Personajes de la fundación


Intro


:Buero Vallejo escribe tragedias para que las sociedades conozcan sus problemas y los solucionen. La Fundación se estrenó con gran éxito en 1974 ,como una fábula en dos partes ,llena de crítica política, moral y filosófica. ( la realidad y la ficción, la dictadura española y todas las dictaduras ,la lucha contra las instituciones que enajenan al hombre en nuestra sociedad de consumo. Plantea una dura reflexión sobre la condición humana y le indica al hombre la necesidad de luchar en todos sus aspectos .Todo ello, con innovaciones técnicas, los efectos de inmersión ,que enlazan con el teatro renovador internacional.

Fabula


La Fundación es una tragedia con el subtítulo: «Fábula en dos partes». La fábula tiene que tener una moraleja, una enseñanza que se pueda aplicar a la vida. Esto es claro. En lo político, critica la represión por razones políticas y defiende la acción frente a la injusticia. Existencialmente, supone el enfrentamiento entre la realidad y la ficción, para defender la verdad, y el enfrentamiento a las instituciones enajenantes de la sociedad actual. Todo ello a través de técnicas innovadoras, como los efectos de inmersión, procesos de subjetivación en la línea de los grandes dramaturgos contemporáneos. Tomás, activista político, ha sido interrogado y torturado y he delatado a sus compañeros. La culpa le hace perder la razón e imaginar que está en una fundación de investigación, y no en una cárcel. Los espectadores van adquiriendo de forma paulatina la conciencia de la realidad, al tiempo que recupera la lucidez su protagonista, porque vemos la Fundación a través de los ojos de Tomás. Esto condiciona la estructura de la obra, que comienza «in media res», ya que el espectador no conoce la locura de Tomás ni la verdadera condición de sus compañeros. También el final, abierto, que conduce al paredón o a la fuga. Es un drama de situación límite, que no incluye peripecias hasta el final (el proyecto de fuga, la delación, la muerte de Asel y Max) y que mantiene todas sus intrigas en secreto, porque el plan de evasión así lo requiere, porque Tomás tiene que darse cuenta paulatinamente de la situación, como lo requiere el proceso de inmersión en la mente de Tomás, conforme Tomás recupera la cordura, el espacio escénico se va transformando de la habitación de la Fundación a la celda de la cárcel.La locura es un tópico en las obras de Buero Vallejo. (recordamos el padre del tragaluz) , tradicional también en nuestra literatura desde Cervantes. Le permite mostrar la realidad de forma especial, y se convierte en símbolo de las influencias y debilidades humanas. Muestra la evasión de un mundo que no gusta, pero la conciencia de la realidad

-la cordura-, supone una evolución moral, la asunción de su responsabilidad.Las proyecciones de la imaginación de Tomás son denominadas por Asel hologramas. Suponen una reflexión sobre la naturaleza de la realidad, como en el mito platónico de la caverna. ¿Es real o una ilusión lo que perciben los sentidos? El ventanal, los libros, los vasos, el teléfono, las visitas de Berta… Son proyecciones de la imaginación de Tomás, que plantean el viejo tema literario del» engaño a los ojos»: la oposición entre apariencia y realidad. El oficio de Tulio y su proyecto compartido con su novia son la excusa para explicar que eres un holograma(» proyecciones en el aire»).Hay una aparente contradicción. Si bien superar la locura, descubrir los hologramas de la imaginación supone luchar por un futuro mejor, sin opresión, sin explotación, sin falsas fundaciones, también es verdad que el sueño, la imaginación es positiva al final. Lo demuestra en el paisaje del ventanal, que es uno de los hologramas fundamentales que desaparece cuando Tomás recupera la cordura y aparece a la hora de actuar. Tulio se convence de ello porque la ilusión, la ensoñación, los ideales…. También son necesarios y hay que luchar por ellos. «Un día las abrazaremos y no serán ilusiones, no serán hologramas». Hasta la celda de castigo, el plan de fuga es considerada un holograma, una ilusión. Pero el mensaje de Asel es que no se deje de luchar ante la Fundación, el holograma de las fieras.

Espacio real y espacio soñado


Puesta en escena La Fundación se desarrolla en una inconcreción geográfica y temporal, un «país desconocido». En primer lugar, porque en una interpretación amplia, podría haber ocurrido en cualquier lugar y en cualquier época, en cualquier dictadura, y, por otro lado, para esquivar la censura franquista (1939 -1975)En realidad, hay unidad de lugar, puesto que se trata de un único espacio, que cambia de habitación confortable de la fundación a celda de una cárcel. Se trata, por tanto, de dos escenarios superpuestos: el segundo aflora cuando desaparece el primero. Pero no estamos en la cárcel totalmente hasta la segunda mitad de la segunda parte de la obra. Y como al final volvemos a tener la celda de la fundación, podemos hablar de espacio cíclico o circular en el que se suceden los espacios imaginarios y reales.El efecto de inmersión hace que el espacio tenga un valor simbólico: el escenario está situado en la mente de Tomás, enajenada, lo vemos a través de sus ojos.El escenario de la Fundación es un decorado sencillo pero de buen gusto: hay frigorífico, cama moderna, estanterías con libros lujosos, figuras de porcelana, televisor, teléfono, sillones, etc. Pero los elementos «reales» de la escenografía son muy pocos, y los vemos cuando van desapareciendo los otros. Así, el espectador es engañado. Pero hay elementos que desentonan: el apiñamiento de objetos, la luz irreal, el enorme ventanal tras el que se divisa un maravilloso paisaje.Muchos de los objetos tienen valor simbólico: el teléfono y los libros que hablan de la falta de cultura y comunicación en la España franquista, la música de Rossini, el juego de luces y, sobre todo, el ventanal. Conforme Tomás recupera la cordura, los elementos imaginarios desaparecen y se vuelve al espacio real: no hay estantería, no hay frigorífico. Se mantiene la cortina del baño y el paisaje del ventanal. En la segunda parte, cambia el vestuario de los presos, desaparece el teléfono, la lámpara ,el paisaje tras la puerta y por fin, la cortina del baño. Destaca el ventanal: Presenta un paisaje maravilloso, un locus amoenus, y plantea si los sueños y los ideales son necesarios para la vida de las personas. Desaparece, al final, cuando Tomás ya deja su locura y la vida es de todo menos de color de rosa, y vuelve a aparecer, cuando la celda va a ser ocupada de nuevo. Esto nos lleva a dos interpretaciones: la necesidad de soñar para soportar la vida y luchar para conseguir los ideales; o que todo el mundo es una cárcel y al final no hay diferencia entre el mundo de dentro y el de fuera. «Cuando has estado en la cárcel acabas por comprender, que, vayas por donde vayas, estás en la cárcel», le dice a Asel a Tomás. El ventanal, los ideales son una obsesión, una utopía inalcanzable, pero en cuya búsqueda, algún una mejora siempre se conseguirá.También hay que destacar el cambio del vestuario que acompaña al cambio de decorado (de camareros a carceleros de investigadores a presos) y los efectos de la luz. (de la luz y real de la cárcel a la dura de la Fundación con los rincones en penumbra)

Personajes:


Pjn nombre propioLos personajes no se dividen en activos frente a contemplativos, sino que presentan una situación más complicada, porque evolucionan, sobre todo el protagonista. Son cinco personajes individualizados, que representan distintas reacciones frente a una situación límite. Están prácticamente juntos siempre, excepto las salidas a los locutorios y la irrupción de Berta, imaginada por Tomás.

Berta:

es producto del subconsciente de Tomás, viene a ser su Dulcinea, el refugio de Tomás. Aborrece la Fundación es decir, viene a expresar lo que Tomás se empieza a intuir. Es la encargada de presentar al público la metáfora de los ratones. Los diálogos de Berta y Tomás no son entendidos hasta el final de la obra. La Berta imaginada es una chica guapa, vestida de blanco, de exquisitas piernas, becada por la Fundación. Conocemos la verdadera a la verdadera a través de Tomás, cuando va a verlo al locutorio: mal vestida, mal peinada, desmejorada…..Le costó reconocerla. Acaba de perder su empleo cuando detuvieron a Tomás.

Tomas:

Soporta todo el peso de la obra. Nunca abandona la escena. En la primera parte, trastornado, actúa como un personaje contemplativo, es un intelectual no comprometido, ajeno al mundo que lo rodea. Ha creado un mundo fantástico del que ha desaparecido el hambre, el sufrimiento y la condena a muerte. Vive su novela en lugar de escribirla. Es un hombre agradecido con la sociedad que le permite disfrutar de la ciencia, el arte, la música, la literatura……. Al final de la obra es un personaje activo, asume el papel de Asel, acepta luchar por un cambio, pensar en un futuro sin atrocidades. El dolor es lo que provoca su locura, ya que en la tortura ha delatado a sus compañeros. Pero también le salva de ella a través de cuatro descubrimientos clave:Descubre que el hombre enfermos un cadáver (final de la primera parte). Que a Tulio lo van a ejecutar (inicio de la Segunda parte)por lo que admite que vive en una cárcel condenados a muerte. Recuerda, con Asel las causas de su encarcelamiento y su locura. El suicidio de Asel (el final de la segunda parte) lo convierte en un Tomás activo, que prepara la fuga. Y por fin, el asesinato del traidor Max a manos de Lino (casi al final de la obra), que demuestra que sigue defendiendo los principios éticos de los contemplativos: rechaza la violencia. Condena el crimen de Lino.

Asel:

En la segunda mitad del drama aumenta su complejidad. Coincide con «los activos» en: su Realismo. No se evade de las situaciones desagradables, sino que las analiza para buscar soluciones. Estudia la estructura de la cárcel para localizar el lugar del túnel. También por sus dotes de persuasión y manipulación, es el líder que impulsa la acción dramática: ( idea la terapia de Tomás, ha preparado el proyecto de fuga), lucha por alcanzar la meta: la libertad, y manifiesta cierta falta de escrúpulos, ya que defiende el recurso a la mentira en dos circunstancias: en el caso de Tomás, y cuándo miente a los guardianes para que los trasladen a las celdas de castigo para intentar la fuga, aunque distingue entre la violencia necesaria y la crueldad..Al igual que «los contemplativos», muestra unos principios éticos: comprensión, generosidad y rechazo de la violencia.

No toma represalias contra Tomás, ya que es consciente de sus limitaciones, porque fue delator. Y sueña con un mundo mejor. En una especie de proceso de «quijotizacion», contaminado por Tomás, afirma dos veces que el paisaje que veía Tomás es verdadero. Porque debemos luchar por esa aspiración a  algo absoluto e imposible.

Max:

Tiene unos 35 años, es un personaje tranquilo y bromista, que defiende a Tomás al principio, comienza a atacarle cuando sospechan que el loco pudo haber sido el delator. Es el chivato por comida y comodidades. En la obra es condenado moralmente, con su asesinato por Lino en el desenlace de la obra.

Lino:

Es el joven impetuoso que desdeña la prudencia, la contraposición a la figura de Asel. Quiere desenmascarar al soplón, pero así, se equipara a los carceleros. Mata a Max, en un acto de violencia gratuita censurado por el protagonista.

Tulio:

Impaciente e iracundo frente a la enfermedad de Tomás, contribuye a la vuelta a la cordura del protagonista y complemento a la figura y la labor de Asel. Es el personaje que provoca más rupturas entre el mundo real y el transformado o fingido por sus compañeros. (Finge recoger unos inexistentes vasos de cristal, invisibles para todos, con excepción de Tomás; aquel solo hace los ademanes y su mímica resulta normal para sus compañeros, pero Tomás ve que realmente no está consiguiendo nada) Es el más distante con Tomás llegando a burlarse de su situación.En cierto modo sufre un proceso inverso al de Tomás. Es conducido al cadalso justo en el momento en el que se dedica a fantasear con sus amigos, a soñar con un futuro mejor, antes de que Tomás por fin haya reconocido su situación. Cuando se lo llevan le reitera a este que deje de soñar despierto y vuelvo a la realidad.Prj genéricos:Los compañeros de los cinco presos, son personajes aludidos que representan la solidaridad humana. Son los «compañeros a toda prueba», se arriesgarán para que puedan cavar el túnel.Los «barrenderos de la galería» que diseminarán la tierra, el «cojo de la celda de enfrente» que descubre a un egoísta, cualquiera de los miles de ojos que miran y ayudan. Y el «coro de voces», que gritan al unísonó «asesinos», y dan la última despedida a Asel. Son el testimonio de una represión generalizada. Los represores son el encargado de la celda y su ayudante. A través de los efectos de inmersión, muestra en el proceso de reconocimiento de Tomás y de los espectadores. Pasan de encargados del hotel a hosteleros, y ,al final, de nuevo a encargados del hotel.Y también, el prisionero muerto.

Iluminación y efectos sonoros


La iluminación actúa como efecto de inmersión que nos indica como las ilusiones de Tomás van dejando paso a la realidad. Por ejemplo: la cruz de iluminación en el preso muerto, la muerte de Tulio, durante el amanecer, el cambio de la luz de la Fundación a la de la celda, con menos rincones en penumbra; la progresiva ausencia de luz desde la llegada de Berta hasta la oscuridad total cuando el paisaje desaparece,etc.Vemos los momentos más importantes: Ya la primera acotación: resalta la importancia de las lámparas y la luz: Hay una luz en el techo, otra lámpara en la cama y otro encima de la puerta. Está también el ventanal, con el paisaje, inundado por la luz de la primavera, y una ventana en la cuarta pared.En Los libros de arte aparecen las lámparas de Veermer y Van Eick, que Tomás cree iguales, pero que Tulio le describe de memoria diferentes. El pintor Turner, tiene un valor simbólico, porque aparece caracterizado como un diamante de luz.Marcan los pasos en su recuperación, cuando no se enciende o desaparecen: por ejemplo, cuando van a tomarse una foto todos juntos, al querer dar más luz para que Tulio lea…La luz diferencia la Fundación (claridad) y la celda de la residencia (oscuridad). La Fundación, es decir, el mundo de la imaginación de Tomás se señala con una claridad irisada, algo irreal, claridad féerica. Mientras que la luz de la celda: cruda y clara, dura, agria. Al abrir la puerta cuando descubren al muerto, pasan de las feéricas tonalidades irisadas a la claridad gris y tristona. Cuando lo descubren, la luz cambia de golpe, gana claridad y dureza, mientras que en los rincones- el chaflán, la lámpara- hay borrosa penumbra grisácea.Conforme Tomás va recuperando la cordura, la claridad, la luz, descubre la realidad de la celda y van quedando cada vez menos rincones en penumbra: chaflán y baño, los últimos que Tomás todavía ve transformados.

Por ejemplo, cuando desaparece el frigorífico o la estantería.Marca los momentos culminantes de la trama: cuando entran los carceleros, se enciende la luz sobre la puerta, las luces de la cárcel no se apagan, cuando todos van a ser «trasladados», primero Tulio, después Asel, y por último Lino y Tomás.Se equipara la luz con la vida, en el caso de Tulio, al que mataron quitándole la luz, y a quien todos desean que esté en un pabellón lleno de luz.Las luces marcan también la aparición de Berta, tras la muerte de Tulio. Es, en este caso, una espectral claridad lunar, acompañada por la música. Cuando tira el ratón al suelo, la luz lívida le acompaña, y decrece hasta extinguirse, y las tinieblas se adueñan de todo.El ventanal tiene un valor simbólico: inundado por la luz de la primavera, muestra Tomás fuera de la realidad, y sirve para que Asel le demuestra sus alucinaciones, puesto que la luz siempre está del mismo lado. Después, el paisaje se vuelve negro, se oscurece y se pone borroso, un lienzo de pared lo oculta y la cruda luz de la realidad lo inunda todo.Valor simbólico de la ventana de la cuarta pared, es la falta de libertad: Tomás, guiado por Asel, ve los barrotes de la cárcel.En cuanto a los efectos sonoros: la música de Rossini, la pastoral de la obertura de Guillermo Tell abre y cierra la obra. También relacionada con la luz del amanecer, un solo fragmento que se repite, creando un escenario adecuado para la ensoñación o la alucinación. (también las escenas de la Berta imaginada) y en el final cíclico, en el que aparecen otros habitantes de la celda/fundación, invitando a los espectadores a la reflexión de sí hemos salido realmente de la Fundación o si todo ha sido un sueño.Otros efectos sonoros importantes: son el ruido del teléfono y la descarga del depósito de agua del retrete, que suponen la caída del último residuo de imaginación y locura en la mente de Tomás, los gorjeos de Lino.Sobre todo, el ruido seco y metálico de la puerta, que aparece cuando el encargado y el camarero descubren al muerto. Tomás puede oír los sucesivos portazos: son las celdas de sus compañeros, que se cierran tras el recuento, se acercan, se alejan y vuelven a acercarse.El ruido de la llave cuando abre, el grito de los centinelas, el golpe seco y sordo de la muerte de Ásel, acompañado de los presos golpe en sus puertas, que retumban y gritan ¡asesinos, asesinos! Los ruidos son los que hicieron a Lino perder los nervios y matar a Max.

Trasfondo histórico:


La Fundación se estrena en 1974. En este momento, en el mundo podemos hablar de la Guerra Fría, de la multiplicación de los conflictos(Vietnam, Golpe de Estado de Chile…) y de los cambios importantes que se producen en la sociedad, especialmente en la juventud, como consecuencia del Mayo del 68 en Francia.En España, se llega a la etapa final del franquismo. Es un régimen deteriorado, con Franco viejo y enfermo. Los partidos políticos en la clandestinidad inicia  movimientos para situarse tras la muerte de Franco, que ella se ve cercana. Los defensores a ultranza del régimen quieren endurecer los elementos de represión para que el régimen pueda permanecer.Franco renuncia en el 73 a sus funciones de jefe de gobierno a favor de Carrero Blanco, que creó un gobierno «duro», para sofocar las reformas y aplastar la posición. Supondría en la contigüidad del régimen cuando Franco muriese. Pero el 20 de Diciembre de 1973, Carrero Blanco murió víctima de un atentado de ETA.Le siguió el Gobierno de Arias Navarro, que inició su andadura con promesas aperturistas, y que ante la posición de obreros, universitarios y ciudadanos,( huelgas, ocupación de las universidades…) se endurecíó. La represión policial, el estado de excepción, las condenas contra los dirigentes de Comisiones Obreras…ETA comienza la escalada de asesinatos. Y se reduce la represión, con la pena de muerte para delitos terroristas.En 1975, un año después del estreno de la obra de Gala, se dieron las últimas ejecuciones del franquismo,que provocaron fuertes reacciones en el exterior. La censura, aunque más debilitada mantiene el control sobre los medios de comunicación. (se censura una obra de Gala y se cierra el diario de Madrid.)

Buero escribe en una línea posibilista, ajusta a las imposiciones de la censura el mensaje que ofrece, así puede llegar a estrenarse y a los receptores, aunque no en las condiciones de libertad que se querían. En 1964, la doble historia del doctor Valmy, no lleva estrenarse por qué trata sobre la tortura cometida por la policía política de un país con régimen autoritario. El tragaluz es la primera obra que nombra en escena la Guerra Civil Española. Otras obras de Buero critican la actualidad desde el filtro de los hechos históricos.Desde ese punto de vista ,la Fundación recoge sentimientos e inquietudes de la sociedad de aquellos momentos. El público, está acostumbrado a las dobles lecturas, entendería enseguida el mundo de represión, falta de libertad, y la situación vejatoria de las cárceles, el alegato contra los estertores del régimen franquista, ya que el protagonista es un preso político, y está condenada a muerte por un régimen totalitario.Aquí se reflejan en elementos autobiográficos, ya que Buero militó durante un tiempo al acabar la Guerra Civil en el Partido Comunista, fue encarcelado desde 1939 a 1946 ,condenado a muerte y luego a cadena perpetua. Ayudó en un intento de fuga de la prisión del Conde de Toreno. El mismo habla de que hay cosas de él, pero repartidas entre todos los personajes.Como en Buero hay tres niveles de interpretación (argumental ,social, político y existencial) podemos interpretarlo como una crítica de las dictaduras autoritarias, de la dictadura española en particular, pero también cuestiona aspectos esenciales de la condición y la vida humana, representar a nuestro mundo y a nuestra sociedad consumista y materialista como un conjunto de sistemas que producen la anulación de la personalidad individual, la ceguera mental y la alineación. Tras esta fundación siempre habrá otra, pero debemos luchar contra ellas, buscando la verdad.Como el mismo dijo: «si. Eso ha pretendido ser mi teatro, escrito frente a «fundaciones» que nos deforman, o nos miman, o nos anulan. Esta obra lo resume bastante, si, al menos en sus manifiestos municipales».

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