destaca la que sin duda, es una de las mejores novelas de la primera mitad del Siglo XX, Tirano Banderas (1926). Por último las tres novelas del Ruedo ibérico (1927-1932) reflejan la historia y vida de nuestro país desde el reinado de Isabel II hasta el desastre del 98.


AZORÍN.-(1873-1967)

En las novelas de Azorín (José Martínez Ruiz) la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo y captan la impresión del

instante. Ejemplo de novela impresionista son La voluntad, Antonio Azorín, Confesiones de un pequeño filósofo. Más tarde escribe Don Juan (1922) y Doña Inés (1925), en las que se describe minuciosamente el ambiente y la sensibilidad de los personajes.


PÍO BAROJA (1872/1956)

Su producción narrativa: se suele organizar en grupos de tres novelas

(trilogías) que siguen un tema común. En estos relatos el autor parte de

una observación de la realidad en muy variadas manifestaciones:


Primera etapa (1900-1912) Trilogías:1.- La lucha por la vida (La busca. Mala Hierba. Aurora roja); 2.- La tierra vasca (- La casa de Aizgorri. – El mayorazgo de Labraz. – Zalacaín el aventurero). 3.- La raza: (-La dama errante. – La ciudad de la niebla. – El árbol de la ciencia); 4.- El mar: (Las inquietudes de Shanti Andía-El laberinto de las sirenas- Los pilotos de

altura.-)


Segunda etapa (1913-1936): (Memorias de un hombre de

acción) serie de novelas sobre un personaje llamado Avinareta .


-Tercera etapa (1939-1956): Desde la última vuelta del camino (memorias).


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