Reformismo, Crisis y Centralización: La Transformación Política y Social de España (Siglos XVII-XIX)


Definición del Concepto de Valido y Proyectos de Reforma del Conde-Duque de Olivares

Durante los reinados de los Austrias Menores, los monarcas mostraron escasa capacidad de gobierno, lo que permitió que figuras cercanas al rey, los validos, asumieran el control político. Estos consejeros privilegiados actuaban como auténticos gobernantes y solían aprovechar su posición para enriquecerse y favorecer a su entorno. El más influyente fue el Conde-Duque de Olivares, principal ministro de Felipe IV, que intentó fortalecer la monarquía mediante una serie de reformas.

Olivares buscó integrar todos los territorios bajo un modelo uniforme, similar al de Castilla, para repartir mejor las cargas fiscales y militares. Sus principales iniciativas reformistas fueron:

  • Moralización de la vida cortesana: Reduciendo lujos y gastos superfluos.
  • Reorganización hacendaria y fiscal: Buscando una gestión más eficiente de las finanzas del Estado.
  • Unión de Armas: Un sistema en el que cada reino debía contribuir con soldados a un ejército común, proporcionalmente a su población y riqueza.

Al mismo tiempo, defendió medidas para dinamizar la economía:

  • Favorecer la industria nacional.
  • Mejorar caminos y ríos navegables.
  • Establecer impuestos más justos.

Estas ideas quedaron recogidas en El Gran Memorial. Sin embargo, las reformas encontraron fuerte resistencia, especialmente en Cataluña y Portugal, que interpretaron estas iniciativas como una pérdida de autonomía, provocando los levantamientos de 1640.

Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII

El siglo XVII fue un periodo de fuerte depresión económica y retroceso demográfico en España. Los arbitristas señalaron que la llegada de metales preciosos desde América había generado una inflación descontrolada que las autoridades intentaron paliar con devaluaciones, venta de deuda pública y emisión de moneda de mala calidad, lo que terminó hundiendo aún más las finanzas del Estado. Las constantes guerras agravaron la situación, extendiendo hambre y enfermedades. Las cosechas también fueron muy malas por la falta de recursos, las plagas y un clima adverso.

El Hundimiento Industrial y las Propuestas Arbitristas

La industria sufrió un claro hundimiento: la producción textil tradicional decayó por exportar lana en bruto y depender de tejidos extranjeros, y la minería también perdió importancia. Para solucionar esta situación, los arbitristas proponían:

  • Reforzar la producción propia.
  • Evitar exportar materias primas.
  • Proteger el comercio nacional.
  • Reducir la presión fiscal sobre el campesinado.
  • Fomentar el crecimiento demográfico.

También defendían cambiar la mentalidad social, criticando el modelo rentista dominante.

Transformaciones Sociales

En cuanto a la sociedad, aumentó la desigualdad: la alta nobleza acumuló tierras comprando las propiedades de hidalgos empobrecidos; la burguesía perdió fuerza; y la expulsión de los moriscos, unida a la peste, el hambre y las guerras, provocó una caída notable de la población. Además, se extendió una cultura basada en el ocio y las rentas, lo que dificultó aún más la recuperación económica.

El Nuevo Estado Borbónico: Absolutismo y Centralismo

La instauración de la dinastía borbónica tras la Guerra de Sucesión marcó el inicio de un nuevo modelo político en España. Los Borbones sustituyeron la antigua monarquía de los Austrias, caracterizada por la coexistencia de distintos reinos con leyes propias, por un Estado centralizado y de autoridad absoluta, inspirado en el absolutismo francés. Este cambio se concretó, sobre todo, mediante los Decretos de Nueva Planta, que Felipe V aplicó a los territorios de la Corona de Aragón —Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca— como castigo por haber apoyado al archiduque Carlos. Los decretos suprimieron sus instituciones históricas, anularon sus fueros y obligaron a adoptar la legislación castellana. Además, estos reinos quedaron convertidos en simples provincias administradas bajo un mismo sistema jurídico y fiscal.

Reorganización del Gobierno Central y Territorial

En el gobierno central, el monarca se erigió en la fuente única de poder, acumulando funciones legislativas, ejecutivas y judiciales. El tradicional sistema de consejos perdió protagonismo y fue reemplazado por las Secretarías de Estado y del Despacho, órganos especializados que dieron origen a los futuros ministerios. Aunque las audiencias y chancillerías continuaron administrando justicia, el rey conservó la capacidad de intervenir en última instancia. Las Cortes de Castilla siguieron existiendo formalmente, pero apenas fueron convocadas.

En el territorio, la administración se reorganizó mediante la creación de provincias dirigidas por capitanes generales y por intendentes, responsables de la recaudación y de impulsar reformas. Bajo Fernando VI se realizó el Catastro de Ensenada, un exhaustivo censo de población y riqueza pensado para sustituir los impuestos tradicionales por un tributo único proporcional, proyecto que finalmente no prosperó por la oposición de la nobleza.

En el ámbito municipal, continuaron los corregidores, y durante el reinado de Carlos III aparecieron cargos elegidos por los vecinos, como el Diputado del Común y el Síndico Procurador, para mejorar la administración local. En materia religiosa, los Borbones reforzaron el control estatal sobre la Iglesia mediante el regalismo, culminando en la expulsión de los jesuitas en 1767 por considerarlos una amenaza para la autoridad real.

La Ilustración en España y el Despotismo Ilustrado

La Ilustración fue una corriente intelectual del siglo XVIII que defendía la razón, el progreso y el conocimiento científico frente a la tradición y la autoridad religiosa. Reivindicaba la igualdad legal, los derechos naturales del ser humano y la modernización social. Aunque sus principales representantes fueron franceses, en España el movimiento se desarrolló más lentamente y estuvo condicionado por la influencia de la Iglesia y la monarquía.

Desarrollo de las Ideas Ilustradas en Territorio Español

En territorio español, las ideas ilustradas llegaron sobre todo a zonas con actividad comercial y una burguesía más dinámica. Tuvieron un papel clave las Sociedades Económicas de Amigos del País, impulsadas por Campomanes, que promovían mejoras en agricultura, industria y economía. La prensa ilustrada se convirtió en una herramienta crítica y formativa. Además, se insistió en la importancia de la educación como base del progreso social, y la ciencia vivió avances significativos gracias a investigadores como Mutis o los hermanos Elhuyar.

El Despotismo Ilustrado de Carlos III

El Despotismo Ilustrado aplicó estas ideas desde la autoridad del rey sin permitir participación política del pueblo, bajo el lema: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Bajo Carlos III, el reformismo alcanzó su punto más alto. Jovellanos y Campomanes propusieron cambios profundos en el campo:

  • Nuevas roturaciones, cultivos y técnicas agrícolas.
  • Reducción de impuestos.
  • Liberalización del grano y reforma de la propiedad.

La industria se intentó impulsar mediante Reales Fábricas y medidas proteccionistas, y en el comercio se mejoraron las comunicaciones y se reorganizó el sistema colonial. También se trató de dignificar el trabajo manual y promover una burguesía preparada y productiva.

Las Etapas del Reinado de Fernando VII (1814-1833)

El reinado de Fernando VII, entre 1814 y 1833, estuvo marcado por continuos cambios políticos y una profunda inestabilidad. Tras regresar a España gracias al Tratado de Valençay, el monarca afrontó dos caminos posibles: aceptar el sistema constitucional nacido en Cádiz o restaurar el absolutismo. Influido por sectores reaccionarios y por el Manifiesto de los Persas, decidió abolir la Constitución de 1812 y reinstaurar el Antiguo Régimen.

1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Esta etapa se caracterizó por la persecución de los liberales, la vuelta de instituciones tradicionales y una complicada situación económica, agravada por la pérdida de las colonias americanas. Numerosos pronunciamientos militares intentaron derribar el absolutismo, culminando en la rebelión dirigida por Riego, que obligó al rey a aceptar la Constitución.

2. El Trienio Liberal (1820-1823)

Con esta presión se abrió el Trienio Liberal. Los nuevos gobernantes retomaron las reformas iniciadas por las Cortes de Cádiz: eliminación de privilegios señoriales, reducción del poder eclesiástico, reformas fiscales y desamortizaciones. No obstante, pronto surgieron tensiones entre liberales moderados y radicales, además de conspiraciones absolutistas que buscaban devolver al rey su poder ilimitado. La situación terminó deteriorándose y, ante la petición de ayuda de los absolutistas, la Santa Alianza envió a los “Cien Mil Hijos de San Luis”, que derrotaron al ejército liberal y devolvieron el control total a Fernando VII.

3. La Década Ominosa (1823-1833)

La última etapa reinstauró un absolutismo aún más duro. Se anularon todas las reformas del Trienio y se crearon organismos para depurar y castigar a los liberales. Surgieron nuevos intentos de sublevación y se intensificó la división dentro del propio absolutismo entre moderados y ultrarrealistas, que apoyaban al infante Carlos. La cuestión sucesoria estalló cuando Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, permitiendo heredar a su hija Isabel y excluyendo a Carlos. A su muerte, el conflicto desembocó en la primera guerra carlista.

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