Comentario de texto estatuto de autonomía del País Vasco 1979


El reinado de Felipe IV (1621-1665) fue un periodo muy agitado. La crisis y decadencia española tocaron fondo. Los reyes de esta época se desvinculan de su gobierno y cedían sus funciones a sus validos, primeros ministros consejeros que gobernaban en nombre del monarca. Su valido, conde-
duque de Olivares, llevó a cabo una política que se caracterizó por su autoritarismo y centralización. En este sentido pretendíó unir a todos los reinos en un solo Estado común (monarquía unitaria) con unas mismas leyes e instituciones, siguiendo el modelo castellano que permitía un mayor poder real.. Como medidas fiscales e intentando potenciar la economía, Olivares tomó una serie de medidas: Prohibíó la acuñación de monedas para evitar la inflación. Apostó por una política mercantilista (vender lo máximo y comprar lo mínimo) implantando aranceles. Propuso la venta de cargos de nobleza o de corregidores. Asimismo, se implantó la Red de Erarios (banco estatal) para lograr una financiación propia sin depender de los préstamos de los bancos internacionales. Todas estas medidas económicas tenían una finalidad militar, debido a que se intentaba recaudar la mayor riqueza posible para poder participar en guerras y financiar ejércitos. Así, en el decreto de Uníón de Armas (1626) se intentó que cada reino debía contribuir en hombres y dinero para las guerras en la misma medida que Castilla, para crear un ejército permanente. En esta época se estaba lidiando la Guerra de los Treinta Años en Europa. 


Estas medidas produjeron un gran impacto en las Cortes Catalanas, que no estaban dispuestas a financiar una guerra contra Francia. Como represalia, el Conde-Duque de Olivares decide trasladar la guerra a Cataluña. Según las costumbres de la época los campesinos debían acoger en sus casas y alimentar a los soldados. Este contacto fue nefasto y provocó muchos roces y enfrentamientos entre el ejército y la población civil, iniciándose una serie de revueltas. La sublevación comienza con la entrada de los segadores armados en Barcelona durante el Corpus de Sangre (7 de Junio de 1640)debido a los abusos cometidos por el ejército real y donde matan al virrey de Cataluña. El conflicto duró más de diez años. Finalizó con la rendición de Barcelona al ejército real. Otros motines y tentativas se multiplicaron por todos los reinos, pero no fueron efectivas: – El Motín de la Sal en Vizcaya. El intento secesionista de Andalucía (duque de Medina Sidonia quiso proclamarse rey). Del duque de Híjar que quería proclamarse rey de Aragón. – Graves levantamientos en Nápoles y Sicilia. De todos estos levantamientos el único que triunfó fue el de Portugal, ante la grave situación de Cataluña, Olivares pide tropas a Portugal, no solo se niegan, sino iniciaron su propia revuelta independentista encabezada por el duque de Braganza. El levantamiento cuenta con el apoyo de Francia, Holanda e Inglaterra. España reconocíó la independencia de Portugal (Tratado de Lisboa, 1668). En definitiva, en esta crisis se manifiesta el enfrentamiento entre las dos formas de concebir la unidad de España: centralismo y foralismo, (Doctrina política que aspira a restaurar los antiguos fueros locales o leyes antiguas de los distintos territorios de España),que conllevó a la destitución del Conde-Duque de Olivares en 1643.


En el último cuarto del s. XIX (Restauración) comenzó a ascender en Europa y también en España, movimientos de carácter regionalista o nacionalista. Grupos de intelectuales, políticos, periodistas y empresarios empezaron a proponer en ciertas regiones españolas, primero en Cataluña, País Vasco y Galicia y más adelante en otras regiones, políticas contrarias al uniformismo y al centralismo estatal. Los primeros movimientos nacionalistas nacen en Cataluña, donde a lo largo del s. XIX, había tenido lugar un crecimiento económico superior al de cualquier otra regíón española y el auge de una burguésía que defiende esta ideología nacionalista. Estos movimientos parten de la idea de que Cataluña y el País Vasco son naciones con derecho a constituirse como Estados, basándose en lasdiferencias o regionalismos (idioma, leyes históricas o fueros, cultura, tradiciones propias). Su intensidad varía enormemente, yendo desde el autonomismo al independentismo.Pero el objetivo principal era conseguir estatutos de autonomía, que no se verán cumplidos hasta después de la Restauración, salvo en el caso de laMancomunidad catalana. El primer texto es de Prat de la Riba, destacado nacionalista catalán (pretendía la autonomía y el reconocimiento de la importancia de Cataluña en el estado), abogado, político conservador. Participó en los partidos Uníón Catalanista y Lliga Regionalista, además de intervenir en la redacción del primer manifiesto catalanista, las ”Bases de Manresa” en el que se expone las competencias que debería asumir Cataluña: Catalán se convertiría en lengua oficial. Acuñación de moneda propia. El gobierno catalán tendrían competencias en materia de orden público y la justicia. Acceso a los empleos públicos en Cataluña para los nacidos o naturalizados en este territorio. Habría una política proteccionista que protegiera los intereses económicos de los industriales catalanes. 


Prat de la Riba alude en el texto al principio básico de nacionalismo:
Cataluña aspira a convertirse en una nacíón y tener un Estado propio, aunque dentro de la “nacionalidad ibérica” de un Estado español federal, no aspira a la independencia. Llegó a afirmar, de hecho, que el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista. Considera que el nacionalismo es el camino que lleva al progreso. La burguésía y el campesinado catalán apoyaron esta corriente mientras que el proletariado optó por el anarquismo. El segundo texto es de Sabino Arana fundador del nacionalismo vasco y del Partido Nacionalista Vasco (PNV), manifiesta una clara ideología xenófoba y antiespañola, (denominaba maketos a los emigrantes españoles que trabajaban en el País Vasco). El ideario de Arana se basaba en la defensa de la integridad cultural y étnica del pueblo vasco, puesta en peligro por la abolición de los fueros y la industrialización de fines de siglo, que provocó una importante inmigración de gente no vasca. Al contrario que el nacionalismo catalán, el nacionalismo de Sabino Arana no tiene base literaria, al estar la lengua vasca escasamente presente en textos poéticos o novelísticos. Arana dedica parte de su tiempo a normalizar y estructurar el euskera. Los rasgos del nacionalismo vasco son: la raza, las costumbres, el antiespañolismo y un profundo catolicismo. Sus ideas fueron fundamentalmente apoyadas por las clases medias y los campesinos mientras la burguésía industrial y financiera abrazó el socialismo. El nacionalismo vasco propugnaba desde un principio la independencia política. Pero esta posición fue moderándose hacia el autonomismo, desde que Sabino Arana fue elegido diputado provincial.


El movimiento obrero adquiríó madurez y organización desde el Sexenio democrático (1868-1874). Las dos corrientes ideológicas más destacadas en España van a ser el anarquismo y el socialismo, y van a expandirse masivamente entre el proletariado y el campesinado. Durante la Restauración fueron duramente reprimidas y vieron la luz tras la Constitución de 1869. El anarquismo fue la ideología predominante entre los obreros. Fue introducida durante el Sexenio democrático por el italiano Fanelli, discípulo de Bakunin, fundador del anarquismo. Se dividíó en dos corrientes principales, por la proliferación de atentados causados por algunos activistas: Anarquismo radical: Se centraba en la captación rápida de seguidores y la acción terrorista. Su oposición a toda forma de poder y su violencia contra las élites sociales los convirtieron en una amenaza, por lo que fueron perseguidos y clandestino. Destacaron entre los obreros catalanes y el campesinado andaluz (que tuvieron la organización secreta Mano Negra, acusada de asesinatos). Anarcosindicalismo: Se centraba en la acción de masas y aspiraba a una revolución social a medio plazo. Crearon organizaciones sindicales como Solidaridad Obrera (1907) y CNT (1910). Fueron mayoritarios en Cataluña. El otro movimiento, el socialismo era, hasta la Restauración (1874), un conjunto de núcleos reducidos de seguidores de las ideas de Marx.


En 1879, sin embargo, Pablo Iglesias fundó el PSOE, (Partido Socialista Obrero Español), como partido de clase que defendía los derechos del proletariado, mezclando el ideario marxista con la aspiración de acceder al poder por la vía democrática. El socialismo iba a tener más peso en Extremadura, lo que es actualmente Castilla la Mancha y especialmente Madrid. Desde aquí se extenderá a los núcleos mineros e industriales de la periferia asturiana, vizcaína y valenciana. En 1888 se creó un sindicato de orientación socialista, UGT que, a diferencia de los anarquistas, eran partidarios de participar en el sistema y preocupados por mejoras laborales (salarios, horarios, condiciones de trabajo). Para sus reivindicaciones laborales escogieron la huelga, como principal herramienta. Los socialistas también crearon su propio diario (El Socialista), sus sedes (la Casa del Pueblo) y unseguro médico para sus afiliados (Mutualidad Obrera). A partir de 1891 el PSOE concentró sus esfuerzos en la política electoral. Pero, tras obtener malos resultados, en 1910 se inició la colaboración con los republicanos, formando la conjunción republicano-socialista,que incrementó su número de votantes.

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