Teatro Renovador en España: Un Análisis del Siglo XX


30) EL TEATRO RENOVADOR

Durante las primeras décadas del siglo XX en España conviven dos grandes líneas teatrales: teatro comercial y teatro renovador.

  1. Un teatro renovador, que busca innovar el lenguaje escénico:

a) El teatro intelectual. Miguel de Unamuno persigue renovar el teatro escribiendo lo que él mismo denomina tragedia desnuda. Piezas intelectuales, carentes de artificio, sobrias en su dimensión escénica y en las que la acción es un trasunto de sus inquietudes filosóficas y personales.

b) El teatro superrealista. Azorín inicia una campaña con un teatro basado en cuatro elementos: la superación de la realidad y la presencia del subconsciente; la depuración de la fábula; el diálogo como núcleo de la acción dramática y el simbolismo del espacio escénico.

c) El teatro poético. Escrito en verso o en prosa, se trata de piezas de naturaleza lírica, en las que se abandona el realismo y se recurre al imaginario propio de la estética simbolista.

d) El teatro de Jacinto Grau. Se aleja del teatro convencional a partir de la intelectualización (El señor de Pigmalión) y la influencia de expresionismo y simbolismo.

31) EL TEATRO DE RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN

La obra teatral de Valle-Inclán se puede clasificar en cinco grandes grupos:

a) Teatro simbolista. Piezas de estética modernista donde se abordan temas como el amor perdido, el peso del ayer o la fugacidad del tiempo.

b) Tragedias. En ellas se presenta un mundo anclado en una Galicia intemporal y dominado por la violencia, la irracionalidad y las pasiones humanas.

c) Farsas. Piezas cómicas fuertemente influidas por formas teatrales como el guiñol, en las que se plantea una visión crítica de la realidad a partir de elementos carnavalescos y paródicos.

d) Esperpentos. Se practica la distorsión sistemática de la realidad, ofreciendo una visión deformada y crítica de la sociedad.

e) Teatro breve. Son cinco piezas breves que abordan algunos de los temas esenciales en la obra dramática de Valle-Inclán.

32) EL TEATRO DE FEDERICO GARCÍA LORCA

La obra dramática de Lorca constituye uno de los mayores intentos renovadores de la escena española del primer tercio del siglo XX. Como dramaturgo, Lorca defendió la importancia social del teatro. Su afán de renovación se centra en la búsqueda de un lenguaje que devuelva al teatro su esencia poética y su dimensión trágica, dentro de un código estilístico alejado del prosaísmo y del costumbrismo que triunfaba entre el público burgués.

Lorca combinó en su producción teatral la revitalización de géneros tradicionales, como la tragedia o la farsa, con la escritura de obras de vanguardia.

a) Las farsas. Escritas para guiñol y para actores. La conversión de los protagonistas en marionetas conlleva la deformación del personaje alejándose así del realismo.

b) Las tragedias. Lorca escribió tres grandes tragedias: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.

c) El teatro imposible. Así llamó Lorca a su teatro de vanguardia. Así que pasen cinco años, El público, son piezas de influencia surrealista en las que rompe la linealidad de la historia y se adentra en el subconsciente de sus personajes.

Lorca fundó La Barraca, un grupo de teatro universitario que perseguía llevar los clásicos a las zonas rurales y a los lugares más desfavorecidos del territorio español. En su repertorio figuran obras de Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Lope de Vega, entre otros. Su actividad se vio interrumpida en 1936.

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