Raices de la doctrina social de la iglesia en el antiguo testamento


TEMA 1 -EPISTEMOLOGÍA DE LA DSI


1. EPISTEMOLOGÍA DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

1.1.Por qué la DSI

1.1.1. Naturaleza de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)

Por DSI entendemos un conocimiento iluminado por la fe, que se inicia hace 120 años ( a finales del s. XIX ), con la promulgación de la carta encíclica “Rerum Novarum” ( 1891 ). Se inicia un cuerpo o conjunto de enseñanzas sobre la realidad social al dictado de los pontífices en forma de carta encíclica.

            Desde sus inicios, la Iglesia ha tenido su Doctrina Social circunscrita a tres elementos esenciales del ser y de la misión de la Iglesia:

la Palabra de Dios como fuente

la comprensión del hombre y de la sociedad que la Iglesia siempre ha mantenido

la moral social como lugar de su elaboración

La DSI busca interpretar la realidad social examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del hombre y de su vocación. Quiere orientar la conducta cristiana desde una doble acción: anunciar y denunciar en los tres niveles de enseñanza de la teología moral:

el nivel de las motivaciones

el nivel de las normas de la vida social

el nivel de la conciencia

1.1.2. El nombre

            La denominación DSI ha venido delineándose paso a paso con los diferentes pontífices. El nombre se recupera en el año 1979 con Juan Pablo II.

1.1.3. Justificación. Razones para el nacimiento de la DSI. Finalidad

            Fundamentalmente, dos:

à La crisis del tratado teológico sobre la justicia.

Se necesita una nueva reflexión teológica y moral sobre la justicia que de respuesta a la industrialización emergente, a las nuevas formas sociales en donde la sociedad ya no es algo estático querido por Dios donde el hombre no tiene nada que decir. Se busca una nueva organización social en la que el individuo esté protegido de cara al patrón y al estado. Es urgente una nueva reflexión sobre lo justo.

à Un nuevo orden social.

            Por otro lado, y después de la crisis producida por el Concilio Vaticano I es necesario potenciar la figura del Pontífice que quiere ser voz, luz y guía de la presencia de la Iglesia en los problemas del mundo. Comienza así un nuevo género literario, la carta encíclica firmada por el Pontífice.

            Las circunstancias cambiantes de la historia hacen que la Iglesia deba reflexionar para poder transformar la realidad social.

La finalidad o el objetivo de la DSI se puede concretar en dos objetivos:

a.Objetivo primario – fundamental: la dignidad de la persona humana

b.Objetivo específico: el hombre concreto en su existencia social ( inmerso en la compleja red de relaciones de la sociedad moderna ) y lo social bajo una perspectiva ético – normativa ( pronunciando juicios y vías de solución moral ).

            La DSI renuncia expresamente a:

la cristianización socio – política

la Iglesia no impone el mundo del Reino de Dios

no es una alternativa a los sistemas políticos vigentes. Su objetivo es ético: guiar a los hombres en la desazón profunda de la actual existencia

se aleja de cualquier utopía social, quiere iluminar la actualidad

1.2.Fuentes y Fundamento

            Sus fuentes son la Revelación y la Tradición, y la fe y la razón las dos vías cognoscitivas de la DSI. Se trata de iluminar la realidad social y buscar alternativas desde la fe y la razón.

            La DSI es un discurso interdisciplinar, imprescindible para el análisis de la realidad, que es tarea de todo el cuerpo eclesial. La DSI es expresión del ministerio de enseñanza de la Iglesia.

1.2.1. Destinatarios

            La DSI tiene como sujeto a:

la comunidad eclesial, a la Iglesia en su totalidad

la comunidad universal, a todos los hombres

1.3.El método de la Doctrina Social

            Esta metodología se ha configurado y afirmado gradualmente; con Pio XII prevalece una metodología deductiva pero después se introduce la inductiva. Con ello la DSI se hace menos doctrinal y más pastoral, menos propositiva y más profética, menos estática y más dinámica.

1.4.Los principios de Doctrina Social y sus aplicaciones

à Dignidad de la persona humana


            La persona humana es el centro y fin último de la vida social, en tanto somos IMAGO DEI. Según el Génesis, ser Imago Dei supone la:

semejanza, la persona es semejante a Dios

sociabilidad, estamos hechos para la comunión y la fraternidad

igualdad

indisponibilidad de la vida, la vida es sagrada, no se puede ni suprimir ni manipular

responsabilidad con lo creado, hay que cuidar el mundo

posibilidad de perfección, el pecado trastoca la dignidad del hombre, pero la persona se puede perfeccionar, mejorar

La persona, por tanto, se entiende como:

una realidad unitaria, individual, pero radicalmente social, abierta y rota ( al tú, al cosmos y a lo trascendente )

una realidad trascendente, la persona como ser que entiende a lo material

única e irrepetible

libre, la libertad es una categoría central en la comprensión de la dignidad de la persona. Se entiende como un elegir, siendo capaces de dar una respuesta por nuestra elección. Y para lo cristiano, esta elección señala hacia el bien: a Dios y la verdad

à El bien común


            “El bien común es el bien particular de las personas en tanto en cuanto está abierto a los otros en la realización de un proyecto unificador que beneficia a todos”.

            Podríamos admitir que estaría recogido en la Declaración Universal de Derechos del Hombre y del Ciudadano de las Naciones Unidad y en una auténtica vida social plural e integrada; una Democracia Social que va más allá de la política, que es para todos y que es realizada por todos.

            Las características de este bien común serían:

el carácter plural y democrático

el carácter dinámico, no es una categoría estática

el carácter intencional y objetivo, el hombre ha de buscar el bien en común en la realización de la estructura social

el carácter totalizador e individual, engloba a todos los individuos

à El destino universal de los bienes


            Los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres y han de llegar de forma equitativa a todos ( gaudium et spes ). Este derecho natural busca realizar un mundo más justo y solidario y comporta un esfuerzo común. La propiedad tiene un fin social.

            Este principio exige que se vele en particular por los pobres y por todos aquellos que se encuentran en situaciones de marginación.

à La subsidiariedad


            Este principio va muy ligado a la solidaridad. Se traduce en que todas las sociedades de orden superior deben ayudar a las de orden menor en un doble sentido: a) positivo, ayuda económica, institucional y legislativa; b) negativo, no suplantar la iniciativa, la libertad y responsabilidad de los individuos y grupos sociales menores.

à La participación


            Se refiere a la obligación que cada individuo tiene de participar en las estructuras de la sociedad, con vistas a la consecución del bien común, que se traduce en asociaciones, sindicatos, puestos públicos,

à La solidaridad


            Es un valor y una virtud moral, implica que los hombres han de empeñarse en el bien común, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos.

à Nuevo principio: La “caridad en la verdad” ( Benedicto XVI )


            La caridad es la que da sustancia a las relaciones entre las personas y ha de guiar nuestra acción moral.

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