Poemas de arte mayor cortos


Góngora es exclusivamente un poeta lírico, excepción hecha de la composición de dos comedias:
El doctor Carlino
(inconclusa) y Las firmezas de Isabela, obras en las que se aparta del modelo del teatro de Lope de Vega. Se conserva también más de un centenar de cartas, casi todas de la época madrileña, que contienen interesantes datos biográficos y algunos juicios literarios.La obra lírica de Góngora circuló de forma oral y manuscrita durante su vida. Sus versos se editaron póstumamente, algunas ediciones con comentarios eruditos, como si se tratara de un clásico. Se conserva además un lujoso manuscrito donde se pueden leer los poemas de Góngora acompañados de su fecha de composición, lo que permite trazar con bastante seguridad una cronología de sus poemas.Estos datos cronológicos han permitido descartar la existencia de dos épocas diferentes en la poesía gongorina, la del poeta fácil, sencillo y popular, y la del escritor oscuro y complejo, puesto que los procedimientos expresivos de su poesía más culta se pueden encontrar en textos muy tempranos de Góngora.Sin embargo, desde 1609, su intención explícita es la de crear un nuevo lenguaje poético mediante la acumulación e intensificación de recursos retóricos utilizados anteriormente y el uso de otros nuevos. Va a ser a partir de esta voluntad de forjar una nueva poesía cuando componga sus obras mayores:
Fábula de Polifemo y Galatea
(1612), Soledades (1613-4) y Fábula de Píramo y Tisbe (1618). El resto de su producción poética consta de más de doscientos romances y letrillas al modo popular, unos dos centenares de sonetos, algunas composiciones diversas y un poema inconcluso en octavas reales, el Panegírico al duque de Lerma (1617).

La poesía de arte menor

Los poemas en versos cortos de Góngora fueron ya muy populares en su época y continuaron siéndolo después. Este extenso grupo de poemas no está exento de artificios y dificultades y siempre se nota, pese a la inspiración popular, la mano del poeta culto. Las letrillas y otras composiciones de arte menor a veces tienen un tono serio y tratan de temas graves, son muy frecuentes los textos de carácter humorístico o satírico, en los que se utilizan chistes, alusiones desvergonzadas, expresiones escatológicas, etc.Pese a estos rasgos, no se trata de una literatura intrascendente, puesto que en toda esta poesía satírica se critican muchos de los valores establecidos (el amor, los sentimientos caballerescos, el sentimiento patriótico…)Sus romances son muy notables y con ellos el Romancero nuevo alcanza sus mayores cimas. También en ellos se alterna e incluso se mezcla lo serio y lo burlesco. Tratan de los más diversos temas: caballerescos, moriscos, de cautivos, pastoriles, amorosos, mitológicos, satíricos… Entre los romances merece especial atención la Fábula de Píramo y Tisbe, larga composición de más de quinientos versos, escrita en 1618, que resume a la perfección los rasgos más sobresalientes de la poesía gongorina: su tendencia al cultismo junto a su gusto por lo popular, la visión burlesca de la realidad y la reflexión seria, el refinamiento exquisito al lado de la expresión chocarrera. Este poema heroico-cómico narra grotescamente un tema mitológico grave y serio. Con ello, el poeta Barroco está burlándose, con actitud distanciada de sus propios mitos.

La poesía de arte mayor

Los sonetos


Góngora fue un gran sonetista. Sus sonetos normalmente siguen el modelo clásico de cuartetos expositivos y tercetos conclusivos, aunque a veces utiliza fórmulas distintas. Abordó en ellos variados temas: amorosos, satírico-burlescos, morales, mitológicos, de circunstancias, etc. Los sonetos amorosos, más frecuentes al principio de su producción, son de hechura petrarquista, muy literarios y estilizados, y carecen de la pasión vital que transmiten los de Lope o Quevedo. Los sonetos satírico-burlescos prolongan esta vena típica de otros poemas de Góngora. En ellos, sin renunciar a la perfección formal y a los recursos retóricos de la tradición culta, incorpora elementos de la poesía popular y no evita el léxico coloquial e incluso vulgar.Los sonetos de tema moral reflejan la situación vital del poeta y, en tono serio o burlón, expresan sus inquietudes, sobre todo los escritos en su última estancia en Madrid, en los que es manifiesto su desengaño, y que entroncarían con el tópico clásico del “menosprecio de corte”Fábula de Polifemo y Galatea. Soledades.
Con estos dos grandes poemas lleva Góngora a su culminación el estilo culterano. En ellos, las dificultades se acumulan de tal forma que sólo resultan comprensibles para un lector extremadamente culto. Son concebidos como un reto a la inteligencia. Por eso, concitaron desde el primer momento la adhesión o el rechazo absolutos.La Fábula de Polifemo y Galatea consta de 504 versos en octavas reales y desarrolla el mito clásico del cíclope Polifemo enamorado de la ninfa Galatea. Si el tema es ya de por sí hiperbólico, el arte de Góngora se centra en intensificar la exageración y llevar al límite la hipérbole. El lenguaje es enormemente complejo, pero la sintaxis no alcanza todavía la complicación a la que llegará la lengua poética gongorina en las Soledades.Góngora compone las Soledades inmediatamente después del Polifemo
. La idea original es que las Soledades fueran cuatro, pero finalmente Góngora sólo compuso la primera y parte de la segunda. En total, unos dos mil versos agrupados en silvas. Esta forma métrica le permite al poeta, con sus largos periodos, mayor libertad sintáctica y, dada la tendencia gongorina en estos poemas culteranos, ello tiene como fruto una lengua complicadísima en la que la poética cultista llega al límite. Curiosamente, el tema es muy sencillo: el canto de la vida natural, el desdén de las ambiciones cortesanas. Con un tenue hilo argumental, las Soledades son tan solo una sucesión de escenas pastoriles y rurales, siempre en el entorno de una Naturaleza literariamente estilizada. Se recrea la belleza de una naturaleza pródiga y benefactora que remite al ideal bucólico clásico de la Edad de Oro.Muchos de los motivos y rasgos formales de estos dos grandes poemas están ya presentes en otros textos previos de Góngora. El universo poético del escritor cordobés es, por tanto, coherente y se va gestando durante muchos años para cristalizar en su forma más acabada a principios de la segunda década del Siglo XVII.

Temas y estilo

Gran parte de los temas de los poemas de Góngora son los propios de un poeta que bebe directamente en la tradición poética previa: el amor, con todos los tópicos de la literatura petrarquista, la mitología, como fuente inagotable de motivos, la naturaleza como marco estilizado y como referente bucólico ideal.Estos temas tan conocidos son reelaborados con el sello personal del poeta, siempre deseoso de dejar constancia de su nota distintiva y original. Muchas de las composiciones del poeta están basadas en sus propias experiencias vitales, convenientemente literaturizadas. Y, por supuesto, no cabe olvidar la vertiente satírica y burlesca de Góngora, tanto en poemas populares como cultos. La difusión de la lírica de Luis de Góngora fue dando lugar, ya en vida del escritor a numerosas críticas de diferente tono sobre la nueva lengua poética en la que se expresaba, especialmente en sus obras de arte mayor. Esta lengua dio lugar a un estilo propio, el gongorismoEn su personal reelaboración de los principios estéticos de la lírica del Siglo XVI y en su búsqueda de una lengua poética nueva y específica, radican quizá las claves de la originalidad poética de Góngora como escritor. Góngora se aleja de los modelos renacentistas, complicando y distorsionando al máximo la lengua poética renacentista.
El lenguaje gongorino se caracteriza por:Su ambigüedad y multiplicidad de significados, que lo alejan de la lengua natural.
Tendencia constante a la expesión metafórica y perifrástica que evita presentar las cosas directamente. Esta concepción de la poesía le lleva a una peculiar y originalísima poética en la que la oscuridad es un factor estético de primer orden. Góngora emplea multitud de cultismos léxicos y semánticos (reincorpora a palabras usuales significados relacionados con su etimología griega o latina), además de neologismos derivados del latín o el italiano.

Sintaxis compleja

Partiendo del modelo latino, el autor utiliza oraciones largas, hipérbatos, encabalgamientos y acusativos griegos1, es decir, sustantivos que complementan a un ajdejtivo pero sin concertar con él sino con el sujeto de la oración.

Frecuentes alusiones mitológicas

Las constantes referencias a la mitología que emplea Góngora requieren del lector una alta formación cultural.

Estilo sensorial

El autor busca ante todo la sonoridad y la brillantez formal.


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