1. La Revolución de 1868
1.1. Introducción
La Revolución de 1868, conocida como la Gloriosa o la Septembrina, tiene su origen en el Pacto de Ostende (1866), ratificado posteriormente en el Pacto de Bruselas (1867). Este pacto fue suscrito por progresistas y demócratas con dos objetivos principales:
- El destronamiento de Isabel II.
- La convocatoria de Cortes Constituyentes.
El texto del Pacto de Bruselas (julio de 1867) establecía explícitamente en su punto 1 que «el objeto de la revolución en España es la caída de los Borbones», dinastía representada por la reina Isabel II. El punto 2 determinaba la convocatoria de unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal o, alternativamente, un plebiscito para decidir la forma de gobierno del país.
La Revolución de 1868 fue protagonizada por una coalición de progresistas, demócratas y unionistas, liderada por figuras militares como los generales Serrano y Prim. El Pacto de Bruselas, de hecho, reconocía «como jefe y director del movimiento al general Prim».
1.2. El desarrollo de la revolución
El proceso revolucionario se desarrolló de la siguiente manera:
- Inicio: Sublevación del almirante Topete en Cádiz, seguida por la formación de numerosas Juntas Revolucionarias locales y provinciales que extendieron el levantamiento.
- Derrota isabelina: Las tropas leales a la reina fueron vencidas en la batalla del Puente de Alcolea (Córdoba).
- Exilio de la reina: Isabel II abandonó España y marchó al exilio.
- Gobierno Provisional: Se constituyó un Gobierno Provisional liderado por el general Serrano e integrado por progresistas y unionistas.
- Convocatoria a Cortes: Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino con el fin de redactar una nueva Constitución.
2. Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1869
2.1. Las Cortes Constituyentes
En 1869 se reunieron las Cortes Constituyentes. La composición política de estas Cortes era diversa:
- Liberales Progresistas (divididos):
- Unionistas (69 diputados): Los más moderados.
- Progresistas (159 diputados): El grupo central.
- Demócratas (20 diputados): Los más a la izquierda dentro de esta coalición.
- Isabelinos o Moderados (14 diputados): Partidarios del regreso de Isabel II.
- Carlistas (18 diputados): Defensores de la línea sucesoria de Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII.
- Republicanos (divididos):
- Federales (69 diputados): Abogaban por una organización estatal basada en la autonomía de las regiones/provincias.
- Unitarios (2 diputados): Defendían un Estado centralizado.
2.2. La Constitución de 1869
Las Cortes Constituyentes elaboraron la Constitución de 1869, considerada la primera constitución democrática de España. Establecía los principios del liberalismo democrático, destacando los siguientes aspectos:
- Amplia declaración de derechos y libertades:
- Garantías procesales: Incluía el derecho de habeas corpus («todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial dentro de las veinticuatro horas siguientes al acto de detención», art. 3), la necesidad de mandamiento judicial para la detención (art. 4) y la detención solo por causa de delito (art. 2).
- Inviolabilidad del domicilio (art. 5) y de la correspondencia (art. 7).
- Derecho a la propiedad privada (art. 13), admitiendo la expropiación solo por causa de utilidad común, con mandato judicial y previa indemnización (art. 14).
- Sufragio universal masculino: «ningún español que se halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser privado del derecho de votar…» (art. 16).
- Libertad de expresión, prensa, reunión y asociación (art. 17).
- Libertad de culto (art. 21), aunque el Estado se comprometía a mantener el culto y clero católicos por ser la religión mayoritaria.
- Igualdad para el acceso a cargos públicos según mérito y capacidad (art. 27).
- Obligaciones ciudadanas: Servicio militar y pago de impuestos (art. 28).
- Soberanía Nacional: «la soberanía reside esencialmente en la Nación, de la cual emanan todos los poderes» (art. 32).
- Forma de Gobierno: Monarquía Parlamentaria (art. 33).
- División de Poderes:
- Legislativo: Residente en las Cortes (art. 34).
- Ejecutivo: Residente en el Rey, que lo ejercía a través de sus ministros (art. 35).
- Judicial: Residente en los Tribunales (art. 36).
- Cortes Bicamerales: Compuestas por el Senado y el Congreso (art. 38).
- Congreso: Elegido por sufragio universal masculino directo (un diputado por cada 40.000 habitantes, art. 65), renovado cada tres años (art. 39).
- Senado: Elegido por sufragio universal indirecto a nivel provincial (art. 60), renovado por cuartas partes cada tres años (art. 39). Se elegían compromisarios en cada municipio que, junto a la Diputación Provincial, elegían a los cuatro senadores por provincia.
3. Concepto y Etapas del Sexenio Revolucionario
El Sexenio Revolucionario (o Democrático) es el periodo histórico español comprendido entre el destronamiento de Isabel II en septiembre de 1868 y la restauración de la dinastía borbónica en diciembre de 1874, con la proclamación de Alfonso XII como rey.
Tras la aprobación de la Constitución de 1869, este periodo se divide en tres etapas principales:
- La Regencia del General Serrano (1869-1870).
- El reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873).
- La Primera República Española (1873-1874).
4. La Regencia (1869-1870)
Una vez aprobada la Constitución, que definía España como una monarquía, pero sin rey, se estableció una Regencia presidida por el general Serrano, mientras que el general Prim encabezaba el Gobierno.
Los principales objetivos de este periodo fueron:
- Encontrar un candidato adecuado para ocupar el trono español.
- Desarrollar legislación acorde con los principios democráticos de la nueva Constitución.
Entre las medidas adoptadas destacan:
- La búsqueda y ofrecimiento de la Corona al príncipe italiano Amadeo de Saboya.
- La aprobación de una nueva Ley Electoral que implementaba el sufragio universal masculino.
- La Ley de Matrimonio Civil.
- La reforma del Código Penal.
5. El Reinado de Amadeo I (1871-1873)
5.1. El Rey Demócrata
Hijo del rey Víctor Manuel II de Italia, Amadeo de Saboya fue elegido rey de España por las Cortes el 16 de noviembre de 1870 y llegó a España a finales de diciembre. Juró la Constitución de 1869 en enero de 1871, convirtiéndose en el primer monarca constitucional y democrático de la historia de España. A pesar del apoyo inicial de la coalición gubernamental (unionistas, progresistas y demócratas), su reinado afrontó graves dificultades desde el principio.
5.2. Apoyos Políticos
La coalición que apoyó la candidatura de Amadeo pronto se dividió en dos grandes grupos:
- Partido Constitucionalista: Liderado por Mateo Sagasta, agrupaba al sector más moderado (unionistas y progresistas templados).
- Partido Radical: Liderado por Manuel Ruiz Zorrilla, representaba al ala izquierda (progresistas avanzados y demócratas).
La alternancia pactada entre estos dos partidos no funcionó y la división se hizo cada vez más profunda.
5.3. Problemas del Reinado
El breve reinado de Amadeo I estuvo marcado por una profunda inestabilidad y numerosos problemas:
- El asesinato del general Prim, su principal valedor, días antes de su llegada a España.
- La fuerte oposición política: republicanos, alfonsinos (partidarios del hijo de Isabel II, Alfonso) y carlistas.
- El estallido de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876).
- La Guerra de los Diez Años en Cuba (conflicto independentista iniciado en 1868).
- La creciente división entre los partidos que teóricamente le apoyaban (constitucionalistas y radicales).
- El aislamiento social del monarca, visto como un extranjero.
Esta acumulación de problemas generó una gran inestabilidad política que culminó con la abdicación de Amadeo I en febrero de 1873. En su renuncia, adujo la ingobernabilidad del país, la falta de apoyo leal, las constantes luchas partidistas y la hostilidad de carlistas y republicanos.
La renuncia de Amadeo I dio paso inmediato a la proclamación de la Primera República Española.
6. La Primera República Española (1873-1874)
6.1. Presidentes de la I República
En su corta existencia (apenas 11 meses), la I República tuvo cuatro presidentes del Poder Ejecutivo:
- Estanislao Figueras
- Francisco Pi y Margall
- Nicolás Salmerón
- Emilio Castelar
6.2. Los Problemas del Régimen
La República heredó y agravó muchos de los problemas del periodo anterior, enfrentándose a enormes dificultades:
- Crisis económica y de la Hacienda pública.
- Conspiraciones monárquicas, especialmente por parte de sectores del Ejército favorables a la restauración borbónica.
- La continuación de la Tercera Guerra Carlista, que se intensificó.
- La persistencia de la guerra independentista en Cuba.
- La profunda división interna de los republicanos entre federalistas (partidarios de un estado descentralizado) y unitarios (defensores de un estado centralizado).
- La insurrección cantonalista: Una sublevación protagonizada por los federalistas más intransigentes que, impacientes por la lenta instauración de la república federal, proclamaron cantones (estados regionales o municipales) independientes en diversas zonas de España (especialmente Levante y Andalucía). Intentaban construir la federación «desde abajo». Destacaron los cantones de Cartagena (que resistió varios meses), Cádiz, Valencia, Alcoy y Salamanca.
6.3. Etapas y Fin de la I República
Se pueden distinguir dos fases principales:
- República Federal (1873): Durante las presidencias de Figueras, Pi y Margall y Salmerón. Se intentó elaborar una Constitución Federal (que no llegó a aprobarse) y se produjo el estallido y la mayor parte de la insurrección cantonalista.
- República Unitaria y Autoritaria (1873-1874): Bajo la presidencia de Castelar, se dio un giro conservador y centralista. Se otorgaron poderes extraordinarios al presidente para restablecer el orden, recurriendo al Ejército para reprimir el cantonalismo y fortalecer la lucha contra los carlistas.
El 3 de enero de 1874, mientras las Cortes votaban la destitución de Castelar (lo que hubiera supuesto probablemente la vuelta al federalismo), el general Pavía dio un golpe de Estado disolviendo la asamblea. Se estableció un régimen dictatorial de facto encabezado por el general Serrano, que suspendió la Constitución de 1869 y gobernó de forma autoritaria durante casi un año, manteniendo formalmente la República pero sin contenido democrático.
Finalmente, la labor política de Antonio Cánovas del Castillo en favor de la restauración borbónica y el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto (diciembre de 1874) proclamaron a Alfonso XII (hijo de Isabel II) como rey de España. Esto puso fin a la Primera República y al Sexenio Revolucionario, dando inicio al periodo de la Restauración borbónica.