Las Primeras Vanguardias Artísticas
Fauvismo
Se caracteriza por el predominio absoluto del color, utilizando colores que no se corresponden con la realidad, lo que le confiere un carácter simbolista. El principio fundamental del fauvismo es la libertad estética. Sus artistas se inspiraron en el arte postimpresionista de Cézanne, Van Gogh y Gauguin.
Henri Matisse fue su mejor representante. Su obra Alegría de vivir destaca por sus contornos muy marcados y colores intensos que contrastan con la armonía de la composición.
Expresionismo
Es un arte muy subjetivo donde el artista influye en su obra llegando a la deformación intencionada. El expresionismo pone las formas y los colores al servicio de la expresión de las emociones. Sus características principales son:
- Predominio del uso de colores puros, planos y estridentes.
- Interés por representar lo morboso, lo prohibido, lo sexual y lo fantástico.
Generaciones del Expresionismo
- Primera generación: Destaca Edvard Munch, quien muestra un evidente miedo a lo indeterminado y a la soledad en su icónica obra El grito.
- Segunda generación: Incluye grupos como “El Puente” (Die Brücke), liderado por Ernst Ludwig Kirchner, y “El Jinete Azul” (Der Blaue Reiter), donde destaca Vasili Kandinsky.
Cubismo
Surge como una reacción contra el fauvismo y se inicia con la obra Las señoritas de Avignon (1907) de Picasso. Sus principios fundamentales son:
- Rechazo de la perspectiva renacentista tradicional.
- Priman la línea y la forma sobre el color y la luz.
- Los objetos se representan desde múltiples puntos de vista simultáneamente.
Etapas del Cubismo
- Cubismo Analítico: Se caracteriza por la descomposición de las formas y los objetos en multitud de planos y el uso de una gama cromática muy apagada. Un ejemplo es el Retrato de Ambroise Vollard de Picasso.
- Cubismo Sintético: Supone una cierta recuperación de las formas con planos mejor delimitados y colores más vivos.
Futurismo
Este movimiento exponía las excelencias de la sociedad industrial. Sus obras se caracterizan por plasmar el movimiento, la velocidad y la luz. Marinetti pretendía transformar el mundo a través de la máquina. Destaca Umberto Boccioni, autor de obras como la pintura La ciudad que sube.
Dadaísmo
Los dadaístas afirmaban lo absurdo del mundo, empleando el humor y el escándalo como herramientas de provocación. Marcel Duchamp utilizó objetos cotidianos para «desconceptualizarlos», creando sus famosos ready-mades, como La fuente, que no es otra cosa que un urinario.
Surrealismo
Inspirados por las teorías de Sigmund Freud sobre el subconsciente, los surrealistas plasman un mundo plagado de símbolos y visiones oníricas. Su máximo representante es Salvador Dalí.
Corrientes en la Pintura Surrealista
- Surrealismo abstracto: Mezcla elementos figurativos y abstractos. Joan Miró es su máximo representante, con obras como El carnaval del arlequín.
- Surrealismo figurativo: Representa elementos figurativos en composiciones extrañas, propias de los sueños. En esta corriente se inscribe la obra de Dalí, como La persistencia de la memoria.
Abstracción
Vasili Kandinsky fue su creador. Se interesó por un arte «no objetivo» en el cual el único tema eran el color y la línea. Para Kandinsky, el arte puro está definido en términos musicales; en su obra Lírica o Sobre blanco II, evoca las sensaciones y emociones que transmite la música.
Otras Corrientes Abstractas
- Constructivismo ruso y Suprematismo: Liderado por Kazimir Malévich, buscaba formas geométricas puras sobre un fondo blanco, como en su obra Cuadrado negro.
- Neoplasticismo: Piet Mondrian es su mayor representante, con obras como Composición II en rojo, amarillo y azul.
Pablo Picasso
Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga y dominó la técnica del dibujo desde muy joven. En París, entró en contacto con los postimpresionistas.
Etapas Artísticas
Etapa azul
Se caracteriza por el uso de colores fríos y azulados, que subrayan la impresión de miseria y desolación.
Etapa rosa
El apoyo de coleccionistas y una nueva relación amorosa favorecieron un cambio hacia tonos más cálidos y temas más amables.
Etapa cubista
Picasso entró en contacto con Matisse. Se produce una acusada geometrización de las figuras, como se ve en Las Señoritas de Avinyó. La evolución del cubismo se divide en:
- Cubismo Analítico
- Cubismo Sintético
Etapa neoclásica
En Roma, inició su trabajo como diseñador de decorados y trajes de ballet, volviendo a un estilo más figurativo y clásico.
Etapa surrealista
Picasso recrea atmósferas surrealistas y usa sus iconos. Obras destacadas de este periodo incluyen La danza.
Etapa neocubista
Fusionó el surrealismo, el cubismo sintético y el expresionismo. Uno de sus temas favoritos fue el taurino. Su obra cumbre de esta etapa es El Guernica, símbolo de la brutalidad de la guerra y del sufrimiento del pueblo indefenso.
Joan Miró
Joan Miró nació en Barcelona. En París, conoció a Picasso.
Evolución de su Estilo
Primera etapa (hasta 1925)
Muestra la influencia de Van Gogh (en el color) y de Matisse (en el dibujo). Creó todo un universo personal de símbolos e iconos. El Carnaval del Arlequín es un ejemplo clave, donde recrea un mundo iconográfico nuevo, cercano al mundo infantil.
Surrealismo abstracto
Mezclaba elementos figurativos de carácter onírico con elementos abstractos. Con el tiempo, tendió hacia una mayor abstracción en su obra.
Salvador Dalí
Etapas de su Vida y Obra
Hasta 1928
Estudió en la Academia de San Fernando y vivió en la Residencia de Estudiantes, donde entabló amistad con Buñuel y García Lorca. Sus dotes para el dibujo y el dominio de la técnica del óleo fueron sus principales «virtudes». Realizó decorados para las obras de teatro de Lorca.
Entre 1928 y 1945
Marinetti destacó a Dalí como seguidor del futurismo. Salvador Dalí y Luis Buñuel prepararon el guion de Un perro andaluz, que grabaron en París. Allí conoció a Miró, quien le puso en contacto con el grupo surrealista. Se inspiraba en las ideas de Freud y conoció a Gala, su futura esposa y musa. Fue un autor muy prolífico. Su obra se caracteriza por el rechazo a lo racional, el interés por el mundo onírico, el subconsciente y lo fantástico, utilizando lo que él denominó el método paranoico-crítico. Un tema recurrente son las «formas blandas y duras», como se ve en La persistencia de la memoria (1931).
Tras 1945
Su obra posterior, marcada por sus simpatías por el régimen de Franco, no es considerada tan valiosa por una parte de la crítica.