Vías para el desarrollo socioeconómico


¿Qué lugar ocupa nuestra economía?


España es un país desarrollado. Su economía es una de las más grandes del mundo: en 2019 ocupaba el puesto 13 entre los Estados con mayor producto interior bruto (PIB).

El PIB es
un indicador que mide la riqueza generada por todos los sectores económicos de un país. A escala europea, España está entre las cinco economías con mayor peso, solo por detrás de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Es una pieza fundamental del área económica que forma la Uníón Europea.

La evolución reciente de nuestra economía

La integración de España en la Comunidad Económica Europea, en 1986, condujo a la modernización de la economía.

Las consecuencias de este proceso fueron: • Políticas de reconversión de sectores económicos poco productivos.• Transformación de las infraestructuras del país gracias al apoyo europeo. Entre los años 1995 y 2008 se produjo un gran crecimiento económico vinculado a la construcción. Pero al final de la década pasada, este sector entró en crisis y contagió al resto de la economía española, provocando una reducción del PIB y la destrucción de millones de puestos de trabajo. En la actualidad, nuestra economía vuelve a crecer, pero la tasa de paro sigue siendo una de las más altas de Europa, con cifras que superan el 20 %, lo que genera un grave problema social.

¿Micro o macro?

Podemos analizar la economía desde un punto de vista microeconómico o macroeconómico. La dimensión «micro» hace referencia al estudio de las familias y las empresas como agentes económicos individualizados. Por su parte, los indicadores macroeconómicos analizan los datos agregados de un espacio geográfico o sector económico concreto: el producto interior bruto (PIB) y el índice de precios al consumo (IPC) son algunos de los más utilizados.

La realidad de la economía española en los indicadores

Las realidades económicas de un país pueden medirse por medio de indicadores. Un indicador traduce a números un hecho económico.-Por ejemplo, si analizamos en un diagrama la distribución de los trabajadores de España por sectores económicos, llama la atención la gran presencia que tiene el sector servicios en nuestra economía. También vemos que la construcción no es en estos momentos demasiado importante. Por otro lado, viendo el gráfico de la evolución de la tasa de pobreza en nuestro país en los últimos años, comprobamos que la pobreza fue aumentando durante los años posteriores al inicio de la crisis, en 2008, y que de 2016 a 2018 descendíó. Sería muy interesante, por ejemplo, comparar esta evolución con la evolución de la renta por habitante.

Desequilibrios sectoriales y territoriales

Como en el resto de los países desarrollados, el sector servicios o terciario es el que más riqueza y empleo aporta a la economía de nuestro país. Este sector agrupa múltiples actividades, como el comercio, la hostelería, la Administración pública, los servicios financieros, la educación, la sanidad y los servicios sociales. Con un peso mucho menor se hallan los sectores primario y secundario, como la industria, la construcción y la agricultura. Son actividades donde se ha producido una importante modernización. Sin embargo, su ritmo de crecimiento no ha sido tan alto y han sufrido más duramente el impacto de la crisis.

Riqueza según comunidad autónoma:

Las comunidades autónomas tienen un desarrollo desigual si nos fijamos en los indicadores macroeconómicos.Existe una diferencia de unos 16 000 euros entre la regíón con el mayor PIB por habitante y la que tiene el menor. Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón, Baleares y La Rioja presentan valores por encima de la media. Sin embargo, en el extremo opuesto se encuentran Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. La población de estas comunidades tiene unos valores de riqueza por habitante muy por debajo del promedio nacional, además de sufrir tasas de paro muy altas. No obstante, en las últimas décadas se ha conseguido un mayor equilibrio territorial en cuanto al acceso a equipamientos y servicios. Así, todas las comunidades autónomas disfrutan de acceso universal a la educación, la sanidad, las pensiones y los servicios sociales.


¿Qué caracteriza al sector primario en España?


La importancia económica del sector primario en España se ha reducido notablemente desde mediados del Siglo XX hasta la actualidad. Hoy ocupa a un 4 % de la población activa, mientras que en 1960 daba trabajo al 40 %. Pese a este descenso, su capacidad productiva ha aumentado debido a los siguientes procesos
Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), hoy Uníón Europea, en 1986. A partir de aquel año, el medio rural español aceleró su transformación. Diferentes políticas europeas han influido en la producción y desarrollo del medio rural, como la política agrícola común (PAC), la política pesquera común (PPC) o la política regional, que tiene por objetivo el apoyo a las áreas menos desarrolladas

Modernización


En las últimas décadas se ha introducido un alto grado de mecanización y tecnificación en las actividades agrarias. Al mismo tiempo, se ha reducido la mano de obra empleada en este sector, que optó por emigrar a las ciudades, lo que ha generado un despoblamiento en el interior del país

Superación de las limitaciones del medio físico


En gran parte del país, la fertilidad de los suelos es pobre. Sin embargo, gracias a la construcción de sistemas de riego e invernaderos, antiguos terrenos de secano de baja productividad se han convertido en rentables explotaciones de regadío.

Agricultura:

La participación del sector agrícola en el PIB de España no supera el 3 %. En la actualidad, las comunidades en las que la producción agrícola mantiene una participación superior a la media del país son: Castilla-La Mancha (9,1 %), Extremadura (8,6 %), Andalucía (6,5 %) y Aragón (6,3 %). Por su parte, las comunidades en las que la agricultura ha disminuido su participación en el PIB son: Madrid (0,1 %), Baleares y País Vasco (0,8 %), Cataluña(1 %), Canarias (1,4 %), Asturias (1,5 %) y Cantabria (1,7 %). En España, el uso del agua ha marcado los dos sistemas de cultivo predominantes en la producción agrícola: secano y regadío.

Los principales sistemas de cultivo en España:


Regadío de la franja litoral mediterránea y de los valles-

Ocupa la franja litoral mediterránea y los valles de los ríos Guadalquivir, Ebro y Guadiana. Es una agricultura muy productiva por su gran tecnificación. Los principales cultivos de regadío son las frutas y hortalizas; los cultivos industriales, como el algodón; los cultivos forrajeros, que producen alimento para el ganado; y el arroz.

Cultivos de secano del interior peninsular-

Este tipo de agricultura se caracteriza por la trilogía mediterránea: cereal, vid y olivo, a la que se le unen las legumbres en los sistemas de rotación tradicionales. Se trata de cultivos extensivos y menos tecnificados que el regadío, aunque su productividad está aumentando de forma considerable.

La ganadería-

La ganadería española está muy presente en los mercados de la Uníón Europea y del resto del mundo gracias a sus dos tipos de producción.

Extensiva-

Necesita grandes espacios y tiene una baja productividad. Destacan la producción e ganado bovino en la cornisa cantábrica, de ovino en las llanuras de pastos de Meseta, de porcino en las dehesas del suroeste y de caprino en las montañas del interior y el sur peninsular, así como en Canarias.

Intensiva-

Más tecnificada y con mayor rendimiento, esta ganadería está destinada a un suministro constante de los mercados urbanos. Este tipo de producción se compone fundamentalmente de ganados porcino, para carne, y de gallinas, tanto ponedoras como de producción cárnica.

La pesca-

El sector pesquero destaca por el gran volumen de capturas que se realizan. Desde nuestra adhesión a la Uníón Europea, en 1986, se ha producido un descenso considerable de capturas. Para que esta actividad siga siendo sostenible desde el punto de vista ambiental y económico, es necesario imponer restricciones a las cuotas de pesca. Los cambios en el volumen de pesca han ocasionado una reconversión, que ha hecho disminuir y modernizar la flota. Además, se fomentan formas de explotación alternativas, como la acuicultura y la diversificación de las áreas pesqueras.


La minería-


En España la minería es una actividad que pierde peso. La explotación de la mayoría de los minerales es más barata en los países en desarrollo. Hoy, el sector minero en su conjunto solo representa el 0,3% de la riqueza de la economía española. La extracción del carbón es un buen ejemplo de este proceso. A finales de los años 90 del siglo pasado daba trabajo a 20 000 personas. En la actualidad solo emplea a 8000 gracias a las políticas de apoyo al empleo de este sector en lugares donde el impacto del cierre de sus minas supondría un grave daño social. Las cuencas mineras de Asturias, lugar donde se extrae la mayor parte del carbón español, llevan años buscando actividades económicas alternativas. Ya hay algunos casos de éxito, como Langreo, donde se han remodelado antiguos espacios fabriles y mineros para reconvertirlos en importantes centros culturales, parques tecnológicos y viveros de empresas.

Las nuevas tendencias en la minería española-

En el año 2019, el gobierno español cerró todas las minas de carbón que quedaban en nuestro país. Además, plantea destinar unos 250 M de euros para apoyar iniciativas empresariales y de desarrollo de las comarcas mineras. La idea es fortalecer proyectos mineros y energéticos que no dependan de los combustibles fósiles. Así España podría convertirse en un gran producto de minerales, como cobalto, vanadio y níquel, que se utilizan para las baterías de los vehículos eléctricos.

La energía-

España no tiene petróleo ni otras fuentes de energía no renovables, por lo que debe importar la mayor parte del exterior. En cuanto a la producción eléctrica, todavía se obtiene mayoritariamente a partir de energías no renovables, como las de las centrales nucleares y térmicas. En los últimos años ha aumentado la producción de energías renovables: eólica, solar, hidroeléctrica y de biomasa.-

El declive de las centrales térmicas y nucleares en España-

Las centrales nucleares y térmicas de carbón de España son muy antiguas y todas habrán llegado al final de su vida útil en 2028. Este hecho supone un gran reto para el sector de la energía, ya que aún producen alrededor de un tercio de la energía eléctrica de nuestro país.



Historia de la industria en España-

Durante el siglo XIX, España comenzó una tímida participación en la Revolución Industrial, una transformación que se inició aquí mucho más tarde que en el Reino Unido o en el resto de potencias industriales europeas y norteamericanas. Sin embargo, a mediados del Siglo XX, este retraso se compensó, en parte, gracias a un desarrollo industrial localizado en las grandes ciudades. A mitad de los años setenta del Siglo XX se produjo una gran crisis industrial en todo el mundo debido al aumento del precio de la energía. Esta crisis económica fue más grave en España, al coincidir con los momentos de inestabilidad política de la transición hacia la democracia. La salida de la crisis se consiguió gracias al proceso de reconversión industrial llevado a cabo durante la década de 1980, potenciado por la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea. En este período hubo mucha menos inversión en sectores maduros y poco competitivos, como la siderurgia o los astilleros, y se potenció la innovación y la inversión en industrias tecnológicas, lo que conllevó un nuevo crecimiento industrial en la década de los noventa. En las últimas décadas, la mundialización de la economía ha favorecido la competencía de otros países que ofrecen menores costes laborales. Así, han surgido procesos como la deslocalización industrial, que supone el cierre de fábricas en España y el traslado de la producción a dichos países para abaratar costes. A esto hay que añadir los efectos, algunos todavía presentes, de la crisis mundial de 2008. En España, las industrias más perjudicadas por la crisis fueron las proveedoras de material de construcción. Sin embargo, actividades productivas como la fabricación de coches han experimentado un crecimiento significativo.

Las áreas industriales en España-

La industria en España se distribuye de manera irregular a lo largo del territorio. Gran parte del empleo industrial se concentra en las áreas costeras y en la Comunidad de Madrid, frente a los grandes vacíos de la España interior. Las áreas industriales más importantes están en Cataluña y Madrid. Destacan también el País Vasco, la Regíón de Murcia, la Comunidad Valenciana y las provincias de Zaragoza, Sevilla y Pontevedra.

Importancia de la construcción-

Todos los edificios e infraestructuras que vemos son el resultado de esta actividad económica. En España, da trabajo al 6 % de la población activa. Sin embargo, durante los años de expansión de nuestra economía, este porcentaje representaba más del doble. Es un sector intensivo en mano de obra, lo que significa que necesita emplear a muchos trabajadores, la mayoría de escasa cualificación, para edificar o rehabilitar viviendas, centros comerciales, naves industriales e infraestructuras. Al mismo tiempo, y aunque sean minoría, la construcción también requiere personal muy cualificado, como arquitectos o ingenieros, para la planificación y pues- ta en marcha de todo tipo de proyectos. El empleo en ese sector experimentó una caída a raíz de la crisis económica inicia- da en 2008. No obstante, ha venido repuntando de manera constante desde 2014 y en la actualidad supera el millón de trabajadores empleados. Varias de las empresas españolas con presencia internacional pertenecen a este sector y en los últimos años ha habido españoles en todo el mundo liderando gran- des proyectos, como la ampliación del Canal de Panamá, el tren de alta velocidad de Medina a La Meca o el metro de Riad, en Arabía Saudí.

¿Cuáles son las áreas de localización industrial en España?-

La distribución territorial de la industria muestra grandes desequilibrios, pues se concentra en los principales ejes industriales y núcleos urbanos, sin que exista una difusión generalizada hacia el interior del país. Se distinguen las siguientes áreas:

Áreas industriales dinámicas

Se sitúan en el eje del Mediterráneo (Cataluña, Comunidad Valenciana y Regíón de Murcia), en la Comunidad de Madrid y en el eje del Ebro. Presentan las mayores densidades industriales.

Áreas industriales inducidas

Se localizan de manera aislada en el litoral andaluz, el eje del Guadalquivir y en algunas ciudades, como Valladolid. En estas zonas hubo un desarrollo industrial impulsado por los Gobiernos, pero hoy están en declive.

Vacío industrial en el interior

El interior de España cuenta con una escasa industrialización, basada fundamentalmente en la transformación de productos agroalimentarios.

Áreas industriales en declive

Se encuentran en el eje del Cantábrico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco). Se caracterizan por haber acogido industrias pesadas que han sufrido un proceso de reconversión.


El sector económico con más peso-


El sector servicios o terciario se ha convertido en el más importante de nuestra economía en las últimas décadas. Este proceso de terciarización económica es similar al experimentado por el resto de los países desarrollados. En España está vinculado a los siguientes factores:

Aumento del nivel de vida de la población

Un mayor poder adquisitivo hace que surjan nuevas necesidades que es preciso cubrir con servicios: ocio, cultura, servicios personales, etc.

Externalización de procesos

Las empresas industriales o de otros sectores productivos prefieren encargar a empresas externas servicios que antes hacían sus propios empleados. Con esta práctica buscan ahorrar costes, dejando que otras compañías de servicios ajenas a su organización compitan entre sí para ofertar el precio más económico.

Consolidación del estado de bienestar

Garantiza por ley determinados servicios públicos, como la educación, la sanidad, los servicios sociales y la atención a la dependencia. Gran parte de nuestros impuestos sirven para que sigan en funcionamiento actividades tan importantes como estas.
El comercio interior-
Junto con el comercio exterior, el interior es la actividad más importante del sector terciario en España. Abarca todas las operaciones comerciales que tienen lugar dentro de un Estado. En nuestro país, el comercio interior tiene una serie de carácterísticas que lo distinguen.

Las carácterísticas del comercio interior en España –


El minifundismo comercial

Todavía hoy son mayoritarias las pequeñas empresas familiares de comercio tradicional y trato directo con el cliente.

Proliferación de centros comerciales

Los grandes espacios de comercio van acaparando el mercado en ciudades grandes y medianas.

Aparición de nuevas formas de venta

El comercio electrónico o la televenta están creciendo mucho. En la actualidad, más del 30 % de las personas que compran lo hacen a través de Internet.

Uso de nuevas tecnologías

Están muy extendidas para la gestión de la mercancía, por ejemplo, mediante lectores de códigos de barras.

La expansión de Internet –

Hoy, esta tecnología está en el 91,4 % de las viviendas españolas y para muchas empresas de todos los sectores es una herramienta básica de trabajo. En los últimos veinticinco años de utilización pública, esta red ha revolucionado nuestra forma de vivir y trabajar. Hemos cambiado nuestra manera de divertirnos, de entender el mundo, de comprar y vender. Ahora, millones de usuarios pueden acceder a un volumen ingente de información desde cualquier parte del mundo.-

El comercio exterior-

El comercio exterior abarca todas las transacciones comerciales que tienen lugar entre diferentes países. En España, reúne una serie de carácterísticas básicas.

Carácterísticas del comercio exterior español

Exportaciones


Son las ventas a otros países de productos y servicios creados y modificados aquí. España exporta alimentos, maquinaria industrial y vehículos de transporte. Nuestros principales socios comerciales son los países vecinos: Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido.

Importaciones

Son las compras a otros países de sus productos y servicios. Importamos muchos bienes de equipo, maquinaria, tecnología y textiles. Nuestros principales proveedores son los países de la Uníón Europea, Estados Unidos y, en especial, en los últimos años, China.

Balanza comercial-

Es la diferencia entre lo que exportamos y lo que importamos. España ha tenido una balanza comercial negativa porque compramos del exterior más de lo que vendemos a otros países.



El sistema de transporte español-

España cuenta con un sistema de transporte bien estructurado. Esto significa que el desplazamiento de personas y mercancías por todo el territorio estatal es eficiente. Además, a escala internacional, es posible la conexión con otras redes de transporte, lo que facilita los flujos de intercambio del comercio o el turismo.

Tipos y redes de transporte en España–

AÉREO
El transporte aéreoestá orientado a viajes urgentes tanto de mercancías de poco peso y mucho valor como de personas. La red de aeropuertos españoles está integrada por 46 aeródromos de gestión pública y dos de titularidad privada. Existe un gran aeropuerto central en Madrid que concentra la mayoría de las conexiones internacionales y una serie de aeropuertos periféricos conectados entre sí. Los aeropuertos que más visitantes reciben, además de Madrid, son el de Barcelona y los situados en los archipiélagos canario y balear, así como el de Málaga, en la Costa del Sol.

POR CARRETERA

Es la principal forma de transporte tanto para mercancías como para pasajeros, ya que se trata de una red muy densa que alcanza cualquier punto del Estado. Es una red radial, aunque en los últimos años se ha planteado su transformación progresiva en una red mallada para evitar que gran parte del tráfico nacional pase por Madrid. La red de carreteras española engloba vías de titularidad de los ayuntamientos, las diputaciones y cabildos, las comunidades autónomas y el propio Estado. Además, se integra en la red europea de carreteras.

Por ferrocarril

Es un medio muy apropiado para el transporte de mercancías a larga distancia, por precio y volumen transportado, pero en cuanto a pasajeros tiene una seria competencia en el transporte por carretera. Presenta unos desequilibrios regionales importantes, motivados por la falta de inversión pública en algunas regiones, lo que ha provocado la desaparición de muchas líneas. Los dos tipos de ferrocarril usados mayoritariamente por los pasajeros son los trenes de cercanías, en las áreas metropolitanas, y la alta velocidad (AVE), en largas distancias.

Fluvial y marítimo

El transporte marítimo supone tanto la puerta de entrada para la mayoría de mercancías que llegan a nuestro país como la puerta de salida para nuestras exportaciones. El transporte de pasajeros ha quedado reducido a dos tipologías: el transbordador de corta distancia (de la Península a Ceuta, Melilla y los archipiélagos, o bien entre las islas) y los cruceros turísticos, sector que sigue en pleno crecimiento. En cuanto al transporte fluvial, solamente es navegable el río Guadalquivir hasta Sevilla, único puerto interior.

Carácterísticas del transporte en España

El sistema de transporte ha evolucionado mucho en los últimos tiempos y hoy día presenta las siguientes carácterísticas: -En las últimas décadas se ha producido una modernización de las infraestructuras gracias a enormes inversiones de dinero público, lo que ha permitido la construcción de nuevas carreteras y líneas de ferrocarril de alta velocidad. Además, se han mejorado varios aeropuertos y puertos marítimos.-Su distribución territorial presenta desequilibrios. Según el lugar donde vivimos, la densidad de la red de transporte es diferente. Hay regiones que están muy bien comunicadas, con vías de alta capacidad (autopistas y autovías), estaciones de ferrocarril o aeropuertos, mientras que otras se encuentran más aisladas. También hay diferencias en la intensidad o grado de uso de las infraestructuras y en la accesibilidad o facilidad de la población para llegar a ellas.
• El transporte por carretera
es el más utilizado tanto para mercancías como para pasajeros, seguido por el ferrocarril. En ambos casos, la red es radial; sin embargo, están aumentando las conexiones directas entre otras regiones.

La red de carreteras

El transporte por carretera en España está formado por una red principal muy densa de autopistas de peaje, autovías y carreteras nacionales. En las grandes zonas urbanas, la conexión entre las distintas vías se realiza a través de nodos, que pueden tener varios niveles en altura, como el de la imagen, que cuenta con tres. La función de este tipo de infraestructura es evitar la saturación de vehículos en los puntos de conexión: gracias a los nodos, las maniobras de incorporación y salida a las distintas vías se agilizan.

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