La España del Franquismo Tardío (1950-1975)
Recuperación Económica y Primeros Cambios (1950-1959)
Desde 1951 comenzaron algunas reformas económicas y en 1952 una buena cosecha ayudó a mejorar la situación. Esto permitió eliminar el racionamiento y reactivar la industria. Entre 1950 y 1957 la economía creció, acercándose al autoabastecimiento gracias a organismos como:
- SNT, que garantizaba la producción agrícola.
- INI, que impulsaba la industria.
- CGAT, que organizaba el transporte y distribución de productos.
En 1957, un nuevo gobierno con tecnócratas del Opus Dei impulsó un Plan de Estabilización y Liberalización Económica que se aplicó en 1959. Este plan tuvo efectos positivos:
- En la agricultura, se eliminaron controles de precios y se recuperaron tierras y producción. Además, muchos trabajadores rurales se fueron a las ciudades industriales.
- En la industria, se mejoró la producción.
- El comercio exterior creció y aumentaron las divisas gracias al turismo y a las remesas de emigrantes.
El Fin del Aislamiento Internacional (1953-1959)
Con el inicio de la Guerra Fría, el régimen de Franco se acercó a los países occidentales por su fuerte postura anticomunista. En 1953 se firmaron dos acuerdos clave que marcaron el fin del aislamiento internacional:
- Concordato con la Iglesia: España reforzó su relación con la Iglesia Católica, comprometiéndose a financiarla y manteniendo el catolicismo como religión oficial. A cambio, la Iglesia siguió apoyando al régimen y Franco podía proponer obispos.
- Acuerdo con EE. UU.: Se permitió a Estados Unidos instalar bases militares en España (Torrejón, Zaragoza, Rota y Morón) a cambio de ayuda económica, créditos y apoyo militar.
España empezó a integrarse en la comunidad internacional, ingresando en la ONU en 1955 y en organismos como la UNESCO. En cuanto a la descolonización de Marruecos, en 1956 España renunció a su Protectorado tras hacerlo Francia. Años después, cedió territorios como Tarfaya e Ifni, que pasaron a control marroquí definitivamente en 1969.
Política Interior y Oposición
Durante estos años, una nueva generación de políticos, muchos vinculados al Opus Dei o al sindicato franquista, comenzaron a tomar poder dentro del régimen. Uno de ellos fue José Solís; otro, Laureano López Rodó. En 1956 hubo protestas estudiantiles contra la rigidez del sistema educativo. El ministro de Educación, Ruiz-Giménez, fue destituido y se usaron medidas represivas para frenar las protestas. Mientras tanto, en el exilio, la oposición se reorganizó. El PSOE perdió fuerza frente al Partido Comunista (PCE), que abandonó la lucha armada en 1951 y empezó a defender la “reconciliación nacional”.
El Plan de Estabilización Económica (1959) y los Planes de Desarrollo
Entre 1957 y 1959, con la participación de los tecnócratas del Opus Dei, que creían que era necesario un cambio en la economía española y siguiendo las recomendaciones del Banco Mundial, se puso en marcha el Plan de Estabilización (1959). Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio fueron los principales responsables. El Plan de Estabilización incluyó medidas como la devaluación de la peseta para ajustar su valor al del mercado, la reducción del gasto público, la apertura parcial del comercio exterior y la disminución de obstáculos a las inversiones extranjeras en España.
Se lograron muchos de sus objetivos: se controló la inflación y la economía se hizo más libre con el fin de la autarquía y la llegada de tecnología y créditos del extranjero. Todo esto permitió el desarrollo económico basado en industrias modernas. Sin embargo, tuvo consecuencias sociales negativas: la congelación de salarios redujo temporalmente el consumo, aumentó el desempleo y se acentuaron los desequilibrios dentro de la industria, quedando en segundo plano el sector primario.
Después de la estabilización, los planes de desarrollo impulsaron el crecimiento. Desde 1964, se elaboraron planes cada cuatro años con objetivos de crecimiento que eran obligatorios para las empresas públicas y orientativos para las privadas. El tercer plan no se terminó por la crisis económica de 1973.
Estos planes no dieron los resultados esperados, ya que se produjeron desequilibrios regionales. A pesar de ello, desde 1961 se generó un fuerte crecimiento económico, conocido como el milagro español.
El Final del Régimen Franquista (1974-1975)
A finales de 1974, se aprobó una nueva ley que permitía la existencia de algunos grupos políticos, aunque con muchas limitaciones. Esto no suponía un cambio real, ya que el régimen seguía siendo autoritario. En marzo de 1975, Arias Navarro intentó equilibrar esta pequeña apertura nombrando a Fernando Herrero Tejedor como ministro del Movimiento. Sin embargo, tras morir en un accidente, fue reemplazado por Adolfo Suárez, que en ese momento era poco conocido.
Ese año, el gobierno aumentó la represión. Se declaró el estado de excepción en las provincias vascas de Vizcaya y Guipúzcoa, y se aprobó una Ley Antiterrorista muy dura. La censura también fue fuerte, y se prohibieron revistas críticas como Cambio 16 o Triunfo. En septiembre, fueron ejecutados cinco militantes de ETA y del FRAP, lo que provocó fuertes críticas internacionales. Trece países incluso llamaron a sus embajadores como protesta.
Franco respondió con un acto en la Plaza de Oriente, donde fue aclamado por sus seguidores desde el balcón del Palacio Real. Poco después, cayó gravemente enfermo. En el país, los sectores que querían reformas (reformistas y rupturistas) presionaban por cambios, mientras que los más conservadores (inmovilistas) se oponían.
La situación empeoró con el problema del Sáhara Occidental, colonia española en África. España quería organizar un referéndum para decidir su futuro, pero Marruecos también reclamaba ese territorio. Su rey, Hassan II, organizó la Marcha Verde, una movilización de miles de marroquíes que cruzaron la frontera para ocupar el Sáhara.
El gobierno español, sin apoyo suficiente dentro y fuera del país, firmó el Tratado de Madrid en noviembre de 1975. A cambio de acuerdos pesqueros y garantías sobre Ceuta y Melilla, España dejó la administración del Sáhara en manos de Marruecos y Mauritania, aunque nunca se llegó a hacer el referéndum prometido. El Frente Polisario, grupo que luchaba por la independencia del Sáhara, inició una guerra de guerrillas.
El 20 de noviembre de 1975, Francisco Franco murió en Madrid, marcando el fin de su dictadura y el inicio de una nueva etapa en la historia de España.
La Transición Democrática y los Primeros Gobiernos (1979-1982)
Los Gobiernos Democráticos y la Crisis Política (1979-1981)
Después de aprobarse la Constitución, se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones el 1 de marzo de 1979. Volvió a ganar la UCD de Adolfo Suárez. Sin embargo, en las elecciones municipales, la izquierda (PSOE y PCE) ganó en los principales ayuntamientos. Poco después, el PSOE, liderado por Felipe González, dejó de seguir el marxismo y se convirtió en un partido de izquierda moderada, preparado para gobernar. A partir de 1979, la situación política empeoró y culminó en un intento de golpe de Estado en 1981. Entre los factores que provocaron esta crisis destacan:
- El fuerte aumento de los atentados de ETA, que mató a muchas personas en 1979 y 1980.
- La preocupación de algunos militares de extrema derecha, que empezaron a organizar un golpe.
- El fin del acuerdo entre los partidos, ya que el PSOE comenzó una oposición más dura.
- La aprobación de los Estatutos de Autonomía del País Vasco y Cataluña, lo que dio poder a partidos nacionalistas como Convergència i Unió y el PNV.
- Los conflictos internos en la UCD, que debilitaron a Suárez.
Por todos estos motivos, Suárez dimitió el 29 de enero de 1981. Le sustituyó Leopoldo Calvo Sotelo, también de UCD, pero no logró mayoría en su primera votación de investidura, así que se fijó una segunda votación para el 23 de febrero.
El Golpe de Estado del 23-F
Ese día, mientras se celebraba la votación en el Congreso, el teniente coronel Antonio Tejero y otros guardias civiles entraron armados y secuestraron a los diputados. En Valencia, el general Jaime Milans del Bosch declaró el estado de guerra. Otro golpista importante fue el general Alfonso Armada. Pero el golpe fracasó porque no tuvo el apoyo de todo el ejército. La intervención del rey Juan Carlos I, que apareció en televisión defendiendo la democracia, fue decisiva para detener el golpe.
Gobierno de Calvo Sotelo (1981-1982)
Calvo Sotelo solo gobernó un año y medio. Su etapa estuvo marcada por la división dentro de su partido, por la aprobación de la Ley del Divorcio (a la que se opuso la Iglesia) y por un escándalo de envenenamiento por aceite de colza que causó muchas víctimas. En mayo de 1982, pese a la oposición de la izquierda, España entró en la OTAN. El PSOE prometió hacer un referéndum si ganaba las elecciones. Finalmente, en octubre de 1982, Calvo Sotelo convocó elecciones y el PSOE ganó por mayoría absoluta con más de 10 millones de votos. La UCD se hundió y fue sustituida como partido principal de la derecha por Alianza Popular, liderada por Manuel Fraga.