Programa del frente popular comentario


1.- EL GOBIERNO PROVISIONAL. (LA CONSTITUCIÓN DE 1931).
El 14 de abril de 1932 se proclama oficialmente la República en España. Alfonso XIII ha decidido exiliarse. Era necesaria la formación de un gobierno provisional cuyo presidente será Niceto Alcalá-Zamora y su programa de gobierno estará formado en el programa del pacto de San Sebastián. Se convocaron Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio universal masculino, para redactar una nueva constitución.
Muchos partidos se dan durante esta etapa, casi todos ellos se enmarcan en als ideologías que se dan en Europa en ese momento:
-Izquierda: tenemos a los anarcosindicalistas de la CNT en la extrema izquierda, al PCE, al PSOE (es el más importante numéricamente hablando) y el partido

Izquierda Republicana (es el más centrista).
-Centro Político: tenemos al Partido Republicano Radical de Lerroux y a la Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora.
-Derecha: tenemos la CEDA dirigidos por Gil Robles y varios partidos profundamente tradicionalistas, profascistas y partidarios de un régimen autoritario como la Falange Española de la JONS, Renovación Española y La Comunión Tradicionalista.
-A nivel regional: destaca el PNV y Esquerra Republicana de Catalunya.
Los resultados de las elecciones a Cortes Constituyentes dieron el triunfo a los firmantes del Pacto de San Sebastián y el PSOE fue el partido más votado. El gobierno provisional tomó algunas decisiones drásticas continuadas en la siguiente etapa.
En el Pacto de San Sebastián se había prometido a los nacionalistas catalanes la concesión de un estatuto de autonomía. Se declaró la República Catalana aunque por la presión del gobierno se le cambia el nombre por el de Generalitat.
La miseria de los campesinos españoles había sido una asignatura pendiente durante el siglo XX. Caballero toma medidas para apaliar la situación y se crean el Decreto de laboreo forzoso que obligaba a los terratenientes a roturar sus tierras y el Decreto de Términos Municipales que daba preferencia a los trabajadores censados en un municipio para trabajar allí además de los seguros de accidentes y jornadas de ocho horas.
En educación los objetivos prioritarios fueron acabar con el analfabetismo y promover la enseñanza laica. Se puso en marcha u proyecto para crear 7.000 escuelas y plazas de maestro. También se implantó la coeducación y se estableció la religión como no obligatoria.
Manuel Azaña procederá a una reforma en profundidad del ejercito para hacerlo más eficaz y moderno y para someterlo al poder civil para lo cual tomó dos medidas, la primera fue exigir un juramento de fidelidad a los oficiales y la segunda ofrecerles el retiro cobrando su sueldo íntegro. Estas medidas fueron acompañadas del cierre de la Academia Militar de Zaragoza a lo que el general Franco (director) mostró su descontento. Esta reforma no tuvo la eficacia k se esperaba. La reacción militar fue variada. Azaña se enfrentó con la sección más poderosa e influyente del ejército.
La Constitución de 1931 se inicia con una definición rotunda sobre la soberanía popular en el artículo primero, en el cual dice además que España es Una República democrática de trabajadores de toda clase. Se desarrolla una extensa declaración de derechos y libertades. Destaca el sufragio universal masculino y femenino. También se implantó el matrimonio civil, el divorcio, la igualdad de todos respecto a educación y el trabajo como una obligación social protegida por la ley. El poder legislativo correspondía a las Cortes, respecto al ejecutivo, la Jefatura de Estado corresponde al presidente de la República. Sus competencias son limitadas y están controladas por la Cámara. El poder judicial era independiente y el máximo organismo jurídico era el Tribunal de Garantías Constitucionales. En la cuestión religiosa se estableció la disolución de las congregaciones religiosas de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado y se proclamaba la libertad de conciencia y cultos. Esta constitución era de talante progresista aunque fue rechazada por la Iglesia y por la derecha.

Diversos artículos provocaron una crisis. Esto no provocó que Alcalá Zamora no fuese elegido primer presidente de la República.



2.- EL BIENO REPUBLICANO-AZAÑISTA.
El gobierno va a estar en manos de una coalición republicano socialista a cuyo frente se encuentra Manuel Azaña. Con la instauración del Régimen Liberal la religión y la Iglesia en España habían ido perdiendo peso. Se tomaron las siguientes decisiones: Separación entre Iglesia y Estado, aconfesionalidad o neutralidad del Estado y su conformación como laico; Reglamentación laica sobre el divorcio, los matrimonios civiles y secularización de los cementerios; Generalización de un sistema de enseñanza público y laico; Decreto sobre libertad religiosa; Disolución de la compañía de Jesús; Ley de congregaciones.
La iglesia se mostró desde el primer momento reacia a las reformas que le afectaban, la enseñanza fue lo que más reacciones suscitó al suprimirse la obligatoriedad de la religión. Las cartas pastorales ponían a los ciudadanos contra la República lo que hizo que grupos de republicanos incendiaran iglesias y conventos. Después de los desmanes se destituyó al Director General de Seguridad y se declaró el estado de guerra.
El problema agrario era sumamente grave. Junto a la tremenda desigualdad en el reparto de la tierra hemos de añadir la ineficacia y atraso en el uso de técnicas agrícolas. La república se jugaba su prestigio y credibilidad en la solución de este problema. El líder de la UGT fue el impulsor de una serie de medidas de urgencia para mejorar las condiciones de los campesinos. Se aprueba la reforma agraria tras superar a la derecha. Las autoridades republicanas se vieron acosadas por la impaciencia de la izquierda ante la insuficiencia de los Decretos. Esta ley preveía la expropiación con indemnización de las grandes fincas que no fuesen cultivadas directamente por sus dueños, las tierras incultas,… para lo que se creó el IRA el cual confiscaba las tierras y las pasaba a las Juntas Provinciales y estas a los campesinos que previamente habían decidido sobre su explotación individual o colectiva. Los resultados prácticos de la Ley de Reforma Agraria fueron decepcionantes. Las reacciones de la patronal agraria contra la Ley de Reforma Agraria fueron diversas. Para defender sus intereses crearon asociaciones legales como la Unión Nacional Económica y el Bloque Agrario.
Los territorios con lengua propia y una importante burguesía reclamaban una amplia autonomía. Estas reclamaciones generaban tensiones y enfrentamientos con el gobierno de Madrid y no fueron atendidas. En Cataluña las pretensiones federalistas del Estatuto de Nuria suscitaron la oposición de las fuerzas de derecha estatales y la reticencia de los socialistas y la desaprobación de algunos intelectuales. Se aprobó el Estatuto Catalán. El primer presidente de la generalitat fue Francesc Maciá y del Parlamento catalán Lluis Companys. El proceso autonómico del País Vasco siguió otro camino. Los nacionalistas y los carlistas se reunieron en Estella en 1931 para acordar y redactar un anteproyecto de Estatuto de Autonomía. La aprobación por las Cortes de las disposiciones que regulaban los asuntos religiosos hizo que los diputados vascos se retirasen por lo que la aprobación del Estatuto quedó aplazada. Aunque se procedió a la redacción de un nuevo anteproyecto que fue aprobado en las tres provincias vascongadas y rechazado en Navarra. Habría que esperar hasta el triunfo del Frente Popular en 1036 para que se aprobara definitivamente en las tres provincias. La concesión de los Estatutos de Autonomía a los diferentes territorios históricos suscito el recelo y la oposición a la derecha. El sentimiento antiautonomistas fuerte estaba en el ejército que consideraba que la unidad de la patria estaba amenazada.
La política reformista de Azaña terminó al final por traer el descontento a muchos sectores de la población, incluso los socialistas que estuvieron tentados de abandonar la coalición de gobierno tras los sucesos de Casas Viejas.
La resistencia a las reformas llevó a una polarización de algunas organizaciones de izquierda, sobretodo de la CNT y la UGT. El PCE empezó a arraigar en el campo extremeño y andaluz así como en las cuencas mineras de Asturias y en las zonas mineras e industriales de Cataluña. La polarización de la izquierda llevó al enfrentamiento armado. Se produjeron Los acontecimientos de Castiblanco y destrucciones de todo tipo en Andalucía y en La Mancha. Los socialistas retiraron su apoyo al gobierno y este se quedó en minoría.
El sectarismo de algunas decisiones de Azaña generaron un profundo malestar entre los católicos, muchos de ellos republicanos. La torpeza y los excesos del Gobierno en la represión de los motines campesinos añadió un factor más al descontento popular, que ya no era solo de derechas, y fue aprovechado para reorganizarse en partidos y asociaciones capaces de hacer frente a al política gubernamental.
El gobierno cayó en 1933 como consecuencia de las desavenencias políticas entre los partidos que le apoyaban a propósito de los hechos de Casas Viejas y de su incompatibilidad con el presidente de la República, Alcalá Zamora el cual disolvió las Cortes y convocó elecciones.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *