Rios y lagos de oceania



EL NIÑO:



Situación normal

En la costa de Perú los vientos alisios empujan hacia el oeste el agua superficial de Pacífico, permitiendo el afloramiento del agua profunda fría y rica en nutrientes. Los vientos se originan en un anticiclón en la costa Sudamericana, formado porque la atmósfera se enfría por contacto con el agua fría del afloramiento, y de borrascas en Oceanía e Indonesia. El niño ocurre cada 3-5-años dura unos 18 meses alcanzando su máximo en Navidad. Se produce cuando los alisios amainan y no arrastran el agua superficial de la costa Pacífica Sudamericana, que se calienta y forma una borrasca en la costa de Perú, que es árida. No hay afloramiento de nutrientes y disminuye la riqueza pesquera. Las causas del niño se desconocen. Sus efectos se dejan sentir en todo el planeta.

LAGOS:


Son masas de agua de gran extensión y profundidad  en depresiones del terreno destiinadas cubetas.
En muchos casos, del lago sale un río que va al mar, en otros no hay desagüe, sino que las aguas se evaporan a la atmósfera directamente desde el lago. Aunque en su mayoría son de agua dulce, también existen lagos salados.

HUMEDALES:


Son extensiones de terreno saturadas de agua (encharcadas), o cubiertas por una capa de agua poco profunda. A diferencia de los lagos, tienen poca profundidad, lo que permite el establecimiento de la vegetación en el fondo y no se forma termoclina.

AGUAS SUBTERRANEAS:


 representa una fracción importante de la masa de agua presente en cada momento en los continentes. Esta se aloja en los acuíferos bajo la superficie de la tierra. El volumen del agua subterránea es mucho más importante que la masa de agua retenida en lagos o circulante, y aunque menor al de los mayores glaciares, las masas más extensas pueden alcanzar millones de km² (como el acuífero guaraní). El agua del subsuelo es un recurso importante y de este se abastece gran parte de la población mundial, pero de difícil gestión, por su sensibilidad a la contaminación y a la sobreexplotación.

OLAS:


Son movimientos ondulatorios del agua, producidos por el viento, que se originan en la superficie de los océanos y mares y se propagan hasta llegar a las costas.  Las olas se  forman porque las partículas de agua, al ser impulsadas por el viento, describen unas órbitas circulares y al llegar cerca de la costa se produce un rozamiento con el fondo, deformando el movimiento circular de las partículas y aumentando la altura de las olas, hasta que la parte superior cae y la ola rompe sobre la costa. Las ondulaciones de la superficie del agua, se producen debido a las distintas posiciones de las partículas; en su movimiento en el mismo punto, de modo que la masa de agua no se traslada. Los tsunamis, son olas gigantes.

BALANCE HÍDRICO:


Es el análisis de la distribución de los distintos componentes del ciclo hidrológico en dicha cuenca o cuencas al cabo de cierto tiempo, normalmente un año (año hidrológico). Ordinariamente se cumple que las entradas de agua en la cuenca son iguales a las salidas. Las primeras se deben a las precipitaciones (P), mientras que las salidas se producen por evapotranspiración (EVT) y por escorrentía (E), tanto superficial como subterránea. P = EVT + E. Los resultados de los balances se suelen expresar en términos relativos, como porcentajes de la precipitación.

CORRIENTES MARINAS


Son cursos de agua que se desplazan por el interior de los océanos. Su desplazamiento es debido a: el movimiento de rotación de la tierra, los vientos, y la diferencia de densidad provocada por las distintas temperaturas y la salinidad del agua. Pueden ser superficiales y profundas.

Corrientes superficiales:

 Se deben a los vientos superficiales que transfieren su energía al agua por rozamiento. En la trayectoria de estas corrientes influye la fuerza de Coriolis así como la presencia de las masas continentales que las rompen o dificultan su movimiento.

Corrientes Profundas

Se forman por las diferencias en la densidad del agua debidas a cambios en la temperatura y la salinidad, se las denomina termohalinas.
El agua fría y densa de los mares polares desciende hacia los fondos oceánicos dirigiéndose hacia el Ecuador y desplazando hacia la superficie las aguas más cálidas. En su descenso, el agua fría arrastra una parte importante del CO2 atmosférico en disolución, contribuyendo así a la disminución del efecto invernadero.

EFECTOS DE LAS CORRIENTES SUPERFICIALES

 Las corrientes oceánicas tienen un papel moderador de las temperaturas, ya que las corrientes cálidas suavizan el rigor de los climas árticos y las corrientes frías enfrían las costas de las zonas desérticas de los trópicos.Además, las corrientes superficiales transportan pequeños organismos  que viven suspendidos en la capa superior del océano,  El tercer efecto de las corrientes superficiales es el denominado afloramiento, importantísimo desde el punto de vista biológico y económico. Las corrientes ecuatoriales originan el desplazamiento del agua de este a oeste, en la costa occidental del continente el agua se desplaza mar adentro, siendo reemplazada por aguas profundas. Este agua que aflora, son muy ricas en nutrientes que favorecen el desarrollo de una gran cantidad de organismos entre los que abundan los peces y las aves que se alimentan de ellos.

MAREAS:


Son movimientos periódicos del agua del océano que consiste en ascensos y descensos del nivel del agua. Son provocados por las fuerzas de atracción que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra (sobre todo la Luna). Cuando la marea es alta, recibe el nombre de pleamar, y cuando desciende y el agua alcanza el nivel más bajo, se denomina bajamar.

El agua de la Tierra es atraído hacia la Luna por el lado más próximo a ella (A) y alejada de ella por el lado opuesto (B). En ambos puntos se produce pleamar. Mientras que en los puntos C y D se produce bajamar.

Como resultado de esta atracción gravitatoria, entre las zonas de marea baja y marea alta, se producen desplazamientos horizontales de agua denominados corrientes de marea.

RÍO:


 es una corriente natural de agua que fluye con continuidad. Posee un caudal determinado, rara vez constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente. La parte final de un río es su desembocadura. Algunas veces terminan en zonas desérticas donde sus aguas se pierden por infiltración y evaporación: es el caso de los ríos alóctonos


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