Aspectos formales de oda a una urna griega


 El autor comienza con un encuentro y una interpelación entre el propio autor y la urna.
El autor aprovecha el encuentro con la urna para hacer una breve descripción de ésta. Continúa con una ekphrasis, es decir, intentar expresar imágenes con palabras. Utiliza sucesivas interrogaciones para llamar la atención del autor. Hace hipótesis sobre el significado de las imágenes de la urna. El autor comienza a realizar descripciones más concretas de imágenes de la urna. Utiliza estas descripciones para exponer su consideración de que el arte y la belleza llegan directamente al espíritu, sin mediación de los sentidos. También expone su idea de que ni el ansia ni el deseo desaparecen ni disminuyen a lo largo de la vida. El autor prosigue con su obra con la exaltación de la eternidad frente a la fugacidad de la vida. Exaltación que apreciamos gracias a la utilización de enunciados exclamativos. Ante lo que siempre prevalece el deseo. Continúa utilizando enunciados interrogativos para llamar la atención del autor. Describe imágenes en las que demuestra el anhelo hacia la coherencia y unidad de las polis griegas. Apreciamos el característico tema del romanticismo, la evasión hacia una época clásica, en este caso la Grecia Clásica. Recoge el tema del desconocimiento del saber que representan las imágenes de la urna ya que los autores y los protagonistas de las imágenes están todos muertos. Continúa idealizando el mundo de la Grecia Clásica. Aparece como conclusión una frase con la que resume el tema de su obra: “la belleza es verdad y la verdad belleza” .

Análisis formal:


 En cuanto a la forma, el poema se divide en cinco estrofas y consta de una serie de características formales.

La primera estrofa comienza con un vocativo (“tu“) con el cual se dirige directamente hacia la urna con la que habla, comenzando así un dialogo. La estrofa está llena de ritmo y velocidad y posee una métrica irregular. Hay un uso del presente y de la primera persona. Los cuatro primeros versos son una descripción subjetiva de la urna en la que abundan frases enunciativas mientras que a partir de la cuarta encontramos frases interrogativas reiterativas y elipsis (falta de verbos). Aparece un recurso estilístico, ekphrasis con el cual nos cuenta imágenes mediante el uso de la palabra.

En la segunda estrofa se produce un cambio de persona comenzando a hablar en tercera. Es una estrofa completamente descriptiva con abundancia de frases enunciativas. Encontramos paradojas (“oídas melodías”), contradicciones (“no oídas») y reiteraciones (“siempre, siempre, nunca, nunca“ ).

En la tercera estrofa comienzan las frases exclamativas. De nuevo se caracteriza por la abundancia de repeticiones y paradojas. En los últimos versos de la misma comienza un lenguaje comparativo de la eternidad con las pasiones.

En la cuarta estrofa el autor comienza una interpelación con la urna, haciéndola interrogantes. Tras estas preguntas se describe una escena en primera persona. En esta estrofa aparece un uso de epítetos (“verde altar, misterioso oficiantes”).

Por último en la estrofa final aparece de nuevo el uso del vocativo “tu” en varias ocasiones. Esta estrofa se caracteriza por el uso de un lenguaje narrativo en el cual se encuentran abundantes exclamaciones. En los dos últimos veros encontramos un retruécano (“la belleza es verdad y la verdad belleza”) que consiste en la reorganización de una frase repitiendo los mismo términos para así contraponerla a la anterior en su significado. Este retruécano refleja de nuevo la interpelación con la urna. Aparece de nuevo un uso de la ekphrasis para recapitular las imágenes de la urna griega.

-Se pueden apreciar rasgos románticos en temas como la evasión en el paisaje y el pasado histórico. El uso del lenguaje, basado en el sentimiento y lo irracional, la subjetividad y la libertad del artista frente a toda regla. Este poema en concreto destaca por su nostalgia, dramatismo y belleza.

Observaciones: Empezando por el final, la relación de temas y cuestiones formales del poema que son propias del movimiento romántico es cuanto menos pobre o escasa, en clase hemos trabajo mucho más abundantemente la relación del poema con el movimiento:

el poema está compuesto por 5 estrofas de 10 versos cada una. Ralacionando los temas y argumentos de cada estrofa con una estructura temática se dividiría el poema en tres partes: 1. Encuentro con la urna (que consta de la primera estrofa), 2. Descripción (dividida a su vez en dos partes: las primeras escenas descritas y la escena de la procesión, el pueblo vacío etc. Es decir, estrofas 2, 3 y 4) y 3. Final del poema y enunciación del tema: estrofa 5.

Breve retrato del autor:


-El autor de esta obra es John Keats que escribió largos poemas narrativos, como “Endimion”, un homenaje a las cultura griega, pero su fama se debe a sus poemas breves, recogidos en los libros “Odas”, “Sonetos y Lamia” y otros poemas.

En ellos destaca la búsqueda y la expresión de la belleza, y la creación de atmósferas sugestivas mediante ricas imágenes. Keats reflexiona sobre la condición humana, el tiempo  y el arte, dando rienda suelta a sus sentimientos.

Nace en Londres, y tras la perdida de su padre comenzó su afición por la lectura, esto le descubrió el mundo de la poesía, en la que se inició bajo la influencia de Spencer. Entabló amistad con Shelley, conocido poeta. Publicó su primer volumen de poemas en 1817 y, a pesar de su escaso éxito, decidió abandonar la cirugía para dedicarse sólo a la literatura. Al año siguiente apareció “Endimión” (1818), que fue mal recibida por la crítica. Se enamoró de la hija de un vecino, Fanny Brawne, quien le inspiró la mayoría de sus poemas, recogidos en el volumen Lamia, Isabella, La víspera de Santa Inés y otros poemas (1820), que incluía sus mejores poemas: el inacabado “Hiperión”, sobre la mitología griega, y sobre todo su célebre serie de odas (“Oda a un ruiseñor”, “Oda a una urna griega”).

A su regreso a Londres, tras una temporada en la zona de los lagos y el oeste de Escocia, asistió a la muerte de su hermano, aquejado de tuberculosis, lo que le afectó profundamente. En 1848 aparecieron sus cartas y su diario, que completan una obra de excepcional pureza expresiva y admirable dominio poético en su aspiración por alcanzar la belleza absoluta.

1.Contexto histórico – literario-


Keats es uno de los representantes de la poesía romántica inglesa. El Romanticismo es un movimiento ideológico y cultural del siglo XIX caracterizado por la libertad artística. La Revolución Francesa (1789) sienta las bases de este movimiento con las ideas de libertad, igualdad ¡y fraternidad.

-El liberalismo se convertirá en la gran doctrina del siglo XIX. Defiende la iniciativa privada: las personas deben ser libres para intervenir en el mercado. Busca también la ampliación del número de personas con derecho a voto. – Aparece también una exaltación de los valores nacionales durante el Romanticismo. – El Romanticismo se caracteriza por aspectos como la libertad artística, el rechazo de toda norma, la rebeldía, la evasión en el tiempo y en el espacio, el individualismo y subjetivismo, la presencia de una naturaleza que refleja los sentimientos del poeta …- Dentro de la poesía romántica inglesa podemos diferenciar:• Los poetas de los lagos. Aquí se encuentran:

– Wordsworth, con una poesía que se centra en el análisis del yo, la meditación solitaria y la emoción producida por la contemplación de la naturaleza. – Coleridge, que destaca por su “Balada del viejo marinero”, que cuenta la historia de un marinero que fue castigado por matar a un albatros con la muerte de toda su tripulación.

• Poetas rebeldes o satánicos. A este grupo pertenecería Keats. También se encuentran: – Lord Byron. Crea personajes marginados y rebeldes. Destaca su poema Caín, donde se critica la injusticia divina por elegir a Abel y no a Caín.- Percy B. Shelley, que compuso Adonais, que es una elegía por la muerte de Keats, en la que hay una aceptación serena de la muerte.

2. Producción literaria de Keats


Keats pertenece al grupo de los poetas rebeldes o satánicos. El grupo fue llamado así porque sus componentes hicieron de su vida y su obra un acto de rebeldía contra la sociedad y moral de la época. Keats se caracteriza por su llamada “capacidad negativa”, que consiste en experimentar sensaciones misteriosas, dudas e incertidumbres, sin buscar el hecho y la razón. Entre sus composiciones destaca “Endimión”, en la que el protagonista busca a su amada Diana (diosa de la luna). Endimión se enamora de una mujer terrenal, cometiendo así una especie de infidelidad hacia la diosa, si bien acaba por descubrir que la diosa y la mujer eran la misma persona. También escribió “Hiperión”, que retrata la derrota de los Titanes y la llegada de los dioses Olímpicos.

sin embargo, Keats va a destacar por sus odas. En ellas sobresale el tema de la naturaleza, que se considera un medio de expresión de los sentimientos del alma y del sentido trascendente de la vida. El contraste entre la eternidad de la belleza y la fugacidad de la vida humana se convierte en el tema central de sus odas.

“Oda a una urna griega”. Trata sobre el poder inmortalizador de la belleza, manifestado en las producciones artísticas que elaboraron los antiguos griegos. Hay un contraste entre las cenizas de los muertos que contienen las urnas y la estética inmortal de esas urnas. Así, el autor ensalza las figuras labradas sobre el mármol de las urnas: flautas que representan canciones inaudibles, el amado que nunca podrá besar a su amada pero que la amará para siempre pues siempre será hermosa, ramas que nunca perderán sus hojas, el sacrificio llevado a cabo por un sacerdote, varones y doncellas junto a hierbas y ramas… La belleza de estas representaciones contrasta con la vejez que consume al hombre y le hace mortal. La sentencia final del poema es clara: “la belleza es verdad y la verdad belleza”.

“Oda a un ruiseñor”. Confronta el sufrimiento humano con la inmortalidad del canto del ruiseñor. Todo ello expresado desde un estado de letargo, de sueño, que nos hace recordar al poema “Kubla Khan” de Coleridge. El autor no siente envidia del ruiseñor pero sí admite su dolor cuando observa el exceso de alegría que le infunde con su canto. Vemos aquí la relación paradójica entre el placer y el dolor. El poeta quiere huir de la angustia humana, de las canas, de la tristeza. Pretende conseguir el placer abandonando el tiempo presente para buscar la belleza, aquí representada por el canto del ruiseñor. Quiere el vino de Hipocrene para perderse en la floresta con su ruiseñor. Pero Baco no basta, al ruiseñor se va con las alas de la Poesía. Ese ruiseñor es tildado de inmortal, igual que su canción. Por tanto, aparece el contraste entre la belleza del arte y lo efímero de la condición humana. Pensar es caerse en la pena. Keats se sitúa, pues, otra vez en su fiel creencia: el ruiseñor, como la urna, son voces de la eternidad que buscan «arrancamos del pensar».

“Oda a Psique”. El poeta nos vuelve a presentar un ambiente pastoril en el que tiene lugar la relación entre Psique y Cupido. Keats nos hace reflexionar sobre el sufrimiento de los amantes, y su posterior unión en los cielos tras un periodo de dolor y separación en este mundo. El poeta establece, de este modo, que el sufrimiento en este mundo prepara al hombre para la eternidad.

“Oda al otoño”, en la que el otoño es visto no ya como estación de deterioro y muerte, sino como un instante de plena madurez y esplendor.

3
. Contenido del fragmento y relacionarlo con la totalidad de la obra

Eternidad de la belleza -En ambos poemas destaca una idea principal, que es el contraste entre la inmortalidad de la belleza y la caducidad de la vida humana. por el canto del ruiseñor. Indica que las flautas labradas tocan canciones más apreciadas por el espíritu que las que podemos escuchar. Consuela al joven que nunca podrá besar a su amada indicándole que siempre la amará, pues siempre será hermosa. Bendice a las ramas que nunca perderán sus hojas ni dirán adiós a la Primavera. 

Naturaleza-” la importancia de la naturaleza se manifiesta en los frondosos abedules donde se esconde el ruiseñor, en su deseo de beber el vino que conserva el sabor de praderas, o en el arroyo tranquilo donde se va diluyendo el canto del ruiseñor. – El protagonismo de la naturaleza se da también en “Kubla Khan” de Coleridge.

Evasión romántica-En la “Oda a un ruiseñor” aparece el tema de la evasión romántica, ya que el poeta quiere alejarse del mundo, quiere huir de la fiebre, del hastío, de la angustia, de los gemidos de los hombres, de la juventud marchita, donde pensar significa tristeza y la Belleza pierde su esplendor.

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